TWENTY-FOUR

"ENFERMO"

HIKARI LE SONRIÓ A LA PEQUEÑA SUZUKI, aunque no haya estado tan presente en su vida como con Naruto y Sasuke, la albina se tomaba al menos un día al mes para invitar a comer a la pequeña.

Mirarla en estos momentos era como ver a Miwa, pero no por su parecido físico, sino por su personalidad.

Las dos hermanas eran demasiado diferentes, siendo Miwa una chica de cabello castaño cobrizo, ojos mieles y tez canela. Misaki por otro lado también tenía el cabello cobrizo, pero ella tenía los ojos azules y la tez era más clara, además de poseer pecas.

En estos momentos ella y Sana acompañaban a la pequeña Suzuki hacia su hogar, la Uchiha parloteaba con la pequeña mientras que Hikari las observaba con una sonrisa.

Al llegar las dos mayores se colocaron un poco más tensas, pues a ninguna le generaba confianza el hogar de los Suzuki. Pero al no haber pruebas de alguna traición o acto sospechoso, no podían hacer nada.

Lo que si les sorprendió fue ver la pequeña mueca que hizo Misaki al ver su hogar, pero rápidamente la borró y sonrió.

—Muchas gracias por acompañarme, nos vemos mañana —se despidió ella con una última sonrisa en su dirección.

—¡Cuídate Misaki~!

Al entrar la joven a su casa el dúo borró las sonrisas que tenían, ambas se observaron mutuamente sabiendo que estaban pensando en lo mismo.

—Algo anda mal —empezó a decir Sana mientras caminaban hacia su hogar—. Pero en verdad hay algo mal.

—Lo sé, y hay que averiguarlo.

—¿Intentarás hablar con ella?

—Por supuesto, por otro lado tu....

—No.

—Ni siquiera he dicho nada.

—Estás dudando en decirlo, así que lo que dirás no me gustará para nada.

—Deberías reunirte con Sui y-

—Ni loca.

—Oh vamos, ellos deben tener compañeros que fueron compañeros de Orochimaru, alguien debe saber cómo llegar a él.

—No podemos romper más las reglas, SaSa.

—De poder se puede —replicó la Uchiha—. Pero tú no quieres.

—Oye-

—Es por Miwa —le interrumpió, consiguiendo que la albina se callara—. Lo estamos haciendo por Miwa.

—Chantaje emocional, eres cruel —se quejó la Senju con indignación.

—Momentos desesperados requieren medidas desesperadas.

Con eso la albina frunció el ceño aún más, y por la expresión que tenía, Sana supuso que debía estarlo pensando bien.

—Ocupamos hablar con Shisui lo más pronto posible —finalmente aceptó, provocando así que la Uchiha sonriera en grande.

Estaba decidida a que Itachi e Hikari hablaran bien.

Si las cosas no resultaban esta vez se daría por vencida.

[...]

Era de noche, y mientras Sasuke y Naruto se encontraban en una misión junto a Kakashi, Hikari salió de la aldea.

Sin pensarlo realizó una de sus técnicas preferidas, y terminó siendo transportada hacia un árbol en específico donde había dejado su marca.

¿Por qué? El árbol se encontraba cerca del punto de reunión de los mejores amigos.

La albina no se sorprendió de encontrar a Shisui y a Itachi. Los dos eran personas puntuales.

La albina se quitó su máscara de ANBU, aquella que jamás había desechado y qué hace poco empezó a considerar volver a utilizarla.

—¿Recibieron el mensaje de SaSa? —fue lo primero que cuestionó la albina.

—Deberías dejar de cubrir tus marcas —mencionó Shisui mientras se acercaba a abrazar a su mejor amiga—. Ya ni siquiera saludas.

—Sabes que estoy más que acostumbrada a cubrirlas —replicó la albina—. Hola Sui.

Cuando se separaron la mirada de la Senju fue en dirección a la del otro Uchiha, quien ya la estaba observando.

Ella simplemente hizo un asentimiento en su dirección, no podía ignorarlo por completo.

Era Itachi.

—Entonces ¿si conseguiste la información o.....

—Por supuesto que la conseguimos —replicó Shisui ofendido por el tono de duda—. Somos los mejores, me ofende que dudes de nosotros.

—Perdón pues —se limitó a decir divertida—. ¿Qué averiguaron?

—Tiene espías en Konoha, pero tengo entendido que últimamente ha dejado de enviar.

—Raro —murmuró la albina con sospecha—. ¿Algo más?

—Hace poco fue a la aldea de la arena, y ha estado ahí por un tiempo. Nunca se queda demasiado en un solo lugar, así que es raro.

—Tendré que ir a averiguar allá entonces —murmuró la albina al mismo tiempo que Itachi se acercaba más al dúo.

—Podría ir yo —ofreció el azabache, los dos se giraron a observarle—. Naruto es "mi objetivo" y al saber donde esta tengo mucho tiempo libre.

—Podrían ir los dos —comentó Shisui, ganándose una mirada asesina de ambas partes—. Entre más mejor, yo no puedo ir porque tengo misiones, y SaSa es líder de su equipo, así que solo quedan ustedes dos.

—Shisui....

—Muy bien —le cortó Hikari, sorprendiendo así a los dos—. Nos iremos mañana, los chicos se fueron a una misión hoy en la mañana por lo que estarán bajo el cuidado de Kakashi-san estos días.

—¿Estas segura que-

—Hago esto por la aldea —le interrumpió—. Nos vemos mañana a primera hora en este mismo lugar. Cuídense.

Con eso ella desapareció, dejando a los dos Uchiha solos y sorprendidos.

—Bueno, tendrás un par de días para arreglar tu desastre.

—¿Crees que me perdone?

—Por supuesto, solo debes mostrarle lo arrepentido que estás, y por favor, intenta mencionar el tema de tu enfermedad, ella es una de las mejores con respecto ninjutsu médico.

Ante eso Itachi no hizo más que suspirar, pues debía empezar a planear cómo pedirle perdón a la albina que tanto amaba.

La pregunta era ¿cómo lo haría?

Fue entonces que algo llamó su atención, y eso le dió una idea.

Solo esperaba que todo saliera acorde al plan.

[...]

Hikari estaba sentada en el césped, esperando por Itachi, quien no llegaba tarde pues la albina había decidido llegar mucho más temprano.

La albina se cuestionaba muchas cosas en esos momentos, se cuestionaba muchas de las decisiones que había tomado a lo largo de su vida.

¿Qué hubiera pasado si esa noche ella y sus amigas se hubieran quedado con Kushina? ¿Habrían podido detener el desastre, el dolor, la tragedia?

¿Qué hubiera pasado si ella le hubiera insistido a sus amigas para quedarse en su casa? Tal vez así Miwa estaría con vida.

¿Qué hubiera pasado si hubiera ignorado las palabras de Itachi aquel día, sabiendo que el propósito de estas mismas eran alejarla? Ella conocía a Itachi desde que eran muy jóvenes, sabía que él deseaba alejarla para no ponerla en riesgo.

Hikari sabía que solo se estaba torturando con todas las posibilidades, todo lo que pudo haber sido diferente si ella hubiera actuado de manera diferente. Sabía que solo se estaba haciendo daño a sí misma.

Y, como si de una especie de salvación se tratara, su vista se enfocó en cierto azabache que venía caminando con la mayor tranquilidad del mundo.

Cuando ella lo observó, todo pareció cobrar sentido, porque aunque no hayan hablado en tanto tiempo, ella recordaba todas esas noches en las que charlaban de diversas cosas.

Recuerda cómo Itachi le repetía mil veces que no había que lamentarse por el que hubiera pasado si, él le decía que las decisiones que tomaran los moldeaba, los hacia lo que eran, y después de esas palabras le preguntaba si ella estaba satisfecha con quien era y en lo que se había convertido.

Hikari debía admitir que el chico del que estaba enamorada era muy sabio y maduro para su edad con algunas cosas.

Dejó de sobrepensar en sus decisiones en cuanto tuvo más cerca al Uchiha, simplemente se concentró en él, en su largo y sedoso cabello azabache, en su piel ligeramente bronceada, en su rostro, tan hermoso a pesar de tener unas grandes ojeras.

Y sus ojos....

Hikari pensaba demasiadas veces en los ojos de Itachi, en esos ojos tan hipnotizantes. Recuerda que muchos Uchiha tenían ojos bastante hermosos, sin embargo para la Senju ningunos eran tan bonito como los de Itachi.

Una vez estuvieron frente a frente, ella se había colocado de pie sin darse cuenta, la albina soltó un gran suspiro, totalmente aturdida por sus pensamientos.

Por otro lado, mientras Itachi caminaba hacia Hikari, se le notaba sereno por fuera, pero en su interior una gran batalla se estaba dando.

Inicialmente había deseado solo cumplir con su misión secreta, ayudar a sus amigos y cumplir la última voluntad de la mejor amiga de su amada.

Pero, con Hikari enfrente, las cosas se complicaban. Aunque nunca iba a poder olvidarse de Hikari, su propia memoria no le hacía justicia a la belleza que la albina poseía.

Su piel tan lechosa y brillante no había cambiado, recuerda la suavidad de esta misma y al mismo tiempo lo sensible que era. Esta vez no llegaba maquillaje por lo que sus tres rayas de color rojo estaban impregnadas, una en cada mejilla y la tercera en el mentón.

Sus ojos no eran de un rojo escarlata, más bien le recordaban a los rubíes, tan únicos y brillantes. Itachi amaba los ojos de la Senju.

El cabello blanco con algunos mechones grises iba peinado en una trenza, todo con el fin de no enredarlo, y si Itachi era honesto amaba como le lucían las trenzas a Hikari.

Era cierto lo que decían. Tal vez los Senju sean reconocidos por amar con mucha fuerza, pero jamás se iba a comparar con ese amor obsesivo de los Uchiha, ese amor que lo consumía todo y que arrasaba con todo.

Porque el amor de los Uchiha era fuego, y un fuego que ardía con fuerza.

E Itachi Uchiha había comprobado de primera mano que lo que decían era cierto, porque el tener a esa bella Senju frente a él le hizo darse cuenta que haría lo que fuera por ella.

Ya no era capaz de mantenerse alejado de ella, de ignorar los ardientes deseos de su corazón, y es por eso que esperó pacientemente a que Hikari hablara primero.

Si lo trataba con indiferencia, ahí se acabaría todo, pero si no....

Oh, Itachi nunca la iba a dejar ir.

Nunca.

Author's note;

Siento que Itachi sería una pareja apasionada y amorosa pero de manera privada 🤭

¿Qué les pareció el capítulo? Espero les haya gustado.

Cuídense 🫶🏻

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