LYNN SE DESPERTÓ DE BUEN ÁNIMO, todos en su casa notaron eso. Los hermanos Loud sonrieron en complot intentando investigar la razón de tanta alegría, en un comienzo supusieron que la razón era haber ganado el partido, pero no, era más que eso, al menos eso decía Lori.

"Sus ojos tienen un no sé que, hay una causante de esa sonrisa y puedo asegurar que es una chica."

Todos en su familia sabían que a Lynn le atraían las chicas, ella misma se los contó en una importante cena después de un partido, sus hermanos y padres no hicieron más que aceptarla y amarla de la misma manera que ya lo hacían, además, no era la única de sus hermanas interesada en las chicas, Luna tenía una novia llamada Sam.

—Apuesto a que Zia sabe quién es.—aseguró Lori, miro a la amiga de su hermana.—Debemos saber quién trae a nuestra hermanita sonriendo de esa forma—los hermanos asintieron de acuerdo—Lincoln, Clyde vayan a distraerla, así no sospechara nada cuando nos vea con Zia.

El duo asintió y fue hacia la deportista quien comía tranquila, con señas las hermanas Loud llamaron a Zia.

La chica se acercó a ellas muy confundidas.

—Zia.—sonrió la rubia mayor con felicidad.—Hay algo que queremos saber y estamos seguras de que tu sabes la respuesta.

—¿De que hablan?

—Lynn.—mencionó Luan con obviedad.—Ni siquiera sonríe así gracias a mis chistes, el señor Cocos y yo estamos un poco indignados.

Zia trago saliva sabiendo a lo que iba la conversación con las hermanas Loud.

—Yo no tengo idea de qué...—fingió la morena nerviosa.

Las hermanas se cruzaron de brazos, era obvio que ella sabía.

—Vamos, Zia —rió la mayor —esta literalmente sonriendo como una enamorada, aw me recuerda tanto a mis sonrisas cuando conocí a mi lindo Bobby.

Zia sabía que no había forma de mentirles a las hermanas Loud, Lisa sería capaz de conectarle su aparato para detectar mentiras.
Lynn negaba tener un interés amoroso en la peli-negra, afirmaba que quería entablar una amistad con ella y que lo conseguiría pero más allá de eso, su sonrisa y humor era demasiado alegre, ¡y vaya coincidencia que el día anterior Willow asistiera al partido!

—Willow.—nombró sintiéndose culpable por delatar a su mejor amiga.—Se llama Willow, Lynn dice que no le gusta pero bueno, ya la ven ustedes mismas.

—Mh, Willow...—sus hermanas repitieron su nombre con emoción.

—No se les ocurra abrumar a la pobre muchacha.—les advirtió la joven rápidamente.

—¿Cómo es ella?—preguntó Leni con curiosidad.

Zia lo penso, unicamente podría describirla físicamente más no profundizar en su personalidad.
Sus palabras fueron simples y subjetivas, chica peli-negra con un aura apagada, distraída y asocial, y por alguna extraña razón eso había llamado la atención de Lynn.

—Mh, no puedo creer que nuestra hermanita finalmente se esté interesando en alguien que no sea ella misma.

Zia volvió dónde Lynn, la deportista mantuvo un juego con Lincoln y Clyde en ese corto lapso de distracción donde ambos terminaron con las manos lastimadas, ¿cómo un simple juego de piedra, papel o tijera terminaba lastimando tus manos? bueno, Lynn era creativa y cada vez que perdían se ganaban una bofetada en la mano, pobre Lincoln, su piel blanquecina estaba teñida de rojo irritado por tanto perder.

—¿Y que descubrieron?—pregunto el peli-blanco frotando sus manos adoloridas.

Willow estaba sentada con un lápiz en su mano, sus ojos pegados en el pequeño cuaderno mientras que pintaba a su hello kitty con tranquilidad, a algunos quizás les causará risa pero la peli-negra lo encontraba tranquilizador, su mente estaba concentrada en el dibujo mientras en sus audífonos de reproducía "libre soy" de la película Frozen.
Bueno, todos tienen su lado Disney ni que fuera la gran cosa, Willow seguía amando el soundtrack de todas las películas Disney.

Esperaba en el parque a su amiga, era normal que Beth se retrasará un poquito, algo que bien sabido tenía Willow es que Beth era el doble de distraída que ella y muchas veces eso la llevaba a perder la noción del tiempo, oh y para agregar más, olvidaba responder los mensajes y Willow debía esperarla pacientemente.

Coloreaba con tranquilidad mientras disfrutaba de la música, la tardanza de Beth no le molestaba en lo absoluto.

—¡Hola!—salto de su lugar exaltada, Lynn estaba frente suyo.—Uy, lo siento si te asusté.

—Tranquila, no pasa nada, no me asustaste.—mentía, casi se le sale el corazón por la boca.

Tan pronto recordó su cuaderno intento cubrirlo por vergüenza aunque fue muy tarde, Lynn sonrió mirando el dibujo pintado.

—Es muy lindo.—le aseguro la deportista con una sonrisa, se animó a sentarse en el asiento de al lado.

—Gracias...

Bien, no lo arruines. Intenta hablar con ella.

Pensaron ambas.

—¿Estabas entrenando?—se animó a preguntar la peli-negra.

—Si, vengo todas las tardes.—asintio.—¿Vienes seguido aquí?

—Un poco, solamente para relajarme.

Lynn asintió, quizás debería pasar más seguido por allí.

—¿Que estás escuchando?—pregunto Lynn acercándose, casi siempre tenía esa confianza en si misma para acercarse más, aunque parecía que no le importaba su acercamiento con Willow, lo hacía, su corazón era prueba de ello.

Willow trago saliva apenada cuando vio que Lynn alcanzó a colocarse un audífono, ni siquiera pudo cambiar la canción.

—¿Es la canción de Frozen?—pregunto con una sonrisa.

Ya, -50 de aura.

—Si...—admitió avergonzada, algo que era tonto, ¿quien se avergonzaría de tan solo una canción?

—¡Amo esa película!—dijo Lynn emocionada.—La vi con mis hermanas unas miles de veces.

Uf, menos mal.

Se alivio al no oír la risa burlona de la deportista.

—Yo igual.—sonrió Willow.

La canción finalizó y otra comenzó, este tenía un ritmo más movido con guitarras, I'm not okay de MCR comenzó a sonar.

—Nunca oí esta canción.—admitio la deportista.—¿Quienes la cantan?

Oh, y cuando Willow comenzaba a hablar de la música que le gustaba se le olvidaba toda la timidez que tenía. Willow amaba la música.

Lynn la escuchaba emocionada, no entendía de quién hablaba pero era tan gratificante poder escuchar su voz, aún no entendía bien la razón por la cual estaba tan encaprichada con hablar con Willow, pero la razón le daba igual, cada vez entendía que ella era más interesante.

Le costaba socializar, no concurría a lugares donde hubiera mucha gente, le gustaba pintar hello kittys, concurría con frecuencia a aquel parque para relajarse, amaba las canciones de Frozen al parecer (igual que ella) y le gustaban muchas bandas de rock, heavy metal, post-hardcore...y al parecer tenía cierto favoritismo con My Chemical Romance y Pierce the Veil.

—¿Que hay de ti?—le pregunto con curiosidad la peli-negra.

Bueno, no todos sabían muchas cosas de Lynn, solamente sabían la estrella del deporte que era y claro, la cantidad de hermanos.

—¿Que quieres saber?

Lynn no tenía problema en responder ninguna pregunta, no estaba del todo acostumbrada a decir que cosas le agradaba o no.

—Mh, no lo sé.—alzó sus hombros la chica.—¿Cuál es tu película de terror favorita?

Lynn lo pensó antes de responder con una sonrisa.

—La Bruja.

Willow asintió.

—¿Deporte favorito?

—Me gusta el fútbol pero sin dudas gana el baloncesto.

Y así Willow supo algunas cosas favoritas de la deportista, le sorprendió cuando Lynn dijo que no todos sabían algunas cosas sobre ella, y claro que se sintió extraña por ser una de las personas en saberlo, digamos, no conocía hace mucho a Lynn pero ahí estaban hablando como si fuesen amigas desde hace tanto tiempo.

Beth diviso a su amiga hablando con alguien...sonrió contenta y logro ver que no era simplemente alguien, si no Lynn Loud.
Su sonrisa se desvaneció ligeramente...el acercamiento de Lynn a su mejor amiga comenzaba a preocuparla, temiendo las intenciones de ella.
Esperaba claro que no fuese así, pero no quería que nadie lastimada nunca más a su hermana de corazón.

—Hey—se acercó con una sonrisa nuevamente.—Lamento la tardanza, hola Lynn.

—Beth, no te preocupes.

—Yo ya me voy...—dijo Lynn levantándose de la banca. Antes miro a la peli-negra.—¿Nos vemos luego?

Willow sonrió y asintió.

—Genial, adiós Willow, adiós Beth.

Y se marcho dejando a las dos amigas, una muy contenta y la otra con dudas.

Finalmente había intentando hablar con ella, y salió de maravillas.