⋆✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆✰ ⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆ ✰⋆

10.creo que tengo una hija.

Silver estaba en el avión camino al gran prix, decidió viajar directamente el día antes de la carrera, pero al llegar tarde Camille y ella se quedaron durmiendo para solo ir a la carrera, se quedarían varios días en italia después, pues ambas amaban el país o mejor dicho Camille amaba el gelato.

Pero su sueño fue interrumpido por dos locas tocando su puerta desesperadamente, encontrándose con Evangeline, Mar y un Charles que parecía casi dormido—Hola— dijeron las dos chicas al unísono—Charles se queda con Camille y tú vienes con nosotras— la tomaron por los brazos sin dejar que pudiera responder, el monegasco solamente las miro como si estuvieran locas para luego lanzarse a la cama de su mejor amiga, en este hotel habían conseguido dos habitaciones.

—¿Estáis locas?— pregunto cuando llegaron a la habitación de Evangeline— tú deberías de estar durmiendo, tienes carrera mañana— regañó a Mar.

—Esto es mucho más importante, no te lo dijimos antes para no arruinar tus momentos románticos con Max, ¿cómo va eso por cierto?

—Bien, Max es perfecto por dios—suspiro—pero no sé si estoy preparada para simplemente comenzar a salir con alguien, pero id al punto, ¿qué pasa?

—No vayas a la carrera de mañana— ordeno Eva.

—¿Alguna razón, mamá?— bromeo confundida—parecéis dos locas drogadas.

Ambas se miraron sin saber como decirle a Silver lo que habían descubierto—Es sobre Lewis.

—No— se levantó lista para irse—estoy bien, no me interesa que él lo arruine.

—Silver es importante— reclamo Mar.

—No, no quiero saber nada, si no queréis que vaya a la carrera, mañana no lo haré, pero Lewis no me arruinara este viaje, italia es demasiado especial para mí.— salió de la habitación volviendo a la suya — ocupas la cama entera Charles— se quejó empujando al monegasco.

—Hoy es el día no dejar que Charles duerma.

(...)

Lewis había una vez obtenido una horrible posición, incluso peor que las últimas carreras, por lo que toto lo llamo a su oficina—¿qué diablos te está pasando?, sé que el auto no es el mejor, pero Russell me está dando mejor resultados y mi primer piloto eres tu Lewis.

—Creo que tengo una hija.

La pequeña habitación se llenó de silencio—¿qué acabas de decir?

—Creo que camille es mi hija— se tapó el rostro con las manos frustrado— no he podido hablar con Silver, Mar y Eva iban a ayudarme, pero no me responden los mensajes y Silver no vino a la carrera.

Wolff miró al chico que vio prácticamente crecer frente a él, estaba deshecho y desesperado—¿por qué Silver no te lo diría? Es una chica muy sensata.

—Eso es lo que no sé, no entiendo nada, mi cabeza está en otro sitio, no paro de pensar que si es mi hija, me perdí tres putos años de su vida— un pequeño sollozo se le escapó— me perdí el embarazo de silver, el parto, todo.

—Lewis— apoyo una mano en el hombro de su corredor—sal de aquí y busca a Silver, necesitas aclara la mente, no lo digo solo para que corras mejor, pero porque necesitas la verdad.

(...)

Camille pintaba en un papel algo que según ella era una flor, pero parecía que alguien había tirado pintura y la había movido a todos lados, que fue exactamente lo que hizo la niña.

—¡Mira mamá!— chillo de emoción enseñándole el dibujo, como toda madre, Silver le dijo que estaba precioso, pero en el fondo pensó que tal vez lo suyo definitivamente fueran los autos.

Ella por otro dibujaba a Max, este le dijo que si ganaba la carrera tendría que hacerle un retrato y como no era sorpresa había ganado una vez más—Mon ange, sabes que mama te ama, ¿no?

—oui maman — respondió en francés la menor besando la mejilla de su madre.

—¿Te está gustando esto?— se refería a los viajes y toda esta nueva experiencia.

—Me encanta mamá— respondió felizmente—cuando sea glande quiero ser tía Mar— comenzó a imitar a su tía corriendo mientras hacía sonidos de autos.

Silver no pudo evitar reír, si su hija quería correr, así sería, sin importar que a ella no le gustara aquella vida, tocaron a la puerta a lo que Silver se levantó imaginándose que sería Evangeline, definitivamente no se esperaba encontrar a Lewis—¿qué quieres?

—Hablar.

—Estoy ocupada, camille está conmigo.

—Para eso hay solución— una sonriente Evangeline apareció de la nada.

—¿Alguien quiere salir con la tía Eva?— grito desde fuera de la habitación escuchando los pasos corriendo de Camille quien al ver a Lewis sonrió.

—¡Lewis!— chillo abrazándose a su pierna, el inglés sintió sus ojos aguarse un poco y sostuvo a la niña en brazos unos segundos, en los cuales Silver contuvo la respiración, ver a su hija en brazos de su padre, era algo que soñaba con ver hace años.

—¿Vas con tu tía y después nos vemos?— dijo a la niña.

—Esperen, no.— se quejó silver, pero eva prácticamente corrió con Camille lejos.— pasa supongo— se rindió dejando que este entrara, ambos se sentaron en la pequeña sala que tenía la habitación de hotel, pues parecía un mini apartamento.

—¿Quién es el padre de Camille?