NINETEEN
"REGRESO A LA ALDEA"
HABÍAN PASADO DOS MESES, dos largos meses en los que entrenó con intensidad para poder utilizar aquel tipo de jutsu que pocas personas dominaban.
Sabía que su padre y su tío lo hacían, inclusive creía haberlos visto alguna vez activarlo frente a ella. Recuerda también que su padre le mencionó que Minato también sabía sobre estos tipos de jutsu.
En estos momentos Hikari estaba llegando a la aldea, como estaba a mediados de junio el sol estaba empezando a quemar su piel, y el que fuera mediodía tampoco ayudaba mucho.
El verano era sin duda alguna la estación menos preferida de la Senju, quien adoraba en sobremanera la bonita primavera.
Cuando llegó a la mansión Senju se encontró con el hecho de que nadie aparte de los trabajadores estaban. La princesa decidió tomar un baño y aunque pensó que iba a dormir por el cansancio, realmente no tenía deseos de dormir, por lo que optó por ir al cementerio.
En el camino pasó por la floristería y compró diversos tipos de flores y colores, pero cada una representaba algo característico. Cuando llegó a su destino lo primero que hizo fue limpiar la primera lápida a la que fue, la de su querida amiga.
En la lápida de Miwa Suzuki colocó unas flores rosadas, Hikari recuerda con claridad como su mejor amiga adoraba el color, y como le encantaba aún más encontrarse con flores de ese color. Recuerda que a Miwa le encantaba la temporada donde los árboles de cerezo florecían.
—Tú hermana se encuentra bien —empezó a decir la albina—. He cuidado de ella a la distancia, al igual que he vigilado a tus padres, pero nada extraño parece estar ocurriendo, aún así continuaré con mi vigilancia, te lo prometí.
A su mente llegó el día en el que se conocieron, como Miwa parecía alegre de conocerlas y lo emocionada que estaba por demostrar sus habilidades, unas que Hikari podía decir que eran excepcionales, e incluso bastante poderosas.
—Misaki parece no haber heredado el Kekkei Genkai de tu familia —continuó diciendo mientras soltaba un suspiro—. Eso me alivia un poco, le será más fácil controlar su chakra.
Según le había comentado Miwa una vez, fue gracias a su madre que heredaron un Kekkei Genkai muy poderoso, este mismo le permitía controlar el hierro en la sangre de las personas. Se llama Shōton . Miwa lo había activado e incluso Hikari le ayudó en muchas ocasiones a entrenar.
Por eso mismo Hikari había vigilado muy de cerca a Misaki, quien al parecer no había heredado el Ketsuryūgan. En cierta parte le aliviaba pues recordaba los descontroles que tenía Miwa en ocasiones, quien terminaba llorando por no poder controlar su habilidad.
Se despidió en voz baja y entonces avanzó a otras dos lápidas, pero estas se encontraban juntas, las limpió y luego colocó las flores encima. En una eran flores moradas y en las otras azules.
Hikari recordaba lo mucho que le gustaban los ojos de Kushina y Minato, los de la Uzumaki eran de un bonito morado que a la albina le hubiera gustado tener. Por otro lado los ojos de Minato eran de un bonito azul que de pequeña le gustaba admirar.
—Han pasado dos meses desde la última vez que vine —empezó a decir ella—. Estuve en un entrenamiento rigurosos que ha tenido éxito, mientras más fuerte me vuelva más capaz de proteger a Naruto soy.
Ellos jamás le habían hecho prometer que debía cuidar de Naruto si en algún momento les ocurría algo, pero Hikari había sentido que debía hacerlo, por ellos.
Claro que con el tiempo el pequeño rubio se ganó su cariño y ahora lo cuidaba y protegía porque lo amaba, porque era su pequeño solecito.
—He dominado muchas técnicas, he logrado tener un alto rango ninja, he logrado muchas cosas y me hubiera gustado que ustedes hubieran estado aquí para verlo —sonrió con tristeza—. Pero el destino tenía otros planes, y solo espero que este mismo me permita dejar ver a Naruto crecer.
Esa era su meta, su sueño, deseaba ver a Naruto con una banda ninja, deseaba verlo convertirse en Hokage, porque ella sabía que iba a lograr su sueño, no había chico tan terco como él.
Se despidió sabiendo que no escucharía una respuesta, y finalmente se dirigió a otra lápida. Una vez en esta se permitió derramar un par de lágrimas aunque sabía que no había un cuerpo enterrado ahí.
En la lápida se podía leer el nombre de ese chico tan sonriente, alegre, optimista, terco y.... asombroso. Ese chico que amaba discutir con su compañero de equipo pero que pasaba completamente enamorado de su otra compañera.
Obito Uchiha.
—Siempre que vengo no puedo evitar llorar —empezó a decir mientras se sentaba en el suelo—. Te extraño demasiado, tanto que duele a veces, aunque he aprendido con el paso de los años que está bien sentir un poco de dolor.
Limpió la lápida con mucho cuidado y finalmente colocó flores naranjas y azules. Miró con absoluta tristeza la lápida, la muerte de su querido amigo ardía fuerte cada vez que lo recordaba.
—El hijo de Minato-san y Kushina-san es muy parecido a ti —continuó diciendo—. Naruto es tan alegre, terco y lleno de vida que muchas veces pienso que no estoy hablando con él, sino que contigo.
Esa era una verdad que se había guardado para ella misma, y tenía la completa intención de continuar con eso.
—Espero que estés con Rin, ambos siendo felices como lo merecen —finalizó mientras se colocaba de pie—. Yo continuaré avanzando, volviéndome más fuerte para proteger a los que amo.
Entonces salió del cementerio, había pasado tanto tiempo ahí que no le sorprendió saber que ya horas transcurrieron mientras estaba ahí.
Decidió pasar por Ichiraku Ramen, ahí pidió un tazón de ramen y otro para llevar. Mientras almorzaba pensaba en recoger a Naruto y a Sasuke, luego en la noche se reuniría con sus mejores amigos, debía saber que había pasado en los últimos dos meses dónde estuvo sin comunicación alguna.
Y también debía saber sobre él.
Comió con tranquilidad y al terminar agradeció mientras pagaba, luego no perdió el tiempo y se adentró a un restaurante donde sabía que preparaban deliciosos omusubi. Lo pidió para llevar y pidió que su pedido llevara okaka y tomates.
No tardaron en darle el pedido el cual pagó y sin más continuó su ruta habitual.
Una vez en la Academia se sentó en un columpio que según le había contado Sasuke, es donde Naruto se sentaba antes cuando ellos no eran amigos. Le rompió un poco el corazón escuchar eso, su pequeño solecito no merecía esa indiferencia y rechazo.
Mientras esperaba a que los pequeños salieran, se dedicó a balancearse levemente en el columpio, pero cuando distinguió el chakra de cierto Uchiha se detuvo.
Hikari no tardó en bajarse del columpio y dejar la comida en este, no lo pensó dos veces antes de caminar con rapidez hacia la dirección donde sentía el chakra de Itachi.
Se observaron fijamente, rojo contra negro, Senju contra Uchiha, y sin esperar otro segundo la de cabellos albinos se lanzó en los brazos del azabache.
—Por Dios, te extrañé mucho —admitió ella mientras sonreía en grande—. ¿Cómo es que creciste tanto en dos meses? No es justo, yo sigo igual.
—También te extrañe, Hikari-san —murmuró el Uchiha con un sonrojo en su rostro, no esperaba que ella lo abrazara con tanta efusividad.
—Lamento tanto no haber estado para tu cumpleaños —se lamentó ella mientras se separaba del Uchiha—. Intenté con todas mis fuerzas adelantar mi entrenamiento, pero hasta ayer terminé.
—¿Qué? ¿Terminaste ayer?
—Se que debí haber descansado pero enserio quería volver, los extrañaba a todos —admitió con una sonrisa—. Y de nuevo, lamento no haber estado para tu cumpleaños.
Hace pocos días transcurrió el cumpleaños número trece de Itachi, quien lo pasó con su familia y su mejor amigo. Inclusive Sana y Naruto lo visitaron y le dieron un obsequio.
—Naruto me entregó tu regalo —mencionó él recordando como el pequeño rubio llegó a su casa con dos obsequios, uno de parte de él y el otro de parte de Hikari.
—¿Te gustó? Debo admitir que no sabía si iba a gustarte, y comprendo si no lo hace, pero-
—Me gusto mucho, gracias —le cortó con una sonrisa divertida.
Se miraba adorable mientras balbuceaba.
Hikari le había regalado una katana, esta misma tenía en la hoja una palabra grabada, era la palabra preferida del Uchiha.
Paz.
—Y espero que el regalo de Naruto también te haya gustado. Le costó un poco escogerlo.
—También me gustó, Hikari-san.
El pequeño Naruto le había regalado un boleto con el cual podía intercambiar en la cafetería preferida del Uchiha y recibir una buena cantidad de dangos a cambio.
—Pensé que no ibas a estar —admitió ella mientras caminaba hacía el columpio, por suerte la comida de los pequeños aún estaba ahí y sin derramarse un poco.
—Regresé hace unos días de una misión, me alegra que hayamos coincidido —fue la respuesta del Uchiha.
Charlaron por un rato, ninguno se dió cuenta de como brillaban los ojos del otro al verse. Pero su burbuja se vió interrumpida cuando escuchó los chillidos emocionados de los pequeños.
—¡Hikari-chan!
—¡Solecito! ¡Sasuke-san! —espetó la albina con una gran sonrisa, no tardó en agacharse y abrir los brazos para recibir el abrazo que los pequeños le iban a dar.
—Te extrañamos mucho, pasaste mucho tiempo lejos.
—Perdón por eso, pero intentaré que no vuelva a ocurrir —respondió la Senju—. ¿Saben que pase comprando?
—¿Ramen? —cuestionó el pequeño rubio con emoción.
—Así es —con una sonrisa le entegó una bolsa a Naruto—Y para tí, omusubi.
Al pequeño Uchiha le brillaron los ojos al escuchar eso, Hikari recordaba su comida preferida.
Si, ella era más que aceptable para su hermano.
—Ahora mejor cuéntenme que han hecho estos dos meses ¿Han entrenado mucho?
Y fue así como los dos no se contuvieron al hablar. Itachi e Hikari los escuchaban con una sonrisa en sus rostros, contentos de ver el entusiasmo de los dos pequeños.
[...]
Después de haberse saludado y comentar como estuvieron los últimos dos meses, el cuarteto empezó dejó las sonrisas y la emotividad para hablar de algo más serio.
—En los últimos meses se ha descubierto que Orochimaru es parte de una banda criminal llamada Akatsuki —empezó a informar Sana con seriedad—. Son ninjas poderosos y renegados de sus aldeas.
—¿Qué es lo que desean? —cuestionó Hikari más para si misma.
—No lo sabemos todavía, pero tenemos entendido que hacen cualquier clase de trabajo si se les paga —respondió Shisui—. Son muy sigilosos pues es complicado encontrarles.
—¿Qué opina el Sandaime de esto?
—No ha vuelto a ordenarle a ningún grupo de shinobis que intenten descubrir su guarida —Itachi habló esta vez—. Su mente está en otra situación.
Todo quedó en un tenso silencio, sabían de que se trataba pero ninguno quería decirlo.
—Su clan —finalmente habló la Senju, ninguno dijo nada, pues ella tenía razón.
Conforme el tiempo pasaba, el golpe de Estado de los Uchiha empezaba a volverse más sólido. Los más pequeños no estaban enterados de esto, y los demás estaban tan resentidos que no podían pensar en las consecuencias de sus acciones.
Shisui, Sana e Itachi parecían ser los únicos en contra de la revolución que Fugaku Uchiha lideraba.
—¿Qué saben sobre eso?
—Están orginizándose cada vez mejor, Hika-chan —admitió Shisui con un suspiro—. Con cada día que pasa, cada reunión que transcurre, el fin de la paz se acerca a la aldea.
—No podemos permitir eso —espetó Sana con el ceño fruncido.
—Sin órdenes del Hokage no podemos interferir —murmuró Hikari con frustración—. Además de que espiar a Danzo no me agrada para nada, hay algo en él que me causa escalofríos.
Continuaron su conversación, los cuatro proponían ideas de como poder detener el golpe de Estado, pero no veían una solución completamente efectiva.
—¿Y si nombran a un Uchiha como Hokage? —cuestionó la albina ganándose miradas de los otros tres—. Quiero decir.... tu padre fue candidato junto a Minato-san para convertirse en el Hokage —dijo lo último mirando a Itachi.
—No es tan mala idea —admitió Sana—. Pero esos viejos no lo van a aceptar, y el Sandaime es muy blando si soy honesta.
—Descartamos esa idea también, aunque era buena —murmuró Shisui.
Fue así como los cuatro se pasaron casi toda la noche planeando diversas cosas, entre ellas como detener el golpe de Estado, vigilar mejor a los padres de Miwa y Misaki, hablar con el Sandaime, y muchas otras más.
Pero con tanto en mente ¿Realmente iban a poder cumplir su objetivos con todas?
Author's note:
El capítulo más largo hasta ahora, y tengo el presentimiento que el 20 va a ser el más largo de todos 😭.
Espero les haya gustado.
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