CAPÍTULO 50: ENCOUNTERS WITH THE DEAD
—— ENCOUNTERS WITH THE DEAD ——
Para Fallon saber que estaba muerta y que estaba con sus padres biológicos era algo que la costaba asumir. La primera vez que murió había sido un sueño para ella, una siesta de la que se despertó sin mucho poder, pero ahora era distinto, y de alguna forma se alegraba de estar allí. Por supuesto sabía que debía de despertar de inmediato, sus amigos la necesitaban, Alfea la necesitaba; pero una parte de ella no quería irse, quería quedarse allí y vivir la vida que jamás tuvo. Apenas recordaba a sus padres adoptivos, así que aquello era en verdad un sueño hecho realidad, un sueño donde finalmente las preguntas que tenía, aquellas que solo ellos podían responder, tendrían respuesta. Finalmente podría terminar el rompecabezas que empezó cuando descubrió que ella y Bloom eran dos intercambiadas.
—Cuando tu y Beatrix nacisteis, creímos que las dos habíais nacido con mi poder, que ambas erais dos hadas de aire.— Explicó Bastian mientras Fallon les miraba con atención, por primera vez en su vida tendría las respuestas a sus preguntas, por primera y última vez en su vida vería y hablaría con sus padres, por última vez en su vida se dejaría matar.
—Pero fue cuando los habitantes de Aster Dell se llevaron a Bloom cuando revelaste tu naturaleza.— Intervino en esta ocasión Dominique, la cual miraba a su hija como si nunca la hubiera visto antes, como si en su memoria no guardará el recuerdo de sus dos hijas cuando nacieron. —A diferencia que las hadas, los fénix suelen manifestar su poder antes, y cuando vimos que eras como yo... temimos por lo que podía suceder.— Añadió sabiendo que Fallon era una anomalía, ya no solo por ser una Ignis, sino porque como ella era un fénix, y escasas veces un hijo heredaraba el poder de su padre fénix, para hacerlo ambos progenitores debían de serlo, y Bastian distaba mucho de que fuera un fénix.
—Por desgracia, nuestra intuición no fallo, y las brujas os secuestraron a ti y a Beatrix. De inmediato intenté hablar con Arthur, nuestra amistad debía de servir para algo y fue él quien informó a Rosalind sobre lo que ocurría. Cuando atacaron yo intervine, pero solo te pude encontrar a ti, así que te saque de allí lo más rápido posible.— Explicó su padre mostrando en su mirada y en su voz que todavía le perseguía el hecho de que sólo hubiera encontrado a una de sus dos hijas, cuando en realidad debía de haber luchado por las dos.
—Yo identifique a Bloom como la nueva llama del dragón, era sencillo usando el fuego sagrado, por lo que hablamos con Rosalind para que ambas fuerais al mismo lugar en el primer mundo, para que pudierais estar juntas.— Añadió su madre haciéndola ver que ellos confiaron en Rosalind, creyendo que ella les ayudaría cuando en realidad solo se quería ayudar a ella misma, pero tal vez lo que más la sorprendía es que sus padres pudieran haber decidido mandarla a otro mundo donde la magia era un mero cuento de hadas.
—Estábamos preparando todo cuando atacaron nuestra casa, ellos sabían que eras un Ignis, y venían de nuevo a por ti, así que hicimos todo lo posible para llevarte al que sería tu nuevo hogar.— Explicó su padre haciendo que a la mente de ella viajará aquel flashback que tuvo meses atrás cuando ellos la dejaron en la puerta de la casa de sus padres adoptivos. —Cuando regresamos...— Empezó a decir mientras su voz se entrecortaba, haciendo que su mujer le agarrase de la mano indicándole de que aquello ya había pasado, por supuesto estaban muertos, pero estaban juntos y habían protegido a sus hijas, tal vez no de la manera que hubieran querido, pero sí de la mejor manera que en aquellas circunstancias pudieron.
—Si Beatrix es mi hermana..., ¿por qué ella no es también un fénix? ¿Por qué Rosalind la dejó con Andreas? ¿Por qué no nos dijo la verdad?— Preguntó Fallon sorprendida de que Beatrix fuera su hermana, pero aunque la costará creerlo, ella era su hermana, la única familia que la quedaba con vida, y lucharía por ella, lucharía para que ambas pudieran estar juntas, para que pudieran recuperar todo el tiempo que las habían quitado.
—De hecho no creíamos que lo fuerais, los fénix... no tendemos a nacer con la facilidad que crees. Suelen pasar varias generaciones hasta que nace uno nuevo, de ahí que crean que estamos extintos, y también es difícil manifestar nuestro verdadero poder si hemos crecido creyendo que somos hadas de fuego.— Explicó Dominique con una sonrisa, ya que veía en Fallon un gran parecido con ella en personalidad, aunque físicamente se parecía muchísimo a su padre. —Pero creemos que es por la fecha en la que vosotras nacisteis, hace mil años Bloom nació, según descubrimos era la hija de la hada que creó a los quemados.— Aclaró haciendo que la expresión de la morena cambiará al escuchar que Bloom tenía mil años y que su madre biológica fuera quien creó a los quemados.
—De ahí la conexión.— Asumió como si aquello fuera la cosa más evidente del mundo, pero al menos la aliviada saber porque ella era un Ignis.
—Exacto, pero fueron creados también con la llama sagrada de ahí que tu también les sintieras.— Añadió su madre haciendo que a la mente de Fallon viajará la imagen de Yelena, una parte de ella no podía creerse que la hubiera engañado con tanta facilidad, pero se lo merecía, por su deseo de querer saber la verdad.
—Con respecto al por que Rosalind dejó a Beatrix con Andreas... no lo sabemos, nosotros no sabíamos que estaba viva, de hecho creíamos que había muerto y sino os dijo la verdad... tal vez fue para protegeros.— Sugirió Bastian, pero Fallon creía que no las había dicho nada era para que ninguna de las dos investigara, para que ambas permanecieran en lugares diferentes, siendo ella el centro de atención de sus vidas y la única que podía llegar a ayudarlas a descubrir la verdad con respecto a sus orígenes.
—No puedo creerme que haya estado tan ciega.— Murmuró Fallon mientras se frotaba la cara con ambas manos sin creerse lo que había pasado. —Yelena se presentó a mi como una amiga, una aliada, mi hermana, y solo quería mi poder...— Añadió con frustración sabiendo que cuando despertará, por que lo haría, iría a por ella. La mataría y no tendría el menor resquicio de piedad, porque ella no se la había mostrado y porque pagara por todo lo que había hecho, por todas las muertes que había. Vengaria a todos.
—Es lo que tiene confiar en los demás, corremos el riesgo de ser traicionados.— La recordó su madre sabiendo que nadie estaba seguro de sí podía o no confiar en los demás, los actos dictaminaban si podían o no hacer aquello.
—Debía de haberla hablado a Rosalind de Yelena, ella hubiera podido ayudarme a descubrir que no era ella. No me puedo creer que no la dijera la verdad.— Murmuró mientras se levantaba y salía de la cabaña, haciendo que Dominique quisiera ir tras ella para poder consolarla.
—Dala tiempo, es demasiada información.— La recordó Bastian mientras detenía a su mujer, sabiendo que debían de dejarla su espacio para asimilar toda aquella nueva información.
—Diecisiete años...— Murmuró Dominique sin creerse que hubiera pasado tanto tiempo. —¿Cómo ha podido pasar tanto tiempo desde que las perdimos?— Preguntó sorprendida por lo lento que había pasado el tiempo para ellos, ya que para ambos sus hijas seguían siendo dos bebés de apenas unos meses.
—Pero ambas han crecido alejadas de la verdad y del deseo de venganza...— Empezó a decir su marido sabiendo que muy en el fondo era bueno, si hubieran crecido sabiendo lo que les pasó no se habrían convertido en quienes eran, ni estarían donde en aquellos momentos estaban.
—Pero separadas, nos separaron de ellas, no las hemos visto crecer, ni hemos estado en sus primeros momentos, menos aún cuando fueron a Alfea... Se han enfrentado a todo solas.— Alegó ella sin creerse que se hubieran podido perder tantos momentos.
—Solas no, Dominique. Se tienen a la una a la otra, y estoy seguro de que en Alfea estarán rodeadas de amigos que las quieren que estarán haciendo todo lo posible para detener a Yelena.— La recordó Bastian sabiendo que Yelena pagaría por lo que había hecho, así como sabía que sus hijas, en especial Fallon, no iban a estar solas. Ellas jamás estarían solas, porque aunque ellos estuvieran muertos siempre estarían con ellas, y ahora que las dos sabían la verdad, podían estar juntas, podían ser una familia, aunque fuera algo pequeña.
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—Tu padre y yo nos conocimos en Alfea, siempre quisimos que vosotras llegarais hasta allí, creíamos que os haría vivir experiencias inolvidables.— Comentó Dominique mientras se sentaba al lado de Fallon, la cual sonrió al escucharla.
—Créeme que muchas son las experiencias inolvidables que hemos vivido.— Garantizo mientras sonreía al recordar todos los problemas que ella, Bloom y Beatrix habían causado desde que llegaron. —Aunque fue extraño el ir a una escuela nueva en un mundo mágico, todo era tan extraño, tan... idílico.— Murmuró haciendo que Dominique la mirase confundida. —De pequeña, mis padres adoptivos, me contaban cuentos de hadas y magia, cuando supe que existía, y que yo era parte... Solo quería que fuera mentira.— Admitió sabiendo lo que suponía pertenecer a un mundo así, se había pasado toda su vida leyendo sobre ello, por lo que sabía a lo que podría enfrentarse, y para su desgracia estaba en lo cierto.
—¿Por qué?— Quiso saber su madre sin entender porque no querría ser parte de un mundo donde la magia era tan importante, tan especial y tan bonita.
—No creía que fuera a ser distinto que en mis otros institutos, de hecho creía que terminaría expulsada.— Admitió riendo sabiendo que aunque no había terminado expulsada, había terminado siendo juzgada por matar a Rosalind, lo que parecía ser algo peor.
—Sí..., es un claro indicador de los Ignis, la rabia, el enfado... Sin duda no se lo has tenido que poner fácil a ningún especialista.— Garantizó riendo mientras la miraba con orgullo al ver en la hada y en la especialista que se había vuelto su hija.
—De hecho la gran mayoría me tienen miedo, antes era por el hecho de que había ganado a Sky y luego fue porque me hice amiga de Stefan. Y ahora... bueno soy un Ignis, creen que soy una bomba a punto de estallar.— Admitió sabiendo que todos la temían, por supuesto podía llegar a ser divertido de alguna forma, pero ver el miedo en las expresión de los demás ni era algo tan divertido como podía parecer, ya que ver el miedo la hacía pensar que la veían como un monstruo, como si fuera el peligro personificado, y puede que fuera así, pero no era su culpa haber nacido siendo un Ignis, ella no decidió tener en su interior todo aquel poder.
—En eso no se equivocan.— Admitió su madre sabiendo que Fallon debía de convertirse en aquella bomba. —Con el resurgimiento de Yelena..., vas a tener que explotar.— La advirtió sabiendo que solo Fallon con todo su poder magnificado podría tener alguna oportunidad, pero ella sabía que lo conseguiría, su hija era fuerte, podía verlo en sus ojos.
—¿Cómo derrotó a una criatura que es como yo?— Preguntó sin saber como podría hacerlo, la anterior vez Yelena la ayudo, aunque lo hizo para ganarse su confianza, pero la ayudo. ¿Cómo lo haría ahora cuando ella apenas sabía de todo lo que era capaz de hacer?
—La llama del dragón creo nuestro mundo, la llama sagrada destruye la magia.— Empezó a decir Dominique. —Debes de invocar la llama sagrada, no de la manera que lo has hecho otras veces, debes de dejar que su poder te consuma. Debes de transformarte en un Ignis, debes de ser la destrucción personificada para derrotarla.— Añadió haciendo que Fallon frunciera su ceño, ya que aquello era peligroso, no para ella, sino para los demás. Además, de que ella no sabía como hacer aquello, ella no controlaba el fuego sagrado como Bloom lo hacía con la llama del dragón.
—Eso suena peligroso.— Murmuró preocupada por todo el caos que podía originar.
—Lamento que crecieras sin saber quien eres, y que descubrirlo fuera tan... desagradable.— Dijo su madre mientras cambiaba se tema sabiendo que debía de disculparse por todo lo que había vivido su hija, de alguna forma ella se sentía culpable por todo lo que Fallon había sufrido.
—Tal vez las cosas hubieran sido diferentes, pero de haber crecido como un hada, siendo parte de este mundo, tal vez nada de lo que he vivido hubiera pasado.— Admitió mientras la dedicaba una sonrisa mostrando que ella no lamentaba nada, por supuesto la dolía muchas de las cosas que habían sucedido, pero en perspectiva no todo había sido tan malo, sus padres adoptivos la querían, su abuela la quería, y había conocido a Justin, había tenido la libertad que ninguna otra persona hubiera llegado a tener, y de haber vivido como un hada... tal vez ella fuera una persona diferente a quien era en aquel momento, tal vez de haber vivido otra vida no sería capaz de mirar cara a cara a la muerte las veces que pudieran ser necesarias. —Una parte de mi quisiera haberlo vivido, vivir la vida que nos privaron de tener, pero por otro lado... no puedo echar de menos algo que no he llegado a conocer.— Añadió mostrando que a pesar de todo era feliz, tenía a su alrededor a personas que la querían y que lucharían por ella, había cumplido su sueño de la infancia de vivir una aventura llena de magia, había encontrado a su hermana y había conocido a sus padres biológicos, ¿que más podría llegar a pedir?
—Esta anocheciendo, será mejor que entremos.— Comentó su madre mientras se levantaba. —¿Fallon?— La llamo al ver como esta había ladeado la cabeza, como si viera algo en la oscuridad que la atrayera.
—Es la hora, cariño.— Interrumpió en ese momento Bastian mientras apoyaba su mano en el hombro de su mujer. —Debe de irse, este no es su lugar.— La recordó al ver los ojos lloros de ella.
—Saluda a tu hermana de nuestra parte y dila que la queremos, a las dos os queremos.— Dijo su madre mientras se acercaba a ella y la daba un abrazo, sabiendo que aquel sería el primero y el último que llegarían a darse.
—Ambas os habéis convertido en las hadas fuertes y poderosas que siempre quisimos que fuerais.— Añadió Bastian mientras abrazaba también a Fallon al mismo tiempo que la miraba con orgullo.
—¿Volveremos a vernos?— Preguntó Fallon mientras un par de lágrimas resbalaban por sus ojos, ella siempre había odiado las despedidas, y ahora debía de despedirse de sus padres para siempre.
—En algún momento, cuando vuestras vidas...— Empezó a decir su padre sin terminar la frase ya que rápidamente Fallon abrazó a ambos sorprendiendolos, sobretodo por la fuerza con la que lo hacía.
—Gracias por este momento, no sabéis cuanto lo he necesitado.— Murmuró mientras se separaba de ambos, mientras les dedicaba una sonrisa.
—Os queremos no lo olvidéis.— Insistió su madre mientras Bastian la abrazaba intentando consolar a su mujer, la cual intentaba hacer un gran esfuerzo por no llorar.
—Dala su merecido a esa traidora, pequeña.— Añadió él con una sonrisa sabiendo que su hija lo haría, porque sabia que Fallon era fuerte, pero también sabía que se vengaria y que protegería a todos a quienes quería, en especial a su hermana, porque en cuanto Yelena supiera que Beatrix era hija de Dominique haría todo lo posible para matarla, para que la estirpe que la encerró desapareciera para siempre.
★★★
¿Qué si tenía ganas de publicar este capítulo?
Más que cualquier otra cosa en el mundo.
De verdad os digo que ame todo de él, desde escribirlo hasta hacer el gif, y creo que es un gif muy bonito y significativo, porque es un capítulo que marca un antes y un después en Fallon, ya no con respecto a todo lo que ha pasado, sino en ella misma.
La decisión de usar a esos actores fue por qué quedan muy bien juntos, y aparte porque si que me hacen sentir vibras de los padres de Bea y Fallon.
También creo que son escenas bastante profundas, al final ellos están en una especie de paz sin saber cuánto tiempo a pasado, y aunque Beatrix también estuvo muerta, son conceptos diferentes. En este caso, Fallon está en trance, ya que esya resurgiendo de sus cenizas.
La escena con Dominique es algo que realmente necesitaba hacer, el hecho de que ella necesita a su madre la mujer que la dio la vida y que comparte con ella ese secreto, es más importante de lo que creéis. Además de que es quien la da la pista para que pueda luchar y vencer a Yelena.
Con respecto a Bastian, bueno él ya apareció de forma indirecta si os acordáis en un flashback, pero aún así su presencia es importante, sobretodo respecto a la relación que los Daniels (voy a mantener el apellido que la Dan a Beatrix en la serie) tienen con Arthur. Aunque aún hay una incógnita, ¿que relación aparte de amistad puede haber?
Tengo claro que ellos fueran personas de influencia, sobretodo por que Bastian y él eran amigos, ¿pero hasta que grado de influencia? Ahí necesito algo de ayuda, así que si queréis ayudarme os lo agradecería.
Para ir terminando, quiero decir dos cosas.
La primera es que estamos muy cerca del final.
Y la segunda, el próximo capítulo se viene cargado de cosas intensas.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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