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▬ ▬▬ Chapter nine

❝ Origin ❞

─── ∙ ~εïз~ ∙ ───

Nixie comía una manzana desde una pendiente con vista al campamento entero y en el cual también se podía apreciar el río ahora descongelado.

Sus cabeza no dejaba de pensar en todas las dudas que le surgieron desde que los castores les hablaron de la profecía y cuando Santa mencionó a la familia de su madre.

—Supongo que debes estar llena de dudas —escuchó una profunda voz.  

Nixie giró, encontrándose con un majestuoso león de frondosa melena dorada, Aslan. La confusión se vio reflejada en su rostro al notar un especial brillo de cariño en los ojos del león, y un extraño sentimiento de familiaridad crecer en su pecho.  

—Puedes preguntar lo que desees —Aslan se tumbó a un lado de ella.— Yo responderé cada una de tus dudas.

La chica se quedó viéndolo, su pelaje se veía tan brilloso y suave que le daban unas ganas inmensas de acariciarlo, pero se contuvo.

—¿Por qué soy la heredera? —preguntó con voz temblorosa.— ¿Por qué yo y uno de los Pevensie o cualquier otra persona?

—Porque tienes un legado aquí en Narnia —respondió con tranquilidad.— Por tus venas corre sangre de este mundo, tu llevas sangre Narniana.

—¿Mis padres eran de aquí? —susurró.

—Exactamente —Aslan puso una pata sobre su mano temblorosa.— Hace muchos años se me otorgó la oportunidad de cruzar la puerta que divide este mundo con el de ustedes para conocer más de lo que había del otro lado, allí conocí a una mujer de la cual caí rendido por completo... —relató con voz nostálgica.— Su nombre era Circe Kirke.

—¿La hermana de mi abuelo? —lo miro sorprendida.

—Así es —asintió.— Circe era una mujer encantadora, alguien quien siempre veía el lado bueno de las cosas —dijo recordando el tiempo que pasó a su lado.— Las deidades nos bendijeron con un hijo al cual llamamos Osman —Nixie entreabrió la boca completamente sorprendida.— Lamentablemente ella falleció unas horas después de traer al mundo a nuestro hijo. Tuve la intención de traerlo conmigo a Narnia, pero dentro de mi podía sentir que las cosas no marchaban bien aquí. Si lo traía conmigo hubiera puesto en peligro su vida. 

—Por eso lo dejaste con mi abuelo —susurró recibiendo un asentimiento.

—Años después Osman logró cruzar y llegar a Narnia donde por fin pude volverlo a ver y contarle la verdad.

—¿Por qué no volviste a cruzar? —cuestionó jugando con sus manos, un habito nervioso que tenía.

—Traté de volver por él cuando el peligro pasó, pero no pude —respondió tumbando su cabeza sobre sus patas.— Había algo que me impedía cruzar.

—Entonces eres mi abuelo —al decir eso se sintió rara... un león era su abuelo.

—Exacto —con su cabeza la empujó suavemente como muestra de cariño. 

Sintiendo un poco más de confianza, Nixie pasó su mano por la suave melena de Aslan. Sus labios se fruncieron al sentir que era más suave que su propio cabello.

—¿Cómo es que la bruja se apoderó de todo esto? ¿En que tiempo mi padre cuando llegó a Narnia?

—Cuando el árbol de la protección murió, la bruja logró salir de las tierras salvajes del Norte e ingresar al reino.

—¿Árbol de la protección? —preguntó confundida.

—Coloqué aquel árbol para que Jadis no pudiera acercarse —respondió.— Y así fue por 900 años.

—Espera ¿900 años? —Aslan soltó una carcajada por la expresión de sorpresa de su nieta.— ¿Cómo cuantos años tienes?

—¿Cuántos crees que tengo? —dejaría que ella adivinara.

—Umm... ¿1000? —él negó.— ¿Me darías una pista? 

—Yo estuve cuando presente cuando las leyes de Narnia fueron escritas.

—¿Entonces creaste Narnia? ¿Eres algo así como el Dios Narniano? 

Aslan rió.— Quizás más adelante te responda —Nixie asintió queriendo escuchar el resto de la historia.— Tu padre llegó a Narnia poco antes que el árbol de manzano plateado muriera. Cuando este se marchitó la bruja ingresó al reino de Narnia, pero no lo hizo sola. Jadis tenía una hermana.

Los engranajes en la cabeza de Nixie comenzaron a trabajar y a unir las piezas. Tenía la sospecha de tener algún tipo de parentesco con Jadis, pero no creía ser su hija. 

Uno es accidente. Dos casualidad. Tres es un patrón, pensó.

Uno. La nieve convertida en un pedazo de consistente hielo. Había creído que era la magia de Narnia ayudándole a escapar.

Dos. Su inmunidad al helado viento. Creyó que era una simple casualidad al recordar su gusto por los climas fríos.

Tres. La flecha congelando al lobo. Un patrón de cosas que la llevó a una conclusión. 

—Su hermana es mi madre ¿verdad? —el león la miró.— No es muy difícil llegar a esa conclusión —soltó una risa amarga.— Algo en mi esta relacionado con el frío y la nieve, y a menos que la bruja, que cabe recalcar es quien maneja el invierno o algo parecido, sea mi madre... no veo otra explicación a esto.

—Estas en lo correcto —asintió viendo como ella bajaba la mirada.— El parentesco que tienes con la bruja es que es tu tía, Eiren, su hermana, es tu madre.

—Por eso los castores dijeron que soy hija de la oscuridad, soy hija de alguien igual a esa bruja. 

—En eso te equivocas —Aslan no quería que tuviera una mala imagen de su madre sin saber la historia completa.— Eiren jamás quiso ser como su hermana. Jadis supo manipularla a su conveniencia, usándola como un arma para conseguir lo que quería.

—¿Arma? ¿Por qué?

— Eiren era quien poseía la habilidad de crear hielo y nieve mientras que los poderes de brujería de Jadis eran débiles y no eran capaces de dañar como los de su hermana, no era posible que igualara los poderes de Eiren sin algo que los potenciara, por esa razón hizo de todo para crear su cetro.

—Lo que puedo hacer es por parte de mi madre —dijo pausadamente, su cerebro no lograba procesar del todo lo que Aslan le había dicho.— Cuando estábamos en el río lancé una flecha a uno de los lobos y este se...

—Congeló —completó Aslan.— Heredaste el poder de Eiren, pero al pasar tan poco tiempo aquí no lograron desarrollarse del todo y en su lugar se fueron debilitando casi al punto de apagarse. Pero mientras más tiempo pases en Narnia tus poderes se irán fortaleciendo.

—¿Cómo mis padres llegaron a ser pareja si eran prácticamente enemigos?

—Los Narnianos tuvieron muchos enfrentamientos contra ellas. En uno de esos se logró herir y capturar a Eiren. Tu padre fue el encargado de custodiarla, eso llevó a que Osman pasara mucho tiempo a su lado para evitar que escapara. Con el tiempo todos pudieron darse cuenta del cambio de que ella tuvo al convivir con él. Eiren estaba acostumbrada a recibir migajas de cariño de parte de la bruja, pero tu padre le mostro que podían haber personas que la amaran sinceramente. Primero dejó que ella sanara y se amara y valorara a si misma antes de intentar algo más con ella. 

—¿Mi madre y la bruja llegaron a enfrentarse?

—Sí. Jadis al ver el cambio de Eiren trató de convencerla que su deber como hermana era estar a su lado, pero Eiren ya era parte de Narnia, ya era una más de nosotros —Nixie recostó su espalda en el césped sintiéndose aturdida.— Ellas tuvieron fuerte pelea donde tu madre logró vencerla... o al menos fue lo que todos pensaron. Narnia tuvo un tiempo de paz donde tus padres se casaron y poco tiempo después fueron coronados como Reyes, unos meses después naciste siendo nombrada como la estrella favorita de Osman.

Aslan esperó pacientemente que su nieta procesara toda la información recibida.

Nixie comenzaba a sentir un leve dolor de cabeza, lo que sabía de sus padres había sido una completa mentira. Siempre creyó que ellos se conocieron en la universidad y fallecieron en un accidente de auto poco tiempo después de su nacimiento, esa era la historia que le Digory Kirke le había contado.

—Santa dijo que un cristal era mi pieza faltante —se sentó y remangó la manga del vestido para mostrarle la marca de copo en su brazo.— ¿Qué significa?

—Como dije anteriormente, todos pensamos que Jadis había sido derrotada —recordó aquellos últimos momentos que pasó con su hijo.— Pocos meses después de tu nacimiento ella volvió con grandes tropas para atacar el castillo donde habitaban tus padres. Jadis luchaban contra Eiren pero en una distracción la sacó del camino y le quitó la vida a mi hijo al darse cuenta que intentaba sacarte del castillo. Ambos lucharon para protegerte —Nixie sintió sus ojos picar al sentir el dolor en la voz del león. 

Un pinchazo de dolor se instaló en su pecho, quizás no los conoció pero saber que dieron su vida para que estuviera a salvo le dolió.

—Con su cetro le quitó a tu madre todo el poder que poseía, quitándole la vida en el proceso —las lagrimas no tardaron en caer por las mejillas de la chica.— En el momento en el que llegué Jadis comenzaba a quitarte el poder que poseías, logré dañarla y evitar que también te matara a ti. Ese cristal que se fundió en tu piel es la parte del poder que la bruja te arrebató y la pieza que te faltaba para que tu poder estuviera completo y pudieran comenzaran a fortalecerse.

—¿Cómo me enviaste al otro lado? —dijo otra de sus tantas dudas.

—Aproveché que la bruja no se recomponía para tomar tu manto y llevarte para hacerte cruzar. Estaba cerca pero si seguía la bruja se acercaría demasiado, por ello te dejé en manos de mi más fiel compañero, él te hizo cruzar con una nota atada que le explicaba todo a Digory Kirke. La mejor opción para mantenerte con bien era alejándote lo más posible de Narnia. Poco tiempo después se profetizó lo que ya sabes.  

Un suspiro pesado escapó de su garganta.

—¿Y como controlo esto? —preguntó mirando sus manos.— Las veces que se manifestaron fueron completamente involuntarias ¿¡Y si congelo a alguien por accidente!? 

Aslan rio, se imaginaba que diría algo como eso. Su actitud le recordaba tanto a su hijo.

—Podemos conseguir algo que cubra tus manos para que te sientas más segura si así lo deseas —sugirió.— Y sobre como controlarlos, comenzaremos unas practicas para que aprendas a dominarlos.

Nixie asintió de acuerdo.

—¿Por qué me llamaron hija de la oscuridad? —preguntó sin comprender la forma en la que llamaban a su madre si había sido aceptada por los Narnianos.— Mencionó que vieron el cambio de mi madre ¿entonces por que me llaman así?

—Algunos lo toman por que eres hija de la hermana de la bruja y otros por el seudónimo de tu madre —respondió con tranquilidad.— La llamaban la sombra, aparecía desde la oscuridad y era muy complicado saber por donde atacaría.

—Bueno, puedo asegurar que soy todo lo contrario —murmuró apenada. Siempre que intentaba asustar a Macready terminaba golpeándose y revelando su ubicación.— Suelo ser muy torpe en ocasiones.  

Aslan soltó una carcajada.— Puedo asegurarte que eso lo heredaste de tu abuela, esa torpeza era una característica suya.

Se quedaron en silencio por unos momento hasta que el suspiro tembloroso de la chica lo hizo girar a verla.

—Yo... no creo poder con todo esto —dijo con la mirada baja.

—¿Por qué lo dices?

—No puedo ni cuidarme a mi misma —se frustró.— Si no puedo hacer eso, mucho menos podré cuidar de toda una nación.

—No estarás sola, los Pevensie estarán a tu lado —trato de hacer que dejara esos pensamientos negativos.— Ese es Cair Paravel —dijo viendo el castillo a lo lejos.— El castillo de los cinco tronos. En uno de ellos te sentarás, Nixie, como la reina absoluta —ella lo vio asustada, no quería decepcionarlo ni  él ni al resto de Narnianos por los cuales comenzaba a familiarizarse.— Y junto a ti estarán ellos. Los Pevensie reinaran contigo y traerán paz a este lugar.

Ella negó completamente convencida que no podría.

—Le tengo miedo hasta a las cucarachas ¿Enserio crees que podré con esto? —antes su única preocupación era el escoger que estudiaría luego de terminar sus estudios en casa y a que universidad iría. Ahora tenía la inmensa responsabilidad de ser una reina.— Una reina no debería temerle a esos bichos ni a nada. 

—Todos tenemos miedos —comentó viéndola.— No importa si es un rey, reina, doncella o caballero. Cada uno de nosotros tiene algún miedo y eso es completamente valido —agregó.— Osman le tenía pánico a las mariposas y eso no lo hacía un mal rey.

—Pero estoy segura que él no durmió en un establo por no poder estar en el mismo lugar que ese bichito sin que le de un infarto —aún recordaba como esa cucaracha voló frente a ella en plena noche.

Aslan sonrió un poco. Sabía que a pesar de todas esas inseguridades que su nieta estaba teniendo, sería una maravillosa gobernante.

—¡Niña! —ambos vieron a Kirby volar hacia donde estaban.— ¡Te tengo un chisme que t- ! —se calló al ver al imponente león a un lado de la platinada.— Don Aslan —mostró respeto.

—Kirby.

—¿Sucedió algo? —preguntó Nixie, preocupada.

La paloma la vio pensando en si era buena idea contarle a su niña lo que sabía. Tenía la clara orden de no decirle nada a nadie, en especial a Nixie.

Se lo voy a decir de todas formas, pensó. 

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Peter corría por el campamento en busca de Kirby chismoso Kirke, como recientemente había sido bautizado. Esa paloma chismosa había escuchado la conversación que tuvo con sus hermanas y escuchó algo que no debía de escuchar. 

Si la paloma no le contara absolutamente todo a Nixie no estaría tan nervioso y preocupado como se encontraba en ese momento. 

—Bien, puede que Nixie me guste un poco —admitió Peter con un gran sonrojo.

Susan y Lucy chillaron emocionadas, luego de tantas insistencias a su hermano para que admitiera que comenzaba a ver a Nixie como algo más que una amiga, lo habían logrado. 

—¡Lo sabía! —la voz de Kirby los sobresaltó.— ¡Rubio de pacotilla! ¡Te gusta mi niña!

—¿¡No quieres gritar más fuerte!?  —le dijo Peter con el ceño fruncido.— Estoy seguro que la bruja no te escuchó.

—Lo sabía, es que era obvio —Kirby lo ignoró.— Estaba más que claro, pero no me sorprende, o sea, es Nixie.

—Kirby, no se lo puedes decir a nadie, mucho menos a Nixie —pidió Lucy.

—¿Por qué piensan que iré a decírselo?

—Porque eres un chismoso/ Porque se lo cuentas todo/ No le ocultas nada a ella  —la voz de Peter, Susan  y Lucy sonaron a la vez. 

La paloma vio indignado al rubio antes de salir volando con rapidez en busca de la chica.

—¡NIXIE! ¡NIXIE A QUE NO SABES!

Peter trató de atrápalo pero Kirby ya había volado lo suficientemente alto para que no lo hiciera.

—Bueno, mientras tratas de evitar que Kirby le cuente todo a Nixie, nosotras iremos al riachuelo —le dijo Susan palmeando su espada.— Vamos Lucy.

—Suerte Pete —Lucy siguió a su hermana.

—Maldición —se quejó el rubio recordando lo sucedido.

A lo lejos pudo observar como la paloma chismosa volaba hacia una pendiente donde Nixie y Aslan se encontraban. 

Como que se antoja paloma a la leña.

Pensó antes de correr lo más rápido que podía hacia ellos. Podía ver la mueca de confusión de la chica mientras Kirby caminaba de lado a lado tratando de decirle algo que no lograba escuchar.

Apresuró el paso subiendo la pendiente. Tropezó con una piedra cayendo de cara al suelo, pero con rapidez se puso de pie y siguió corriendo hacia ellos. 

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Nixie trataba de entender lo que Kirby trataba de decirle, pero por la rapidez con la que hablaba no lograba entender.

—Espera, espera, espera —lo detuvo.— Respira, tranquilo. No te puedo entender si no te calmas y hablas tan rápido. 

A un lado de ellos, Aslan veía la interacción de su nieta y su fiel amigo con diversión.

Unos pasos hicieron que león, paloma y humana voltearan en una sincronización espelúznate.

—¡No creas en nada de lo que te diga! —Peter habló casi sin aliento.

—¿Entonces el pan no está bueno? —habló con confusión.

Lo único que había entendido era que Kirby comió del pan que unas faunas le sirvieron amablemente.

—Ese pan es el mejor que he probado —murmuró la paloma.

—¿El mejor no era el que yo te preparé? —Nixie lo vio frunciendo el ceño.

Kirby no supo que decir, por lo que salió volando para escapar de ella.

—Paloma cobarde —rodó los ojos.— ¿Por que tienes tierra en la cara? —preguntó viendo que la mejilla de Peter estaba roja y manchada.

—Y-yo amm, b-bueno —balbuceó sin saber que decir, la chica delante suyo lo miraba fijamente provocándole nervios.

—Querida, me dejarías a solas con Peter —Aslan interrumpió sus intentos de encontrar una buena excusa.

—Claro —sonrió aceptando la mano del rubio para ayudarla a levantarse.— ¿Luego puedo...?

—Por supuesto —dijo el león, sabía que su nieta aún tenía dudas que el estaba dispuesto a responder.

—Susan y Lucy están el riachuelo por si quieres ir.

Nixie asintió y fue en busca de sus amigas sin notar la intensa mirada que Peter le dirigía.