✫;;Capítulo uno.

Vamos, tú puedes, levántate.

Edevane.

Aún hay mucho que practicar, aún hay mucho que hacer.

Edevane.

Hay que practicar un poco más eso último.

—Haley Edevane.

La voz del profesor la había sacado de sus pensamientos, haciendo que la chica parpadeará varias veces y viera hacia arriba, observando al adulto, un simple hombre un tanto flacucho, sin mucha musculatura y que mantenía su semblante entre amable, pero a la vez tratando de contener cierta paciencia con la joven debido a que se había puesto a divagar en sus pensamientos en medio examen. Haley hizo una leve mueca confundida, como preguntándole con la mirada que era lo que quería mientras el adulto veía ahora el papel que tenía en su escritorio.

—El examen. —El profesor dio una leve mirada obvia, pero a la vez ligeramente divertida, tratando de aligerar el momento para que la chica no se pusiera tan tensa, aunque eso no duró mucho, puesto que parpadeo varias veces cuando la chica le había pasado la hoja sin dudar, y luego vio la hoja del examen de matemáticas.

—Aquí tiene Sr. Howell. —La chica no dio muchas vueltas al asunto y simplemente le había pasado el examen, sabía que el maestro no tenía malas intenciones en burlarse de ella, pero de hecho eso había creado alguna especie de ambiente incómodo, por más que el adulto intenta aligerar a cómo cree que es.

Haley no era alguien exactamente con la que podrás jugar fácilmente, en el sentido de que si quisieras engañarla no sería tan fácil por un poco de su desconfianza y si fuera una broma de manera amigable, no tomaba las bromas fácilmente y más viniendo de parte de un desconocido ocasionando un ambiente raro en el lugar o simplemente algún comentario sarcástico o directo de su parte.

El profesor dejó de sonreír, tomando una postura ligeramente firme al ver que su alumna no parecía congeniar con su incómodo humor forzado, ese típico "humor" que los profesores tratan de hacer con los alumnos. Aunque, más que regañarla, simplemente vio la hoja y luego a la joven. Desde el día que llego a clases diciendo que era nueva en Columbus, Ohio, es decir, no hace muchas semanas, había notado que era buena alumna, podría ser que se quedaba absorta en sus pensamientos, pero también notaba que esta misma ponía atención a los detalles, y hacía bien todos sus proyectos a tiempo, no tenía por qué quejarse aunque de cierta manera al adulto le preocupaba la distancia que tomaba con los compañeros de la clase, quería al menos congeniar con la técnicamente nueva de ese grupo de clases, pero se le complicaba un poco, además Haley parecía alguien seria a pesar de tener catorce.

—Buen trabajo, Edevane. —Dijo para así retirarse y tomar los demás exámenes.

La chica asintió, aunque luego pensó eso que le dijo un tanto orgullosa en el interior, se recostó en la silla y encogió los hombros para sí misma y suspirar, quedando satisfecha con su examen acabado. Ahora en lo que estaba, ah, ya lo recuerda, aquello hizo que Haley diera un leve suspiro y negó con la cabeza un poco, empezando a guardar las cosas en su estuche de lápices, tratando de olvidar los recuerdos que se le habían venido a la mente no hace mucho antes que su maestro la interrumpiera. Era algo que realmente no le apetecía recordar y a la vez no lo ve tan necesario, puesto que no recibiría una respuesta concreta de parte de su tutora, dejando que simplemente sucediera sin cuestionarlo, más que nada por la costumbre de su rutina. Pronto alguien más empezó a llamarle, pero de manera bastante baja.

—Hey...

Haley simplemente le ignoró y se cruzó de brazos pretendiendo no escuchar a la chica a su lado.

—Hey...

De nuevo fue ignorada.

—Hey, Harley.

—Es Haley. —La castaña le corrigió en un tono bajo manteniendo la calma, mientras le volteaba a ver un poco, al fin hablándole luego de tanta insistencia de parte de la chica, era castaña, pero su cabello tenía un tono más claro que el de Haley, el de la joven Edevane parecía casi negro.

—¿Me pasas la copia? —La chica cuyo nombre Haley aún no podía recordar le pidió aquello en un susurro, haciendo que la joven Edevane pusiera una expresión confundida y a la vez incrédula—. No me veas así, si estudie... anda, por favor, el maestro se está acercando, solo necesito estas cinco últimas y ya te dejo en paz.

Edevane lo pensó, viendo de manera dudosa mientras veía la expresión apurada y preocupada de la chica, para luego suspirar y ya darle las últimas respuestas de lo que ella pidió, aunque con bastante cautela de que el maestro no les viera.

Al momento que la clase termino y ya todos estaban saliendo para ir a sus hogares, Haley tomo sus cosas luego de guardar todo y ya empezó a salir de la clase para ir a su casillero, en donde había dejado un segundo bolso con unas cosas del gimnasio, dio un suspiro, cansada y a la vez viendo su celular con la hora, diablos, llegaría tarde si se queda un rato más ahí, por lo que se apuró y empezó a irse, aunque pronto fue detenida por una voz femenina que se aproximaba.

—¡Hey, Harley! ¡Espera!

La chica pudo alcanzar a la joven Haley a la puerta principal del colegio, en donde se detuvieron y se vieron mutuamente. Haley era relativamente más alta que la otra chica que aún no recuerda su nombre, por más que intente recordarlo, se le hacía un tanto difícil recordar varios nombres, especialmente si no pone demasiado empeño en recordarlos al tener el presentimiento de que se volverá a mudar de nuevo, siempre por noticias de su tutora.

—¿Qué sucede?

—Me llamo Vanessa Miller. —Se presentó sonriendo un poco, tratando de ser simpática con la contraria e ignorando su pregunta, realmente nunca se había hablado, bueno, Vanessa ya le había notado anteriormente, despertando cierta curiosidad por querer hablarle alguna vez, aunque se aguantaba para no hacerlo sin alguna razón, y ahora tenía una excusa—. Quería agradecerte por lo de hace rato.

—Uh... no era el fin del mundo. —Haley, en cambio, no tuvo muchas intenciones de hablarle demasiado a sus compañeros, puesto que estos parecen no poner mucho interés en hablarle, pues ella tampoco, sumando el hecho que tampoco quería acabar con alguna otra amistad por mudanzas. Arqueo una ceja, cruzándose de brazos, viendo a la castaña más baja, sintiéndose poco a poco incómoda—. ¿Por qué no estudiaste para eso? No era siquiera tan difícil. —Entrecerró sus ojos un poco mientras fruncía su entrecejo un poco, a la vez haciendo una mueca confusa.

Realmente Vanessa no le parecía el tipo de persona que estudia todo el rato, al menos a sus ojos.

—Te dije que si estudie, pero se me olvidan siempre, son los nervios de ver la hoja del examen.

Efectivamente, no había estudiado, eso había pensado Haley.

—Uhmm... Diría que ese es un buen argumento, pero me quedo con mi punto, gracias. —Estaba a punto de salir ahora, luego de ver la hora de su celular nuevamente, tenía que irse pronto.

—No, espera. —De nuevo detuvo a Haley, haciendo que la mencionada se volteara ahora rápidamente para ver qué más quería—. Quería preguntarte si querías algún día ir a co-...

No pudo terminar aquella frase, puesto que un grupo de chicos y chicas, no muy grande, llamaron a Vanessa desde la distancia, haciendo que la joven hiciera una leve mueca incómoda junto a una sonrisa mientras veía al grupo de aquel lado. Lo que suponía, pensó Haley, no es que le haya dado tanta importancia a Vanessa, pero de cierta manera, se notaba que era del tipo que tenía varios amigos, o eso es lo que Haley veía, era obvio que tenía sus propios amigos y grupo, aunque de cierta manera Vanessa no parecía demasiado feliz o no notaba mucha emoción al verlos, aunque solo era una suposición, realmente no conocía de nada a la chica y solamente se dejó guiar por las primeras impresiones de ella.

—Me tengo que ir... adiós.

Y tan pronto que dijo eso, Vanessa se fue rápidamente con su grupo.

Haley observó a la castaña, para luego irse sin despedirse, solamente se fue sin tomar demasiada importancia y decidió dejarlo así.

•••

Aquel golpe la había enviado de rodillas al suelo, haciendo que se apoyara en sus manos mientras veía cómo su pecho subía y bajaba. Sentía aún el golpe en la zona del abdomen, como si se le hubiera salido el aire, y ahora trataba de recuperar lo que había perdido. Alzó la cabeza, viendo a su tutora en frente suya, por lo que empezó a levantarse, para así volver a colocarse en posición de defensa por más cansada que estuviera y seguir con lo que hacía con la mayor, no solamente soltar los golpes, sino tener táctica y técnica, era algo que Haley empezó a pensar cuando la dificultad empezaba a subir en los entrenamientos con el pasar del tiempo.

Luego de practicar su rutina de gimnasia, había sido recogida por su tutora en el lugar y así ir a casa a hacer lo último del día, entrenar con la mayor. Era duro, ella lo era, y era de cierta manera exigente desde que tiene memoria, solamente recuerda que todo eso se había hecho una cosa de costumbre y que era normal en su día. Sabía cómo defenderse, sabía cómo apañárselas sola, pero según Katherine aún hay cosas que le hacen falta aprender, escuchar eso le estresa un poco y hacía que se esforzara más, siempre creyó que estaba lista, puesto que sabía como moverse.

Aún recuerda que cuando era mucho menor, caía tantas veces, demasiados errores que debía corregir y practicar todo el rato, no podía hacer ni una sola flexión, sus brazos eran tan débiles, era algo que tenía entendido, puesto que Kat se lo decía, aunque solamente era una niña en ese entonces, nunca entendió el porqué tanto y además, no parecía que Katherine estuviera satisfecha por mejor que sea aunque lo dejo así, puesto que estaba acostumbrada y aun así, se esforzaba y pone bastante empeño.

—Nada mal. —La adulta le dijo aquello luego de que hayan terminado, la de cabello negro fue a por sus dos botellas de agua, para luego sentarse a un lado de Haley en el suelo y pasarle una.

La castaña se sentó de igual manera en el suelo, cansada y a la vez, queriendo descansar de una vez, aunque agarro la botella de agua y decidió tomar de esta, aun así, sonrió levemente ante lo que la adulta dijo, mostrando que expresaba más con ella que con gente desconocida. La relación de ambas, era algo que no sabía cómo describirla, pero era okay, Katherine no consideraba que se llevaran mal, y Haley tampoco, aunque cuando empezó a tener conciencia de varias cosas empezó a preguntarse del porqué de tantas mudanzas, del porqué de tanto entrenamiento desde que era mucho menor, y el porqué de la actitud misteriosa de la mayor, si, se llevaban bien, pero la pelinegra parecía ocultar cosas, y cada vez que preguntaba, recibe una respuesta corta.

Es como si hubiera mucha confianza de parte de Haley, pero a la vez no mucha de parte de Kat, por más que la mujer dijera que sí, aunque tampoco quería arruinar su relación con sus preguntas, le importaba Katherine, y su relación con ella, especialmente porque Haley no ha tenido muchas amistades, por las constantes mudanzas que la mayor siempre le decía que iban a suceder, prefería no hacer muchas amistades que luego terminarían en el olvido por tales razones, su única amiga era Katherine y a la vez intenta dar todo de sí con ella.

—Se llama táctica. —La más joven dijo eso mientras dejaba de beber agua.

—Está bien, Señorita Táctica. Recuerda mantener la calma también... —La mayor dio una leve risa mientras ahora se levantaba de su lugar y pronto veía la hora—. Uhm... Iré a hacer la cena y luego tendré que hacer algo en mi computadora.

—Pensé que ya habías terminado todo tu trabajo. —Haley arqueo una ceja un poco mientras veía a la adulta, queriendo cenar con ella, cosa que la adulta hizo una pequeña mueca.

—Mañana tendré tiempo, solo necesito rellenar unas cosas en unos documentos y ya está, lo prometo. —La de cabellos negros fue a apurarse para subir a la cocina, puesto que estaban en el sótano, y la verdad, ya no parecía mucho de un sótano y era más similar a un sitio de entrenamientos.

Aquello hizo suspirar a la más joven y asintió, para luego recostarse en el suelo a descansar y relajarse mientras cerraba los ojos, aburrida con la idea que su tutora tiene que hacer cosas nuevamente, claro que Haley no se opone, lo entiende, es una adulta y Kat tiene responsabilidades, pero son tantos documentos, tanto que llenar y tanto que hace que se pregunta de qué se trata su trabajo o algo así, nunca se lo dijo con exactitud. Prefería no molestarle, la adulta ha hecho tanto por ella, que realmente quejarse no era una buena opción o eso pensaba, esforzarse era lo más que podía hacer para poder pagarlo de cierta manera, y molestar de más con algún tema que guíe a una discusión por tener que presionar a la mayor tampoco era una opción, por más curiosidad que tenga.

Una notificación le llegó a su celular, vio a la distancia su móvil, y le dio cierta pereza tener que ir a por él.

—Al diablo.

Decidió quedarse en el suelo para descansar un poco más antes de ir a darse una ducha, estaba tan llena de sudor, aunque el sonido de más notificaciones a su celular no le dejaron descansar, y dio un suspiro mientras hacía una expresión de cansancio y fue hacia su celular y ver que era. Una gran sorpresa se llevó cuando vio que era Vanessa, la cual le había enviado solicitud de amistad y de paso le había enviado muchos stickers, haciendo que la joven arqueó una ceja un poco por eso. Aunque el último mensaje llamó su atención, le estaba invitando a una especie de fiesta el viernes por la noche, en la casa de una de sus amigas.

Una fiesta, nunca había ido a alguna, que se supone que haría ahí, además, lo veía de cierta manera algo innecesario, no era su tipo de ambiente y si alguna vez se mira en una fiesta es porque no tenía nada que hacer o porque alguien más de mucha importancia se lo pediría. Realmente en vez de ir a una fiesta, podría quedarse en casa, tal vez a leer los libros que había prestado en la biblioteca, o quedarse a escuchar su propia música en su habitación, incluso practicar su rutina de gimnasia. Aunque luego vio como Vanessa se lo pedía de mil maneras y mil stickers.

No le respondió, y simplemente decidió que era momento de ir a ducharse, cenar y luego descansar para seguir su misma rutina de clases.

•••

Otro día más en la escuela, tenía hambre, aunque realmente la comida de la cafetería no era muy apetecible, así que debía conformarse con algunas galletas de las máquinas expendedoras y algún jugo de lata. Además, así se ahorraba hacer alguna fila para tomar su bandeja con arroz y atún. Tal Vez y luego va a dejar el último libro que termino de leer en la biblioteca, tenía todo el descanso para eso.

—Repite lo que dijiste en clases, si te atreves, idiota.

La voz de un chico un tanto agresivo había llamado su atención, volteo a ver hacia un lado, en donde había dos chicos rodeando a alguien en los pasillos, al parecer estaban aprovechando que no había nadie alrededor y todos estaban en el gimnasio de la escuela o en la cafetería. Observó la escena, e iba a irse y no hacer caso a lo que sucedía, pero pronto que se dio la vuelta escucho la voz de Vanessa.

—¡Hey! ¡Haley!

—¡Cállate! —Le respondió uno de los chicos.

Una queja fue lo que escuchó después de eso, le habían propinado un golpe a la más baja. La castaña se dio la vuelta, observando por encima de su hombro, observando a Vanessa en problemas con los más altos. Personalmente, nunca había tenido problemas con alguien en alguna escuela, nadie se metía con ella y ella no se metía con nadie, no quería que su tutora se lleve una mala noticia de que tal vez se había metido en alguna pelea, si de por sí, podía llegar a contestar de mala manera, una pelea física no era buena idea, pero ahora prestaba tanta atención a la joven Miller en apuros.

Ella le veía desde lejos a que llegara a ayudar rápido, que le ayudara a apartar a esos tipos o algo así, mínimo en intención de hacerlo, incluso si no ganaba contra ellos, la intención le hubiera agradado a Vanessa y Haley notaba cierto nerviosismo en ella. Eso empezaba a ponerla nerviosa también, no sabía si irse por el hecho de que no llevaban ni una semana de hablar y las razones que tenía en cuenta, o si ir y ayudarla, puesto que Miller nunca se notó con malas intenciones con ella y además seguro y la culpa la hundiría.

Aquello empezaba a darle dolor de cabeza, el nerviosismo de no saber qué decidir empezaba a agobiarla y más por el momento, y tan pronto sintió como su tolerancia o el hecho de querer mantener la calma había desbordado, para así darse la vuelta y correr rápidamente hacia los chicos.

Mientras que Vanessa... solamente vio algo iridiscente en los ojos de la joven Edevane, una especie de energía, algo centelleante que la dejó atónita. 

-Reggie00-

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