𝑻𝑯𝑰𝑹𝑻𝑬𝑬𝑵

Cómo si esa hubiera sido su última palabra, dos guardias aparecieron en el pasillo y se dirigieron a la celda de Jungwon, lanzándole una vata blanca para que se la pusiera. Jungwon no rechisto, comenzó a deshacerse de sus prendas para poder colocarse la que le habían dado, ignorando también las burlas y los empujones que los guardias le estaban dando.

— Hey tú — llamó uno de los guardias a Jongseong — ¿Qué es lo que les gusta a ustedes los homosexuales de su mismo cuerpo? Este chico en verdad es feo — burló, soltando carcajadas junto a su compañero.

Jongseong no respondió, no les iba a dar el gusto de que se burlasen y humillaran a Jungwon.

— Maldito idiota — murmuró uno de el guardia cuando se dió cuenta de que no iba a tener respuesta.

Jungwon terminó de cambiarse y salió de su celda seguido de ambos guardias para que lo esposaran y caminaran por el largo pasillo.

Ignoró la presión en su pecho y el cómo le costaba respirar con normalidad por cada paso que daba, más bien trató de recordar algún bonito recuerdo que le haya ocurrido en su vida.

A su mente llegaron sus padres, sentía mucha tristeza por ellos, cuando volvieran de su viaje y supieran lo que le sucedió les dolería mucho. No se iba a poner a pensar sobre su reacción cuando sepan cuál fué el motivo de su ejecución porque simplemente quería llevarse los pensamientos positivos de ellos, pues si ignoraba el hecho que lo odiasen por gustar de los chicos, sabía que sus papás siempre habían sido muy amorosos y protectores con él.

Pensó en buenas experiencias, en sus amigos, su infancia y en Jongseong.

Park Jongseong.

Él ha sido y será una de las mejores cosas que le pudo haber ocurrido en su vida, Jongseong fué la persona que lo hizo sentir amado y especial durante su relación, correr a sus brazos y acurrucarse en estos le era tan reconfortante que deseaba permanecer en estos por la eternidad, sus palabras y sus acciones donde le demostraba cuanto le amaba hacía que su corazón siempre latiera tan rápido y se sintiera cálido, Jongseong fué el primero en todo: su primer amigo, su primer beso, su primer novio, su primera vez. Él sin duda hizo que su triste mundo tuviera color. Se sentía agradecido con el universo de que le pusiera a Park en su vida, sin él, Jungwon no sabría de qué sería su vida.

Park Jongseong sin duda fué el amor de su vida, y esperaba que en alguna próxima vida, su alma y la de él gozaran del amor que en esta no pudieron disfrutar.

— Súbete a la plataforma, deprisa —.

Volvió a la realidad notando de que ya se encontraban en el sitio de su ejecución; frente a sus ojos se encontraba aquel gran tronco al que iba a ser amarrado, los hombres que rodeaban el tronco estaban esparciendo cosas como paja o más ramas cerca para que el fuego pudiera consumirle.

Intentaba controlar su miedo -cosa que no le estaba saliendo muy bien-, pues apenas se colocó en frente del tronco ya habían comenzado a amarrar su tembloroso cuerpo al sólido material. A pesar de que ya había aceptado su destino, la muerte seguía dándole miedo.

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