11

John y Paul se dirigieron a la casa del último justo después de que terminó de calificar. Se acomodaron con velas encendidas alrededor de la repisa y la mesa de café, las luces de toda la casa también eran tenues.

Ambos se sentaron en el sofá de la sala con sus cuerpos uno frente al otro.

──¡Oh!.── Paul exclamó levantándose del sofá. ──Lo lamento ¿Quieres una bebida?.──

John negó con la cabeza sin mucho interés .

──No bebo en realidad pero gracias.──

Paul pareció decepcionado luego volvió a sentarse.

──No dejes que te impida tener una, no me molesta.──

──No, está bien, de verdad.── Aseguró Paul con una sonrisa fingida. ──Probablemente debería reducirlo de todos modos, por lo general, solo bebo cuando estoy nervioso.──

──¿En serio?.──

Paul asintió lentamente ante aquella pregunta.

──Yo... Recuerdo cuando mi madre estaba luchando contra el cáncer, solía tomar mucho, era lo único que me distraía del dolor... Solo tenía catorce años, así que me metía en el gabinete de mi papá pero era la única forma en ese momento...──

John observó cómo el rostro de Paul se desanimaba y cómo sus ojos hazel comenzaban a brillar como si estuviera al borde de las lágrimas y tuvo el impulso de acercarse más a Paul y consolarlo pero no estaba seguro de si había un límite del que debería ser consciente, en cambio, puso su mano sobre el hombro del castaño oscuro.

──Lo siento mucho, Paul.──

Una lágrima bajó de los ojos de Paul,
pero rápidamente la secó al percatarse de lo vulnerable que se mostró ante su alumno.

──Está bien, han pasado unos quince años sin ella, la extraño siempre aunque aún sepa lidiar con su pérdida.──

John hizo un movimiento audaz y tomó su mano entrelazando lentamente sus dedos, la calidez de la mano del mayor fue lo más reconfortante que jamás haya sentido.

──Entiendo lo que sientes.── Lo consoló John. ──Mi madre murió cuando yo tenía dieciséis años... Un policía borracho la atropelló... Ella murió al instante.──

Ante aquella noticia que claramente Paul era conscientemiró a John.

──Eso es terrible, Johnny.── Respondió en voz baja y esa fue la voz más gentil que John jamás había escuchado de él. ──Ningún niño debería tener que pasar por eso, siento mucho que lo hayas hecho.──

John se encogió de hombros con algo de desinterés, la pérdida de su madre lo había destrozado por completo y el solo recordarla le daban ganas de llorar, la falta de presencia masculina y femenina en su juventud fue dolorosa pese a tener a su tía Mimi y tío George las cosas no eran las mismas.

──Trato de no pensar en ello.──

Paul comenzó a acariciar la mano de John con delicadeza aún sabiendo toda la vida del menor quería hacerse el desentendido, estaba tres pasos adelante de John, sabía lo de su madre, padre, qué lo criaron sus tíos, lo sabía absolutamente todo y por ello era su presa ideal, le hacía falta una presencia dominante y esa sería él.

─Y... ¿Qué hay de tu padre?.──

──Oh...──  John miró hacia otro lado sin poder siquiera mirar en la dirección de Paul mientras le confiaba sobre su padre. ──Bueno, me dejó cuando yo tenía cinco años, decidió que él... Él no quería tener nada que ver conmigo entonces.──

──Bastardo.── Murmuró Paul, su voz cada vez más oscura. ──Lo siento, John... Eso no es un padre, yo... Mierda, ojalá hubiera algo que pudiera hacer. ──

John volvió la cabeza hacia Paul algo confundido por su reacción, no entendía la razón de su interés y enojo por algo como aquello.

──No te preocupes por eso, Paul.── Sonrió de lado tratando de calmarlo. ──Ya no me molesta tanto como antes.──

──Aún así...── Insistió Paul. ──Esa no es forma de tratarte, John, no sé cómo alguien puede tratar tan terriblemente a un chico amable y dulce como tú.── Expresó tomando la mejilla de su menor observando cómo el más joven caía en su toque, rogando que lo cuidaran. ──Nunca te trataría así, John... Nunca.──

──No sé qué decir. ──

Paul sonrió con cariño en dónde en el fondo las ideas más oscuras y perversas iban tomando forma.

──Entonces ¿Eran solo tú y tu madre?.──

──No.──  John negó con la cabeza. ──Julia entraba y salía de mi vida a su antojo... Mi tía y mi tío fueron los que me criaron... Pero eh...── Se trabó al querer seguir ya que se encontró asfixiándose ante el recuerdo. ──Mi tío murió cuando yo tenía catorce años, lo que me afectó mucho, éramos cercanos ¿Sabes?.──

Obviamente que Paul lo sabía pero solamente atinó a suspirar.

──Has pasado por mucho ¿No es así?. ──

John se encogió de hombros estando totalmente vulnerable ante su profesor.

──Lo he hecho, sin embargo, todo el mundo lo ha hecho... Han pasado por cosas peores.──

──Eso es cierto pero no todo el mundo se convierte en una persona tan hermosa como tú, John.──  Paul se acercó más al castaño. ──Eres tan solo hermoso, inteligente y encantador, no conozco mucha gente como tú, lo cual me alegro porque te hace más especial.──

John se preguntó cómo Paul podía articular tales palabras, cada oración lo hizo sentir completo como si estuvieran llenando un vacío.

──Cuéntame más sobre tu madre.── Dijo John queriendo quitarse el foco de atención por un segundo, lo que pareció tomar a Paul con la guardia baja.

──Bueno... Mary, mi madre, era partera, recuerdo que siempre iba en bicicleta a ver a sus pacientes.──

John vió como Paul sonreía al recordarlo, era agradable escuchar sobre su infancia.

──Hubo una emergencia una noche... Como a las tres y ella se fue al trabajo, pero la nieve era tan espesa... No sé cómo lo hizo.──  Él se rió por la nostalgia que aquello le traía.

──¿Y cómo era ella?.──

Paul pareció sorprendido de que John
preguntara o incluso le importara lo suficiente como para preguntar eso, nunca antes había sido abierto sobre su familia con mucha gente.

──Nunca he conocido a otra mujer como mi madre en mi vida, ni siquiera puedo describir lo bien que se comportaba, ella era el epítome de la belleza ¿Sabes? No importa cuán ocupada o agotadora se volviera su vida, ella siempre fue tan maravillosa conmigo... Mi hermano... Y mi papá, siempre he admirado eso de ella, incluso ahora.──

──Puedo ver cómo te pareces a ella entonces.── Agregó John. ──Hermoso y todo.──

Paul miró a John... Sus ojos demorándose por un segundo antes de emitir una risa profunda y luego tiró de John para darle un abrazo.

──Parece que nos fue bastante bien al crecer entonces ¿Eh?.──

──Me gustaría pensar que sí.── Murmuró John con su rostro escondido en su cuello.

──Al menos nos tenemos el uno al otro ahora ¿Verdad, Johnny?.──

John asintió cerrando los ojos, tarareando mientras se sentía más relajado y miró a Paul que seguía con su mirada puesta en él.

─¿Puedes...?──

John se calló sintiéndose ridículo por lo que quería preguntar.

──No importa.──

──¿Qué?.── Preguntó Paul en dónde su voz sonaba persistente.

──Nada, no importa.──

Paul se rió entre dientes ante lo cerrado que era su alumno.

──Solo dime, Johnny, puedes decirme cualquier cosa, amor.──

──Solo iba a pregurntarte si podrías... Cargarme pero eso suena estúpido ¿No? Lo lamento.──

──Eso no suena estúpido.── Aseguró Paul viendo aquellos ojos tímidos. ──Ven aquí.──

John nunca antes se había sentido tan
vulnerable, no delante de nadie, ni siquiera de George. Le asustaba ser tan abierto con alguien más pero lo hacía sentir mejor que fuera Paul.

Pero obedeció y con cuidado se deslizó hacia él sintiendo las manos de Paul levantarlo colocándolo justo contra él como si estuviera acunando a un recién nacido.

Eso le pareció estúpido sabiendo que no era un niño.

──Paul...──  Trató de protestar.

──Shhh...── Paul lo tranquilizó.──Relájate, John... Soy sólo yo.──

John asintió y apoyó la cabeza en el hueco del cuello del otro, absorbiendo inmediatamente la sensación de sus brazos y manos rodeándolo, tocándolo y tranquilizándolo.

Nunca había tenido a alguien que lo
sostuviera así y se sentía bien, algo que nunca había experimentado, se sentía como si Paul realmente se preocupara por él.

──Esto es agradable.── Pronunció John sobre el cuello de Paul después de unos minutos.

Paul besó la parte superior de la cabeza de John.

──Lo es.──

──Sabes.── John dejó escapar una risa pequeña y seca. ──Mal preguntó si estábamos saliendo.──

Ésto llamó la atención de Paul en dónde su agarre alrededor de John se volvió un poco más firme.

──¿En serio?.── Preguntó tratando de sonar indiferente. ──¿Qué le dijiste?.──

John se encogió de hombros mientras se ocupaba de jugar con el cuello de Paul sintiendo aquella barba qué le hacía cosquillas pero le daba cierto conforte.

──No estaba muy seguro así que solo le dije que nos estábamos viendo.──

──Bueno, lo estamos, John, nos estamos vien... Estamos en una relación.── Hubo un momento de silencio y Paul se re acomodó tragando el nudo en su garganta antes de continuar. ──Quiero decir ¿No crees que lo estamos? Me gustas, yo te gusto, salimos, nos besamos, nos tomamos de la mano y nos abrazamos, eso es una relación, estamos saliendo ¿No?. ──

John escuchó sus palabras y no vió nada malo en ello, honestamente, le gustó que Paul fuera directo al grano en lugar de andarse por las ramas como lo han hecho otros hombres en el pasado, así que estuvo de acuerdo.

──Eso suena como una relación para
mí.── Él sonrió. ──Me alegro de que hayamos aclarado eso.──

Paul sonrió a cambio conforme con que el menor no se hubiera opuesto a lo que él ya había dado por sentado.

──Puedes decirle a Mal que te quite las manos de encima.──

──¿¡Qué!?.── John se echó a reír, sus risitas resonaron en el cuello de Paul. ──¿Estás loco? Mal no piensa en mí de esa manera, Paul.──

──He visto la forma en que te mira.── Respondió el profesor con recelo.

John levantó la cabeza para mirar a los ojos de Paul y ver si hablaba en serio o no y lo estaba, considerando la forma en que sus ojos se ennegrecieron por los celos y por Mal.

John todavía sentía que quería estallar en carcajadas pero no lo hizo, porque no quería molestar más a Paul.

──No actúes así, Paul.── Dijo John suavemente. ──No me gusta cuando eres así ¿Puedo verte sonreír?. ──

Paul no quería ceder, era tan terco que no podía dejar de lado su orgullo por un segundo. John no estaba seguro de si eso era algo bueno o malo.

──Incluso si Mal se me insinuar a lo rechazaría, ya lo sabes, no tengo ningún interés en él.──

Para sorpresa de nadie, esas palabras no parecieron tener efecto en el ceño fruncido del profesor y John no entendía por qué estaba siendo así, estaba empezando a ser irritante.

──Bien.──  dijo derrotado luego se soltó del agarre de Paul. ──Voy a usar el baño, vuelvo enseguida.──

John realmente no necesitaba usar el baño solo necesitaba un poco de tiempo lejos de Paul y su locura sofocante, en su camino por el pasillo había una habitación que le llamó la atención. Era una sala de música al
parecer, carteles de bandas en las paredes, decenas de álbumes en los estantes, instrumentos alrededor de la habitación, piano, guitarras, ukeleles.

John tenía curiosidad, así que entró en la habitación, inmediatamente caminó hacia los estantes de discos queriendo saber cuál era el gusto musical de Paul. No se sorprendió al ver álbumes de décadas atrás.

Paul Anka, Frank Sinatra, The Four Tops, Temptations, The Animals, The Doors, The Kinks, The Who, The Rolling Stones.

Espera ¿John estaba viendo lo que pensaba que estaba viendo? Tomó un par de discos que se parecían.

Era Their Satanic Majesties, sus cejas se fruncieron mientras trataba de racionalizar por qué Paul tenía dos copias de este disco cuando dijo que aún no las tenía cuando las compró por primera vez en la tienda.

¿Por qué mintió Paul?.

John se sobresaltó cuando escuchó algunos crujidos detrás de él lo que hizo que se diera la vuelta, pero no había nadie allí, decidió que lo olvidaría ahora mismo, aunque lo inquietaba y guardó los álbumes.

Cuando volvió a la sala de estar vió a Paul de pie junto al sofá con cara de preocupación.

──¿Está todo bien, Paul?. ──

El mencionado pareció aliviado cuando escuchó la voz de John y que no era áspera.

──Lo siento, John.── Dijo con urgencia para luego acercarse al menor. ──No quise ser un idiota antes, yo solo... Supongo que me puse un poco celoso de Mal, no debí haberlo hecho, lo lamento enserio.──

John sonrió sintiéndose mejor porque Paul se dió cuenta de que estaba equivocado y se disculpó por ello.

──Está bien, amor.── Puso sus brazos alrededor de la cintura de Paul
acercándolo más. ──Gracias por disculparte.──

──Me gustas mucho, John, no quiero perderte, eres especial.──

──Me dices demasiadas cosas bonitas.──

John se sonrojó odiando el hecho de que Paul lo pusiera nervioso tan fácilmente, cualquier pequeño cumplido haría que sus mejillas ardieran en segundos.

──A veces es enloquecedor.── Paul colocó su mano debajo de la barbilla de John guiando su mejilla hacia él dándole un beso tierno y prolongado. ──Me encanta cuando empiezas a ser tímido, es adorable.──

John agachó la cabeza sintiéndose
claustrofóbico por el abrumador afecto de Paul.

──¿Puedes dejarme en mi casa?.──
Preguntó, queriendo cambiar de tema.

──Por supuesto ¿Pero ahora mismo?.── El rostro de Paul cambió poniéndose triste porque John quería irse ahora mismo. ──¿No puedes quedarte un poco más?.──

John negó con la cabeza.

──George me espera para la cena.──

──¿George?.──

──Mi compañero de piso.──

──Ah, si cierto.──

John se rió ante lo tonto de la ocasión.

──Bueno, vamos entonces, no quiero llegar tarde, George se pone de mal humor cuando no come cuando su estómago lo demanda.──

Paul se rió entre diente ante aquella ocurrencia.

──Déjame tomar mis llaves.──

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