21| ❝parto de Lori❞
╰─────➤Al nacer,
lloramos porque entramos
en este vasto manicomio.
W.S
CALIPSO BAJÓ DEL AUTO, habían estado moviendolos de la entrada, organizando cómo sería su vivienda en su nuevo hogar. Miró como Rick indicaba que harían con los cadáveres a Carol, T-dog, Daryl y ella.
—sera un largo día —se quejó, el moreno.
—¿donde están Glenn y Maggie? Nos vendría bien su ayuda —objetó, Carol. Calipso comenzo a reír —¿Qué?
—Arriba en la torre —señaló, Daryl.
—¿La torre de guardia? Estuvieron allí anoche —señaló Rick, Calipso lo miró incrédula.
—estuvieron toda la noche, muy activos “haciendo guardia” —recalcó, poniendo sus manos en su cintura. El ojiceleste frunció sus cejas y ella rodó los ojos sin creer que no capten.
—¡Glenn, Maggie! —Daryl, los llamó. A los segundos, vieron al coreano salir sin camiseta y acomodando sus pantalones.
—¡Hey! ¿Qué pasa amigos? —preguntó, sonriendo. Ellos rieron, Carol señaló a Calipso que sonrió, ya mostrando que comprendieron.
—¿Vienen? —Preguntó nuevamente pero Glenn no escuchó —necesitamos ayuda.
—¡Ya dejen de hacer un mini Glenn y bajen! —Les pidió Calipso haciéndolos estallar a carcajadas.
—¡Bajamos en seguida!
Comenzaron a bromear sobre los enamorados cuando T-dog los llamó, para señalar a los dos prisioneros que se asomaron a las rejas. Fueron a hablar con ellos, quienes rogaban por no quedarse allí, perturbados.
—todos cometimos errores y por eso estamos aquí, jefe —le explicó el grandulón a Rick —yo no voy a fingir que soy un santo pero tiene que creerme, ya aprendimos. Lo suficiente como para preferir la carretera antes de que volver a ese agujero.
Rick volteó a Calipso y Daryl, los dos negaron. Por ende, Daryl los dejó a ambos prisioneros fuera, ya que “preferian la carretera”. Calipso se cruzó de brazos, viendo a T-dog que saltó en defensa de ambos criminales.
—¿Es en serio? —preguntó incrédulo, Rick —¿Quieres que vivan en una celda a tú lado? ¿Quieres volver a dormir con un ojo abierto?
—nunca deje de hacerlo —Obvió el moreno —¿Por qué no los traemos? Echarlos fuera es lo mismo que ejecutarlos.
—no lo sé, Axel parece un poco inestable —Se quejó, Glenn. Los demás siguieron comentando cosas negativas.
—quizas, esos dos tengan menos sangre en las manos que nosotros —argumentó T-dog y Calipso hizo una mueca.
—Calipso y yo entendemos a los tipos así, diablos, nos criamos con ellos —Habló, Daryl —son degenerados pero no psicópatas. Yo podría haber estado ahí con ellos pero estoy aquí, con ustedes —aún así, los dos creían que sería mejor que prueben suerte en la carretera, pues ellos lo habían hecho.
Rick decidió que el trato aún seguía, que prueben suerte en la carretera o se queden en su pabellón. Así que siguieron con su trabajo de mover los autos hasta acabar. Cambiando de tareas.
[…]
Calipso abrió la reja que habían cortado al entrar, dejando pasar a Rick Glenn y Daryl que llegaban con leña para quemar los cuerpos.
—miren eso —Daryl, les llamó la atención, señalando a Hershel que salía con muletas.
—el hijo de perra es fuerte —alagó Glenn dejando la leña y Calipso rió.
—con su barba y cabello parece un Santa Claus sin pierna —Argumentó divertida, Rick negó sonriendo.
—¡Muy bien, Hershel! —Gritó, Glenn. Calipso se giró a cerrar la cerca.
—cómo un Bambi dando sus primeros pasos —Rió Calipso corriendo hasta ir con Hershel.
Ella corrió, yendo a querer bromear sobre eso, pero con cada paso que iba a través del patio, pudo ver a caminantes acercándose detrás de Hershel, Maggie, Lori y Carl. Abrió los ojos sorprendida, acelerando el paso.
—¡Caminantes, corran! —les gritó, desesperada —¡Caminantes!
Llegó donde ellos, sacando su ballesta y comenzando a dispararles. Rick gritaba porque salgan de ahí, desesperado al ver a Calipso sobre una mesa, tratando de cubrir a Lori y Carl. Calipso veía como ellos eran civiles, no prisioneros, habían entrado de afuera.
—¡Maggie, entrá a Lori! —le pidió viendo a la embarazada disparar. Calipso corrió hasta donde estaba Carl, tomó su mano y lo obligó a entrar detrás de Maggie y Lori.
Cerraron detrás suya, yendo a ese pabellón, pero vieron a caminantes salir de las celdas y corrieron para salir de allí, entrando a otro lugar y cerrando la reja detrás suya. Calipso miró su caraj, ya sin flechas. Estaban dentro del pabellón C.
—¿Por qué carajos hay tantos? —preguntó Calipso, queriendo evitar los caminantes que se cruzaban.
—¡No lo sé! —sollozó Maggie, asustada —Parece como si los hubieran llamado.
—o atraído —completó Calipso, disparándole su última fecha a uno que obstruía su camino. Una alarma comenzó a sonar —¿Algo más que quiera jodernos el día? —gritó cansada. Pero tuvo que girar, aún en la escuridad de los pasillos dentro de la prisión, vió a Lori apoyarse contra la pared —no me jodas.
—algo está mal... —Lori susurró, Maggie la ayudó a sostenerse —Creo que ya viene el bebé.
—¡Pues retenlo! —le gritó desesperada. Más caminantes llegaron y Carl disparaba —Den la vuelta.
Volvieron por dónde se habían ido, pero la alarma comenzaba a llamar a más caminantes, comenzando a rodearlos. Hasta que Carl abrió una puerta y Maggie ayudó a Lori a entrar, los dos entraron luego de ellas y cerraron cómo pudieron.
Calipso se quedó en la puerta, sacando sus cuchillos, pero escuchó a Lori comenzar a quejarse y tuvo que ir con ellos.
—Lori, tenemos que acostarte —le pidió, Maggie.
—no, el bebé ya viene —negó, apoyándose contra la pared.
—Hay que regresar, para que Hershel te ayude —rogó Carl.
—es muy peligroso —negó, Calipso.
—Es riesgoso, tendrás que tener al bebé aquí —le dió la razón, Maggie, comenzando a sacarle los pantalones a Lori.
—Carl, vigila la puerta —le pidió, Calipso, ayudando a Maggie a recostar a Lori en el suelo de esa habitación fría y oscura.
—tendras que ayudarme —le pidió Maggie a Calipso que negó —no te pregunté —Vió a la menor de los Dixon hacer una mueca.
Lori comenzó a pujar, mas trataba de no gritar, ya que eso los condenaría. Pero Maggie la frenó, teniendo sangre en su mano.
Calipso sentía como el aire no era suficiente para llenar sus pulmones que comenzaban a desesperarse por querer respirar de manera agitada, los nervios abrazaron su cuerpo que quería soltarse. La sangre en las manos de Maggie le demostró que eso no iba a acabar bien. La alarma acabó y despertó de su miedo por Lori.
—mamá, mamá mírame —Carl se agachó a un lado de su madre, tomando su mano —manten los ojos abiertos.
—tenemos que llevarte con papá —le pidió, Maggie.
—no voy a llegar —negó, Lori.
—Lori, salió mucha sangre, creo que no estás totalmente dilataba todavía —murmuró la chica asustada.
—¡Mirala, Maggie! —se quejó, Calipso —No tiene fuerzas y si ese bebé no sale ahora, los vamos a perder a ambos.
—saben lo que significa —Susurró Lori, Calipso negó, queriendo que no lo diga, ella miró a Maggie —no voy a perder a mí bebé, tienes que abrirme. No tienes opción.
—¡No tengo anestesia, ni equipo!
—Calipso tiene sus cuchillos —miró a la chica que se los dió a Maggie, con pesar. Las dos chicas, atemorizadas, temblaban.
—no sobrevivirás —negó, Maggie, con los ojos cristalizados. Calipso observó a Carl que comenzaba a temblar sus expresiones.
—el bebé tiene que sobrevivir, por favor, por todos nosotros —suplicó bajo suspiros débiles —¡Por favor, Maggie!... Por favor.
Maggie miró a Calipso que acomodó el cabello de Lori, sonriendo con tristeza, luego miró a Maggie y asintió. Greene, con manos temblorosas, movió la camiseta de Lori, viendo la cicatriz de la cesárea anterior de la mujer.
—Carl —Lori, miró a su hijo —no quiero que te asustes ¿De acuerdo? Esto es lo que quiero, es lo correcto...
—no tienes que hacer esto —negó el niño, con sus ojos comenzando a aguarse, sabiendo que su mamá se estaba despidiendo.
—estaras bien. Vas a vencer este mundo, sé que lo harás —Negó la mujer, viendo a su hijo y comenzando a llorar —eres fuerte, eres inteligente y eres muy valiente... Y te amo.
—yo también te amo —Murmuró el niño. Lori tomó su mano.
—tienes que hacer lo correcto, bebé, prométeme siempre hacer lo correcto. Es fácil hacer lo contrario en este mundo, así que... Si te parece incorrecto no lo hagas, si te parece fácil no lo hagas, no dejes que el mundo te arruine —limpió las lágrimas de su hijo —siempre serás mí niño, le mejor que hice. Pero debes hacerle caso a Calipso, a partir de ahora ¿Me lo prometes? —Calipso negó pero él niño abrazó a su madre —te amo. Mí dulce, dulce niño, te amo.
Calipso sintió la lagrima bajar por su mejilla, miró a Maggie que lloraba en silencio, estaban esperando a que Lori pierda la suficiente fuerza para que no sienta tanta agonía en el parto. Lori tomó la mano de Calipso que la miró.
—amas a mí hijo —Susurró sonriendole a la chica que asintió —lo sé, lo cuidaste desde el primer minuto, eres su heroína... Eres una increíble mujer, Calipso Dixon, y quiero que cuides a mis dos hijos como si fueran tuyos, porque eres lo que necesitan, cuídalos, por favor —Calipso asintió, apretando la mano de Lori —cuida de Rick, el brillo en sus ojos que tiene al verte... No dejes que se apague, haz lo que yo no hice —Calipso apretó los ojos con fuerza.
Calipso se alejó, comenzando a llorar con fuerza.
—Maggie, cuando esto termine —ella trataba de silenciarla —no ¡Tienes que hacerlo! No puede ser Rick... Está bien. Todo estará bien... Buenas noches, amor —susurró.
—lo siento, Lori —Murmuró Maggie antes de cortar su vientre bajo y que la mujer gritase de dolor.
Carl intentó frenarla pero Calipso sostuvo al niño que luchó, aún así, se sentó en el suelo y abrazó al chico que comenzó a llorar, queriendo que paren.
—Dejala, por favor... —sollozó el niño, Calipso lo abrazó con fuerza.
—Carl, debes ser fuerte —Le susurró, Calipso, con el corazón quebrado al tener que pasar por eso.
—necesito ayuda —Maggie les pidió, Calipso dejó a Carl para acercarse —debes mantenerlo limpio, así no cortaré al bebé.
—no lo perderemos a él también —negó la chica, viendo cómo Carl gateaba hasta estar ver el rostro pacifico de su madre.
Maggie sacó al bebé.
—¿Por qué no llora? —susurró Calipso asustada, con el miedo apoderado de su cuerpo. Maggie comenzó a darle palmadas en el pecho —¡¿Maggie, por qué no llora?! —le gritó con la voz quebrada.
—¡No lo sé! —le gritó la chica, dando vuelta al bebé para masajear su espalda. Así, al fin lloró —Bien... Bien —susurró más calmada, Carl le dió su abrigo a Calipso —tenlo, le cortaré el cordón.
Calipso sostuvo al bebé y Maggie eso hizo, Calipso sonrió lagrimeando mientras veía a la niña llorar, ensangrentada, pero viva.
—Tenemos que irnos —les pidió Maggie mientras Calipso se levantaba con el bebé en brazos.
—no podemos dejarla aquí, se convertirá —Negó, Carl. Señalando a su madre. Maggie dió un paso pero el niño negó —No.
—Carl... —susurró Maggie al ver cómo él sacaba su arma.
—Dejalo —Calipso, la frenó. Miró al niño con una pequeña sonrisa, una dolorosa, pero una sonrisa.
—es mí mamá —explicó el chico, Calipso asintió, dejándolo.
—es tú deber.
Comenzó a subir las escaleras, Maggie salió para ver qué no haya nadie con los cuchillos de Calipso en sus manos. Calipso mesía a la bebé mientras susurraba su canción, tratando de no lagrimear sobre ella.
Disparo.
Calipso vió al niño salir y ella misma sintió como él cambiaría por eso. El chico pasó a un lado de Maggie, ignorandola, y quedándose a un lado de Calipso pero sin verla. La menor de los Dixon comenzó a caminar hacia afuera, pasando por esos pasillos oscuros y siguiendo las flechas pintadas en las paredes, con el bebé comenzando a llorar de nuevo.
Maggie abrió la reja, mostrandose ante el grupo que estaba afuera. Calipso miró a Rick que la observaba en estado de shock, intentó decir algo pero nada salió. Observó a su hermano, luego a Glenn, todos los observaban por traer al bebé en brazos y sin rastros de Lori.
—¿D-donde está ella? —le preguntó, Rick, dejando caer su arma.
Rick comenzó a caminar, Maggie intentó frenarlo pero el hombre comenzó a llorar viendo a su hijo, Greene fue abrazada por Glenn mientras, Daryl, se acercaba a su hermana con el bebé en brazos.
—ella... Ella dijo... —susurró pero su hermano la abrazó, con cuidado del bebé.
Escuchó a Rick llorar y caer al suelo, lamentándose.
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