—— THE BLOOD WITCH ——

Después de la conversación con Sebastian y de quitarla los documentos a Bloom, Fallon salió fuera del pub, una parte de ella sabía que no debían de estar allí, que el peligro que había no había que ignorarlo tan a la ligera, pero otra parte quería hacerlo, quería vivir, disfrutar y ser una adolescente normal. Dos versiones muy opuestas, y que ella desconocía que tenía. Ella siempre había sido temeraria, había roto las normas y había causado más problemas de los que quería admitir, pero parecía ser que la realidad la había salpicado de lleno en la cara y la había hecho madurar, o tal vez esa parte de ella misma ya existía, solamente que la reprimia por aquella sensación de bicho raro que siempre había tenido.

Cada vez que pensaba en la vida que había dejado atrás, la costaba creerse que lo que estaba viviendo fuera cierto. Tantas cosas habían pasado en periodos tan breves de tiempo que la costaba asimilarlo, pero en parte sabía que era algo que debía de vivir, era parte de la experiencia, o eso era lo que todos siempre la habían dicho, porque experiencia aquello... podía ser muy relativo.

—¿O que?— Inquirió Sky por teléfono mientras Fallon fruncia el ceño, mientras se sentaba en una de las sillas, dejando la carpeta con todos los documentos sobre la mesa.

—¿Perdona?— La voz de Silva resonó desde el otro lado, lo que la hizo asumir que el especialista se había enterado de la escapada que varios estudiantes habían llevado acabo para, simplemente, vivir como adolescentes.

—Intento saber cuales son las consecuencias, ¿será un sermón al estilo Silva o una tortura al estilo Rosalind?— Quiso saber el rubio mientras la hacía un gesto a su novia, la cual sabía que las cosas entre Sky y Silva no parecían estar mejorando, siempre pensó que el regreso de Saul mejoraría las cosas, pero parecía ser que era todo lo contrario, había empeorado. —Me cuesta descifrar tu brújula moral.— Añadió dando a entender que se estaba comportando como un hipócrita, y en cierto sentido tenía razón, pero todos tenían que hacer cualquier cosa por sobrevivir, y Silva lo estaba haciendo a pesar de verse obligado a trabajar con Rosalind y con Andreas.

—Sky, deja a un lado lo que queras que opines de mi. Estas hablando con tu oficial al mando.— Le recordó tomando esta vez a su favor su estatus como profesor y alto rango en Alfea.

—Volveré a una hora razonable.— Respondió molesto mientras finalizaba la llamada, mostrando que no le había gustado nada que Silva le llamará y estropeara la tarde que estaba teniendo.

—Te has pasado.— Comentó Fallon sabiendo que aunque la relación de ambos era tensa, ni Sky debía de comportarse como lo había hecho, ni Silva podía pretender que todo volviera a la normalidad como sino hubiera ocurrido nada.

—Lo se, pero al fin siento que soy yo mismo. Conseguí ser libre y ahora ha vuelto.— Se quejó mientras se sentaba a su lado, haciendo que Fallon comprendiera que de alguna forma, para el rubio, Silva representaba una prohibición a mostrarse tal y como era.

—¿No crees que intentaba cuidarte por si Andreas no era quien necesitabais?— Preguntó sabiendo que aunque no podía justificar lo que había pasado tiempo atrás, de alguna forma entendía las acciones de Saul, y sabía que de haber sido, Sky y Amber, criados por Andreas otra habría sido la historia de los dos hermanos.

—¿Y por eso lo alejó de mi?— Preguntó en señal de queja, dando a entender que aquello no era una explicación justificable. —Andreas apenas me habla desde lo del banquete, justo cuando empezaba a entenderle.— Se quejó mostrando que lo único que quería era que su padre le tratara como a un hijo, no como a uno más del que debía de hacerse cargo.

—No creo que el humor de Andreas tenga que ver contigo, con Amber o con Silva.— Murmuró la morena sabiendo que tras todo lo que estaba pasando y con todo lo que está por ocurrir, no la sorprendía que todos estuvieran más tensos de lo normal, de hecho ella lo estaba, aunque era más miedo a lo que podía suceder.

—¿Por qué lo dices?— Preguntó Sky con curiosidad, ya que era muy extraño que Fallon saliera en defensa de Andreas, tan extraño como que aquella era la primera vez desde que reapareció.

—Si algo he aprendido de trabajar con Rosalind es que a veces las cosas son más complicadas de lo que parecen.— Garantizó.

—Es propio de Rosalind.— Comentó dándose cuenta de que la influencia de la directora comenzaba a afectar a Fallon. —¿Qué es eso?— Preguntó señalando la carpeta que Fallon tenía debajo de su brazo.

—De Bloom, se lo he confiscado.— Se limitó a decir mientras sonreía con incidencia.

—¿Se lo has confiscado?— Preguntó incrédulo mientras hacía un gran esfuerzo por no reírse.

—Es un pub no voy a dejar que estudie cosas de brujas en un pub.— Respondió con obviedad, además lo que menos necesitaba era que Bloom quisiera correr peligros estúpidos, en especial porque luego sería ella la que recibiría todas y cada una de las consecuencias, y no quería que la oscuridad creciera más rápido de lo que ya lo hacía.

—Por que tengo la extraña sensación de que tu has estado en muchos.— Comentó Sky mientras la miraba con curiosidad, sabiendo que Fallon sí había vivido la vida que todo adolescente debía de tener, pero no por ello ella se enorgullecia de ello, aunque sí lo hacía por haber creado recuerdos junto a las personas que quería, a aquellas que utilizaba para hacer magia y para levantarse todos los días y luchar contra sí misma.

—En pub una vez, creo. Lo irlandés no iba mucho conmigo.— Comentó mientras intentaba hacer memoria, aunque la lista era más larga de lo que la gustaría admitir. —Venga, vamos.— Le indicó a Sky mientras se levantaba para poder volver a dentro. —¿O también tengo que confiscarte el teléfono para que Silva no te llame?— Preguntó sarcásticamente haciendo que el rubio sonriera, aunque no era una mala opción, al menos así le dejaría en paz.

—Si le fries me haces un favor.— Admitió mientras la agarraba de la mano para después ambos regresar al bar y juntarse con los demás.

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A pesar de que aquella tarde se suponía que consistía en diversión y en pasárselo bien, la llamada de Stella condicionó aquella tarde de una forma que nadir podía llegar a imaginarse.

—Creo que esas ruinas son un complejo abandonado a unos kilómetros del pueblo.— Explicó Stella mientras todas se agrupaban en el baño de chicas para poder hablar con mayor privacidad.

—Si, la gente suele quedar allí. Una vez fuimos y encontramos botellas, y una muñeca de lo más siniestra.— Comentó Terra mientras ponía una mueca de desagrado al recordar aquella experiencia.

—Hay muchos borrachos, pero iré a por Sky, a por Riven, a por Amber y a por Stefan.— Comentó Musa dando a entender que debían de hacer algo para poder ayudar a Beatrix.

—No vas a ir a buscar a nadie, ni iremos a ninguna parte. Puede ser una trampa.— Sentenció Bloom haciendo que Fallon se diera cuenta de que ella parecía saber algo que ni ella ni las demás conocían.

—Eso no lo sabes.— Alegó Stella mostrando que de verdad estaba preocupada por lo que la podía haber ocurrido a Beatrix, aunque todas deducian lo evidente: los Raspadores la habían atacado y la habían robado sus poderes.

—Stella no estás pensado con claridad, hace días que no vemos a Beatrix, ahora Rosalind se va y recibes un mensaje pidiendo ayuda. ¿Eso tiene sentido?— Comentó la pelirroja sorprendiendo a todas las demás de que no quisiera pasar a la acción, en especial a Fallon. Ellas eran las únicas con el poder suficiente como para hacer algo, y parecía ser que Bloom prefería esperar.

—Me parece un poco sospechoso.— Comentó Flora con obviedad.

—Me da igual lo que os parezca, hay que hacer algo.— Sentenció Stella con firmeza, indignada de que no pudiera hacer nada por su propia cuenta.

—Se lo diremos a Rosalind, pero estoy segura de que ha ido al capitolio porque se está ocupando de esto.— Insistió Bloom creyendo que era más conveniente dejar que los adultos cualificados y preparados tomaran el control de aquella situación.

—¿Y como lo sabes, Bloom?— Quiso saber Stella, la cual se había dado cuenta de que la pelirroja parecía saber más de lo que fingía.

—Rosalind me dijo que habían secuestrado a Beatrix.— Admitió finalmente sorprendiendo a todas con sus palabras.

—Increíble.— Comentó indignada la hada de luz.

—¿Qué?— Inquirió Terra sorprendida por lo que había dicho.

—Bloom.— Añadió Musa en señal de queja, mientras la pelirroja miraba a Fallon la cual la miró decepcionada al ver que no había tenido la confianza suficiente como para decirla la verdad con respecto a lo que estaba sucediendo.

—¿Por qué no nos lo dijiste?— Preguntó Flora en nombre de todas las presentes.

—Me pidió que no lo contase, no quería que cundiera el pánico. Todas estamos algo borrachas, así que no es momento de tomar decisiones.— Se defendió Bloom creyendo que aquello era motivo suficiente o por lo menos eso era lo que pensaba.

—Yo podría ir.— Sugirió Fallon haciendo que todas las miradas fueran a parar a ella. —No estoy borracha, de hecho creo que estoy metabolizando el alcohol más rápido. Podría acercarme y comprobar si esta o no Beatrix, a fin de cuentas puedo enfrentarme a una bruja de sangre.— Añadió sabiendo que como fénix ese era su deber, proteger a los demás, aunque muy en el fondo sentía miedo de ir y enfrentarse a lo que allí hubiera, pero debía de hacerlo, no podía dejar que los demás, en especial las brujas, supieran que tenía miedo.

—No, de ninguna manera irás sola.— Intervino en ese momento Stella hablando por todas las demás.

—Volvamos a la suite y pensemos en que vamos a hacer, ¿vale?— Las aconsejo Bloom mientras finalizaba la llamada con Stella. —Lo siento.— Se disculpó mientras todas salían del baño.

Una vez fuera del baño, las cinco se dirigieron afuera, debían de pensar con claridad y tal vez alertar a los demás de lo que estaba pasando. Pero cuando se acercon a los coches en los que habían venido, las cinco observaron como los tres especialistas se preparaban para ir a la guerra.

—Fallon, al fin llegas. Tienes que llevar a todas las hadas de vuelta a Alfea.— Dijo Sky mientras la agarraba del brazo y la separaba del grupo de hadas, las cuales también estaban hablando de lo que sucedía con los demás.

—¿Stella os lo ha dicho?— Preguntó la morena deduciendo que la hada de luz había sido la responsable.

—¿Desde cuando lo sabías?— Preguntó Sky creyendo que ella lo llevaba sabiendo desde hacía tiempo, pero de haberlo hecho Fallon ya hubiera intervenido.

—Me acabo de enterar, tal vez sea mejor si voy yo en vez de vosotros. Sería más efectivo.— Sugirió sabiendo que en el peor de los casos tenía a su favor muchas de sus habilidades, aunque aún no sabían si los Raspadores la podían robar su magia, un pregunta que en verdad no quería responder.

—No, encargate de llevarlas de vuelta, como dice Bloom puede ser una trampa y los Raspadores pueden atacar y eso.— La pidió Sky mientras los dos escuchaban los inútiles esfuerzos de la hada de fuego de convencer a los tres especialistas, junto a Musa, de que aquello no era nada seguro.

—Tened cuidado.— Le pidió Fallon mientras le dedicaba una sonrisa justamente cuando se juntaba a las demás. —¿Musa va con ellos?— Preguntó al ver como la hada de la mente se subía en la parte de atrás del coche junto a Amber.

—Es un hada de la mente, les puede proteger.— Comentó Bloom, mientras Terra y Flora se dirigían al otro coche, junto a Stefan el cual por seguridad se había quedado con ellas. El hecho de ser el príncipe y el segundo en la línea sucesoria le impedía hacer muchas cosas, como era el caso de ir a misiones.

—Debías de haber sido sincera con todas nosotras.— La recriminó a la pelirroja mientras la miraba con una expresión severa ante la decisión que había tomado.

—¿De verdad, Fallon?— Inquirió Bloom sorprendida de que también estuviera molesta como todos los demás.

—Mi obligación es mantenerte a salvo Bloom, si te pones en peligro o sino eres sincera conmigo con el peligro que hay ahí afuera, pueden matarte y eres perfectamente consciente de lo que me ocurrirá a mí después.— La recordó mostrando que estaba actuando de forma egoísta, ya que no la estaba teniendo en cuenta, no tenía en cuenta la unión que ambas compartían y que traía más problemas que soluciones.

—Eso solo ocurriría si muero.— La recordó restándole importancia a aquel asunto.

—No, cualquier ataque, cada vez que salgas herida de alguna forma repercute en mi. A ti te puede doler un momento o creer que es parte del aprendizaje, pero es peor para mí. Yo no quise esta unión, y de poder elegir te aseguro que la cortaría ahora mismo para que ambas fuéramos independientes, pero así no es como van las cosas, Bloom. Y por tu supuesto sentido de la protección has puesto a más personas en peligro.— La recriminó Fallon mientras se cruzaba de brazos, sorprendida de que no fuera consciente de que una decisión por su parte podía traer graves consecuencias, ya no a todos los demás, sino a ella. Ambas habían hecho la promesa de ayudarse y de contarse todo aquello que pudiera ser importante por su bien común, pero parecía ser que de aquella promesa solo la fénix se hacía cargo de cumplirla.

—Será mejor que volvamos y hablemos con Silva sobre todo esto.— Suspiró Bloom dándose cuenta del error que había cometido.

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—¿Puedes dejar de hacer eso?— Preguntó Stella nerviosa al ver que Bloom no dejaba de moverse por toda la sala común de la suite.

—Siento estar nerviosa por que mis amigos van directos a una trampa.— Se quejó molesta.

—Esto es para lo que han entrenado, no tienes que ser siempre la salvadora, Bloom. Se que no es fácil de digerir.— La recordó Stella la cual estaba sentada manteniendo la calma, y eso era lo que tenían que hacer, ellas ya no podían hacer más o por lo menos ya no estaba en sus manos lo que fuera a suceder después.

—Tienes razón, podría sentarme y mandar como una princesa. Sin arriesgarme nada.— Comentó la pelirroja haciendo que Stella se girarse para poder mirarla molesta por el comentario que había hecho.

—¡Bloom!— Gritó Fallon en señal de que se había pasado con lo que había dicho, pero como muchas veces la hada de fuego hablaba sin pensar.

—¿Es eso lo que piensas?— Preguntó Stella sorprendida de que tanto Bloom como, seguramente, todas las demás, pensaran que ella no quería ayudar. Por supuesto que quería, pero estaba vetada a poder hacerlo.

—Bueno, el que se pica...— Empezó a decir la pelirroja con cierto tono de burla.

—¿Crees que quiero quedarme de brazos cruzados?— Preguntó molestar por aquella insinuación. —No puedo ir.— Las reveló, captando la atención de todas sus compañeras. —Físicamente no puedo cruzar la frontera, por que Rosalind, a petición de mi madre, implantó esta cosa en mi para controlarme.— Las reveló mientras de daba la vuelta y se quitaba la chaqueta, para que las cuatro pudieran ver la gema de color rosa que estaba incrustada en su piel, gema de la que Fallon sabía que estaba ahí pero que nunca había visto. —Básicamente llevo una correa mágica, así que si de verdad queréis saber lo que es ser una princesa, aquí lo tenéis.— Añadió mientras un par de lágrimas amenazaban con salir.

—¿Por qué no lo dijiste?— Preguntó Terra preocupada por ella.

—Por que no quería que me mirarais como ahora.— Respondió la rubia con obviedad mientras se levantaba y se encerraba en su habitación.

—Darla tiempo.— Intervino Fallon sabiendo que en aquel momento Stella debía de afrontar el hecho de que todas ellas supieran que, de alguna forma, era débil y que se dejaba doblegar con facilidad, pero ninguna la juzgaba, cada una de ellas tenía sus problemas y el compartimiento que Luna había tenido con su hija no era, precisamente, el correcto, porque eso suponía que la estaba privando de su libertad.

—¿Lo sabías?— Preguntó Flora al ver que Fallon, de las tres, era la que menos la sorprendía la existencia de la joya.

—En el banquete Arthur lo mencionó, Stella me lo dijo, pero no me lo había querido enseñar. Respete su decisión, tanto de no enseñarlo, como de no decirlo. Lo único que podemos hacer es no juzgarla, no nos pudo ayudar a liberar a Silva porque Rosalind se le estaba poniendo.— Las explicó esperando que de esa manera todas pudieran entender porque Stella no había podido ayudarlas, porque se había quedado recluida en Alfea o en la habitación, ya que cada vez que intentaba salir la gema la infringia un terrible dolor.

★★★

Bueno, que decir de este capítulo aparte de que Bloom se pasó 20 capítulos.

Con Stella se paso muchísimo sin saber lo que la podía estar pasando, y a decir verdad me enfureció porque es la menos indicada para hablar pero bueno. Cositas.

La escena con Sky me encanta, osea me encanta el como se encara con Silva y creo que es algo que mejora el personaje. Es decir, como que le hace más independiente y alejarse de su sombra. Por otra parte, la escena con Fallon, bueno creo que ella representa como esa vía de escape de la realidad, y eso es algo importante que necesitaba mostrar. Pero de igual forma Fallon es la vía de escape de Sky, él también es la de ella.

Por otro lado, la escena del baño. Osea que Bloom ocultara algo así... deja mucho que desear. Ella odia los secretos, pero ojo que también les guarda, por lo que la hace algo hipócrita. Aún así me encantó ver a Stella querer ayudar a Beatrix de la única forma que podía.

Evidentemente era una trampa, eso lo ve hasta un ciego, pero a fin de cuentas fue la venganza perfecta de Sebastian, y de alguna forma me dio pena que Sky tuviera que matar a su padre.

Aunque para mayor lástima, Musa. Aunque para ella fue una bendición, me dio mucha angustia porque Musa en esta temporada ha sufrido bastante. ¿Por qué la hacen sufrir tanto a la pobre?

La escena de la suite, bueno ya destaque lo más importante así que no hay mucho que decir a excepción de que la semana que viene va a estar cargado de cosas.

Se que tal vez queréis ver en acción a Stefan, pero teniendo en cuenta los temas de la monarquía y de la sucesión que muestran en las pelis y en las series, así como se ve en la serie con Stella, creo que el hacerle marcharse es algo que va acorde con todo esto.

Bueno, dicho esto. Puedo deciros que esto es el predecesor de lo que va a suceder en los próximos capítulos donde mostraré cosas nuevas, revelare algunas cositas y donde vais a estar más angustiados que con las notas de un examen.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️