𝟎𝟎𝟐
quicksilver amore mio
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evaduboux soy la mejor fotógrafa
usuario37 asco
neymarjr reina
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002. un mini Hamilton
Portofino, 2019
—Mejores vacaciones de la historia— murmuro Marina dejando que el sol hiciera los suyo— voto porque pasemos todos los summer breaks en italia.
Habían pasado dos meses desde Mónaco en los cuales no se habían visto por compromisos apartes y habían decidido tomarse dos semanas dando vueltas en Italia, lo que las había llevado a portofino para una estadía de cuatro días.
—no tendrá que ver con evitar ver a un español que tiene novia y aun así te busca—silver molesto a Marina.
—considerando que el mundo no gira alrededor de Sainz, diría que no— le mostró su dedo de en medio— no puedes hablar, Silvy te acostaste con Hamilton y no quieres decir nada.
—¡Os dije que fue buen sexo!— se defendió la monegasca.
—Detalles, queremos detalles— exigió la otra monegasca— ¿cómo la tiene?
—no os incumbe— rodó los ojos para salir de la piscina de la casa— tú necesitas sexo porque nos desesperas a nosotras.
—me acosté con un futbolista hace dos semanas— admitió con una mueca— definitivamente prefiero a los deportistas extremos.
—estoy segura de que puedo adivinar con qué español te acostaste...
—¡Ese no es el punto!— interrumpió— no quiero hablar de él, fue mal sexo y me molesto mucho como a la mañana después estaba todo tratando de enamorarme.
—Dios entre tú y Max no sé quién es peor jugador— negó Evangeline— os acostáis con todo lo que camine.
—Disfrutamos la vida, ¿Hamilton no te busco luego de Mónaco?— pregunto cambiando de tema la piloto quién comía un pedazo de piña—¿estás comiendo piña?— la miro sorprendida— tú odias la piña.
—Se me antojo y quería probarla— se defendió— no es tan mala.
—¿te sientes bien? La última vez que comiste piña casi la vomitas de lo tanto que la odiabas— le recordó la española— hablando de vomitar, ¿qué te dijo el médico?
Había pasado varios días de la primera semana en Italia vomitando.
—Dice que debo ir a un chequeo cuando vuelva, pero que probablemente es alguna comida que me cayó mal, dijo que evite el alcohol.
—Aburrido— bufo la piloto— al menos puedes comer pasta.
—la poca pasta vegana que encuentre— puso un puchero triste— odio que no haya casi opciones.
—podemos comprar los ingredientes y hago una pasta vegana en casa— sonrío Evangeline.
—Eres un ángel caído del cielo, ¿por qué no pedimos algo mejor?— no quería que su amiga se la pasara cocinando cuando eran sus vacaciones— debe de haber algún restaurante vegano por algún lado— comenzó a buscar en su teléfono.
El conocido tono del celular de Marina interrumpió la búsqueda de las tres chicas "Dani" se leía en la pantalla— Hola Dani, estás en alta voz— informó la rubia al tomar la llamada.
—¡Hola mi trío favorito!— grito el australiano—¿cómo están?
Todas respondieron que les iba bien
—Lamentó lo de Hungría, en la próxima te irá mejor— le comento evangeline.
Había quedado número catorce en la carrera número trece de la temporada—Hamilton hizo una carrera increíble contra Verstappen, ese jodido inglés es demasiado bueno, por cierto me pidió tu número Stone.
—¿Se lo diste?— pregunto preocupada.
—No, nunca le daría el número de alguien a otra persona sin su consentimiento.
—Perfecto, no se lo des— cubrió su rostro con sus manos sintiendo unas arcadas subir— mierda— gruño para salir corriendo en busca del baño.
Sus dos amigas cerraron la llamada para correr detrás de ella—¿qué pasó? ¿Estás bien?— preguntaron desde fuera del baño.
—vomite— explicó aún sentada frente a la taza del baño— odio esto.
—vamos a entrar.
Las tres se sentaron en el piso del baño mirándose.—Sé que esto es loco y qué tal vez es una exageración— murmuro Marina— pero qué tal si no es una comida que te cayó mal.
—¿qué quieres decir?
—hablo de la posibilidad de que tengas un mini Hamilton en la panza.
—no— se negó de inmediato levantándose del piso para tomar su cepillo de dientes y lavar sus dientes— imposible— dijo con pasta en la boca.
—el periodo no te llego este mes todavía, tú y yo estamos casi sincronizadas— le recordó Evangeline abriendo los ojos— ¿habéis usado protección?
—¡Claro que sí!— respondió con obviedad al terminar— no estoy embarazada— fue difícil incluso decir esas palabras.
—¿por qué no compramos unas pruebas y probamos? No perdemos nada— trato de ser lo más dulce posible la periodista— solo estaríamos eliminando una posibilidad.
—yo... está bien— susurro para ir directamente a su habitación a acostarse abrazando un cojín— ¿quién las compra?
—voy yo— se ofreció Marina.
(...)
Mierda, no mierda, mierdisima mierda.
—¿qué tan mala es mi suerte?— sonrió sarcásticamente con lágrimas en sus ojos ante las cuatro pruebas positivas frente a ella— estoy jodida.
—No lo estás— apretó su mano, la española, mientras que la castaña acariciaba su cabello con suavidad.
Un jodido giro inesperado.
—Volvamos a Suiza— ideó Evangeline— vamos al médico y confirmamos todo para que luego puedas tomar decisiones sobre que hacer.
—Está bien— susurro con un hilo de voz para continuar llorando sobre la camiseta de Marina.
(...)
—Por un momento pensé que podía ser esta la causa de tu mal estar, pero me aseguraste que hace dos meses no tenías relaciones y habías usado protección, por lo que lo puse al final de mi lista— explicó el doctor con los resultados de sangre confirmando el embarazo— sé que eres joven y esto no fue planeado por lo que te recuerdo que todavía estás a tiempo de hacerte un aborto, es mi deber decirte tus opciones.
Las manos de sus amigas apretaron las suyas, haciéndole saber que la apoyaban en todo.
—Puedes pensarlo— le dio una sonrisa cálida el hombre.
Las tres chicas salieron de allí aun procesando lo sucedido.—te apoyaremos en todo lo que decidas— la primera en hablar fue Marina cuando entraron al auto— si quieres tenerlo te prometemos que seremos las mejores tías de la historia.
—y si no quieres estaremos ahí en todo el proceso, te mimaremos a más no poder— continuo Evangeline— es tu decisión y solo tuya.
Al llegar al departamento se encerró en la habitación sin hablar con nadie, debía pensar. Su madre definitivamente la mataría y su padre ni se diga.
Pero luego estaba Lewis, estaba en el pico de su carrera, ¿querría hijos?, joder la prensa también acabaría con ella. Tomo su teléfono para pedirle a Ricciardo el número del inglés, explicando que era una emergencia, esté haciendo una excusa.
Con dedos temblando marco el número, quería decirle todo.
—¿sí?—una voz femenina respondió.
—¿Lewis?—pregunto confundida.
—Está en la ducha, ¿quién habla?— pregunto la voz.
—soy Silver, necesito hablar con él urgentemente.
—Puedes dejarle un mensaje conmigo.
—preferiría hablar con él directamente— fue lo más amable posible, considerando que la mujer no lo estaba siendo.
—escucha cariño o dejas un mensaje o no hablas con él, estamos ocupados y él no quiere hablar contigo.
Una ola de molestia subió por su cuerpo, ¿se acostaba con ella y luego la mandaba para la mierda? Entendía que le había dicho que cada uno por su camino, pero era una emergencia.
—Cuando esté dispuesto infórmale que la madre de su futuro hijo o hija quisiera hablar con él— cerró el teléfono irritado.
Madre.
Esa palabra daba vueltas en su cabeza, los niños siempre le habían gustado y siempre quiso tener propios pero no a esta edad y mucho menos de esta manera.
—Creo que podríamos aprender muchas cosas juntos tú y yo— susurro a su estómago—, ya que pasaremos muchos años juntos.
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