𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨
Seok Jin acariciaba la espalda baja del ángel mientras cedía a las palabritas tiernas en su oído, tan solo persuadiendo al cliente que debía atender porque el mayor había tomado una decisión poco asertiva cuando pagó la alta tarifa que costaba una placentera media hora con el muchacho.
El muchacho entrelazó sus dedos con el mayor mientras lo observaba cauteloso. Su mirada era muy delicada para su fornido cuerpo y altura, al tacto era suave y su olor a frutas lo mareaba, pero sin duda lo que terminó por enloquecerlo fue cuando lo vio acercar sus rostros en un dulce silencio hasta que sus lenguas se enredaron, Seok Jin soltó sus manos par tomarlo fuerte y su contrario aprovechó la posesividad de su cliente para sentirse más deseado.
Las reglas eran claras cuando pago por los servicios, era consciente que los besos eran negativos, pero Tae Hyung no era un fiel seguidor de las reglas. La experimentaba lengua lo hizo jadear deseoso cuando delineó sus labios con ella y susurró -¿Cómo puedo llamarte? -jadeó sintiendo esa venenosa lengua quemar su cuello.
-Solo te pido que no me dejes marca, no soy soltero.
-¿Es una mujer o un hombre? -preguntó regresando su boca hasta sus labios que lo recibieron despacio.
-Hombre. Nos vemos poco en realidad y le sorprendería si regreso con una marca -mintió con facilidad mirándolo a los ojos-. Me gustaría que me llames señor Lee ¿Cómo puedo llamarte?
-Vante -sonrió-. ¿Quiere que me desvista? -él negó tomando al muchacho de las mejillas antes de unir sus labios una vez más. Sus cortas prendas habían sido quitadas por las grandes manos del mayor que iba besando por cada parte de su delicada piel desnuda-. Señor Lee, ¿cómo le gusta follar?
-¿Cómo te gustaría a ti? -preguntó mirándolo a los ojos.
-Me gusta fuerte, quizá soy dominante -Seok Jin se tensó por un momento, su sonrisa ingenua no encajaba con la lujuria en sus ojos celestes-. No tengas miedo -murmuró al desabotonar la camisa del mayor y tocar su pecho marcado con ambas manos-, si lo desea puedo ser más dulce que eso -Seok Jin asintió con una pequeña risa filtrada de nerviosismo. Era probable que el rol sexual de su servidor estaba en el contrato, pero no había leído más que las reglas. Tomando entre sus brazos llevó al ángel hasta la cama en completo silencio.
Tae Hyung sabía dónde encontrar lo necesario para trabajar, pero sería muy egoísta y esperaría un poco, un hombre tan atrayente como el señor Lee merecía más que una dura follada, quería disfrutar un poco más de su cuerpo, de su olor, de sus labios. El mayor gimió apenado sintiendo la mano tibia del servidor sobre el bulto en sus pantalones, no quería parecer desesperado, pero lo estaba malditamente enloqueciendo, los ojos del menor brillaron.
El primer tacto de su mano delicada con el contraste de su hinchada polla lo hizo cerrar los ojos de fascinación. Tae Hyung no dejaba de mirarlo curioso por cumplir todas las necesidades de ese atractivo hombre.
Había pasado un tiempo desde que tuvo que dejar de atender a los clientes como mesero para cumplir con los demás servicios. Sabía que no tenía más que ceder, Ji Min se lo había dejado claro cuando le sugirió trabajar en el burdel ilegal de sus hermanos, sin embargo, no le había advertido que si entraba allí, no habría forma de salir vivo.
Tae Hyung sabía que su amigo estaba armado, alguna vez la tuvo entre sus manos, quizá algunas veces la disparó solo por diversión hacía botellas cuando Ji Min se ofreció a enseñarle cómo usarla, pero nunca la tuvo apuntada en su cabeza. No podía olvidar la voz de Ji Min diciendo que le pertenecía y que la única forma de liberarse estaba en su arma. Tae Hyung le había quedado claro una cosa, Ji Min era un bastardo mentiroso.
Su mano se había llenado de lubricante antes de apretar la polla de su cliente, moviéndola despacio y algunas vez con fuerza, Seok Jin se estremeció tomando al hombre del brazo, este lo miró interesado en su reacción.
-Señor Lee... su novio virtual ha desaprovechado tantas oportunidades -vaciló lamiendo sus labios-. No soy descuidado -sonrió aprendiendo ambas pollas con sus manos. Ambos jadearon sin dejar de mirarse. Seok Jin quería dejar de pensar, pero no podía hacerlo, era una lucha constante entre sus voces internas que peleaban entre recolectar información o aceptar que ese muchacho no tiene nada que ver en el caos y solo quería follar.
Seok Jin gimió arqueando su espalda por la sensación de esa tibia boca que jugaba entre sus bolas. Había estado desconcentrado que no se había dado cuenta cuando sucedió y estaba jodido porque recordaba que entre las reglas el sexo oral no estaba permitido. La pecaminosa boca atrapó su polla con fuerza, había tomado el cabello oscuro entre sus dedos, quiso empujarlo para apartarlo pero solo fue un jodido pensamiento, no lo haría, mierda que no.
Sus piernas se sentían débiles por instantes, los dedos del servidor se hallaban escondidos entre sus nalgas follando fuerte hasta que consiguió correrse dentro de la dulce boca. Jadeante tomó la boca del mayor celosamente, intenso y fuerte, Seok Jin lo atrapó entre su brazos tocando su cuerpo como si le perteneciera -Nunca lo hice con nadie más, ni lo haré. Es un secreto señor Lee -murmuró sobre su oreja. No sabía a qué se refería, pero no quiso averiguarlo.
Dándose vuelta en la cama había dejado al hombre atractivo en su poder, Tae Hyung besó su pecho mientras se quedaba entre sus piernas. Seok Jin era más grande que él, más alto y más musculado, era una total fantasía tener su dominio por completo sobre él, follandolo fuerte y sin ningún tipo de sentido.
Habían acordado palabras de seguridad que Seok Jin no necesitó usar, estaba tan maravillado con el placer que hasta ahora no se había dado cuenta de la falta sexual que había tenido. Su mayor problema no era ese, es sus misiones tener sexo era común, pero algo había sido diferente que las otras veces y eso había sido lo real que se sentía.
Vante no era un objetivo que cazaba, tan solo un muchacho lindo en un jodido burdel ilegal, no podía ser más que cualquiera de los trabajadores, nada importante en realidad y quizá eso era lo confundido, se sentía, se sentía... «como Jung Kook».
-¡Señor Lee! -gimió sin descaro alguno moviéndose con más prisa y recibiendo los gemidos llenos de placer del contrario, llenándose del éxtasis más grande de su vida, había tenido tantos encuentros, nada parecido a lo que estaba viviendo. Se corrió sin control mientras intentaba empujar más profundo y su contrario se corrió con los ojos en blanco dejando que su néctar aterrizara donde quisiera.
Tae Hyung se mantuvo abrazado del mayor mientras había dormido unos siete minutos después de unas rondas más hasta agotar la media hora de servicio -Ya despertó señor Lee -murmuró besándole las mejillas mientras sentía las caricias en su espalda baja-. Ya casi termina el tiempo. Espero verlo más seguido por aquí.
-Es una pena... no sé cuándo pueda volver.
-¿Te enamoraste de mí? -había vacilado mientras acariciaba su pecho-. Es una mala idea.
-No soy de flechazos, pero hoy lo creo -aquel sonrió abrazándolo fuerte.
-Es usted romántico señor Lee. Creo que me ha pasado lo mismo, porque apenas lo vi quería solo su atención.
-No me aceptarías una cita ¿no es así? Me siento un poco ridículo enamorarme de ti solo porque estamos en esta situación, no soy enamoradizo, pero si quisiera invitarte a salir.
-Usted mismo lo ha dicho, es ridículo que te enamores de mí solo porque hubo un polvo pagado, mi trabajo es hacerlo sentir bien...
-No quise ofenderte Van, en verdad me gustaste, por eso te pido una cita, una cena, una ida al cine, donde me pidas -Seok Jin había visto una buena oportunidad después del sexo, si tenía a Van de su lado ayudaría con información más directa del club, seducirlo no era difícil, él era el un maestro, le tomaría tiempo, pero estaba seguro que lo conseguiría.
-Sí vuelves a venir tendré una respuesta.
-Vendré, pero ahora tengo un viaje de negocios y estaré fuera mucho tiempo, espero no me olvides en este tiempo, es un viaje largo.
-¿Cuándo volverás?
-Quizá dentro de dos meses.
-Ohh es mucho tiempo... ¿si te doy mi número tu novio virtual se pondría celoso? Ya sabes...
-Dámelo, no creo que le importe -aquel se levantó por su saco para guardar aquel valioso contacto. La despedida fue todavía más dulce, se habían consentido con un par de besitos cálidos antes que el mayor se fuera. No quería manipularlo, pero era su trabajo.
Ya con los días, Jung Kook estaba listo para abordar el barco que estaba destinado en su misión. Usaba sus lentes oscuros, e iba viendo al frente con su bastón tocando la madera a su paso, un hombre ayudaba con su equipaje, pero pronto debía actuar por su cuenta.
Seok Jin también estaba en la formación para abordar. Se encontraría con su compañero en algún momento en un posible encuentro casual en público.
Muchas gracias por leer❤
-: ✧ :-゜・.FairyWinB
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