(🪐) ━━ O8 : one problem after another
A Minju le sudaban las manos como aquella vez que presentó su examen de admisión, Felix le había pedido que al terminar sus clases en la universidad se dirigiera al área de medicina general para esperarlo y así ir juntos a la cita que él había agendado para ella con su profesor, el doctor Bang Christopher. La castaña ni siquiera se había quitado el uniforme azul con las prisas, a lo mucho lo único que había podido hacer era soltarse el cabello y retocarse un poco el rostro con maquillaje.
—Minju —Felix apareció detrás de ella de igual manera con el uniforme de practicante, traía en sus manos varias carpetas y libros que supuso luego tendría que leer en casa. —¿Estás lista? El doctor Bang nos verá en su oficina.
—Está bien, yo te sigo.
—Primero iremos a dejar estas cosas en el auto de Jisung para que se los lleve a su casa y luego agarramos camino hacia allá ¿va?
La castaña accedió y juntos se encaminaron al estacionamiento donde Jisung ya los esperaba con la cajuela de su carro abierta para llevar la pila de papeles que Felix llevaba. Cuando ambos llegaron Jisung sonrió de oreja a oreja al ver a la mayor y no dudó en abrazarla como si no la hubiera visto el día anterior en su departamento.
—Hola, lindura ¿Irán al departamento juntos?
—Iremos primero con el profesor Bang —Respondió Felix cerrando de golpe la cajuela para llamar la atención de ambos logrando que se separaran de aquel abrazo exagerado a los ojos del australiano.
—Oh, queda de camino a mi casa ¿no quieren que los deje allí antes?
—No quisiéramos molestarte —Habló esta vez Minju.
—Claro que no es molestia, por mis amigos lo que sea, anda sube al auto —El pelinegro la tomó por la cintura y la encaminó hacia los asientos traseros bajo la atenta mirada del australiano que parecía estar por dispararle en la nuca al de rizos oscuros. ¿Desde cuándo Jisung era así de amable con Minju? El camino a su destino pareció eterno para Felix quien solo se mantenía como oyente en la animada conversación entre Jisung y Minju.
—¿Qué harán el viernes por la noche? —Preguntó Jisung cuando se dio cuenta de que estaban por llegar al destino del par castaño.
—Estudiar —Respondió Felix con clara molestia.
—En realidad nada, tengo mis noches libres —Respondió por otro lado la castaña.
La boca de Felix se abrió en una perfecta "O", era cierto, desde hace dos noches Minju había vuelto a tener sus noches libres sin embargo no la creyó capaz de presumirlo tan descaradamente frente a él, se sintió como un reclamo indirecto y a la vez un reto para demostrarle que podía enfocar sus noches a otra persona además de él.
—Genial, habrá una fiesta sorpresa por el cumpleaños de Changbin en mi casa ¿por qué no van? —La pregunta iba más para Minju que para Felix, aún así Minju giró para ver la expresión del pecoso quien no parecía muy contento con la idea, pero Jisung parecía muy emocionado con la idea y sería su primera fiesta en meses.
—Claro, al menos yo voy —Jisung tarareó en festejo.
—También iré, para liberar un poco el estrés —Secundó el pecoso con fingida parsimonia.
—Genial, hace mucho que no te nos unías a una fiesta —Felix rió.
—Sí, tal vez sea hora de regresar a nuestras antiguas andadas —Por el espejo retrovisor, Felix inspeccionó el rostro de Minju en busca de un rastro de celos, pero a Minju parecía haberle dado igual aquel comentario.
—Llegamos —Jisung se estacionó frente a un edificio de dos pisos que tenía toda la pinta de ser el habitad de un doctor. Felix y Minju bajaron del auto bajo la atenta mirada del pelinegro que no dejaba de sonreír como un idiota.
—Gracias por traernos, Ji —Susurró Minju una vez fuera del auto.
—No es nada, Min. Nos vemos mañana, Lix.
—Sí, claro —Respondió Felix sin girar a verlos fingiendo ver algo más importante en la fachada del edificio. Jisung arrancó el auto y se perdió en la lejanía, una vez con el auto fuera de su vista, Felix presionó el timbre y esperó a por una respuesta. Al cabo de unos segundos, una mujer que aparentaba ser solo unos años más grande que ellos se asomó con una sonrisa deslumbrante.
—Pasen, el doctor Bang los estaba esperando.
Ambos jóvenes la siguieron pasando la recepción y adentrándose a un largo pasillo hasta la puerta al final de este donde en la puerta descansaba una placa dorada con la leyenda "Dr. Christopher Bang" tallada en ella.
—¿Christopher? —Preguntó Minju en dirección al pecoso.
—También es australiano —Explicó y ella asintió. La mujer asomó su cabeza después de entreabrir la puerta y anunció su llegada, luego una voz con un marcado acento australiano le pidió que los dejara pasar.
—El doctor Bang los espera —Y dicho eso se retiró manteniendo la sonrisa de comercial.
Felix dio el primer paso hacia la puerta, pero el cuerpo rígido de Minju lo hizo retroceder, se notaba nerviosa e inquieta, su libio inferior estaba atrapado entre sus dientes con miedo y el pecoso tuvo que tomarla del hombro para hacerla reaccionar.
—Oye, Min ¿Todo bien? —Ella asintió, pero su pecho subía y bajaba notoriamente mientras sus labios entreabiertos intentaban llevar aire a sus pulmones. —Hey, hey, cielo —Felix la tomó por la barbilla y la obligó a mirarlo a sus azulados ojos en un intento de traerle valor.
—¿Y-y si no encuentra una solución? —Balbuceó ella.
—Si no la encuentra entonces habrá otro doctor que lo haga, no vamos a detenernos hasta encontrar una solución para ti y que finalmente puedas descansar bien —La mayor asintió intentando creerse las palabras de Felix quien parecía más animado que ella. —Venga, entremos ya.
Felix dejo que Minju fuera la primera en ingresar a la oficina siguiéndola a dos pasos de distancia, el doctor Bang era más joven de lo que Minju creyó para ser profesor universitario, tenía la mirada más tranquilizadora que Minju hubiera visto jamás, una sonrisa atractiva y hoyuelos marcados.
—Tú debes ser Kwon Minju, Felix me ha hablado mucho de ti —Dijo con aquel acento australiano que solo había escuchado algunas veces con Felix cuando se había pasado de copas. —Toma asiento, vamos a crear tu expediente ¿o ya tienes uno? —Minju negó mientras obedecía las órdenes del doctor. —¿Qué edad tienes?
—Veintiuno.
—Por tu vestimenta supongo que estudias nutrición en la misma universidad que Lix —Ella asintió. —¿Has tenido problemas con la universidad? ¿Mucho trabajo o tareas atrasadas?
—Oh, no. Soy muy cumplida con mis trabajos —Comentó con orgullo.
—Felix me dijo que viven juntos ¿en algún momento él ha sido responsable de que no puedas dormir? Puedes decírmelo con confianza, soy su profesor al final del día —El mencionado lo miró mal y Minju rió, pero luego negó con la cabeza. —¿Desde hace cuánto sufres insomnio, Minju?
—Desde niña el insomnio me atacaba por pequeños lapsos de tiempo, pero desde hace tres meses es muy difícil que pueda dormir por cuenta propia más de tres horas.
—¿A qué te refieres con cuenta propia? —Christopher no hizo por levantar la mirada, su concentración seguía en las hojas donde escribía la información de la castaña así que no pudo ver el sonrojo que invadió las mejillas de Minju, con el pánico en los ojos giró a ver a Felix que ya la estaba mirando con los ojos muy abiertos suplicando por ayuda.
—Bueno... profesor —Vaciló Felix carraspeando un poco. —¿Se acuerda cuando vimos aquella clase donde explicaba los beneficios de una vida sexual activa y saludable?
—Oh, Dios, ya no me digas nada —Chris rió con diversión comprendiendo el punto de su alumno. —No tienes porque avergonzarte Minju, mi deber como doctor no es juzgarte sino encontrar la manera de ayudar —Minju asintió resignada mientras Felix volvió a su posición de acompañante. —¿Y por cuánto tiempo estuvieron usando este... método de ayuda?
Minju rememoró un poco las fechas en su cabeza.
—Tal vez unas tres semanas...
—Veintisiete noches —Respondió Felix con los brazos cruzados y la mirada fija en ella. A Minju se le secó la boca ¿cómo era posible que él llevara la cuenta exacta de las noches que pasaron juntos?
—Alguien parece más comprometido con está relación —Bromeó el mayor sin dejar de anotar nada.
—No estamos en una relación —Respondió entonces Minju a la defensiva. —Solo fue una especie de amistad con beneficios, pero ya se acabó.
De repente la tensión en la habitación podía tocarse con las manos y el mayor en la habitación se dio cuenta de que si no traslada la información a otro tema de conversación esto acabaría mal.
—Bueno Min, ¿puedes subir a la camilla? Haremos un chequeo mientras te hago otras preguntas. Felix, por favor, espérala afuera.
El mencionado apretó los dientes para no soltar una negativa y en su lugar asintió antes de salir del consultorio.
—¿Son preguntas muy personales, doc? —Minju se colocó sobre la camilla y dejó sus pies colgando gracias a la altura de esta.
—En realidad no, pero si algo cohíbe o incomoda a mi paciente, mi deber es intentar arreglarlo, ahora recuéstate boca abajo y álzate la blusa, vamos a revisar tus signos vitales —Minju obedeció las órdenes del profesional con una media sonrisa que el mayor le regresó.
—Gracias.
—Por nada, sentirás algo frío en la espalda, tú mantente tranquila.
Los siguientes minutos fueron de chequeo general, revisó sus signos vitales y se aseguró de que estuviera en su peso correcto, luego regresaron al punto de inicio en sus asientos.
—Bien, tu cuerpo está muy bien para tus problemas de sueño, pero encontré algunas señales de anemia en tus ojos y algunas pequeñas manchas en tu espalda aunque las otras marcas no me dejaron ver...
—¿Otras marcas? —Lo interrumpió confundida. El mayor rió nuevamente.
—Sí, en gran parte de tu espalda y tu cuello hay estas marcas peculiares producto de ya sabes... una noche apasionada.
Minju sintió que su alma salía de su cuerpo y quiso que la tierra se la tragara en ese momento por olvidar ese tipo de detalles tan importantes.
—Yo, siento que haya tenido que ver eso, doctor.
—No te preocupes, te repito que no estoy aquí para juzgarte. Voy a necesitar que te hagas algunos análisis de sangre ¿tienes problemas con eso? —Minju negó. Genial, intenta que sea antes del jueves, para poder hacerte un diagnóstico y poder saber si puedo recetarte algo —Le extendió una serie de papeles que probablemente eran órdenes de estudios y Minju los tomó con cuidado.
—Bien, entiendo.
—Pídele a Felix mi número y comunícate conmigo cuando tengas los análisis.
Luego de aquella cita médica las cosas fueron extrañas en todos lados, donde anteriormente una amistad intentó permanecer ahora solo eran un montón de momentos incómodos cuando Felix y Minju se topaban en casa, llegó el punto en que la castaña tuvo que cambiar todo su ritmo de vida, se levantaba más temprano para no toparse a Felix cuando se preparaban para la universidad, salía con más velocidad al terminar sus clases para no darle chance al tiempo de hacerla chocar con Felix en la parada de autobús, por las noches se encerraba en su habitación y se colocaba audífonos para no escuchar nada y cuando finalmente pudo tener la segunda cita médica con el doctor Bang, finalmente pudieron empezar con la solución de problemas a su situación
—Bien, el problema principal es que eres alérgica al diazepam ¿cierto? —Ella asintió. —Voy a recetarte trazodona, se le da a pacientes con depresión, pero uno de sus efectos secundarios es el sueño y vitamina D, antes de que tu anemia avance. Tal vez ya lo sepas, pero no mezcles alcohol y tus pastillas. Y sí, lo estoy diciendo por la fiesta que Jisung está organizando.. Diviértete, pero con seguridad —La apuntó con el dedo índice. Minju rió ya más cómoda con la personalidad de su doctor.
—Sí, está bien. Seré cuidadosa.
—Tendremos citas cada dos semanas para ver como va el avance de tu ciclo del sueño, si mejoras podrán volverse citas mensuales hasta que finalmente lo superes y pueda darte de alta ¿está bien? —Minju afirmó con una sonrisa. —Te veo el próximo jueves, diviértete en la fiesta de Han y bebe con moderación.
—Bien, Kwon Minju, te ves genial —Se animó a sí misma luego de mirarse al espejo.
Aquel día había escogido un vestido blanco de dos piezas con extensiones plateadas, no estaba segura de que el blanco fuera la mejor elección para una fiesta universitaria de medianoche, pero era su compra más reciente y moría por encontrar el momento indicado para usarlo, Minju no solía ir a muchas fiestas, pero cuando tenía que asistir se encargaba de verse radiante. El vestido remarcaba su perfecta figura dejando relucir su cintura desnuda y las zapatillas plateadas hacían relucir sus largas piernas, gracias a todo lo rezable las marcas más visibles del último encuentro con Felix comenzaban a borrarse casi por completo y si llevaba el cabello suelto nadie lo notaría.
Tomó su gabardina negra y su cartera de mano antes de salir de su habitación y dirigirse a la salida del departamento. Al llegar a la sala del departamento se encontró a Felix igual listo para la fiesta, el australiano la examinó de pies a cabeza, Minju ignoró el brillo en los ojos de su compañero cuando sus ojos se pasearon por su cintura y caderas, en su lugar se removió un poco para sacarlo de su ensoñación regresando la atención a su rostro.
—Pensé que ya te habías ido —Le dijo cuando ya no supo que hacer con el silencio entre ambos.
—Te estaba esperando, renté un auto para poder ir y venir de la fiesta, así no tendrás que preocuparte por eso —Respondió el con fingida tranquilidad.
—Oh, gracias supongo —Respondió. —Entonces vámonos, antes de que la casa se infeste de gente.
El camino a casa de Jisung fue llenado por música en la radio, ninguno habló mucho más de lo necesario y guardaban silencio cuando el tema se desviaba a algo de lo que no querían hablar.
—¿Sigues molesta conmigo? —Minju no respondió. —Al menos deberías decirme que es lo que hice mal para intentar arreglarlo.
—No es eso, simplemente necesitaba mi espacio —Ella mantuvo su vista fija en la ventana mirando el camino de luces formado por los edificios de la ciudad.
—¿Tiempo para qué? ¿Qué es lo que tanto necesitas pensar como para evitarme dos días enteros? —Bufó Felix intentando ocultar su molestía, o tal vez era dolor.
—Solo… —Titubeó ella. —Necesitaba ordenar mis prioridades. Reorganizar mi estilo de vida.
—¿Reorganizar? Hasta donde recuerdo estabas más que bien con tu estilo de vida.
—Sí y entonces comenzamos a acostarnos y descuidé todo eso —Respondió ya irritada Minju, haciendo callar al pecoso. —Y-yo no soy como tú, no puedo simplemente encontrar a alguien más con quien follar.
De no estar conduciendo Felix probablemente hubiera cerrado los ojos con frustración, aquel día había hablado con él corazón lleno de miedo, habló sin pensar y en consecuencia ahora Minju tenía un concepto errado de él. O tal vez no, tal vez sólo lo estaba viendo como realmente era, un tipo que puede tener a la chica que quiera y luego dejarla, como lo ha hecho con todas.
Como lo hizo con Minju.
—Dijiste que no habías escuchado nada.
—Pues te mentí —Bramó ella.
—Lo que escuchaste allí…
—No me importa, es tu vida y puedes hacer con ella lo que quieras —Lo interrumpió. —Yo también haré lo mismo.
—¿Debo tomármelo como una amenaza? —Preguntó ahora él comenzandon a desesperarse.
—¿Cómo eso podría suponer una amenaza cuando no sientes nada por mí? —Felix volvió a guardar silencio, simplemente no supo que responder a eso, era cierto, eso también lo había dicho él. No tenía razones para enojarse.
Minju supó que habían llegado porque había una larga fila de autos estacionados a ambos lados de la carretera y la música resonaba por todas partes. Cuando Felix se estacionó Minju salió del auto como si buscará aire para sus pulmones.
—Asumo que no querrás verme por un buen rato —Habló Felix a sus espaldas. —¿Te parece encontrarnos en la entrada de la casa a la una?
—Bien, es una buena hora —Respondió ella para no seguir con el silencio incómodo.
—No bebas mucho.
Ambos se encaminaron a la casa donde Jisung los recibió ya con unos tragos encima, abrazó a Minju como si no la hubiera visto en años y les ofreció a ambos vodka para iniciar la noche, pero Felix se negó alegando que él conduciría de regreso a casa, la castaña por otro lado aceptó la bebida sin pensarlo dos veces. Saludaron y felicitaron a Changbin por su cumpleaños y charlaron un poco antes de que se llevaran al cumpleañero a una ronda de tragos hasta que le dieran ganas de orinar y luego de eso cada uno agarró su propio camino. Felix no se alejó mucho de la entrada, se quedó con Jisung y otros compañeros de la universidad mientras que Minju decidió recorrer la casa en busca de alguna cara conocida.
Era consciente de que robaba muchas miradas en el transcurso, esa había sido su intención desde que se compró aquel vestido y decidió regresar a hacer sus rutinas de ejercicio en su habitación, esperaba de todo corazón que las sentadillas de verdad le hubieran ayudado un poco.
—¿Kwon Minju? —A ella se le acercó un chico alto y delgado, con sonrisa deslumbrante y ojos rasgados que le hacían recordar a un gato, o tal vez a algún otro animal más exótico, lo recordaba de la preparatoria, pero jamás creyó volver a verlo y mucho menos así de apuesto.
—¿Yang Jeongin? ¿De verdad eres tú? —El chico asintió ensanchando aún más su sonrisa, contento de ser recordado por la chica más bonita de la preparatoria. —Dios ¿Cómo es que estiraste más?
—Tal vez haya sido el basquetbol —Respondió él parte en broma. —¿Quieres que tomemos algo mientras nos ponemos al día? —Minju asintió y ambos se dirigieron a la mesa donde descansaban todas las botellas, Minju volvió a servirse vodka mientras Jeongin se inclinó por el tequila. —¿Siempre estudiaste nutrición? En la prepararía no dejabas de hablar de eso.
—Oh sí, incluso conseguí una beca.
—Era de esperarse, siempre has sido inteligente y bonita —Jeongin le guiñó un ojo con coquetería y Minju solo sonrió tímida. El alcohol aún no había hecho suficiente efecto como para hacerla más atrevida.
—¿Y qué hay de ti? ¿Qué estudias ahora? —Intentó cambiar el rumbo de la conversación.
—Estudio artes plásticas en la universidad de arte de Seúl —Respondió orgulloso.
—Vaya, ¿quién lo diría? —Minju se acabó su segundo trago de vodka, Jeongin lo notó y rellenó su vaso tras obtener su permiso. —¿Qué haces aquí? ¿Qué relación tienes con el cumpleañero?
—En realidad vine siguiendo a unos amigos, pero parece que ya están muy ebrios para mantenerse de pie —Señaló a un chico y una chica que venían apoyados el uno del otro tambaleándose cada que daban un paso hacia el frente. —Estoy esperando a que pasen los veinte minutos más que pidieron antes de llevarlos a casa.
—Pero estás bebiendo alcohol —Habló preocupada Minju.
—Apenas tomé un trago, estoy en perfecto estado —Aseguró él, pero a ella no le convenció lo suficiente.
—Dame tu número, luego de dejarlos, cuando ya estés en casa envíame un mensaje de que estas sano y salvo ¿Sí? —Jeongin sonrió enternecido con la acción de su ex-compañera de clases y asintió. Minju le tendió su teléfono para que anotara su número y luego se llamó a sí mismo para tener el número de ella también.
—Bien, yo te escribo cuando esté en casa —Minju asintió. —Hora de llevármelos, espero volver a vernos, Kwon Minju.
—Cuando quieras, Yang Jeongin.
Minju fue espectadora del momento en que el chico de casi dos metros tomaba a sus amigos por sus caderas colocándose en medio de ellos y luego se los llevaba a lo que suponía era su auto. Rió cada que uno de los ebrios tropezaba con algún obstáculo en su camino y cuando finalmente desaparecieron volvió a servirse otro trago de vodka, el alcohol comenzaba a pegarle en su sistema, pero estaba tranquila de que Felix la regresaría a casa sana y salva.
Al cabo de unos minutos Jisung apareció en su campo de visión con una enorme sonrisa y un vaso rebosante de lo que parecía ron. Tenía las mejillas sonrojadas por el alcohol, pero no parecía estar ebrio, tal vez sólo achispado.
—¿Te estás divirtiendo, Min? —Preguntó luego de sentarse en la banca que Jeongin había dejado libre unos minutos atrás.
—Es un buen ambiente —Aseguró ella y Jisung sonrió orgulloso por ser el organizador de aquella reunión.
—Ese vestido te queda genial —Dijo después de analizarla de pies a cabeza. Minju estaba por responderle cuando el dj cambió la canción que sonaba por lo que parecía ser una bachata con algún otro ritmo de por medio. —Es mi canción favorita, baila conmigo, lindura, por favor.
Minju aceptó sólo porque Jisung parecía muy emocionado con la idea, además era una buena manera de soltarse un poco y empezar a mezclarse entre los demás. Cuando dió la afirmativa, Jisung la tomó de la muñeca y la guió hasta el centro de la pista de baile improvisada en la sala de su hogar.
—Nunca he bailado esto —Habló Minju refiriéndose al género de la canción.
—Es fácil, Min —Jisung tomó la cintura de la castaña y guió una de sus manos a su hombro, luego la mano libre la llevó a las caderas de la más baja y comenzó a marcar el ritmo de los meneos de cadera con su propio cuerpo para enseñarle a ella también. —Siente la canción —Le susurró al oído con voz ronca erizando la piel de la más baja, aún así siguió moviendo sus caderas y pies al ritmo que el pelinegro le marcaba. —Eso es, lo estás haciendo genial.
La mano que antes estaba en la cadera ahora estaba en el aire dejando que Minju encontrara su propio ritmo, al poco rato ambos estaban en la misma sintonía dejando que sus cuerpos se menearan como bailarines profesionales, en algún punto de la canción Jisung hizo girar a Minju quedando a espaldas suyas y luego la apagó a su cuerpo para bailar pegados el uno al otro, la castaña dejó que él marcara el ritmo mientras escondía la nariz en el hueco entre su cuello y hombros mientras tarareaba la canción con una voz grave y rasposa. Tal vez fue el alcohol o todas las vueltas que dio con Jisung a lo largo de la canción, pero al terminar aquella sesión de baile se sintió mareada y excitada de haber dado un show junto al pelinegro frente a decenas de personas. Ambos salieron del lugar con la respiración agitada y sed, por lo que fueron a beber otra ronda de alcohol mientras el dj seguía con otra ronda de canciones sensuales que la mayoría empezó a bailar en pareja.
—Para no saber como se baila, has echado fuego allí —Halagó Jisung bebiendo de un solo trago el shot de tequila.
—Tuve a un gran maestro —Respondió ella imitando su acción y bebiéndose todo el vodka de un solo trago.
De repente tener a Jisung tan cerca no era para nada incómodo, muy al contrario era incluso excitante y embriagador, ambos estaban sudados por la actividad de hace unos segundos, pero el pelinegro se las había arreglado para seguir oliendo a ese perfume varonil y un toque de ron que nublaban cualquier pensamiento coherente por parte de ella. Jisung leyó rápidamente los ojos repentinamente más oscuros de la castaña y se acercó más a ella tomándola por la cintura y agachádose un poco hasta tener los labios a la altura de los oídos de Minju.
—¿Quieres saber en qué otras cosas soy bueno? —Susurró antes de dejar un beso en la piel debajo de su oreja. —Minju se aferró a la camisa del contrario y tragó duro antes de asentir sumida en su nueva aventura.
Jisung la tomó de la muñeca y la guió escaleras arriba hasta donde se encontraba su habitación, quitó el seguro de la puerta y le dio paso a ella para que entrara primero, una vez dentro azotó la puerta y no perdió un segundo más antes de atacar los labios de la más baja quien no dudó en corresponder el beso tan hambriento y húmedo, sin siquiera tomarse el tiempo para llegar a la cama el pelinegro la arrinconó a la firme pared a un lado de la puerta sin dejar de besar, chupar y morder los labios contrarios.
Minju gimió ante el calor que comenzaba a formarse en su vientre bajo y pasó las manos por debajo de la camisa holgada del más alto acariciando su abdomen trabajado con dureza hasta hacerlo reaccionar a su toque. Jisung no tardó en seguirle el ritmo y dejó que sus manos vagaran por la pretina de la pieza inferior de su vestido, cuando se dio cuenta de que ella no pondría resistencia dejó ir más abajo su mano hasta colarse entre sus bragas haciéndola gemir, frotó su clítoris por encima de la tela de encaje blanco en círculos lentos y tortuosos, la otra mano se aferró a su cadera para mantenerla firme mientras sus labios dejaban un camino de besos húmedos por toda su clavícula hasta llegar al valle de sus senos donde mordisqueó suavemente sólo con la intención de escucharla gemir de nuevo.
—¡J-jisung! —Jadeó la castaña cuando el nombrado introdujo dos dedos en su sexo húmedo sin previo aviso.
—Eres tan hermosa, Kwon Minju —Gruñó Jisung antes de comenzar a mover los dedos en movimientos circulares intercalados con simulaciones de tijeras. —Especialmente cuando me dejas hacerte mía.
Minju siguió moviendo las caderas para ayudar al pelinegro con su tarea al tiempo que una de sus manos bajaba a la bragueta del pantalón para abrirlo con agilidad e introducir su mano por dentro del pantalón sobre sus boxers y luego comenzar a acariciar la erección de arriba hacía abajo haciéndolo gruñir y gemir en el proceso.
—Déjame follarte, joder —Rogó el pelinegro cuando sintió que la erección estaba a punto de explotarle.
Cuando Minju asintió, Jisung volvió a atacar sus labios con brusquedad y la tomó por las caderas indicándole que enredadara las piernas sobre sus caderas y ella obedeció sin chistar. Volvió a acorralarla contra la pared y frotó su erección contra el sexo húmedo de la castaña haciéndola gemir y chillar su nombre. Minju sintió su alma abandonar su cuerpo cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe mostrando el rostro inexpresivo del australiano. Jisung cubrió el cuerpo de la más baja con su propio cuerpo mientras la regresaba al suelo para permitirle recomendarse la ropa.
—Joder, Felix ¿no podías venir unos minutos después? —Bromeó el pelinegro para ocultar su molestia.
—Lo siento, pero Minju y yo tenemos que irnos, fue lo acordado —Bramó con molestía.
—Yo puedo llevarla a casa.
—Estás ebrio.
—¿Y quién dijo que iba a llevarla esta noche? —Jisung sonrió con suficiencia.
—Está ebria, no puedo dejarla así. —Siguió hablando Felix.
—¿Y por qué estaría más segura contigo que conmigo? —Lo desafió el pelinegro.
Cuando el pecoso dio el primer paso para abalanzarse sobre Jisung para golpearlo, Minju se puso frente a él ya esta vez más presentable.
—Felix, no hagas una estupidez, solo vamonos —Bramó también irritada. Suavizó su mirada y giró a ver al pelinegro. —Quedemos para otro día ¿te parece?
Jisung no quiso ser grosero así que asintió y la dejó encaminarse a la salida junto a Felix. Cuando estuvo frente a Felix Minju ni siquiera volteó a verlo, solo esperó a qué él avanzará para seguirlo hasta el auto bajo la atenta mirada de Jisung y las personas que los vieron salir de la misma habitación.
Ay manas, casi me sacan de la uni :")
Hoy tengo que agradecerle a @sprouthhyun por ayudarme a hilar la última escena, tqm bb, no sé qué haría sin ti🫂❤️
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