𝙏 𝙡 𝙖 𝙢 𝙖 𝙘 𝙝 𝙩 𝙞 𝙡 𝙞 𝙡 𝙞 𝙯 𝙩 𝙡 𝙞

𝐀𝐃𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀. 𝐈𝐌𝐏𝐎𝐑𝐓𝐀𝐍𝐓𝐄 𝐋𝐄𝐄𝐑:
Estɑ histoɾiɑ contiene comentɑɾios sugeɾentes,
humoɾ negɾo ocɑsionɑl, spoileɾs γ modismos mexicɑnos.
Es impoɾtɑnte que ɑ pɑɾtiɾ de ɑhoɾɑ, deben de
teneɾ conocimiento de lo que pɑsɑ en el mɑngɑ de
"Vigilɑnte: Boku no Heɾo Acɑdemiɑ Illegɑls",
pɑɾɑ teneɾ un mɑγoɾ entendimiento de lo que
sucedeɾɑ́ ɑ pɑɾtiɾ de ɑhoɾɑ.
Leeɾ bɑjo su pɾopiɑ ɾesponsɑbilidɑd.

Al día siguiente

Cinco de la mañana

Me encontraba caminando hacia el lugar de reunión donde me vería con Bakugo, esta noche, había decidido no salir a patrullar para nada, debido a que si lo hacía, no iba a dormir para nada, además de que hoy era mi día libre -por petición de Yaritzi- por lo que podía descansar un poco más.

Llegué hacia el parque donde nos íbamos a encontrar, y al llegar, me encontré con la agradable sorpresa de llevarme una explosión en la cara por parte de Bakugo, afortunadamente, logré esquivarla, y antes de poder darle tiempo a pensar, ya lo tenía debajo de mí; así es, lo había tacleado para que no siguiera usando su quirk.

—Sabes usar tu quirk, eres rápido, lo admito, pero también actúas por impulso -dije con seriedad, manteniendo mi postura sobre él para evitar cualquier intento de escapatoria. A pesar de su feroz temperamento, sabía que era importante hacerle entender la importancia de controlar sus explosiones y actuar con cautela.

Bakugo frunció el ceño y trató de forcejear, pero mi agarre era firme. Sus ojos, llenos de rabia y frustración, se encontraron con los míos.

—No puedes simplemente salir explotando todo a tu paso. Eso no te hace más fuerte, solo te pone en peligro a ti y a los que te rodean -le dije con calma, buscando establecer un diálogo razonable.

Levanté lentamente mi peso de encima de él y me puse de pie, ofreciéndole una mano para ayudarlo a levantarse. Bakugo aceptó mi ayuda y se puso de pie, sacudiendo el polvo de su ropa.

—Ser el mejor no significa ser el más explosivo. Significa ser estratégico, inteligente y saber controlar tus habilidades. Tienes un potencial increíble, Bakugo, pero necesitas aprender a canalizarlo de manera efectiva -le dije, con sinceridad en mis palabras.

—Tch, no me digas qué hacer -susurró, mirando hacia otro lado.

—No es que te esté diciendo qué hacer -dije con seriedad en mi voz- Te estoy dando consejos, de ti depende si los sigues o no -me quedé callada unos segundos- Pero si quieres convertirte en un verdadero héroe, debes aprender a escuchar y aprender de aquellos que tienen más experiencia. No te estoy pidiendo que cambies tu personalidad o que dejes de ser tú mismo, solo te insto a que encuentres el equilibrio entre tu poder y tu responsabilidad -añadí, enfatizando la importancia de la madurez y la reflexión.

Bakugo me miró durante unos segundos, sin decir palabra. Parecía estar procesando mis palabras, aunque su expresión seguía siendo desafiante.

—No creas que voy a cambiar de la noche a la mañana. Pero... tal vez tengas razón en algo. No puedo seguir explotando todo sin pensar en las consecuencias -admitió finalmente, con un dejo de frustración en su voz.

Sonreí ligeramente, satisfecha de que mis palabras hubieran tenido algún impacto en él.

—Eso es un buen comienzo, Bakugo. Todos cometemos errores, pero lo importante es aprender de ellos y crecer. Estoy aquí para ayudarte en ese proceso, si estás dispuesto a aceptar mi ayuda -ofrecí, extendiéndole una mano amistosa.

Bakugo vaciló por un momento, pero finalmente estrechó mi mano con firmeza.

—No te equivoques, no voy a volverme blando. Pero si tienes algo que enseñarme, estoy dispuesto a escuchar -declaró, con determinación en su mirada.

Asentí, satisfecha con su respuesta.

—Entonces, empecemos por trabajar en tu control y en desarrollar estrategias más eficientes. Juntos, podemos convertirte en un héroe aún más poderoso y respetado -le dije, con una mezcla de confianza y entusiasmo.

Y así, mientras el sol comenzaba a alzarse en el horizonte, Bakugo y yo nos adentramos en un nuevo capítulo de entrenamiento y crecimiento.


•┈••✦ ❤ ✦••┈•


Varias horas después

Siete de la mañana

Ya estuvimos entrenando durante dos horas, Bakugo se encontraba recostado en el pasto mientras respiraba pesadamente.

—J-Joder... -susurró con la voz entrecortada por el cansancio- Jamás había hecho un entrenamiento como estos

—¿Nunca? -reí con burla- Este es mi entrenamiento normal

—¿C-Cómo es que aguantas tanto? -preguntó, mirándome a los ojos.

—Bueno, Bakugo, cada héroe tiene su propio nivel de exigencia en el entrenamiento. Es parte de lo que nos ayuda a mejorar y superarnos a nosotros mismos. Pero no te preocupes, con el tiempo te acostumbrarás y verás los resultados. Estás progresando rápidamente, solo necesitas seguir esforzándote y manteniendo el enfoque

Bakugo levantó la cabeza y me miró con determinación.

—No me detendré hasta superar mis límites y convertirme en el mejor, te lo aseguro. No puedo permitirme quedarme atrás

—Eso es lo que me gusta escuchar, Bakugo. La determinación es una de las cualidades más importantes de un héroe. Sigue así y estoy segura de que alcanzarás grandes cosas

Nos levantamos del suelo y nos preparamos para continuar el entrenamiento. A pesar del cansancio, Bakugo mostraba una determinación renovada y una actitud más receptiva. A lo largo de las siguientes horas, nos enfocamos en mejorar su control sobre su quirk y en trabajar en estrategias de combate.

Poco a poco, Bakugo demostraba un mayor dominio sobre sus explosiones y comenzaba a utilizar su poder de manera más inteligente y estratégica. Estaba aprendiendo a contener su temperamento y a pensar antes de actuar, lo cual era un gran avance.

—Estás progresando rápidamente, Bakugo. Estoy impresionada por tu dedicación y tu capacidad para adaptarte. Sigue así y llegarás lejos

Bakugo sonrió, aunque su expresión seguía siendo seria.

—Voy a llegar más que lejos. Voy a llegar a la cima y demostrar que soy el mejor

No pude evitar sonreír ante su determinación y confianza. Estaba claro que Bakugo tenía el potencial para convertirse en un héroe excepcional, y estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para lograrlo.

Continuamos entrenando durante el resto del día, aprovechando al máximo nuestro tiempo juntos. A medida que avanzábamos, no solo veía crecer las habilidades de Bakugo, sino también su comprensión de lo que significaba ser un verdadero héroe. Estaba aprendiendo a equilibrar su poder con la responsabilidad y a trabajar en equipo.

Al atardecer, finalmente dimos por terminado nuestro entrenamiento. Bakugo estaba agotado, pero su mirada reflejaba satisfacción y determinación.

—Gracias por el entrenamiento -soltó un suspiro- Ha sido agotador, pero valió la pena. Estoy más cerca de mi objetivo gracias a ti

—El mérito es tuyo, Bakugo. Tú eres quien ha trabajado duro y ha demostrado un increíble progreso. Estoy segura de que te convertirás en un héroe admirable

Nos despedimos y cada uno partió en dirección a sus respectivos hogares. Mientras caminaba, reflexioné sobre el día y sentí una gran satisfacción al ver el crecimiento de Bakugo. Estaba emocionada por el futuro y por las increíbles hazañas que seguramente lograría.


•┈••✦ ❤ ✦••┈•


Había llegado a mi casa, apenas entré, me encontré con una carta en el suelo, la tomé entre mis manos y me di cuenta de que era por parte de a U.A.

Los resultados al examen de admisión -pensé.

Corrí hacia la sala de estar; con manos temblorosas, abrí rápidamente la carta. Me sorprendí demasiado al ver un holograma, y que en este se mostrara a All Might. Mi corazón latía con fuerza y mi mente estaba llena de expectativas mientras absorbía cada palabra dicha por All Might.

—¡Booya! ¡Estoy aquí como una proyección ahora! -salté en mi lugar por el repentino grito.

—All Might... -murmuré.

—Mis disculpas jovencita -sonríe- La verdad es que no vine a esta ciudad solo para luchar contra los villanos. Estás viendo al miembro más nuevo de la facultad de la UA

Ya veo, así que All Might se ha convertido en un nuevo miembro del staff de la U.A., solo esperaba que su llegada no perjudicara en nada y no nos ponga a nosotros en la vista de los villanos.

—De acuerdo al examen escrito, obtuviste noventa y siete puntos en total, muchas felicidades jovencita -sonríe- En cuanto al examen práctico, obtuviste ochenta puntos, esos son más que suficientes puntos como para entrar al curso de héroes, sin embargo, al ayudar a varios alumnos a mantenerlos a salvo, y además a derrotar al villano de cero puntos para evitar que alguien más salga herido, se le han otorgado veinte puntos más de rescate, teniendo así cien puntos en total, quedando en primer lugar en el examen de admisión. Felicidades, señorita, usted ha pasado el examen. Bienvenida, a su escuela de héroes -el holograma se apagó.

Una mezcla de emociones se apoderó de mí en ese momento. La alegría, la emoción y la gratitud se entrelazaron en mi interior. No podía creerlo, había sido aceptada en la academia de héroes más prestigiosa del país.

Las lágrimas de felicidad brotaron de mis ojos mientras mis manos apretaban mi ropa con fuerza. Todo mi arduo trabajo, mis sacrificios y mi dedicación habían valido la pena. Este era el primer paso hacia mi sueño de convertirme en una heroína y proteger a los demás.

Saqué los otros documentos que estaban en el sobre y los leí.

—"Estimada Yeyetzi, nos complace informarte que has sido aceptada en la U.A., la prestigiosa academia de héroes. Tu rendimiento en el examen de admisión fue excepcional y creemos firmemente en tu potencial para convertirte en una heroína destacada. Te felicitamos por este logro y te damos la bienvenida a nuestra institución.

Te adjuntamos los detalles sobre el inicio del año académico, las fechas de orientación y los requisitos previos para tu ingreso. Esperamos contar contigo como parte de nuestra comunidad estudiantil y estamos seguros de que encontrarás en la U.A. el ambiente adecuado para desarrollar tus habilidades y cumplir tus sueños.

Si tienes alguna pregunta o necesitas más información, no dudes en contactarnos. Una vez más, felicidades por tu admisión y te deseamos mucho éxito en tu futura carrera como heroína.

Atentamente, la Dirección de la U.A."

Desde ese momento, mi determinación se fortaleció aún más. Sabía que la U.A. sería un desafío, pero estaba lista para enfrentarlo con valentía y determinación. Estaba lista para aprender de los mejores y convertirme en la mejor versión de mí misma.

Con la carta de aceptación en mis manos y la promesa de un futuro lleno de oportunidades, me sentí inspirada y motivada. Sabía que el camino no sería fácil, pero estaba dispuesta a luchar por mis sueños y convertirme en la heroína que siempre había soñado ser.

Salí de mis pensamientos cuando me llegó un mensaje a mi celular por parte de Bakugo.

Oi, ¿ya te llegó la carta de la U.A.?
8:00 p.m.

Sí, ¿por qué la pregunta?
8:00 p.m. ✔️✔️

Lo pregunto porque a mí ya me llegó, idiota 🙄
8:00 p.m.

Bueno, pues sí, ya me llegó
8:00 p.m. ✔️✔️

¿Y pasaste?
8:00 p.m.

Claro que pasé, ¿por quién me tomas? :v
8:00 p.m. ✔️✔️

¿Y tú pasaste?
8:00 p.m. ✔️✔️

Claro que pasé el examen de admisión, pasé
en segundo lugar, yo quería el primer lugar,
pero aparentemente, alguien tuvo más puntos
que yo...
8:00 p.m.

Me ganaron por veintitrés puntos...
8:00 p.m.

...
8:00 p.m. ✔️✔️

:>
8:00 p.m. ✔️✔️

No me jodas...
8:01 p.m.

¿Es en serio?
8:01 p.m.

¿No me estás jodiendo?
8:01 p.m.

No, ja ja, yo obtuve el primer lugar en el examen
de admisión
8:01 p.m. ✔️✔️

...
8:01 p.m.

🖕🏻
8:01 p.m.

No te enojes, ja ja
8:01 p.m. ✔️✔️

Si hubieras hecho más, te aseguro que hubieras
ganado más puntos que yo
8:01 p.m. ✔️✔️

¿A qué te refieres con eso?
8:01 p.m.

Bueno, por lo que tengo entendido, te daban
puntos extra si ayudabas a los demás, por
ejemplo, ayudabas a rescatar, ayudabas a 
destruir robots, primeros auxilios, etc.
8:01 p.m. ✔️✔️

Ya...
8:01 p.m.

Espera, la vieja me acaba de hablar
8:01 p.m.

Okay...
8:01 p.m. ✔️✔️

Pásame ubicación de tu casa
8:04 p.m.

¿Eh? ;-;
8:04 p.m. ✔️✔️

Me acabo de pelear con la bruja, no quiero estar
aquí...
8:04 p.m.

Ver ubicación
8:04 p.m. ✔️✔️

Acá te espero
8:04 p.m. ✔️✔️

Después de leer el mensaje de Bakugo, rápidamente le envié mi ubicación y me preparé para recibirlo en mi casa. Estaba preocupada por él y quería estar allí para apoyarlo en ese momento difícil. Mientras esperaba su llegada, reflexioné sobre lo que acababa de suceder.

Aunque estaba emocionada por mi aceptación en la U.A., también sentía empatía por Bakugo. Sabía que para él, obtener el primer lugar era importante y que se esforzaba al máximo en todo lo que hacía. Sin embargo, también reconocía que el examen de admisión no era el único indicador de su valía como héroe.

Por otro lado, tenía curiosidad de qué había pasado en casa con su madre, ¿por qué se habían peleado? ¿Qué había pasado para que Bakugo quisiera venir a mi casa?

Salí de mis pensamientos cuando escuché el timbre de mi apartamento sonar. Rápidamente, me levanté del sofá y caminé hacia la puerta para abrirla. Bakugo entró rápidamente, tirando al suelo una mochila.

—¿Todo bien? -pregunté una vez cerré la puerta mientras me acercaba a él.

Bakugo tenía los puños apretados y el ceño fruncido; él estaba susurrando cosas inaudibles.

—Ve a sentarte, voy a traerte algo de beber -dije con voz suave.

Bakugo asintió sin decir nada y se dirigió hacia el sofá mientras yo me dirigía a la cocina. Sabía que necesitaba un momento para calmarse y procesar lo que había ocurrido. Preparé un par de vasos de agua y regresé a la sala de estar.

Le entregué un vaso a Bakugo y me senté a su lado, dándole tiempo para hablar si así lo deseaba. Después de unos minutos de silencio tenso, finalmente decidió romper el silencio.

—Tuve una discusión con mi madre. Está frustrada porque no obtuve el primer lugar en el examen de admisión. Dice que no he estado esforzándome lo suficiente y que siempre esperaba más de mí. Pero no entiende todo lo que he pasado y lo mucho que me he esforzado. Me siento... decepcionado. Quería demostrarle que soy capaz, que puedo ser el número uno

Pude ver la frustración y la tristeza en los ojos de Bakugo mientras hablaba. Comprendía su deseo de ser reconocido y apreciado por sus logros, especialmente por parte de su familia. Decidí escucharlo con atención y ofrecerle mi apoyo.

—Bakugo, sé lo mucho que te has esforzado y lo fuerte que eres como héroe. Obtener el primer lugar en el examen de admisión no define tu valía como persona o como futuro héroe. Tienes habilidades increíbles y un espíritu indomable. Sé que serás un gran héroe, sin importar los resultados de un solo examen

Bakugo me miró con sorpresa, como si no esperara esas palabras de aliento. Luego, una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

—Gracias, idiota. Siempre sabes qué decir. Me alegra tener a alguien como tú a mi lado

Sonreí y le di un golpecito amistoso en el hombro.

—Siempre estaré aquí para apoyarte, Bakugo. Eso es lo que hacen los amigos, ¿no?

—Sí... Amigos -susurró, mirando hacia otro lado.

Nos quedamos unos segundos en silencio, disfrutando de la cercanía del otro.

—¿Quiéres una cerveza? -pregunté mientras me levantaba del sillón.

—¿Qué? -preguntó con desconcierto y sorpresa.

—Que si quieres una cerveza -reí levemente- Para festejar que acabamos de entrar a la U.A. -dije con una sonrisa, sacando dos cervezas del refrigerador.

—Tienes catorce años, y yo tengo quince años... No debemos de estar tomando alcohol -frunció el ceño.

—Vamos, una vez al año, no hace daño -le guiñé un ojo mientras le extendía la cerveza.

Se le quedó mirando a la cerveza durante un par de segundos, hasta que tomó la cerveza entre sus manos y le dio un trago.

—Está bien, solo esta vez. Pero asegúrate de no acostumbrarte a esto, ¿entendido? -dijo, aceptando la cerveza con una mezcla de curiosidad y cautela.

Nos sentamos nuevamente en el sofá, esta vez con las cervezas en mano. Brindamos y tomamos un sorbo, disfrutando del momento de camaradería. Aunque éramos jóvenes, sabíamos que habría momentos difíciles en nuestro camino hacia convertirnos en héroes, y era reconfortante tener a alguien con quien compartir esas experiencias.

Con el tiempo, la conversación fluyó entre risas, anécdotas y sueños para el futuro. Nos dimos cuenta de que, a pesar de nuestras diferencias y personalidades contrastantes, compartíamos una profunda amistad y un deseo mutuo de apoyarnos en nuestras metas.

Esa noche, mientras continuábamos charlando y disfrutando de nuestras cervezas, sentí que nuestra amistad se fortalecía aún más. Estábamos listos para enfrentar los desafíos que nos esperaban en la U.A., sabiendo que teníamos un amigo en quien confiar y apoyarnos mutuamente.


•┈••✦ ❤ ✦••┈•


Dos horas después

Diez de la noche

Algunas horas habían pasado desde ese entonces, Bakugo se había quedado completamente dormido en el sillón, que afortunadamente -y que apenas me había dado cuenta-, se trataba de un sofá que se podía convertir en cama, él se quedó dormido después de que ambos nos hayamos cambiado a nuestras pijamas; yo me había quedado a su lado para asegurarme de que todo estuviera bien con él.

Me levanté de la cama y caminé rápidamente hacia mi habitación, procurando de que no despierte a Bakugo en el proceso. Abrí el clóset y saqué un par de cobijas que me había traído desde México.

Tomé un par de cobijas que podría mantenernos frescos, pero a la vez, calentitos en la noche, y me llevé las cobijas hacia el piso de abajo. Caminé hacia donde el sillón, o cama más bien, y tapé a Bakugo con las cobijas para que no pase ningún frío.

—Sí... Voy a ser el héroe número uno -Bakugo susurró entre sueños.

Reí entre dientes a lo bajo y procuré que Bakugo estuviera cómodo a la hora de dormir. Miré el rostro de Bakugo, y pude darme cuenta de que se veía mucho más tranquilo y pacífico que cuando estaba despierto; además, también pude notar un pequeño hilo de saliva que resbalaba hasta su mejilla.

Tierno -pensé, riendo internamente.

Recogí las latas de cerveza que habíamos tomado, Bakugo solo había logrado tomarse dos debido a que le había dado dolor de cabeza, y yo...

Supongo que no es necesario decir cuántas cervezas me tomé...

Fueron seis...

En fin, dejando eso de lado, dejé las latas de cerveza en el bote de basura y volví a dirigirme donde Bakugo estaba, me acosté al lado de él, tapándome con las cobijas para no tener frío en la noche.

Escuché un quejido por parte de Bakugo y como se dio la vuelta, quedando su rostro frente a mí, yo creo que por parte inconsciente, él comenzó a acercarse a mí, debido a que sentí como me abrazó, y escondió su rostro entre mis pechos.

Joder...

Qué confianza...

Solté un suspiro y lentamente y con cuidado de no despertarlo, rodeé su fornido cuerpo con mis brazos, atrayéndolo un poco más a mí; escuché otro suspiro de su parte y como se acomodó un poco más entre mis brazos.

Bakugo ya no parecía ese chico rudo y violento, ahora parecía ser una persona completamente diferente, se veía tierno y calmado, casi parecía ser un niño pequeño que solo estaba durmiendo en los brazos de su madre.

Me preguntaba que tan fea estuvo la pelea de Bakugo con su madre para que él me pidiera quedarse en mi casa, a pesar de que no llevamos ni una semana de conocernos, y parece que él ya tenía la suficiente confianza como para abrazarme y quedarse dormido como si nada en mi propia casa.

Mientras abrazaba a Bakugo y reflexionaba sobre la situación, me di cuenta de la confianza que estaba depositando en mí. Aunque nuestra amistad era relativamente nueva, parecía que ya había encontrado en mí un apoyo en momentos difíciles.

Intenté no sobre analizar la situación y simplemente disfrutar del momento de serenidad que compartíamos. Sabía que Bakugo estaba pasando por un momento complicado con su madre y que necesitaba consuelo y apoyo. Aunque su comportamiento no era típico de él, entendía que todos tenemos momentos vulnerables y que a veces necesitamos a alguien en quien apoyarnos.

Mientras Bakugo dormía plácidamente, me permití relajarme y disfrutar de su cálido abrazo. Me sentía agradecida de poder estar allí para él y de que confiara en mí lo suficiente como para buscar refugio en mi hogar.

A medida que la noche avanzaba, me quedé dormida abrazando a Bakugo, sintiendo una sensación de paz y conexión con él.


•┈••✦ ❤ ✦••┈•


Dos horas después

Doce de la noche

Me desperté lentamente, soltando un bostezo en el proceso; tomé mi celular entre mis manos y me di cuenta de que ya eran las doce de la noche, por lo que significaba de que ya era hora de que saliera a patrullar.

Me levanté del sillón-cama, procurando en que no despertara a Bakugo, y caminé hacia mi habitación. Al estar en mi habitación, saqué mi traje de vigilante de mi armario y me vestí, al finalizar, dejé cargando mi celular y salí por la ventana de mi habitación, tratando de no dejar ningún rastro de que había salido a patrullar, debido a que Bakugo todavía no sabía que trabajaba de vigilante.

Mientras salía por la ventana y me dirigía hacia mi labor como vigilante, sentí un ligero remordimiento por no haberle informado a Bakugo sobre mi doble vida. Sabía que era algo importante y que eventualmente tendría que revelarle la verdad tarde o temprano, pero prefería no hacerlo todavía, debido a que podría ser algo peligroso de revelarle.

Mientras patrullaba por las calles, mi mente estaba dividida entre mi deber como vigilante y la preocupación por Bakugo. Me preguntaba cómo se sentiría al despertar y encontrarse solo en mi casa, sin saber adónde había ido.


•┈••✦ ❤ ✦••┈•


Cuatro horas después

Cuatro de la mañana

Después de unas horas de patrullar y asegurarme de que la ciudad estuviera segura, regresé a casa. Entré por la ventana de mi habitación y me cambié rápidamente de vuelta a mi ropa normal.

—¿Dónde estabas? -susurró una voz ronca detrás de mí, una vez me volví a colocar mi pijama.

—Mierda -pensé, tensándome de inmediato.

Me di la vuelta rápidamente, solo para encontrar a Bakugo recargado en el marco de la puerta, con su rostro adormilado.

—¿Dónde estabas? -volvió a preguntar.

—Yo... Umm... -me puse nerviosa- Yo...

—Dime de una vez -sentenció, acercándose a mí.

Me sentí atrapada en una encrucijada. Por un lado, quería ser honesta con Bakugo y contarle la verdad sobre mi doble vida como vigilante. Por otro lado, tenía miedo de ponerlo en peligro y de que se sintiera traicionado por no haberle revelado mi secreto antes.

—Y-Yo... Umm... L-Lo siento, no puedo decirte... -susurré, mirando hacia otro lado.

Escuché un "Tch" de su parte, y me di cuenta como caminaba a mi cama y tomaba mi traje de vigilante entre sus manos.

—N-No, espera -traté de detenerlo, pero él ya había comenzado a inspeccionar mi traje.

—Mmm... -susurró- Máscara de gas, pantalones, top deportivo... Chamarra negra... Tenis blancos... -acomodó la ropa en la cama... Un traje que es igual a de un nuevo vigilante que acaba de aparecer aquí en Japón -susurró, viéndome con seriedad- ¿O me equivoco?

Miré hacia otro lado con culpa. Me sentí atrapada en una situación complicada. Bakugo había descubierto mi secreto y ahora estaba esperando una respuesta. Sabía que no podía ocultar la verdad por más tiempo.

Respiré profundamente y me acerqué a Bakugo, mirándolo directamente a los ojos.

—Tienes razón, Bakugo. Soy una vigilante. Salgo por las noches para proteger la ciudad y ayudar a aquellos que lo necesitan. Quería mantenerlo en secreto para protegerte...

Bakugo frunció el ceño y parecía estar procesando la información. Después de unos momentos de silencio incómodo, finalmente habló.

—No puedo creer que me hayas ocultado esto. ¿Crees que no puedo cuidar de mí mismo? ¿Que no puedo estar involucrado en esto?

Traté de explicarle mi razonamiento, pero Bakugo me interrumpió.

—No necesito que me protejas, y mucho menos que me ocultes cosas. Soy lo suficientemente fuerte y capaz para cuidar de mí mismo. No eres mi madre ni mi niñera

Sus palabras me dolieron, pero entendía su frustración. Había subestimado su capacidad para enfrentar los peligros y había dejado de lado su derecho a saber la verdad.

—Lo siento, Bakugo. Me equivoqué al no confiar en ti y al no compartir esto contigo desde el principio. Fue un error de mi parte y asumo la responsabilidad por ello

Bakugo parecía calmarse un poco al escuchar mis disculpas sinceras. Se cruzó de brazos y suspiró.

—Está bien. Pero de ahora en adelante, no me ocultes nada. Quiero estar al tanto de lo que estás haciendo y ser parte de ello si es necesario.

Asentí, aliviada de que estuviera dispuesto a darme una oportunidad de rectificar mi error.

—Lo prometo, Bakugo

Bakugo asintió, aunque todavía parecía un poco molesto. Sabía que tomaría tiempo reconstruir su confianza, pero estaba decidida a hacerlo.









































Tlamachtililiztli

Resultados

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top