✧01. Caminos Entrelazados

PARECE QUE NUESTROS CAMINOS SIEMPRE ESTARÍAN ENTRELAZADOS SIN IMPORTAR EL TIEMPO QUE PASE


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CAPITULO UNO

CAMINOS ENTRELAZADOS

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En los nueve meses que estuvo en coma por culpa del acelerador de partículas las únicas personas que la visitaron fueron sus padres adoptivos y sus amigos Adrián y Juliet, sus dos hermanas de igual manera fueron afectadas por el acelerador. siendo cada una hospitalizadas en diferentes hospitales. Al despertar de su coma la primera imagen en venirle a su cabeza fue aquella figura de mujer con los brazos extendidos bajando como si fuera una especie de ángel, llevaba puesta un tipo de corona, pero su rostro le era difícil recordar por la luz tan brillante que la rodeaba que apenas pudo alcanzar a verla. Durante las dos primeras semanas trató de seguir con su vida, pero sus poderes despertaron a las pocas horas de estar despierta, cuando estaba en su departamento, después de haber salido del hospital. Se tropezó tirando algunos documentos, por instinto quiso alcanzarlos antes de que tocaran el suelo. Una energía escarlata surgió de sus manos, y las hojas quedaron suspendidas a pocos centímetros del suelo.

Adrian y Juliet eran las únicas personas que sabían su secreto aparte de sus hermanas, gracias a su ayuda de ambos pudo aprender a controlarlos. Aunque la verdad sentía miedo de estos cada vez que los usaba, ya que cada cuando usaba sus poderes sentía una cálida energía recorrer su cuerpo sintiendo que perdería el control, esa misma energía sentía que estaba a punto de desbordarse y llegar a consumir todo a su alrededor. Aunque sus amigos pensaban diferente a ella, ambos insistían en que fuera una heroína como aquella persona que se conocía como el "rayo", cuya identidad no se sabía por lo rápido que era al salvar a las personas. La verdad es que ella no se veía como una persona que pudiera salvar a los demás, prefería informar a la gente con sus reportes que ayudar con sus poderes.

Eran apenas las diez de la mañana cuando estaba en Jitters por su café y por unas deliciosas galletas de chocolate que preparaban en ese lugar. Todas las mañanas antes de irse a su trabajo en Picture News, el periódico más importante de la ciudad central, pasaba por su rico café. En el último mes había tenido demasiado trabajo, gracias a la ausencia que tuvo, por lo que apenas regresó de entrevistar a unas personas para su noticia. A veces se preguntaba porque escogió periodismo en vez de otra carrera, pues ya tenía tres carreras aparte, pero la razón por qué decidió estudiar eso fue por su hermana mayor Irene, quién igual a ella había estudiado eso. Además de que últimamente estuvo pensando en el chico que se tropezó con ella, más en sus ojos celeste que le recordaban el cielo hermoso, la voz de la chica detrás de la barra interrumpió sus pensamientos.

—¿Qué te puedo servir? —preguntó con una sonrisa en su rostro la morena.

—Me das un café mediano con dos de azúcar y un capuchino con un shot de avellana para llevar, y unas galletas de chocolate, por favor. —Sonrió leve como respuesta. — Eso sería todo. ¿Cuánto es?

—Un café mediano, un capuchino y unas galletas de chocolate.... serían veinticinco dólares. —La chica pasaba la información a la computadora. — ¿En efectivo o con tarjeta?

—Sería en efectivo. Por favor —respondió la castaña mientras sacaba su cartera de su bolsa, para entregarle el dinero exacto.

La mujer asintió antes de irse a la parte trasera, dejando a Scarlet esperando. Su celular sonó un momento, lo sacó de uno de los bolsillos de su chaqueta roja para observar la pantalla, tenía un mensaje de Adrian en donde le recordaba que no se le olvidará traer su café antes de llegar al trabajó provocando que la castaña rodeará los ojos de manera divertida. No tardó mucho para que su pedido estuviera listo.

—Tu pedido está listo —dijo la barista, entregándole los dos cafés y una bolsa de galletas.

—Muchas gracias. —Scarlet tomó las bebidas y las galletas con una sonrisa de agradecimiento.

—Disculpa, que te pregunté esto pero...—dijo la morena, antes de que Scarlet se fuera. — me resultas familiar, ¿No eres Scarlet Wilder?, la niña que una vez defendió a Barry cuando íbamos a la escuela.

Scarlet estaba sorprendida por el comentario de aquella chica, ahora que lo recordaba había defendido a un niño castaño de un niño llamado Tony quien solía molestarlo mucho. La primera vez que lo defendió fue cuando aquel niño que no recordaba su nombre lo empujaron contra los casilleros por defender a su padre de los comentarios que le decían, provocando que se lastimara el brazo izquierdo, haciendo que cayera al suelo por el dolor por lo que ella empujó a Tony antes de darle un golpe en la nariz que le provocó que le saliera sangre, este retrocedió cubriéndose la cara para luego irse corriendo del lugar. Desde ese día nadie volvió a meterse con aquel niño, al menos no cuando ella estaba cerca.

Pues desde que era pequeña había odiado a la gente que molestaba a otros por el siempre hecho de que no podían defenderse, tratando de ayudar cada vez que podía. Aunque eso le costará a veces unos moretones y varias charlas que sus padres adoptivos le daban, pese que en el fondo estaban orgullosos de que tuviera el deseó de defender a las personas, prefirian que fuera de otra manera. Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando dejó de recordar aquellos momentos de su niñez.

—Si, soy yo. —asintió Scarlet. —¿Tú debes de ser Iris Wells? ¿No es así?, la niña con la que jugaba cada vez que me dejaban a mi y a mis hermanas encargadas con tu papa.

Iris sonrió feliz al recordar esos viejos momentos con cariño, ambas estaban contentas de volverse a encontrar tras después de unos largos años.

—¡Sí! No puedo creer que seas tú. —Iris rio con suavidad, sin imaginar que encontraría a su amiga de la infancia luego de varios años.— La ultima vez que te vi, fue después de terminar la escuela como hace catorce años atrás.

—Es cierto, han pasado muchos años desde eso. —Scarlet confeso aun manteniendo una cálida sonrisa. —Y ¿Como ha estado tu papa?

—Esta bien. — La sonrisa de Iris disminuyo, mostrando un poco de preocupación. — Sigue trabajando en la policía, como siempre. Aunque.... estuvo preocupado por Barry.

—¿Que paso con Barry? ¿Le sucedió algo? —pregunto interesada. Su sonrisa disminuyo al ver a Iris preocupada.

—Él... —Iris suspiró antes de continuar. — Fue afectado por el acelerador de partículas. Quedó en coma por nueve meses, y apenas hace un mes despertó.

Scarlet quedó en silencio por un momento, sin imaginar lo difícil que debió haber sido para Iris y su familia. Aunque igual ella había pasado por eso y sabia lo que se sentía perder nueve meses de tiempo.

—Debe haber sido muy duro para todos ustedes. —Scarlet habló finalmente, con empatía en su voz.— ¿Cómo se encuentra ahora?

—Está mucho mejor, ahora —asintió suavemente con la cabeza.

Antes de que alguna de las dos pudiera decir algo, una voz de un hombre hablando a Iris capto la atención de las chicas. Scarlet giró la cabeza viendo a un hombre musculoso de cabello castaño vestía una playera sin mangas de color verde que combinaba con pantalón oscuro y sus botas de estilo militar.  Mientras lo miraba pensó que tal vez debía ser el novio de Iris quien venia a verla, este se encontraba a unos escasos metros de ambas, Scarlet observó cómo el hombre parecía estar enfocado en Iris, pero sus ojos pasaron a observarla de pies a cabeza. Para luego dedicarle una sonrisa coqueta, provocando que se sintiera incomoda en ese momento.

 —Scarlet, hace demasiado tiempo que no te veía. —confeso el hombre con una sonrisa, caminando hacia ellas con las manos metidas en su pantalón.— Aunque debo decirte que te ves hermosa...bueno, ambas se ven hermosas.

Scarlet frunció el ceño confundida manteniéndose en silencio mientras miraba de reojo a Iris, la cual estaba desconcertada, aunque algo en sus ojos indicaban que había reconocido al hombre.

—Gracias Tony. —agradeció Iris, dedicándole una sonrisa educada.—Ah, tu igual.

—Ah, si. —Tony observo su aspecto presumiendo, su mirada volvió a ambas. —Si, me mantengo en forma.

Scarlet se quedo nuevamente sorprendida, acaso aquel hombre que estaba a su lado era el mismo Tony Woodward al que le había dado una golpiza. Pensó que si se hubieran encontrado en otro momento jamás lo hubiera reconocido, el estaba totalmente cambiado a lo que recordaba de niño, y bueno quien no estaría totalmente diferente después de años, hasta ella misma había cambiado y eso gracias a la adolescencia que fue amable con ella. 

—¿Tony? —repitió Scarlet, levantando una ceja mientras se cruzaba de brazos.— No esperaba volver a verte... y mucho menos aquí.

—Sí, soy yo. —afirmó, alzando una ceja con diversión, soltando una ligera risa.— Supongo que los años me han tratado bien, ¿no crees?

La castaña rodo los ojos ante el comentario siendo la única que noto esto fue Iris, al igual que ella no estaba cómoda con la presencia de Tony. Aun así, prefirió seguir la corriente con su juego de coquetería que le desagradaba. 

—Tengo un gimnasio en mi casa, vivo en Kinston en el lado oeste. —Tony comentó con una sonrisa que mostraba orgulloso.— Deberían irme a visitar.

—¿Que te sirvo de beber?—preguntó Iris, buscando cambiar de tema mientras miraba hacia la barra, claramente incómoda con la situación.

—No, vine a verte.—Tony ignoró la pregunta, su mirada aún fija en la castaña. Pensando en cambiar sus planes.— Aunque, no me imagine que estuvieras aquí Scarlet.

—Si, vine por un café antes de volver a mi trabajo. El cuál se me esta haciendo tarde.—Respondió con un tono educado, pero firme, mientras levantaba las bebidas y las galletas que había pedido. Su expresión mostraba una ligera irritación. —¿Como supiste que estaba aquí?

—No lo sabía, en realidad. Había venido a ver a Iris. —Explicó, encogiéndose de hombros.— Pero mira qué coincidencia. La vida nos junta de nuevo, ¿no es así?

—Supongo que sí. —Scarlet no pudo evitar fruncir el ceño ligeramente, miro a Iris para que la ayudara.

—Entonces, ¿Porque estas aquí? —Pregunto Iris, en un intento de ayudar.

—Porque he leído El rayo. —Dijo con un aire de suficiencia mientras cruzaba los brazos. —Encontré tu pequeño blog. ¿Por qué escribes sobre ese sujeto?

—Las personas creen que es un héroe. —respondió con calma Iris, tratando de no tomarle importancia.

—Es un cobarde, supe que ayer lo golpearon y que huyo como una niñita. Escribe eso. —Dijo con un tono burlón, inclinándose ligeramente hacia ella. —Tienes Idea de quien puede ser?

—Ni idea. —respondió Scarlet, con un poco de frialdad.

—Así que, si no vas ordenar algo regresare a trabajar. —Iris se giro con intención de irse en donde estaban las maquinas.

—De hecho me gustaría invitarte algo. —comento Tony, impidiendo que se fuera. — ¿A que horas sales?

—Gracias, Tony. —agradeció Iris, sorprendida por la imitación tan repentina. —Pero no creo que lo apruebe mi novio. Es policía al igual que mi papa.

—Si, jamás me gustaron mucho los policías. —Dijo con una sonrisa que disimulaba desprecio.

Scarlet quien había estado aun presenciando todo dirigió su mirada a la televisión, una imagen de Tony salió en la pantalla con el titulo "Armado y peligroso". Su mirada estaba llena de preocupación que trato de disimularla antes de que él pudiera notar lo que estaba sucediendo, pensó en usar sus poderes pero sintió que aún no estaba lista para hacerlo. Además de que el lugar estaba lleno de personas que podrían salir heridas si llegaba a hacer algo, dirigió su mirada a Iris para señalarle ligeramente con la cabeza para que mirara la televisión. Iris captó la señal de la castaña observando la pantalla disimuladamente, notando la noticia sobre Tony que aún aparecía en televisión, las dos se miraron por unos breves segundos intentando saber que hacer hasta que finalmente Iris habló nuevamente.

—Bueno, vendrá por mi para el baile que habrá...ah —Trato de distraerlo con una excusa, que apenas se le ocurrió en ese momento. —Habra muchos policías.

Tony miró extraño a Iris por lo que dirigiendo su mirada a la televisión en donde vió la noticia sobre el, provocando que se molestará, no solo se habían arruinando sus planes para impresionar a Iris, si no también a Scarlet sin tener idea que se encontrarían. La chica morena sacó su teléfono del mandil para mandar un mensaje a su novio avisándole sobre Tony.

—Es un lugar chico, voy a llamar a...

—Dame tu teléfono Iris. —extendio su mano Tony, esperando que se lo entregara. —¡Ahora!

Tanto Iris como Scarlet se sobresaltaron cuando alzó su voz exigiendo el teléfono de la morena, sin tener más que otra le entrego su teléfono con miedo en la mano. El hombre lo agarro cerrando su puño que se transformó en metal como todo su brazo, dejando el teléfono en el frasco de propinas destruido a la mitad.

—Perdoname. —se disculpó, sacando un fajó de billetes de veinte y los puso adentro del frasco. —Ten por el daño, les invito algo después.

Sin más que decir se giro para irse del lugar, dejando a ambas sorprendidas y llenas de miedo por lo que acaba de hacer, Scarlet llegó su mano a su pecho en un intento para calmar sus latidos que iban demasiado rápido.

—¿Estás bien, Iris? —preguntó Scarlet mirando a la morena con preocupación.

—Sí, estoy bien. —respondió Iris, su voz temblaba mientras intentaba recuperarse. Sus manos seguían aferradas al mostrador, tratando de encontrar algo de estabilidad.

Scarlet miró la puerta por donde Tony había salido, asegurándose de que realmente se hubiera ido, antes de regresar su atención a Iris.

—No puedo creer lo que acaba de pasar. —murmuró Scarlet, sintiendo que poco a poco recuperaba el aliento.— ¿Tu teléfono...?

—Está destruido. —Iris suspiró, mirando los restos aplastados en el frasco de propinas. —No puedo creer que hiciera algo así... y delante de tanta gente.

Scarlet notó cómo los clientes en Jitters no se dieron cuenta de lo que sucedió momentos atrás.

—Deberias llamar a tu papá o a tu novio cuando tengas otro teléfono. —sugirió Scarlet.—Tienen que saber lo que pasó.

Iris asintió lentamente, aún temblando un poco.

—Lo haré. Prometo que lo haré. Pero ahora... necesito un momento.

Scarlet la observó con preocupación, notando lo afectada que estaba. Decidió quedarse con ella un rato más, al menos hasta que estuviera segura de que Iris estaría bien. Ambas se quedaron allí en silencio por un momento, hasta que se recuperó Iris por completo. La castaña se despidió de ella saliendo de Jitters con su pedido, dándose cuenta que se le había hecho tarde para llegar al trabajó.

Cruzó las puertas del edificio de Picture New, no había dado ni dos pasos cuando se le acercó Adrián con el rostro preocupado y analizando la de arriba a bajo si estaba bien. Una vez que lo hizo la atrajo hacia él para un abrazo, al parecer se había tardado casi una hora y media en Jitters, por lo que se preocupó demasiado por ella llegando a pensar que a lo mejor estaba luchando contra un metahumano cuando venía de regreso. Luego de unos segundos el abrazo se rompió, Scarlet levantó la bolsa de papel que traía consigo, agitándola frente a él con una sonrisa de lo mas dulce, para que su amigo no se enfadara con ella. Pues no quería que se preocupara si le decía la verdad del porque se había tardado tanto en la cafetería, en el poco tiempo que tenía de conocerlo sabía que él estaría todo el día pegado a ella hasta asegurarse que estuviera fuera en peligro, aun así sabiendo que podría defenderse si estaba en peligro gracias a sus poderes  

—Traje galletas —anunció con una voz dulce.

Adrián rodó los ojos mientras movía la cabeza a los lados con una sonrisa divertida, porque sabia que era difícil enojarse con ella por mucho tiempo cuando ponía esa cara.

—Solo dejo pasar esto, porque trajiste galletas. —dijo Adrián, tomando la bolsa de papel. — Pero en serio, Scarlet, ¿una hora y media?

—¡También traje tu capuchino con shot de avellana! —se apresuró a decir, sacando el vaso del portavasos que llevaba.

Adrian tomó el café fingiendo estar serio, pero la sonrisa en su rostro lo delataba.

—Estás usando comida para manipularme otra vez —murmuró, antes de darle un sorbo al café. —Pero admito que funciona.

Scarlet soltó una risita mientras caminaban hacia su escritorio que compartía con Adrian, el cual la siguió.

—Lo sé, soy terrible —respondió con un poco de drama. —Pero vamos, ¿quién puede resistirse a unas galletas de chocolate?

Adrian negó con la cabeza divertido.

—Algún día voy a ser inmune a tus trucos, Scarlet. Algún día.

—Lo dudo —respondió ella con una sonrisa juguetona mientras tomaba asiento dejando su vaso en el escritorio.

Él soltó una carcajada y negó con la cabeza, mientras sacaba una galleta de la bolsa.

—Puede que tengas razón —admitió con una sonrisa, dándole un mordisco a la galleta.

Durante las siguientes horas estuvo escribiendo sobre su nuevo artículo en el que estaba trabajando, cuando miró su reloj en su muñeca vió que era la hora de mancharse por lo que alistó sus cosas en su bolsa antes de colgarsela en el hombro. Se despidió de Adrián antes de irse, camino hasta las puestas del edificio saliendo en dirección a su departamento, mientras caminaba con los audífonos puestos tarareando la melodia de Enchanted de Taylor Swift recordando por extraño que sonará a aquel castaño. Jamás pensó que ese momento le fuera afectar tanto como creía, pero él la hizo sentir encantada por haberlo conocido pareciendo que aquello fuera sacado de una película romántica.

Cuando llegó a su departamento la puerta estaba abierta lo que la alarmó en ese instante, se quitó sus audífonos guardándolos en su bolsa. Abrió la puerta lentamente con su mano derecha mientras que su otra mano comenzaba a formarse una esfera de energía escarlata, lista para ser usada si lo necesitaba, observó que su departamento estaba destruido por completo como si alguien hubiera estado esperando a que estuviera ahí. En un rincón oscuro de la sala una figura de un hombre se acercó lentamente hacía la luz, dejando ver qué era Tony sujetando del brazo a Iris, Scarlet hizo desaparecer la energía de su mano sorprendida de lo que estaba viendo. La expresión de Iris mostraba miedo y frustración, los ojos de la castaña se posaron en ella notando que no estaba herida físicamente algo bueno, pensó en usar sus poderes para ayudarla a liberarse pero si lo hacía Tony podría atacar a Iris, pensó rápidamente que debía por el momento seguirle el juego hasta encontrar una manera de poder salvarse las dos.

—Hola, Scarlet. —saludo Tony

—¿Qué estás haciendo en mi departamento? —preguntó manteniendo su mirada fija en él.

—Vendrás conmigo. —dijo con un tono de voz de autoridad, mientras daba un paso enfrente.

Las puertas del edificio de la escuela se abieron cuando Tony las pateó con fuerza con su pié, jalando a ambas chicas del brazo para que entrarán.

—¿Recuerdan este lugar chicas? —preguntó Tony, caminado por el pasillo mientras jalaba a Scarlet y a Iris de su brazo para luego soltarlas.

—Y ¿Cuál es el plan Tony? —le preguntó Iris caminando por el pasillo.

—¿Vas a terminar la preparatoria? —pregunto Scarlet con sarcasmo, este la empujó para que siguiera caminando.

—Quieres un plan. —le decía Tony aumentando el tono de su voz. — Antes escribías sobre el rayo, ahora lo harás sobre mí. —decia apuntándose a si mismo, mientras miraba fijamente a Iris.

—Acabas de secuestrarme Tony. — le dijo con un tono de ironía la morena.—¿Por qué haría eso?

—Porque el rayo ya no existe. —Se acercó a ella, el tono de su voz mostraba lo victorioso que estaba. —Como si fuera un insecto lo aplaste. Si no quieres terminar igual, le dirás a todo el mundo que ¡Hay un nuevo ganador en la ciudad!

Tony levanto sus brazos a ambos lados en forma victoriosa cuando dijo eso, Scarlet puso los ojos en blanco mientras se cruzaba de brazos al ver aquella escena.

—Apenas estoy empezando. —Se recargó con los brazos cruzados en uno de los casilleros.

—Sabes, cualquiera pudiera escribir sobré tí. ¿Por qué yo? —le preguntó Iris teniendo una sonrisa que mostraba lo nerviosa que estaba.

—Pregunta, y eso ¿Qué tiene que ver conmigo? — Scarlet frunció el seño confundida, preguntándose en que parte de su plan podría encajar.

—Porque me gustas Scarlet. —confeso girando a verla. —Desde siempre.

Scarlet se maldijo así misma en su mente, porque siempre terminaba gustando a chicos malos como él. De repente se le vino una idea, por qué no usar lo que había dicho a su favor así podría salvar a Iris sin usar sus poderes. Se acercó hasta él quedando demasiado cerca observándolo con una mirada coqueta junto con una leve sonrisa.

—Debiste decírmelo. —decia con una voz suave, antes de presionar la alarma de incendios que sonó al instante. —¡Corre Iris!

Iris empezó a correr pero la voz de Tony diciendo que se detuviera hizo que se girará para ver a Scarlet Siendo sujetada del brazo con demasiada fuerza, provocando le quejidos de dolor.

—¡Si vuelves a hacer algo así, te dejaré más que una marca! —exclamó molestó mirando a Scarlet. Para después arrancar la alarma de la pared y arrojarla. —Si no vuelves, hacía acá ella lo pagará caro.

Sin tener más que otra Iris camino de mala gana de regreso al lado de Tony, lo hacía no por él si no para que Scarlet no fuera herida por su culpa. Ambas las empujó hasta la vitrina de vidrios donde había una foto de Tony cuando era pequeño, a su alrededor alrededor de varios trofeos también estaban. Aquella alarma no nada más había alertado a la policía, si no también a Flash los cuáles estaba buscando a Iris sin saber que no era la única secuestrada por Tony.

—Tony entrégate antes de que esto empeoré. —dijo Iris en un intento de convencerlo.

—Aun no es tarde. —añadio Scarlet mirándolo, esperando a que tal vez pudiera arrepentirse.

—Si lo es. —respondió en un murmuró, jalando a ambas nuevamente. —La policía esta buscándome, prepárense para el show de sus vidas y no me iré sin tener una pelea.

Una ráfaga de viento se sintió por un breve momento captando la atención de los tres quienes miraron hacia las puertas a una persona parada vestida de rojo con emblema de un rayo a pocos metros de ellos. Flash notó que Iris como Tony no estaban solos, alguien más estaba junto a ellos reconociendo a Scarlet, rápidamente hizo vibrar su rostro para que no pudiera reconocerlo, parecía que sin importar el tiempo que pasaba sus caminos volvieron a cruzarse. Ella no logró ver su cara por la borrosidad que hacía al vibrar, extrañandose del porque había sido secuestrada por Tony pues no recordaba que ella fuera a la misma escuela que ellos, aún así dejo de pensar eso para concentrase en salvar a ambas.

—Bien, porque ya encontraste una. —dijo aquel sujetó desconocido, su voz sonaba extraña.

—Te hubieras quedado muerto. —comentó jalando a Iris de brazo. —¿Veniste a ver a tu fan?

—Es entre nosotros. —le informó Flash, apretando los puños. —Dejala ir

Tony tiró al suelo a Iris, para luego caminar en dirección hasta flash. Scarlet se acercó a la morena, revisando que estuviera bien.

—Si podría, pero prefiero que vea como te rompo todos los huesos del cuerpo.—Todo su cuerpo se transformó en metal.

Flash corrió en dirección a Tony lo que hizo que esté intentará darle un golpe, esquivando lo junto en el momento adecuado permitiéndole pasar por en medió de sus piernas para poder tomar  a las dos chicas y con su velocidad las dejo en el suelo al final del pasillo.

—Esperen aquí. —les dijo a ambas, no antes mirar por un momento a Scarlet.

Se levantó del suelo observando a Tony quien parecía estar molestó, nuevamente corrió hasta el esquivando un golpe para luego estar detrás suya y darle una patada que hizo que casi se cayera al suelo.

—Muy lento hombre de ojalata. —dijo Flash, esquivando otro golpe.

Todos los golpes que Tony trataba de darle fueron esquinados por Flash, el último hizo que golpeara a un casillero logrando molestarlo más de lo que ya estaba regresando a su forma normal.

—Conozco a gente como tú. —decia Flash. —Grandes en la escuela y luego descendieron. Con esos poderes y mírate, bravucón ante bravucón ahora.

Scarlet junto con Iris habían estado mirado la pelea, notando como Flash tomo la bandera de manera rápida para intentar golpear a Tony sin lograrlo de todo, ya que solo causó un rayo antes de que esté lo tomara con su mano de metal y volver a estar nuevamente normal. Ambos estaban sujetando el extremo del tubo de la bandera, eso hizo que Tony usará esto a su favor para poder golpear a Flash con los casilleros mientras aún sujetaba el tubo de metal y luego lanzarlo a una pared una y otra vez.

—¡No! —gritó Iris desesperada.

Flash estaba en el suelo limpiándose con su mano la sangre que le salía de la nariz, en cambio Tony caminaba hacia él golpeando su puño contra su mano para darle nuevamente una golpiza ahora convertido en mental. En un parpadeó Flash salió del edificio, ambas chicas se quedaron de sorprendidas al ver cómo flash pareció irse de la pelea. Tony se giró para ver a ambas chicas con una sonrisa

—¿Este es tu héroe Iris? —preguntó irónico Tony, acercándose con molestia hacia ellas.

El sonido de vidrios romperse llamó la atención de Tony, giró su cabeza para ver aquello que estaba provocando eso. Scarlet miró como un rayo venía a demasiada velocidad lo que hizo que Tony saliera volando dejando su aspecto de metal para volver a su aspecto normal. Tanto Flash como Tony estaban en el suelo por el golpe super sónico, Scarlet se levantó junto con Iris para alejarse un poco de ambos hombres, Iris se sorprendió que Scarlet fuera directamente a golpear en la cara Tony lo que hizo que cayera inconveniente al suelo.

—Lindo Golpe. —comentó Flash recargando se en un casillero.

—Creo que me la hice anicos. — dijo Scarlet sujetando su mano, en su rostro reflejaba el dolor que tenía.

—Ah, yo también. —un quejido salió de Flash.

Les vengó a decir que me hice un canal de disfunción en donde estaré subiendo contenido sobre mis fanfics, pueden encontrar el link en mi descripción de mi perfil y que si gustan seguirme en mi cuenta de tiktok @phoete24, ahí estoy subiendo contenido respecto a mis historias espero que les haya gustado este capítulo <3.

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