Akali
Again at home
Advertencias: Fluff
Pedido de: elminionverde
Caminar por los pasillos del monasterio de Kinkou era algo raro después de haber estado fuera de Jonia desde la guerra contra Noxus, buscando a los Jonianos capturados y liberándolos para volver a su hogar. Fueron ya siete años. Extrañabas tu hogar, la orden, pero fue un pedido de Shen y el respeto y la lealtad que conservabas a Jonia hicieron que aceptaras sin rechistar.
Saludabas a los demás ninjas, caminando con lentitud viendo las paredes y recordando el entrenamiento, las personas, todo lo que era Jonia. Cruzaste tus brazos detrás de tu espalda, elevando por completo la mirada dirigiéndote a la sala de meditación donde estabas segura que estaría el ojo del crepúsculo, te detuviste en la puerta, pensando en que decir o simplemente reuniendo valor para no tratar de golpearlo.
──────Pensé que no volverías, Mako──────Saltaste ligeramente volteando a ver al yordle, Kennen estaba de brazos cruzados, mirando hacia arriba──────Es bueno que volvieras.
──────Kennen──────Saludaste manteniendo la postura derecha, aunque por dentro morías de nervios por algún reproche del yordle──────¿Sucedió algo desde que me fui?.
──────Akali se volvió mas insoportable──────Respondió de inmediato negando con la cabeza──────Pensé seriamente en habla con Shen e ir yo mismo por los secuestrados.
──────¿Para librarte de Akali?──────Preguntaste con gran burla.
──────Exactamente──────Dijo acercándose dos pasos a ti──────Con tal de que tu seas quien la soporte, si.
──────Siempre tan encantador──────Bufaste sonriendo, Kennen solo curvo un costado señalando con su cabeza atrás tuyo──────Maestro Shen──────Saludaste sonriendo nerviosa, antes de acercarte e inclinarte un poco a el.
──────Mako──────Saludo de vuelta con su típica pose.
No extrañabas esa pose. Tenias el recuerdo de los fabulosos sermones que siempre te daba a ti y a Kali cuando no cumplían con sus obligaciones.
──────¿Como la pasaste en Noxus?.
──────Casi pierdo una mano──────Te encogiste de hombros sonriendo mientras Shen te miraba de inmediato──────Y casi me capturan. Pero no paso nada.
──────Solo no meditaste como era debido.
──────La culpa no es mía──────Refutaste mirando al mayor por unos segundos──────Estuve muy ocupada lidiando con noxianos furiosos yo sola──────Recalcaste ya teniendo una mejor pose a la defensiva, la poca diversión que la platica tenia había desaparecido dando paso a la molestia.
Aun cuando aceptaste, Shen no te pregunto si quería un segundo a su lado para la misión, nada mas se quedo mirándote ese día antes de asentir, dar indicaciones e irse.
──────Tu aceptaste ir, Mako.
──────Siempre preguntas si queremos a alguien en las misiones para no acabar con... Accidentes.
──────Siempre fuiste muy exigente──────Recalco el viéndote, tu solo rodaste los ojos quitando tus brazos y dejándolos a tus costados, caminando desinteresada.
Una pose tan conocida para el.
──────Y querías ir sola en todas las misiones que te asignaba.
────── Bien, maestro. Lo único que importa en estos momentos es que los múltiples jonianos capturados están bien, y la misión no fracaso──────Cortaste el tema parando y volviendo a verlo──────¿Sabe donde esta, maestro?.
──────Donde siempre──────Respondió mientras tu solamente te inclinabas y procedías a irte a dicho lugar.
Los jardines. Verdosos, llenos de flora y fauna, los arboles característicos de Jonia mantenían el mismo aspecto, sus hojas azules combinadas con rosa de se movían al compás del viento, escuchando junto a los roces de ellas, choques de armas entre si. Subiste a las copas de los arboles, moviéndote por sus ramas y dando brincos de vez en cuando hasta reducir y crear el mejor silencio posible, ocultándote entre el tronco y viendo a un joven ninja entrenar con la persona que buscabas, Akali.
La mujer ni parecía esforzarte desviando y resistiendo los ataques, simplemente moviéndose con ayuda de su habilidad en las sombras, cuando el joven fallaba terriblemente Akali solo se reía y lo animaba a seguir, involucrando leves burlas antes de seguir. Había mejorado, sus técnicas y movimiento eran mas eficaces, ahora que la observabas mejor, habían unos cuantos cambios, mas tatuajes junto a cicatrices de guerra. Algo que tenias sin fin.
El ninja se retiro después de unos minutos, Akali quedo en solitario en ese campo revisando el filo de kama mientras bajabas del árbol dando pocos pasos menos silenciosos. Akali pareció darse cuenta y sin pensarlo lanzo un shuriken a ti y dando vuelta con su arma lista, sacaste tu nunchaku parando la hoja verdaderamente afilada de su curso antes de abrir completamente y dejarla a mitad de tu rostro, sonriendo divertida por el rostro desfigurado de la ninja por la sorpresa.
──────Admito que pensé que dejarías esa costumbre──────Aceptaste dejando la pose defensiva y guardando el nunchaku antes de volver a verla──────Hola, Kali.
──────Ya te creía muerta──────Fue lo único que dijo caminando hasta el shuriken, guardando de inmediato y volviendo a verte──────Así que volviste, después de siete años fuera en territorio enemigo.
──────Fue una tortura estar allí──────Comentaste mirando con atención a los alrededores antes de volver a verla──────Pero al final traje a la mayoría a nuestras tierras──────Informaste viéndola cruzar sus brazos, dando voto de silencio por un rato.
Te dedicaste a mirarla mejor, su cabello azabache con el mismo estilo, sus facciones eran mas maduras, sus ropas no eran las mismas, parecía que había renunciado a ciertas cosas, sus tatuajes se lograban ver con mucho esplendor, analizando cada trazo del tatuaje hasta quedar en el un poco mas al cuello de ella, volviendo a ver su rostro.
──────¿No dirás nada, Akali?──────Preguntaste acercándote dos pasos antes de inclinarte un poco.
──────¿Que quieres que diga, Mako?──────Pregunto irritada──────Oh, ya se "te extrañe".
Sonreíste una vez mas negando con la cabeza, su actitud era exactamente la misma, solo un poco mas de impaciencia en su espíritu.
──────Sigues igual de malhumorada que hace siete años. Que decepción.
──────Fácilmente podrías irte──────Gruño moviéndose unos pasos dejándote atrás.
──────Wow, que mal humor haz adoptado──────Dejaste salir una estruendosa risa, sin avanzar a ella. Akali paro su caminar al escucharte, la risa que en esos siete años había extrañado demasiado como para admitirlo.
Debía admitirlo, al ver el shuriken partir a ti y con tu arma desviarla la sorpresa alcanzo su cuerpo, el alivio recorrió sus venas, sus ojos recorrieron tu anatomía aun en estado de piedra buscando heridas, su sangre hirvió en cólera y de allí el mal humor llego en busca de ocultar todo lo que verdaderamente sentía.
Su cuerpo se sincronizo con su mente, queriendo seguir con esa fachada dio media vuelta caminando directamente a ti y parando frente tuyo tuvo que elevar la cabeza por unos centímetros antes de empujarte constantemente mientras seguías con esa sonrisa, ya viendo lo que le sucedía, la dejaste empujarte mientras gruñía colérica, hasta el punto en el que chocaste con un árbol, allí tomaste el brazo izquierdo pasándolo por detrás de ella misma antes de tomar el derecho dando vuelta y ahora pegándola a ella en ese tronco.
Akali pateo tu pierna, haciendo que la soltaras y desviaras el golpe que dirigía a tu estomago, diste dos vueltas alrededor de ella, buscando el momento justo para detener el ataque de cólera que presentaba y hablar con ella, así sea aprisionándola. Sacaste tu nunchaku de su funda mientras lo envolvías en sus muñecas tirando de ella a tu cuerpo y rodear tus brazos en su cuerpo viéndola a los ojos.
──────Podrías calmarte, pero creo que quieres seguir──────Comentaste ahora bajando un poco la presión que ejercías en ella, no paraba de moverse y eso solo te causaba gracia──────Bien, si quieres seguir, pero yo no──────Pasaste tu pie en los suyos tumbando su cuerpo al césped y sujetando con tu pierna las de ella mientras luchaba por quitarse el arma de sus muñecas.
──────Quítame esta mierda de encima──────Murmuro con un gruñido ligeramente cansino, elevaste una ceja, simplemente inclinándote mas hasta estar a la altura de su rostro.
──────No.
El gruñido que salio de ella te hizo reír nuevamente, esta vez solamente te levantaste permitiendo que se sentara, aparentemente dándose por vencida, aunque no lo creerías, Akali nunca se rendía, menos cuando estaba en un ataque típico de ella.
──────¿Porque estas colérica?.
──────No te importa.
──────Si no fuese así no te estaría preguntando.
──────¡Deja de pasarte de lista, Mako!──────Refuto dejando el nunchaku en su lugar, tu sonrisa se expandió mas hasta que hiciste un gesto que ella rápidamente respondió──────Cállate──────Ordeno volviendo a su labor.
──────¿Estas así porque no tuvieron noticias mías?. ¿Te preocupaste?.
──────Cállate por una vez en tu vida.
──────Casi callo para siempre en una batalla con Draven──────Sinceraste recostándote en el pasto, Akali paro nuevamente, esta vez ladeando un poco la cabeza analizando tu rostro y viendo el encogimiento de hombros a continuación──────En fin, ¿dejaras de luchar ya?.
──────Si me sueltas lo veremos──────Comento escuchando tu risa.
──────No.
──────Bien──────Ahora perdiendo la paciencia empezó a jalarlas sin descanso, usando incluso la fuerza con su pie pero no lo logro──────Estoy pensando que enserio están hechizadas.
──────No lo están.
──────Claro que si, se le nota.
──────No lo están, Akali.
──────Eres una mentirosa, Mako.
──────Bueno, tal vez tengan un hechizo, pero no fue bajo consentimiento──────Aceptaste levantándote──────¿Dejaras ya o seguirás?.
──────Idiota.
──────Yo también te quiero.
Akali rodó sus ojos ahora juntando sus piernas a su pecho y rodeando con sus brazos, aburrida y aun ligeramente colérica, ni se dio cuenta de la falta del arma en sus muñecas.
──────Bien, quieres estar sola, lo estarás. Nos vemos después Kali──────Sonreíste moviéndote hasta pasar por su lado, Akali salió del ensueño tomando a tiempo tu muñeca y jalando tu cuerpo el suelo, caíste con dureza haciendo salir una queja mientras la azabache se acomodaba con su kama en mano justo en tu cuello──────Eres un fastidio cuando tienes esos ataques.
──────Ya salí de ese "ataques".
──────Es una cruel y estúpida mentira──────Refutaste desviando el arma de tu cuello y sentándote finalmente mirándola directo a los ojos──────Aun no haz salido del todo, ya tranquilízate... Animal.
Sobaste su brazo susurrando lo ultimo, Akali no dijo nada, sabia que lo era, debía hacerlo, por el bien y seguridad de todos debía ser peligrosa. Si te ves peligrosa, debes serlo. Las caricias iban desde su muñeca maltratada por sus esfuerzos hasta su hombre, donde remarcaba el tatuaje antes de repetir el patrón.
──────¿Porque?──────Pregunto viendo el paisaje de esa zona Jonia, entendiste a que se refería pero aun así permaneciste en completo silencio, entretenida con su tatuaje──────Mako.
──────¿Que cosa?.
──────¿Porque te fuiste sin despedirte?.
Sabias que llegaría ese momento, cerraste los ojos suspirando y volviendo a acostarte en el pasto.
──────Fue espontaneo, Shen me dio la misión, la acepte, pero no pedí a nadie.
──────Nunca pides que alguien vaya contigo──────Gruño bajando de encima tuyo y sentarse a un lado.
──────¿Que paso mientras no estuve?.
──────Constantemente atacaban, perdimos a varios, Shen no daba información de los desaparecidos, incluyéndote.
──────¿Dijo que estaba desaparecida?──────Preguntaste confundida volviendo a verla, Akali asintió sosteniendo tu mirada.
──────Los demás habían aparecido, pero tu no, Shen aclaro que estabas en una misión.
──────Muy buena misión.
──────Casi mueres──────Reclamo moviendo sus manos de un lado a otro──────Tu misma lo dijiste.
──────Pero estoy viva──────Interrumpiste dejando ir un suspiro, miraste su rostro constantemente antes de simplemente acercarte mas a ella y dejar caer tu cuerpo en el de ella, rodeándola con tus brazos──────Viva con una cicatriz tremenda en la espalda.
Akali permaneció quieta hasta que proceso la situación y rodeo tu cuerpo con firmeza descansando su rostro en tu cabello, sus manos se dirigieron dentro de la holgada camisa que llevabas, queriendo verificar tus palabras, recorrió desde tu espalda baja hasta que sintió una hendidura profunda hasta casi llegar a la nuca, acaricio por un rato, viendo el césped en silencio, solo escuchándose las hojas y el típico silbido de armas chocar en los entrenamientos.
──────Si me preocupaste, idiota──────Acepto afirmando aun mas el abrazo.
Simplemente te acomodaste mejor entre sus brazos, disfrutando de volver a estar en casa.
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