𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐢𝐞𝐜𝐢𝐧𝐮𝐞𝐯𝐞
Seok Jin se acercó hasta Adam que miraba las obras —¿Algo interesante? —preguntó con su tono de voz suave.
—Claro, hay una, que se verá bien en mi oficina —Seok Jin frunció el ceño tratando de entender el doble sentido, no podía ser una frase casual.
—Que bien, hay otro que se verá bien en la oficina, ha llegado tarde —Nam Joon le miró—, es uno para Luan —quiso darle a entender que hablaba de Ho Seok y parecía que Nam Joon lo entendió.
—Mierda... ¿están juntos?
—Lo están, les dije que no se separaran.
La subasta comenzó. Los menores se sentaron adelante junto a los otros agentes, Jung Kook estaba mirando las pinturas para que todo quedase grabado, había notado como Nam Joon las había observado con atención, no podía ser casualidad, mucho menos cuando Seok Jin le dijo que Adam pensaba comprar una.
Había una cinta roja para no acercarse junto a un soporte para colocar las obras, a su izquierda se hallaba un podio donde estaba el presentador y a su derecha se encontraba un piano banco que sería tocado por el Kim Yoon Gi. Para sorpresa de los agentes no había ningún hermano Park cerca.
Por fin había llegado la subasta del Narciso Bélico del artista surcoreano Jung Kai Hee, se dio un por cierto para comenzar, pero Kim Adam levantó su paleta diciendo una cifra absurda. Tae Hyung volteó a mirar con sorpresa sin saber que estaba pasando, aunque apartó su mirada al darse cuenta que Jung Kook y Seok Jin ni siquiera se inmutaron.
Una vez que se terminó la compra envió a recoger su pintura y de una vez avisó que debía irse directo a revisión. Dejó a varios encargados y siempre con extremo silencio en las misiones. Un experto debía evaluarla, estaba seguro que leyó "Jung Kae Hee" en esa firma compleja, no era el nombre original, además que la pieza no le parecía tan original, no podrían engañar a su ojo hábil. Estuvo pensando en que quizá, la supuesta subasta era un fraude y era un movimiento extraño, la policía sabía perfectamente quién estaba detrás de esto. Se hallaba fuera del salón cuando realizó esa llamada y lo segundo que escuchó fue a la gente gritando dentro del salón. Hubo un apagón en todo el hotel.
—¿Dónde está Yoon Gi? —preguntó alarmado cuando la luz regresó y su hermano no estaba en el piano—, ¡¿dónde está?! —gritó llamando la atención de Seok Jin.
—Lo acabo de ver todo —titubeó Jung Kook—. Se lo llevaron, se fueron por atrás —habló rápido antes de levantarse y salir corriendo hacía la dirección donde dijo que se lo habían llevado. Tae Hyung corrió tras suya y antes de que Seok Jin hiciera lo mismo Nam Joon llegó hasta él.
—¿Dónde están ellos?, ¿dónde está Yoon Gi? —preguntó alarmado—. ¡¿Dónde demonios están?!
No sabía que responder ante eso.
Jung Kook y Tae Hyung corrían piso arriba. Se sentía culpable, porque en ese momento de oscuridad lo único que hizo fue tomar a Tae Hyung por el brazo, era demasiada casualidad, aun sentía miedo, no demasiado, pero si sentía la inseguridad abrazarlo. Después de quizá un minuto, recordó que podía encender la luz de la cámara para seguir grabando su alrededor, y fue ahí que vio cómo arrastraban a Yoon Gi. Llegaron hasta la azotea, pero no había nadie.
—¿Y ahora? —gritó desesperado mientras golpeaba la puerta.
—Mierda, ven conmigo —había jadeado con odio al correr escaleras abajo seguido por el menor. Estuvieron buscando, pero era claro que ya no estaba.
—Nos engañaron... —dijo Nam Joon a Seok Jin mientras caminaban por la escena del crimen—. ¿Cómo no me di cuenta?, Ji Min probablemente sabía que me daría cuenta que había una pintura falsa, fue solo una maldita distracción para llevarse a Yoon Gi.
—No, no es tan inteligente como para planear eso —la unidad estaba buscando afuera. Algo más había pasado, la pintura que estaba siendo subastada fue robada en el momento del apagón.
Se acercó hasta el banquillo del piano donde vio una nota amarilla sobre la misma, era una secuencia de números además de su alias. Maldijo tomando su móvil para abrir la app el GPS, era evidente que se trataba de una dirección. Se fue sin decirle a nadie, mientras que Jung Kook, Tae Hyung y Seok Jin se fueron de ahí para correr la cinta y ver que se filmó, así podrían ver algo para ayudar a encontrar a Yoon Gi. Tae Hyung estaba muy mal, no dejaba de llorar, no podía evitar la realidad, eso tenía que ser obra de Ji Min.
Yoon Gi despertó amarrado de pies y manos con su boca amordazada estaba acostado en una cama y a su lado estaba Ji Min, tan solo estaba relajado, arrodillado en el suelo y con el resto del cuerpo en la cama.
—Dormiste demasiado, pensé que te morirías, y esa no era la intención, no aún. Supongo que no sabes por qué estás aquí, bueno es fácil de saber, eres el punto débil que tiene Nam Joon, no solo lo eres de Tae Hyung —dijo al acariciarle el rostro—, quien te viera a ti tan mojigato. Esperemos que llegue por ti a tiempo, de lo contrario no te hallará con vida —se puso en pie y lo dejó ahí. No entendía porque no tenía vendado sus ojos, suponía que aquel deseaba que viera bien lo que pasaría antes de morir.
Nam Joon se vio frente a esa dirección, era un parque, aquel maldito parque donde se besaron por primera vez, era claro que Ji Min tenía todo que ver con el secuestro de Yoon Gi. Estuvo ahí por horas, incluso bajo la lluvia, pero no había ningún rastro. Cuando regresó tuvo que decirles a Seok Jin y los demás lo que estaba sucediendo ahora estará un operativo vigilando la dirección.
Dos días habían pasado desde la fiesta benéfica. Nam Joon se hallaba en la oficina cuando Jung Kook entró desesperado llamando su atención —Hay noticias de Yoon Gi —Tae Hyung iba detrás suyo con lágrimas en sus ojos.
—Creemos que se trata de Ho Seok —advirtió Seok Jin—, están enviando fotos de Yoon Gi y una dirección al número privado de Jung Kook, al que tenía antes —la línea aún lo tenían activada precisamente por si Ho Seok se comunicaba con Jung Kook en algún momento y desde el ataque, este había sido la primera vez. Lo habían hecho de un número no registrado, pero el agente no le había dado ese número telefónico a demasiada gente. Nam Joon vio las fotografías, estaba oscuro y eran con flash, pero Yoon Gi parecía estar vivo, amarrado tanto de manos y piel, amordazado, pero sus ojos sin tapar.
Se armó de forma rápida un operativo para dirigirse a ese lugar, y esta vez para su suerte era asertivo. Los agentes detuvieron a Park Ji Min, en ese momento estaba en el móvil y parecía estar negociando algo. Yoon Gi había sido rescatado, pero algo estaba mal, no había sido Ji Min quien se delató, alguien lo hizo por él, la verdadera pregunta era ¿por qué motivo?
No parecía estar muy desolado en ese cuarto donde se hallaban, pero Ho Seok no se encontraba ahí, tampoco pidió algo a cambio por la libertad de Yoon Gi, no extorsionó a Jung Kook, es más, aquel número de móvil ya no estaba activado, no se podría rastrear, era como si aquello se perdiera para siempre, pero no sabían el por qué.
"Ya no necesito nada de ti, Park"
Ho Seok no iba con rodeos, Ji Min era el imbécil perfecto para ser su cara, pero ahora no lo necesitaba, no con las últimas subastas de las obras de arte. Podría regalarle aquel hombre a la policía con tal de sacarse de encima a Ji Min, los uniformados sabrían qué hacer.
Yoon Gi estaba en recuperación, era urgente evaluarlo, dos días y se hallaba muy lastimado, parecía que Ji Min se divirtió golpeándolo. Investigando las pertenencias se dieron cuenta que intentaba vender a Yoon Gi con algunos clientes exclusivos del 360. Nam Joon intentó calmarse, lo odiaba como a nadie en el mundo, pero él se haría cargo del interrogatorio.
—¿Quieres la maldita condena más larga? —Ji Min no parecía querer ayudar, llevaban quince minutos en el interrogatorio y aquel solo se mantenía callado con su mirada arrogante—. Lo único que debes hacer es hablar del 360.
—¿Cuándo son las visitas maritales aquí? —preguntó con risa al mirar a Nam Joon—. Adam, cariño, ¿qué te hace pensar qué los vendría?, estamos aquí más de lo necesario.
—Porque ellos te vendieron a ti, nos llegaron fotografías de Yoon Gi y su ubicación, no creo que hayas sido tan imbécil en delatarte.
—Que hijo de puta —soltó con rabia, él único que podía hacer algo así era Ho Seok.
—Piénsalo, no saldrás de aquí, pero existen posibilidades de que la condena no sea tan larga.
—No te creo, me dejarás aquí para siempre, no te arriesgarías a liberarme teniendo a tu precioso Kim Yoon Gi, no seamos idiotas.
—Es la ley Park, cuando quieras hablar aquí estaremos —entonces estaba por irse, pero Ji Min parecía estar más hablador que antes.
—360, ¿sabes qué significa?, todo comenzó con la pintura de 360, la obra Lesk, por eso se quedó así, 360 no es un número, es una pintura, la primera de todas. El club es solo una maldita fachada, el burdel es otro ilegal, pero es así cómo nos aseguramos de incluir interesados. Eres inteligente, supongo que ya lo habías deducido. Seguramente no pasaré de esta noche... quizá yo nunca fui lo que esperaste, pero mi amor por ti siempre fue sincero, si llegue a traicionarte fueron solo negocios, eres el único por el cual aún tengo algo de decencia, iba a matar a Yoon Gi, así que agrégalo en mi lista de promesas, pero no lo hice porque sabía que eso te mataría, así que solo decidí venderlo como un anfitrión, te tomaría más encontrarlo, pero ahora que ya lo tienes contigo, solo espero que se vayan al infierno —Nam Joon lo miró detenidamente antes de dar la señal para que se lo llevaran. Jadeó antes de abandonar la sala de interrogatorios.
—Jefe, los resultados de la pintura ya llegaron... usted tenía razón es una réplica, no es original —asintió tomando los documentos para verificarlos.
Yoon Gi se hallaba más tranquilo, Tae Hyung estuvo con él desde que llegó. Vieron entrar a Nam Joon y el menor pudo ver la carita de amor que aquel puso. No había tenido tiempo de verse con calma, pero lo extrañaba mucho y necesitaba verlo recuperarse. El agente estuvo tomándole la declaración, ahora que se hallaba más dispuesto.
Seok Jin mantenía la mirada fija en sus papeles, miraba el análisis de la pintura y ahora atendía porque Nam Joon la compró, vio que había algo mal y tuvo razón, pero no sabría si aquello fue una trampa para secuestrar a Yoon Gi o en verdad fue un error de principiante. Debía pensarlo demasiado, hubo una pintura robada también, ¿aquello era también parte del plan? Jung Kook estuvo revisando el video de la fiesta para ver algunos de los precios de las pinturas, en ese momento había entrado Nam Joon diciéndoles todo acerca de lo que Ji Min dijo del 360.
—La pintura de Lesk cuando salió estuvo evaluada por 6.360.000 de wones, tuvo que ser la primera pintura que ellos falsificaron y vendieron. Revisaré también el video, quizá pueda ver algunas de las pinturas otra vez, investigaremos a más personas de esa noche que compraron las obras. Ahora es un hecho que ya dimos en el blanco.
Muchas gracias por leer💜
*Penúltimo*
-: ✧ :-゜・.FairyWinB
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