14. kiss
SE SEPARO DE LYNN, sorbió su nariz avergonzada, no recordaba la última vez que había llorado y por alguna razón se sintió un poco liberador haberlo echo envuelta en el calor de los brazos de Lynn.
—¿Estás mejor?—y ella se demostraba tan preocupada que realmente podía llegar dolerle.
Y si, si estaba mejor, su pecho ya no dolía tanto, su respiración estaba muchísimo mejor y los temblores desaparecieron.
Solo tenía frío.
Lynn lo noto, rápidamente se quito su chaqueta.
—No hace falta Lynn.—se apresuró a decir.—Tu también debes tener frío, debí haber traído un abrigo.
Lynn lo ignoró completamente, se coloco su abrigo notando de cerca su nariz roja y sus ojos aún rojos e inchados destellando una pizca de tristeza.
—Lynn.
—Dejalo así, es lo mínimo que debo hacer.—le dijo.—No debí haberte perdido de vista, perdoname.
Miro el rostro de Lynn, se sintió un poco culpable. Pero no, sabía reconocer que toda esa mierda fue culpa de Zack.
—No fue tu culpa, no soy una niña pequeña, Lynn no eres mi niñera.
Lynn trago saliva, mordió su labio sintiendo tristeza.
—Lo lamento, no lo quise decirlo así...—se detuvo la peli-negra al notar la reacción de la mayor.
—Lo se, está bien.
Lynn continuo su paso ignorando aquella sensación, sabía que Willow solía ser un poco imprudente con sus palabras pero le dolió.
Willow le tomo de la mano deteniendola, no entendía por qué solía ser tan brusca con las palabras a veces pero no quería crear un malentendido con Lynn y mucho menos hacerla sentir mal.
—No, realmente lo siento.—le repitió la peli-negra.—Es que... aún sigo algo nerviosa, no fue tu culpa, no tenías obligación de cuidarme.
Lynn la miro notando nuevamente sintiéndose más tranquila.
—Zack.—mencionó.—Es su puta culpa, él me encerró en un armario y aquel chico llamado Donnie me encontró...
Lynn apretó su puño con rabia, debió haberlo imaginado.
—Grite pero la música estaba muy alta, y yo...tengo fobia a los lugares pequeños y sobre todo a la oscuridad.—le confeso.—No sé cómo lo supo...
Pero por su mirada Lynn supo que si lo sabía, o al menos que sentía la sospecha.
Entonces comprendió más su angustia, Beth era su amiga desde hace muchísimo tiempo por lo que sabía, y si ella y Zack habían planeado todo...
—Se que no acostumbro a contarte nada, pero no es porque no quiera, simplemente me acostumbré a mantenerme callada y Beth...pensé que era mi amiga.—su voz temblaba, sin embargo se mantuvo firme.—Ya pase por esto cuando era más pequeña.
Lynn frunció su ceño, se mantuvo callada y curiosa.
Willow tomo aire sintiéndose confiada de poder decírselo a Lynn, su corazón y su mente le decían que podía confiar en ella y sentía que era así, solo ella y su hermana sabían de eso.
—Cuando era más pequeña tenía muchos amigos, en especial un grupo de mejores amigas...las quería mucho pero en mi cumpleaños descubrí que yo no les caía muy bien que digamos.—relato con un poco de tristeza, aún le dolía un poco recordarlo.—Desde allí me mantuve en mi círculo, solamente quería estar sola pero Beth se acercó a mi y después de tiempo nos hicimos amigas, era mi única amiga antes de conocerte a ti, y ahora creo que solamente me quedas tu.
Lynn sintió una pequeña punzada en su pecho.
¿Cómo podían ser capaces de joderle la vida a Willow? Willow era una de las personas más buenas que conocía.
Su mirada bajo al suelo, Beth...
Aquella chica interrumpió uno de sus entrenamientos para pedirle que no lastimara a Willow.
Hipócrita.
Pensó la castaña con rencor.
—Esos malditos bastardos, si Zack cree que esto quedará así se equivoca.
—No, ya no quiero saber nada de él y de Beth.—expreso decidida.—No quiero que tu te metas en problemas por ellos.
—Pero...
—Solo no, Lynn.—le pidió.—Suena patético y dramático pero eres la única persona que me queda y lo último que necesito es que te metas en problemas, ¿okey?
Pero Lynn seguía pensando que Zack y Beth debían pagar el precio, entendía que si Willow se enteraba que les hizo algo se enfadaría. La mirada celeste se clavaba en ella esperando su respuesta.
—Bien, lo prometo.
Sonrieron y volvieron a caminar mientras estaban tomadas de la mano. Al percatarse de ello sus mejillas se tiñeron de rojo sintiéndose cálidas.
Por un segundo se sintió extrañamente feliz y la causa de Lynn.
(★)
Despertó sintiendo la luz de los rayos del sol en sus ojos, se envolvió en las sábanas sin querer salir de ellas. No se sentía de ánimo, prefería seguir durmiendo.
—¡Buenos días Willa!—oyó su puerta abrirse abruptamente y la voz alegre de su hermanita.
Se mantuvo con su cabeza oculta, todo su cuerpo estaba cubierto completamente.
—Dejame por favor.
Juno oyó su voz notando algo raro en ella, cerro la puerta y se sentó a un lado de ella.
—Willa...—la llamo.—¿Que paso?
—Fue una mierda, no debí haber ido.—respondió con la cabeza hundida en sus almohadas.—O quizás si, de lo contrario jamás me hubiera dado cuenta de la gran amiga que tuve a mi lado.
Juno abrió su boca, ¿de que estaba hablando?
—Zack me encerró en un armario, Beth era la única que sabía sobre mi puta fobia, entre tantas jodidas ideas para hacerme algo me dio la jugo con mi gran fobia.—espeto enojada, la noche anterior sintió tristeza y ahora solamente sentía enojo, rencor sobre todo.—Odio a Zack, gracias a Dios me encontró un chico y Lynn me trajo a casa.
Juno quedo helada sin poder creer las palabras de su hermana mayor...
—Diablos, nunca pensé que Beth...
—Ni yo.—le interrumpió.—No quiero sobre ella.
La menor asintió apesar de que no podía verla, solo lograba distinguir la silueta bajo más sábanas.
—Por favor Willa, mamá no está, vamos a desayunar, no hablaremos de ese tema si no quieres pero no quiero que te encierres en ti misma devuelta.
Willow cerro sus ojos al oír la voz que parecía temblar, mordió sus labios con fuerza antes de destaparse. No, no volvería a encerrarse y deprimirse, ¿de que le servía? no le sirvió hace años y no lo haría ahora.
Se sentó y estiró su cuerpo bajo la atenta mirada de su hermana.
—¿Que me ves?
—Lindo abrigo.
Frunció su ceño, ¿ahora que tenía contra su ropa?
Cuando miro noto que no traía algo suyo, era rojo en un tono más claro al de su ropa.
Oh.
Era la chamarra que Lynn le había puesto el día anterior.
—Mh, yo creo conocer a quien pertenece.—canturreo con picardía.
Joderla a Willow para Juno era una manera de distracción, y una muy divertida.
—No digas nada, solamente me la prestó porque hacía frío.
—Aw que romántico justo como en las películas.
—Sisi, ya salte de mi habitación que quiero cambiarme.
Juno rió ante la reacción de su hermana y salió rápido antes de que Willow la golpeara con una almohada.
Willow sonrió levemente para posteriormente levantarse, ahora para su comodidad tenía su remera de pijama de lobos y sus pantalones de hello kitty mientras aún tenía la chamarra de Lynn.
Después de realizar su pequeña rutina bajo al comedor donde su hermana preparaba el desayuno.
—Madre mía, ¿estoy viendo a la gran Juno cocinar?
—¡Oye!
Soltó una carcajada bajando las escaleras y sentándose a su lado.
Su sonrisa se desvaneció al primer bocado del panqueque. Escupió sobre el plato.
—¡¿Por qué sabe a cebolla?!
Juno miro a su hermana incrédula, le dio un mordisco a su panqueques.
—¡Que mierda!
—¿Lavaste la cosa donde hiciste los panquques?
—...
—¡Juno!
—¡Perdón!
Y entonces estallaron en risas.
Willow se levantó de la silla intentando alcanzar las galletas de la alacena, pero no llegaba.
—Hazte a un lado OompaLoompa.
Su hermana alcanzó con facilidad las galletas y finalmente comenzaron a desayunar haciendo sus panqueques a un lado.
Después de un rato ambas desayunaron y Willow lavo sus platos recostandose sobre el sofá somnolienta.
—¿En serio vas a dormir devuelta?
—¿Que tiene? Tengo sueño.
Juno rodó los ojos antes de pasarle un cobertor.
Y en unos minutos Willow acabo completamente dormida.
(...)
El día nublado y la brisa soplando tenuemente, simplemente el día perfecto.
El parque estaba desolado para su buen ánimo.
Camino por unos minutos hasta que su paso se obstruyó por un fuerte empujón que provocó que cayera contra el frío suelo.
—Ups.
Alzó la mirada encontrándose a Zack.
—¿Por que carajos no miras por dónde vas?
Él rió con malicia, su mirada fría paso por el cuerpo de Willow.
—¿Por qué te vería?—se burló.—No eres nadie, no eres más que un puto fantasma invisible.
Y una segunda risa de oyó;
Beth.
—Dejala.—hablo Beth.
Por un segundo se sintió aliviada.
—No pierdas el tiempo con esta patética.—dolor, eso sintió la menor, muchísimo más al notar la maldad en sus ojos.—Nunca debí ser tu amiga, eres patética, aburrida, amargada e infantil. Tu voz es patéticamente chillona, no te soporto.
Una fuerza extraña hizo que cayera al suelo abruptamente.
Un zumbido extraño atravesó sus oídos a medida que las carcajadas de hacían más fuertes.
Silencio.
Todo callo en un segundo.
Willow cerro sus ojos aprovechando aquel momento tranquilo.
—Willow.
Abrió sus ojos al oír la voz de Lynn, levantó su mirada. Lynn estaba frente a ella extendiendo su mano.
Willow quiso reír recordando muchísimas escenas de películas.
Trago saliva antes de tomar su mano. Con fuerza la levanto del suelo, sus manos se mantuvieron unidad.
Los orbes verdes se clavaban en los celestes de Willow, su pecho subía y bajaba del lugar con la respiración irregular.
Y su cordura finalmente flaqueo al sentir las manos de Lynn sobre sus mejillas, las manos cálidas de la mayor sobre sus mejillas frías.
—Eres hermosa e inteligente, no deberías escuchar palabras de personas tan idiotas.—le confeso Lynn.—No saben lo que dicen.
¿Que debía decir? Nunca le habían dicho algo así y mucho menos en un acercamiento de esa manera.
Lynn comenzaba a acercarse descaradamente hacia ella, debía huir, no era correcto, pero sus pies no se movían, su mente decía que no debía, no era bueno y no era correcto sin embargo su corazón le pedía quedarse como si le perteneciera a la mayor.
Su indecisión la mantuvo ahí, hasta finalmente sentir los labios de Lynn sobre los suyos, no sabía que hacer, jamás había besado a nadie, simplemente cerro sus ojos disfrutando de la calidez de los labios de Lynn, su corazón latía fuertemente.
Sus brazos se movieron por si solos buscando a Lynn, agarró los hombros de esta aferrándose a la calidez.
Y entonces;
Despertó.
Abrió sus ojos sintiendo su cara sudada.
Soñó que beso a Lynn, y se había sentido bien.
Okey, oficialmente Willow perdio completamente la cabeza.
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