TWELVE

"ETAPA DOS: MENOS NEGACIÓN"

MIENTRAS CAMINABA POR LA ALDEA, no podía evitar pensar en que ya habían pasado muchos años desde la última vez que había hecho esto con tanta libertad.

Le gustaba estar de vacaciones, era realmente relajante. Mientras caminaba no podía evitar pensar en cierto azabache de bonitos ojos oscuros.

No lo había visto en todo el tiempo que ha estado descansando, y eso se debía a que Hikari solo salía para ir a dejar y recoger a Naruto en la Academia.

Ese día no era la excepción, pero hoy había decidido venir más temprano de la hora de salida del pequeño rubio para poder disfrutar un poco.

Terminó en un puesto de dulces, e inevitablemente recordó lo mucho que le gustaban los dulces a Itachi, en especial los dangos.

Con cierta duda, compró unos cuantos palillos que la señora del puesto guardó en una bolsa. Le agradeció y continuó con su camino, cuando llegó aún no era la hora, por lo que se mantuvo esperando de brazos cruzados y bajo la sombra de un árbol.

—Hikari-san —le llamó esa voz que reconocería en cualquier lado.

¿Por qué tenía que ser justamente él? Pensó ella mientras se giraba hacia el azabache.

—Hola Itachi-san, ¿Vienes a traer a Sasuke?

—Así es, y me imagino que tú vienes a traer a Naruto.

—Correcto —Aunque él no preguntó, ella sentía la necesidad de aclarar.

—¿Y cómo han estado tus vacaciones ? —cuestionó con la intención de sacar tema de conversación.

—Tranquilas por suerte, eran justo lo que necesitaba ¿Y las tuyas como han estado?

—Pues igual que las tuyas, solo que mi madre ha estado actuando...

—¿Raro?

—Así es, hace unos días estaba haciendo el desayuno y parecía que casi se iba a desmayar.

—Bueno, creo recordar que antes de la misión tú apenas y te alimentabas, seguro nunca te habías levantado temprano a hacer el desayuno.

Al ver las mejillas avergonzadas del azabache, ella sonrió divertida.

—Me alegra saber que te quedaste con buenos hábitos, enserio necesitas alimentarte bien —continuó diciendo.

—Eso intentaré —aceptó mientras observaba con atención a la chica frente a él.

Hikari estaba cambiando poco a poco, la chica de trece años estaba empezando a madurar y dejar atrás sus facciones infantiles, cosa que él aún no había hecho.

Notó también como ella cubría sus marcas de nacimiento con maquillaje, durante su misión notó que no lo hacía pero eso era porque la mayor parte del tiempo se la pasaba con la máscara de ANBU puesta.

Quiso preguntar porque cubría sus marcas, pero entonces su delicada voz le distrajo.

—¿Quieres? —sacó de la bolsa que llevaba un palillo con dangos, ella sonrió al ver la mirada del azabache iluminarse.

—Muchas gracias, Hikari-chan —espetó mientras aceptaba el dulce.

—Quise venir más temprano para recorrer mejor las calles y entonces observé un puesto de dulces, recordé que los dangos te gustan así que decidí probarlos.

Ante esas palabras las mejillas del Uchiha se sonrojaron levemente, Hikari en su interior soltó una risa divertida.

—Me alegra haberme encontrado contigo, Itachi-san, estoy segura que esto fue obra del destino.

Sus mejillas se sonrojaron un poco más si eso era posible, y por unos instantes no había nada más a su alrededor, solo ellos dos. Solo la hermosa princesa frente a él.

El momento se vió interrumpido cuando dos pequeños jalaron los respectivos brazos de sus hermanos. Hikari dejó de observar al Uchiha y se concentró el pequeño rubio frente a ella.

—Hola solecito —saludó ella con una sonrisa mientras acariciaba el cabello del pequeño rubio—. ¿Cómo estuvo tu día?

—¡De maravilla! —replicó el rubio con una sonrisa emocionada, pero luego recordó a quien tenía cerca y su sonrisa se borró y su ceño se frunció, preocupando a la albina—. ¡Hikari-chan, dile a este tarado que tú eres más fuerte que cualquier otro shinobi! —señaló a Sasuke, quien de inmediato hizo una mueca, completamente ofendido.

Ante esas palabras, Hikari abrió los ojos con sorpresa y miró a quien estaba señalando, resultando ser el hermano pequeño de Itachi.

—¡Ya te dije que mi hermano es mejor que cualquiera, tonto! —replicó el pequeño Uchiha, sorprendiendo así a Itachi, quien no esperaba tal arrebato de su hermano menor.

—Naruto... no puedes decirle de esa manera a la gente —habló ella con una pequeña mueca—. ¿Podrías disculparte con él?

—Lo mismo para tí Sasuke —murmuró Itachi en dirección a su hermano menor.

—¡No lo haré! —replicaron ambos al unísono.

Hikari soltó un suspiro, hace poco Naruto le había informado sobre la rivalidad que había empezado con Sasuke, pero no creía que fuera enserio.

Bajo la atenta mirada de los hermanos Uchiha, Hikari le susurró algo al pequeño Naruto que lo dejó con los ojos completamente abiertos y sorprendidos.

—No debí llamarte tonto, Sasuke —espetó el rubio de inmediato—. Lo.... lo... lo lamento —suspiró derrotado.

Hikari sonrió orgullosa, y entonces observó a Itachi, quien le estaba observando con sorpresa, ella le guiñó el ojo con una sonrisa y entonces se agachó para cargar al pequeño rubio en brazos.

—Nos vemos después Itachi-san, fue un gusto Sasuke —con una amable sonrisa se despidió.

Los hermanos tampoco tardaron en ponerse camino al Barrio Uchiha.

—¿Conoces a la hermana de Naruto? —fue lo primero que cuestionó el pequeño Sasuke mientras estaba en la espalda de su hermano mayor.

—Es mi amiga —respondió el mayor con una leve sonrisa.

—¡Te gusta! —chilló el menor con sorpresa, nunca había visto a su hermano de esa manera.

—No grites por favor —evadió lo dicho por el menor—. Lo que le dijiste a Naruto fue grosero, y no te disculpaste.

—No lo haré nee-san —afirmó el azabache—. No me agrada ni un poco.

—¿Por qué?

—Siempre presume que tu amiga es la mejor ninja de todos, que supera a todos y que es muy fuerte —se quejó—. Y eso no es cierto ¡Tú eres mucho más fuerte!

—Pero Hikari-san es bastante fuerte —admitió el Uchiha—. Creo que ella sería capaz de vencerme si se lo propusiera.

—¡Claro que no! ¡Tú la dejarías ganar! ¡Te gusta!

—Hikari-san es muy fuerte, tiene el mismo potencial que su abuelo, puede que incluso más.

—¿Su abuelo? ¿Quién es?

—El Nidaime —respondió el mayor, dejando sin palabras a Sasuke.

—¿Entonces el tonto de Naruto también es nieto del Nidaime? —cuestionó con el ceño fruncido.

—No, no lo es.

—¿Entonces por qué dice que tu amiga es su hermana?

—Los padres de Naruto fallecieron cuando él era un bebé, Hikari-san y su padre decidieron cuidar de él.

—Nee-san ¿Entonces ella es muy fuerte?

—Así es, es demasiado fuerte.

—Entonces es buena para tí —aceptó Sasuke, dejando sorprendido a su hermano.

—Yo no soy bueno para ella, pequeño —replicó con una sonrisa desanimada.

—¿Y por qué no? ¡Tienes muchas admiradoras!

—Bueno, Hikari-san es mayor que yo, además de tener muchos admiradores y ser una princesa.

—Oh... Entonces realmente no eres bueno para ella.

—Gracias por los ánimos Sasuke —murmuró con sarcasmo el mayor.

—¡Soy honesto nee-san! Tu amiga se escucha increíble.

—Lo es —admitió con una pequeña sonrisa mientras la recordaba. 

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