დ .•*""*• 𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓢𝓲𝓮𝓽𝓮 •*""*•.დ

Give me tough love
Leave me with nothin' when I come down
My kinda love
Push me and choke me 'til I pass out
We don't gotta be in love, no
I don't gotta be the one, no
I just wanna be one of your girls tonight
We don't gotta be in love, no
I don't gotta be the one, no
I just wanna be one of your girls tonight, oh

One Of The Girls- The Weekend

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| 2013
Sokovia |


— ¿Y cuál es tu gran plan? — inquirió Nastya siguiendo a Pietro por un pasillo estrecho— Soy mutante, no me dejaran irme fácilmente… podría escapar y no volver

— Tu tranquila, confía en mi— alentó el mayor, tomando su mano

Nastya solo rodó los ojos, encontrándose con un hombre que ya soltaba un fétido aroma a alcohol. Estaba a nada de caerse

— Hola Dominique, ¿cómo vas? — preguntó Pietro con falso entusiasmo

Los ojos enrojecidos y con aire idiota del hombre enfocaron apenas a Pietro

— ¿Y tú quién eres? — pregunto arrastrando las palabras

— ¡Soy Pietro! ¡Soy el que te regalo la cara botella de Whisky! — obvió, y ahí fue que Nastya entendió el plan de Pietro

Lo embriagó a propósito para eludir su guardiá

— Oh… ¿y ese quien es? — pregunto viendo a Nastya, cuyo cabello totalmente oculto bajo el gorro y los harapos que traia puestos ocultaban su feminidad

Sus rasgos seguían siendo de una mujer, sin embargo, el hombre estaba a nada de dormirse de ebrio

— ¡Soy ni-... Ouh! — se quejó cuando Pietro le pellizco

— Es mi hermano— mintió Pietro— saldremos un rato

Dominique balbuceo algo. La pareja no le dio importancia, mientras que Pietro le quitó una pequeña llave del cinturón que dejó en la mesa junto al Whisky

Nastya separó los labios cuando Pietro acerco la pequeña llave electrónica a su tobillo, liberando este mismo de la correa que la forzaba a quedarse atrapada dentro del lugar.

Apenas esa cosa cayó abierta, masajeo su piel, realmente sorprendida de encontrarse libre

— ¿Asi de fácil?

—¿Si es fácil meterse a la Oficina de Strucker y robar todo su licor caro?, pues si, así de fácil— presumió Pietro— Ven… "hermanito"

— Oh cállate— rio tomando su mano, saliendo del Castillo ignorando que Dominique cayó de cara abrazándose a su botella

Nastya trepó a su espalda cuando Pietro se lo indico, y en un parpadeo, estaban en la entrada del pueblo.

»— No puedo creer que creyera que fuera niño— se quejó, al tiempo que bajo de su ancha espalda— ¿Acaso no vio a estos? — señalo sus pechos, demasiado desarrollados para su edad

Pietro solo nego divertido

— Estaba más ebrio que una cuba, ¿como les iba a prestar atención?

— Muchos de mis clientes borrachos les prestan DEMASIADA atención— aseguró enfurruñada

— Cuando estas desnuda, Thya— comentó Pietro con amargura— Olvida eso, te traje a que te distraigas

— Bien, bien— aceptó a regañadientes— Pues tengo hambre, y prometiste comida

— Claro, conozco un lugar barato y con comida muy buena— alardeo, caminando con ella por las calles de piedra

Sabía que Sokovia era pobre, pero le llamó la atención un mercado nocturno. La ciudad parecía estar bastante viva, incluso parecía haber fiestas, y eso ánimo a Nastya

Tal vez no sería tan malo. No siempre debía trabajar

Entraron a un local colorido, yendo directamente a la barra. Pietro al igual que ella iba vestido de vagabundo, así que la gerente no pudo evitar darles una mirada asqueada.

»— Tengo dinero— aclaró Pietro mostrando los billetes

La expresión de la mujer se relajó, alistando su libreta

— ¿Que se les ofrece?

Nastya empezó a jugar en su silla, que se movía, así que no pudo evitar reírse mientras giraba meneando el trasero y cintura, sin usar sus pies o manos

— ¿Que venden?

— Hay pollo frito, hamburguesas, hamburguesas con pollo frito, Nuggets, ensaladas, batidos— enumero Pietro— es comida americana

— Ohh… pues quiero una hamburguesa de pollo frito— pidió curiosa— Solo las he visto en la televisión

— ¿Jamas has comido una hamburguesa? — pregunto Pietro con asombro— Entonces que sean dos

— Bien— afirmó la mujer— ¿Y de beber?

— Yo quiero helado con soda— pidió Pietro— ¿Y tu?

— Espera, espera, espera… ¡¿Helado con soda?! — chillo asqueada— ¡¿Que es eso?!

— ¡Es un batido!

— ¡¿De helado con soda?!

— Aja, con jarabe de chocolate— afirmó sin verle lo malo— es delicioso

— No te creo…

— Ejem… — la gerente carraspeo, interrumpiendo al par de vagabundos— ¿Que va a querer?

— Ella también quiere helado con soda— contestó Pietro por ella

Nastya lo miro de forma fulminante

— Yo no quiero eso

— Lo probaras— sentenció Pietro— y si no te gusta, te pido otra cosa. En fin, más para mi

Nastya se cruzó de brazos, inflando las mejillas teniendo una mueca de repulsión. No imaginaba buena esa combinación

— Ya que… solo porque hace años que no como helado— accedió de mala gana

Pietro sonrió contento

— Te encantará, lo sé— aseguró

Nastya aún se mostró recelosa, empezando a jugar nuevamente con su silla, riéndose mientras daba vueltas únicamente usando el impulso de su cadera

Pietro sonrió viéndola jugar. Era ella misma, y esperaba que siguiera siendo así por lo que quedaba de la noche. Era la niña que se escondía tras una actitud promiscua y coqueta de una prostituta.

— ¿Que? — pregunto cuando sus ojos encontraron

— Oh, nada.. Solo que tu risa es linda

Los labios de Nastya se curvaron aun más en una sonrisa, siguiendo con su juego.

— ¿Eso le dices a todas tus citas?

— Casi no tengo citas— aclaró— Son encuentros de una noche

— Oh, entiendo… ¿y este es uno de esos encuentros? — inquirió con aire pillo, sin dejar de menearse en su asiento

— Claro que no. Esto es más parecido a una cita— aclaró, queriendo hacerle saber que no pensaba usarla como los demás hombres— Una cita de amigos

— ¿Somos amigos? — pregunto asombrada

Pietro por poco borró su sonrisa, afirmando con lentitud y confusión en su expresión

— Claro, Thya, somos amigos desde hace un año…

— Oh… que bonito, no me había dado cuenta— río bastante sorprendida— nunca tuve amigos… no que me acuerde

— ¿Y en tu orfanato?

— No lo sé, era muy pequeña cuando me adoptaron, así que no recuerdo mucho— admitió dejando de girar cuando dejaron dos vasos con soda y helado frente a ellos

— ¿Y que hay de tu hermano?

— El jamás me quiso, además, me gana con 20 años— rio acercando sus ojos verdes al batido— No se ve tan mal…

Pietro decidio ignorar -por el momento- el hecho de que Nastya hubiera estado rodeada de tan pequeña de hombres mayores

Según sus palabras, Iván tenía más de 50 años cuando la adoptó, y su hermano adoptivo pasaba de los 30. No le daba buena espina, sobre todo con la vida que Nastya tenía ahora

Nunca se atrevió a preguntarle a que edad dejó de ser Virgen. Seguramente ella ni siquiera lo recordaba

Tomó su vaso y le dio un sorbo a través de la pajilla. Nastya aún veía su bebida con sospecha

— Anda, bebelo— alentó Pietro

Nastya miro su bebida y luego al hombre a su lado. Seguía dudosa de probarlo

— Más te vale que sepa bueno. Sería una sacrilegio desperdiciar helado

— Si no te gusta yo lo beberé, así que no, nadie va a desperdiciar helado— le tranquilizó— Anda, sabe bien

Nastya jugó con la pajilla antes de llevarla dudosamente a sus labios, dando un sorbo con una mueca de miedo. Apenas lo probó y saboreo, su rostro cambió a total asombró

— ¡Esto está delicioso!

— Te dije

— ¡¿Como es posible?!

Pietro se alzó de hombros, riendo cuando Nastya bebió más haciendo un ruido gracioso con la pajilla

— ¡No tan rápido o te-...!

— ¡Ahhh! ¡Duele, duele! — chillo sosteniéndose la cabeza

— Si… cerebro congelado— río el mayor, haciendo una pequeña mueca divertida

Apenas el dolor se pasó, Nastya rompió en risas. El mayor se le unió, chocando sus vasos de batido antes de empezar a comer sus pedidos

— Ouh… estoy muy llena— se quejó, andando por las calles al lado de Pietro— Debiste pararme cuando pedi la tercer hamburguesa

Pietro solo se rio, disfrutando de sentir la pequeña mano de Nastya con la suya. Ahora andaban por el mercado nocturno, lleno de puestos de postres y verduras, incluso había quienes daban shows callejeros.

»— ¿Ya volveremos?

— ¿Por? Aun es temprano— dijo de inmediato— Prometí toda una noche..

— ¿Pero y si nos descubren? Me mantaran— susurro reflejando miedo— A ti no porque eres valioso, pero mutantes como yo hay muchas

— No te harán nada… No dejaría que te hicieran algo— afirmó sin dudas, haciendo más fuerte el agarre de sus manos— No te preocupes, no sabrán que saliste del Castillo

Nastya mordió su labio, pero la seguridad en los ojos de Pietro la hizo calmarse y creerle.

— Bien.. Confío en ti. Pero si alguien me mata, vendre de la muerte a jalarte los pies— le advirtió

Pietro soltó una risa

— Claro, me parece justo

Ambos así pasearon por los mercados, vieron distintos shows e incluso participaron en uno que otro juego. Nastya se sentía como en una feria, curiosa por el mundo exterior que pasó toda su vida sin conocer

Había estado en muchas partes del mundo ante su "trabajo", pero nunca había disfrutado de ser turista de algún lugar. Solo conocía habitaciones oscuras o clubs nocturnos, pasando de dueño a dueño, de burdel a burdel

— ¿Que esta pasando allá? — pregunto curiosa, llevándose a la boca un dulce de leche que Pietro le compró

Pietro miro la dirección en la que apuntaba, sonriendo ligeramente

Era una pareja que se casaba a plena calle. La familia los rodeaba en una celebración sencilla, mientras ellos intercambiaban votos y juraban uniendo su sangre

— Es una boda, pero no es cualquier boda. Es una boda Sokoviana— aclaró

Nastya se mostró más intrigada

— ¿Y eso que tiene de diferente a una boda normal?

— En que aquí se hace un juramento de sangre— murmuro viendo a la pareja, cuyas manos estaban unidas mientras gotas de su sangre mezcladas caían al suelo— En nuestra cultura, se cree que cuando dos almas están completamente seguras de estar destinadas, hacen un juramento, uniendo su sangre… juran encontrarse en esta vida y en todas las que siguen, hasta el fin de los tiempos

— Oh… suena lindo— musito Nastya— Pero debe ser solo otro engaño

— ¿Engaño?

— Si, el matrimonio no es más que un tipo diferente de esclavitud. A ella la venden para ser prostituta, sirvienta e incubadora de sus hijos sin obtener nada a cambio— explicó con amargura— Solo disfrazan como nos venden

— Eh… ¿Quien te dijo eso?— pregunto antes de soltar una pequeña risa

— Uno de mis antiguos dueños— simplificó.

Pietro entendió de inmediato porque lo decía. Obviamente, le habían pintado el matrimonio como algo horrible

— Creo que te engañaron… Un matrimonio, es una pareja que esta dispuesta a pasar el resto de sus vidas juntos— murmuro, sonriendo cuando los ojos verdes de Nastya se fijaron en el— Para afrontar todo, tener una familia, un hogar…

— ¿Eso existe? ¿De verdad?

— Claro

— ¿Alguna vez lo has visto?— inquirió con recelo— Porque he visto a muchas chicas ser vendidas para el matrimonio, y la verdad creo que es uno de los peores destinos que podemos tener..

— Si, lo he visto— asintió Pietro con seguridad

— ¿Donde? — pregunto un tanto demandante

— En mis padres— reveló.

Nastya entonces relajo sus facciones, dandole una leve caricia en el brazo a Pietro

»— Ellos se amaron de una forma incondicional desde siempre. Mi padre adoraba a mi madre y ella a él— contó con aire melancólico— Siempre he querido conseguir algo igual a ellos…

— Suena a algo casi imposible— murmuro Nastya con cierto pesimismo— Yo veo el matrimonio como esclavitud…

— A la fuerza; obviamente, por tu propia voluntad no lo es— dijo Pietro, poniendo una mano en su hombro

Nastya solo siguió callada, manteniendo su vista al frente

»— ¿Cual consideras que es el peor destino?

— ¿Eh?

— Dijiste que ser vendida para el matrimonio es uno de los peores destinos que hay… ¿acaso hay uno peor que ese? — indagó con cautela

Nastya metió las manos en sus bolsillos, teniendo una expresión amarga y algo temerosa

— Si… morir en el parto— susurro, y por la forma en que su voz tembló, Pietro comprendió que eso realmente le daba miedo

Nastya no lloraba y mucho menos mostraba miedo. Siempre hacia bromas de sus desgracias, se reía o maldecia, pero jamás se dejaba intimidar.

»— He sabido de chicas que se embarazan tan j*venes que sus cuerpos no están preparados para dar a luz… y mueren. También he oído de… los abortos que les fuerzan. Al ser clandestinos, terminan siendo una sentencia de muerte— murmuro tragando en seco— Embarazarte ES una sentencia de muerte… — recalcó en un suspiro— Como sea… ese no será mi destino

Pietro tomó su mano, uniendo únicamente sus dedos meñiques caminando lado a lado por una calle más sola

»— Se está haciendo tarde…

— Si…

— Tenemos que volver… — murmuro con pesar—.. A la realidad

Pietro sintió pena por ella, y deseo hacer más. Nastya nunca lloraba por su vida, pero sabia que era dura, y era muy fuerte enfrentandola sin miedo

— Tal vez no tengas que volver— murmuro Pietro haciéndose el desentendido— Nadie jamás tendría que saber que te saque del Castillo… simplemente pudiste encontrar la forma de escapar por tu cuenta…

— ¿Hablas de… ?

— Yo jamás vi por donde te fuiste— murmuro con un tono amargo

Le pesaba la idea de que ella huyera y no volverla a ver, pero era lo mejor. Ella merecía una vida mucho mejor

— Pietro…

— Debes buscar una vida… Eres demasiado hermosa como para un lugar como este..

— Basta..

— Debes irte y-

— ¡Dije basta!— susurro enojada— ¡Jamás, en tu vida, me vuelvas a mirar así! — grito en un susurro. Sus ojos verdes ardian

— ¡¿Verte como?!

— ¡Con lastima! — gruño— No necesito que nadie me salve… Yo saldré de esta vida por mi cuenta— murmuro con más calma— Además, no tengo suficiente dinero aún

— ¿Bromeas? ¡Ganas muy bien vendiendote!

— Pero aún no es suficiente— negó sin dudas. Pietro se calló— Necesito un poco más para salir del país… Tal vez tengo el suficiente para vivir unos cuantos meses, ¿pero y luego? Cuando logre escapar no pienso volver a prostituirme… — declaró segura— No pienso vender mi cuerpo toda mi vida…

— Y no tienes que hacerlo…

— Ahora si… pero será la última vez, y jamás volveré a hacerlo— Nastya tomó una bocanada de aire, formando una sonrisa— Pero ya no hay que hablar de esto, hablemos de otra cosa…

— Podemos seguir paseando un rato— propuso Pietro, tratando de envíar su preocupación al fondo de su mente— No tenemos prisa..

Nastya miro hacia el final de la calle, sonriendo al ver un bar

— Tomemos un trago— invitó con entusiasmo— Me apetece embriagarme hasta vomitar

— Pero no tienes ed*d para beber— protestó ligeramente Pietro

— ¿De verdad te fijas en mi ed*d para beber? Literalmente soy prostituta— se burló forzándolo a avanzar— Anda

— Bien, pero no demasiado, casi no traigo dinero ya— advirtió

De ser cervezas pasaron a vodka, haciendo carreras por ver quién bebía la mayor cantidad de alcohol en menos tiempo. Pietro obviamente iba a la cabeza, sin embargo, su metabolismo lo hacía tener buen aguante

— ¡No se vale, no me dejas ganar! — reclamo Nastya

Apenas arrastraba las palabras, teniendo las mejillas encendidas

— ¿Acaso no lo viste venir? — pregunto vaciando una botella de Ron

— Lo que quiero es hacerte venir— confesó con descaro. Pietro se ahogó con su propia saliva, dándole un sorbo a una nueva cerveza

— No digas eso..

— ¿Por que? ¿Acaso no te gusto? — insinuó sacudiendo las pestañas

— Eres linda pero eres una niñ*— murmuro teniendo un ligero arrastre en sus palabras

Ya habían bebido bastante ambos, y apenas les empezaba a hacer un pequeño efecto.

»— Yo tengo tengo 24 y tu-

— Me he acostado con viejos de 80, ¿y eso que?

— No quiero ser como los demás hombres que te usan— admitió con valentía, atribuida al alcohol corriendo por su sangre— Yo te respeto

Nastya se empino una botella de vodka, nada feliz con esas palabras

— A la mierda el respeto. Tienes aspecto de que coges bien y no quieres follarme— le reclamó

Pietro abrió los ojos a más no poder, frunciendo el ceño

— ¿De verdad quieres tener sexo conmigo?

— ¡¿por que no?!

— ¡Sabes perfectamente porque! — Nastya rodo los ojos irritada— ¡Eres demasiado joven y yo-...!

— Me gustan mayores, corazón… Si no me llevan mínimo diez años, no me gustan— casi presumió

— No me acostare contigo— volvió a sentenciar Pietro despues de procesar sus palabras. Prácticamente le ganaba con casi doc* años— Si lo vamos a hacer, será porque seremos pareja, no sólo un encuentro casual

Nastya se rio, bastante divertida de sus condiciones

— Sabes que una vez que estés conmigo, no podrás dejarme ir… — se jactó confiada

— Una vez que este contigo, moriré de celos cada que un hombre te vea o respire cerca de ti— respondió con honestidad

Nastya sonrió divertida antes de que su expresión decayera un poco. Lentamente estaba resignandose a no tener sexo con el

Realmente lo quería, lo anhelaba. Era atractivo, alto, fuerte, se coqueteaban a cada instante y adoraba verlo luchar contra sus impulsos. No le habían pasado desapercibidas ciertas miradas, y lo curioso de estas era que nunca iban a su cuerpo, sino a sus ojos. La veían realmente a ella

Jamás había sentido ese vibrante deseo de acostarse con alguien. Deseo de verdad, la caliente lujuria quemando su sangre. Si, había tenido algunos encuentros en los que se había sorprendido al encontrarlo placentero, pero nunca había deseado tanto a alguien como a Pietro.

Le frustraba que se resistiera, y al mismo tiempo, la hacia encapricharse más.

— Bueno, es una lástima… desperdiciaste una noche gratis trayendome a cenar— Nastya tomó una botella de tequila y empezó a darle un largo trago, pasandola por su garganta como si fuera agua

Pietro le arrebató la botella para beber él, ganando un golpesito de Nastya

»— ¡Oye!

— Yo no la siento como un desperdicio…

Nastya viró los ojos, sonriendo cuando nuevamente Pietro le dedicó esa mirada que le hacía tener las bragas mojadas. Odiaba esa diminuta sonrisa que lo hacía ver condenadamente atractivo, y sabía, realmente estaba conciente, de que esa sonrisa solo se la daba a ella

— Oigan ustedes, ya vamos a cerrar, así que será mejor que paguen sus tragos—  pidió el barman

Pietro de pronto pareció estar ligeramente sobrio, empezamos a buscar en sus pantalones rotos

— Un minuto— pidió, dándole una mirada nerviosa al montón de botellas que tenían alrededor

Se habían dejado llevar con el alcohol

— ¿Algun problema? — pregunto el compañero del barman

Los dos hombres eran enormes, pero no más que Pietro. Aun así, tenían un porte amenazante, tensos de ver a los dos "vagabundos" ebrios

— Eh…

Nastya vacío una nueva botella de cerveza, sin ver que Pietro estaba ligeramente nervioso

— Si, todo bien, solo… — Pietro se levantó, rio de forma estúpida y golpeó al barman antes de empujar al otro

Nastya apenas fue conciente de cuando Pietro la trepó a su hombro como saco de papas y salieron corriendo entre tropezones del bar

Todo había pasado tan rápido, que lo único que atinó a hacer fue a reírse y abrazar el cuello de Pietro, corriendo torpemente por la calle sola y oscura

— ¡Corre que nos alcanzan! — chillo sin poder parar de reír, e inevitablemente, Pietro también se rio, corriendo ligeramente tambaleante

Apenas unas calles después, Pietro tropezó y cayó con Nastya, ambos aún ebrios, e idiotas, no pudieron dejar de reír, completamente divertidos de lo que estaba pasando

— ¿Estas bien?

— ¡Otra vez! — pidió Nastya— Eso fue divertido… ¿pero porque no simplemente usaste tus poderes?

Pietro parpadeo lentamente, asimilando sus palabras

—... No lo pensé— admitió

Nastya volvió a romper en carcajadas, ante el efecto del alcohol en su cuerpo, Pietro solo la miro, poniéndose lentamente de pie, sintiendo como el suelo se movía

— Estoy tan borracha… — se quejó Nastya en una risa, levantándose con dificultad

— Lo estas disfrutando, ¿no es cierto?

— Oh sí… así debe ser la libertad— balbuceo, apoyándose en Pietro cuando sus pies tropezaron

— Bueno, hay que volver… no se cuanto nos lleve eso estando así de ebrios— admitió, caminando torpemente junto a Nastya

Una hora después, cantando y sin nada de discreción, la pareja llegó al castillo. En el camino tuvieron la "brillante" idea de seguir bebiendo, y Pietro, con un buen escondite de alcohol robado de Strucker, proveyó los tragos, así que cuando llegaron a la habitación de Nastya, estaban cayéndose de borrachos

— ¡Se nos acabo el alcohol! — se quejó Pietro

Nastya abrazó su botella de vodka, la última que les quedaba

»— ¡Oye! ¡Dame!

Nastya nego, dibujando una sonrisa traviesa en su cara

— Ven por ella..

Pietro sonrió estúpidamente, cruzando la habitación tratando de alcanzar la botella. Nastya huyo por debajo de su enorme brazo, fue hacia la puerta y la cerró con seguro, apoyándose en ella

»— ¡Que lento! — canturreo, haciendo bailar el líquido cristalino dentro de la botella

Pietro entre cerro los ojos, volviendo a abalanzarse hacia la chiquilla con el objetivo de quitarle la botella

Nastya volvió a escapar, burlándose de él

— ¡Thya!

— ¡Si tanto quieres, ven por ella! — alentó con aire jugueton

Pietro, decidido a tener un trago más, se lanzó hacia ella de nuevo. Antes de lograr arrebatarsela, Nastya la escondió tras ella y tomó a Pietro de su chaqueta, uniendo sus labios en un beso cortó y travieso

Pietro se quedó rígido, parpadeando lentamente cuando se dio cuenta de los cercanos que estaban. Los labios de Nastya tenían un embriagante sabor a vodka y chocolate, y aunque apenas había probado sus labios, quería más. Deseando quedar ebrio de ella hasta saciarse, la tomó bruscamente de la nuca y estampó sus labios con los de ella, quien gimio soltando la botella para rodear su cuello con sus brazos, atrayendolo hacia ella

— Al fin… — suspiro sintiéndose bastante más sobria

No esperó más y le sacó a Pietro la chaqueta y la playera, mientras el se deshacía de su chaqueta y su ramera a una velocidad que solo excito a Nastya más, empezando a caminar torpemente a la cama de ella

Tropezaron varias veces, e incluso tiraron algunas cosas, pero no les pudo importar menos dejando prendas detrás de ellos

Cuando finalmente Pietro cayó en la cama, con Nastya sobre él, únicamente traía su bóxer con un enorme bulto atrapado en él, y Nastya únicamente traía sus bragas, empapadas mientras se restregaba contra él, gimiendo con necesidad

— Nastya… — gruño Pietro, atrayendola hacia el del cuello, hundiendo duda dedos en su cabello negro

Necesitaba los labios de ella unidos a los suyos. Eran una adictiva droga

Nastya lo miro a los ojos, sonriendo al ver el el deseo de Pietro completamente descubierto en sus ojos. La veía como si fuera un especie de aparición, rodeando con sus enormes manos su cintura

Nastya tenía sus manos en sus pectorales, admirando embelesada su cuerpo. Era aún mejor de lo que imagino, delineando las líneas de sus músculos, tentada a ver más allá al final de la 'v' de su cintura

— ¿Que? — susurro moviendo sus caderas en círculos, haciendo una deliciosa fricción entre sus sexos separados por la ropa— ¿No te gusta?

Pietro gruño, echando la cabeza para atrás ante la tortura deliciosa a la que lo sometía.

— Mierda… — maldijo, tomando a Nastya con brusquedad de la barbilla, fundiendo sus labios en un desordenado beso

La azabache ronroneo contenta, disfrutando de la pelea entre sus lenguas por tener el dominio, dejándolo ganar, mientras ella se concentraba en repartir expertas caricias en su cuerpo, pero sin bajar demasiado, sin ir más allá de sus bóxers. Quería verlo caer loco por ella, como había hecho con demasiados hombres.

Algo que había aprendido a disfrutar, era ver el poder que podía tener en los hombres. Verlos al borde de la locura, eso la hacia sentir poderosa

Pietro gruño dentro de sus labios, bajando sus manos hacia su cintura, queriendo ayudarla a moverse más rápido sobre él, haciendo un baile erótico sobre su pelvis. Nastya gimio, cerrando los ojos ante la cantidad de placer que empezaba a sentir sin que hubiera un contacto directo de piel con piel aún

— Oh Pietro… — susurro sin contenerlo

En otras circunstancias se hubiera sentido humillada, pero ahí se sintió segura para gemir, para darse placer en el

Pietro bajo sus labios a su cuello, mientras ella rodeó su espalda ancha, encajando sus dedos en su piel. El era enorme y le gustaba

No dejaba de moverse sobre él, dándole espacio para que besara más en su cuello, soltando un suspiro tembloroso cuando el mordisqueo en la parte más sensible

Las manos de Pietro lentamente ascendieron de su cintura a sus pechos, pero ahí fue cuando pareció empezar a ser ligeramente conciente de lo que hacia, dudando por un momento si seguir

— Thya, yo…

Ella lo calló de inmediato, haciendolo recortarse en su cama, apoyando sus manos en su pecho sin dejar de balancearse sobre él.

— Te necesito… por favor… — susurro sobre sus labios

Eso solo encendió más a su amante, quien mordió su labio antes de girarlos en la cama. Nastya se quejó cuando su espalda chocó contra el colchón, viéndose cubierta por el cuerpo del mayor

No estaba acostumbrada a ser ella quien se quedará debajo. Siempre era ella quien debía hacer todo para dar placer…

Pietro no prestó atención a lo ligeramente aturdida que Nastya se sintió, eliminando sus bragas rojas de una vez por todas, teniendola completamente desnuda debajo de él

La contempló maravillado antes de verla a los ojos. Hasta el momento, solo habían caído en un momento de calentura desenfrenada ante su embriaguez, pero el verla directamente a los ojos, con los labios hinchados y sus ojos verdes llenos de anhelo y deseo lo hizo estar sobrio en el momento

Quería hacerle el amor, deseada, no usada.

Cortó el espacio entre ambos y la besó, un beso más lento, pero no por ello menos pasional. Era un beso diferente, más entregado, lento y hasta cariñoso. Nastya se relajó, disfrutando de la sensación de sus labios entrelazados contra los de ella, y su lengua en su boca

Cuando el aire les hizo falta, Pietro recargo su frente contra la de ella. Sus respiraciones estaban agitadas, viéndose fijamente como si sus miradas estuvieran atraídas por un imán. Nastya no pudo evitar sonreír, hundiendo sus dedos en sus hebras plateadas

Aquella diminuta acción solo encendió el calor nuevamente, fundiéndose en un beso desesperado y lleno de necesidad.

Nastya lentamente guio la mano de Pietro a sus pechos, queriendo que el los sintiera, que la acariciara

El entendió sin la necesidad de una palabra, bajando sus besos de su cuello para luego rodear uno de sus pezones con sus labios, sacándole un gemido a Nastya

— ¡Pietro… !

Motivado por ese gemido, el mayor dejó de jugar con su pecho libre para bajar lentamente la mano a su centro. Cuando sus dedos lentamente se hundieron en su húmeda intimidad, Nastya se arqueo, jadeando ante la sorpresiva y placentera intromisión.

Hacia tanto que nadie la habia masturbado a ella, y el que Pietro la tocará la hizo deshacerse en caricias.

— Estas tan mojada…

— ¡Ah… Pietro, no pares!— suplico, moviendo las caderas en busca de más desesperado contacto— Por favor, por favor…

Pietro sonrió, sin dejar de jugar con su sensibles pechos y acariciar el sensible botón entre sus piernas. Sabía que esa la perdición de toda chica, así que estaba completamente seguro de que queria ver a Nastya llegar a tantos orgasmos fuera capaz de darle esa noche

Nastya gimoteo ante la velocidad de sus dedos, y la habilidad de su pulgar moviéndose sobre su clítoris. Era demasiado hábil con sus dedos, tanto, que antes de poder impedirlo, fue sacudida por el clímax, arqueandose contra el entre espasmos

»— ¡P-Pietro!

— Eres tan hermosa…

Nastya se estremeció, jadeando en el momento en el que empezó a bajar de su nube de placer, buscando recuperarse y estabilizar su respiración.

Pietro tenía una amplia sonrisa en la cara, viéndola tener una ligera capa de sudor en la frente, los labios hinchados y el cabello negro desparramado por la almohada como tinta

Tenía un doloroso bulto suplicando atención, pero lo ignoraria por el momento. Quería más de eso, quería verla gritar del placer debajo de él

Nastya ni siquiera se dio cuenta de que se acomodo entre sus piernas hasta que sintió sus labios en la cara interna de sus muslos. Su barba picaba en su piel, y su cabello le hacia cosquillas

— Pietro.. ¿Que v-vas a… ? ¡Espera, espera! — deseo detener, pero fue tarde

Pietro hundió su lengua entre sus pliegues, sacándole un jadeo antes de gemir su nombre con fuerza. Si sus dedos habían sido la gloria, su lengua ahora su perdición, acariciando de forma experta, besando y jugando con su pequeño botón rosado

Nastya llevó hundió sus dedos en sus hebras de color plata, viendo completamente ebria de placer como Pietro estaba entre sus piernas, dándole placer con su boca

Era el paraíso en la tierra, y quería más, quería que eso fuera eterno

»— ¡N-no… ! ¡N-no pares! ¡Sigue, sigue! — imploró, moviendo su intimidad, deseando más

Pietro gruño, hundiendo dos de sus dedos en su estrecha intimidad, sintiendo como esta se retorcia de forma palpitante. Estaba cerca de lograr un nuevo orgasmo

Nastya lo sabía, y el ritmo de sus lloriqueos y gemidos lo anunciaba. Cada vez estaba más agitada, y sobre todo ansiosa de alcanzar una nueva liberación

Nuevamente se vino antes de lo que esperó, lloriqueando su nombre sin aliento, cayendo en su cama exhausta, siendo su cuerpo recorrido por la aturdidora sensación de placer

Pietro miro satisfecho su trabajo, trepando sobre ella nuevamente, presionando sus labios contra los de ella, quien ronroneo, aun bastante agitada.

No sentía que tuviera suficiente de probar sus labios.

— Eso fue… fue increíble… — jadeo besando su cuello

Pietro contuvo un gemido, tratando de ignorar su doloroso miembro gritando atención. Nastya pareció notarlo, ya que enseguida llevó sus manos a su miembro, colando su mano en sus bóxers

Pietro empujó la cadera apenas la sintió rodearlo, tensando la mandíbula.

Nastya dibujó una sonrisa, acariciándolo y disfrutando de sus expresiones de placer. Su voz grave y ronca saliendo entre gruñidos y gemidos era demasiado excitante

— Nastya…

La menor de golpe los giro, quedando nuevamente sobre él, liberando su longitud de aquella apretada prenda

Su pene era imponente, más grande de lo que imagino. Es estremeció ante la idea de montarlo, siguiendo con sus caricias. Era su turno de verlo a él perder la cordura

»— Carajo… lo haces muy bien.. — gruño alzando la pelvis, cerrando los ojos ante las increíbles caricias de Nastya sobre su virilidad

Eran las manos de un Ángel dándole el más puro placer

Cuando creyó que ya lo había torturado lo suficiente, paso de acariciar con sus manos, a llevar su miembro a su intimidad. Se restregó contra él, gimiendo con él antes de finalmente dejarlo hundirse en ella, de un solo senton.

Pietro dejó salir un gruñido ronco, llevando sus manos a su cadera, ayudándola a subir y bajar sobre él.

Nastya casi sollozo al sentirlo llegar a lo más profundo de ella, montandolo, saltando sobre el. Podía sentir como la base de su pene rozaba su clítoris, y eso la volvía loca, moviendo la cadera en círculos.

— ¡Oh Pietro! ¡Oh por Dios! — gimio, guiando sus enormes manos a sus pechos, queriendo sentirlo en todas partes

Pietro veía encantado como ella lo montaba, alzando sus caderas para encontrarse con las de ella. El sonido de sus sexos unidos y sus gemidos hacia eco en el pequeño cuarto

Nastya se sentía cerca de acabar otra vez, sin embargo, los enormes brazos de Pietro la rodearon antes de que el saliera completamente de ella y se sentará en la cama, volviendo a clavarse en su interior

Sus labios se encontraron desordenadamente sin dejar de moverse desenfrenadamente el uno contra el otro.

Las manos de Pietro en sus caderas ayudándola a moverse, y las de ella ancladas en su ancha espalda.

— V-voy… voy a llegar… — balbuceo Nastya, echando la cabeza para atrás cuando Pietro tomó en su boca uno de sus pechos

Pietro gruño antes de girarlos en la cama, quedando sobre ella, tomando sus piernas para ponerlas sobre sus hombros y volverla a penetrar

Nastya dejó salir un grito de placer, clavando sus uñas en su espalda, ocultando su rostro en el cuello de Pietro, besandolo y buscando dejar marcas.

Solo hizo falta que Pietro empujará varias veces más cuando el orgasmo la sacudió nuevamente, más potente que los anteriores, estrechándose alrededor de él, llevándolo a la cúspide junto a ella

Pietro gruño sin dejar de empujar, liberándose dentro de ella, llenandola de su semen antes de desplomarse sobre su cuerpo, cansado y demasiado ebrio aún como para fijarse en ser delicado.

Nastya lo rodeó, respirando contra su piel, disfrutando de el corazón de Pietro bombeando con fuerza contra el suyo.

Pietro beso sus hombros, haciendo un camino de besos hacia su cuello, para lentamente, llegar a sus labios, suspirando cómodamente contra ella

Recargo su frente contra la de ella, acariciando su mejilla.

Se dejó lentamente caer a su lado, liberando a Nastya de su peso. La azabache no se mostró muy contenta de eso, acomodandose lo más cerca posible a él, apoyando su cabeza en su pecho

— Eso fue… — Pietro suspiro, viendo a Nastya, haciendo caricias en su espalda

— ¿Supere a tus rollos de una noche? — pregunto Nastya risueña

— Vaya que si… — admitió, acariciando su labio inferior con su pulgar antes de besarla

Jamás se cansaría de sentirlos contra los suyos, sus narices juntas, mezclando sus respiraciones

— ¿Sabes? — Nastya dejó un beso en su pecho, haciendo pequeñas figuras irregulares— Nunca nadie me había besado después de acostarse conmigo

Nastya parecía estar más sobria, Pietro en cambio, aun arrastraba bastante las palabras, viendo a Nastya como si fuera un ser místico y hermoso al que había podido atrapar

— ¿Es en serio?

Nastya afirmó, disfrutando del calor de sus pieles juntas entre las revueltas sabanas.

— Bueno, en ese caso… — Pietro la tomó de la barbilla y la beso otra vez. Nastya suspiro dentro del beso, que aún sabía a alcohol, y eso lo volvia embriagante

Antes de que se pudiera dar cuenta, Pietro volvió a trepar sobre ella, aprisionado su cuerpo contra el colchón.

Nuevamente lo hicieron, esta vez con menos desesperación, en un ritmo más lento, pero igual de placentero para ambos. Cuando volvieron a quedar cansados y sudorosos, Pietro ocultó su rostro en el hueco del cuello de Nastya, dejando caricias en la curva de su cintura

—.. Casate conmigo… — propuso ebrio, sacándole una risa bastante divertida a la menor

— Eres mi quinta propuesta esta semana— confesó arrugando la nariz

— Pero yo si quiero hacerte feliz— defendió Pietro torpemente— Viajaremos por el mundo, haremos lo que queramos… seremos libres..

Nastya lo miro, sonriendo con tristeza

— Solo estas borracho..

— Y enamorado— presumió arrastrando sus palabras

La sonrisa de Nastya se apagó por completo, cubriendo su desnudez, ya que hasta el momento, no se había sentido nada incómoda

— Las mujeres como yo no nos enamoramos, Pietro…

El ceño de Pietro se fruncio, pasando un mechón de cabello azabache tras su oreja

— ¿Estas bien?

Nastya afirmó, sonriendo nuevamente como si nada

— Debemos dormir, mañana tendremos una horrible resaca— murmuro, esperanzada de que Pietro olvidará la última conversacion

El merecía algo mucho mejor que una prostituta.

Pietro dejó un último beso en sus labios antes de atraerla a su pecho y cerrar los ojos, teniendo una diminuta sonrisa en la cara.

Estaba ebrio pero sentía que esa había sido la mejor noche de su vida.

A la mañana siguiente, cuando el sol salió y el efecto del alcohol paso, Pietro soltó un gruñido ante el taladrante dolor de cabeza y la garganta seca.

Abrió con dolor los ojos, confundido al sentir cabello cerca de su rostro y en su almohada. Se sentó de golpe cuando encontró a Nastya dormida a su lado, completamente desnuda y con marcas moradas en su cuello.

— ¡Mierda! — maldijo cuando se vio a si mismo desnudo, empezando a recordar con dolor, como terminaron en la cama

Los recuerdos eran bastante borrosos, pero la culpa empezaba a arrollarlo. El no debía haber dormido con ella.

Cuando salió esa noche para llevarla a una cita había ido completamente seguro de que no pasaría nada, pero ahora…

No debió haber bebido tanto

»— Carajo… — maldijo por lo bajo, viendo las botellas vacías en el suelo— Thya… — llamó moviendola— Nastya..

— Uhm… — la menor se quejó, girando en la cama, dejando ver sus pechos sin el menor pudor— Dejame dormir..

— ¡Nastya!

— ¡¿Que?! — grito exasperada, viéndolo irritada— No me grites, tengo resaca

— ¿Estas bien? Yo… no debí… nosotros no debimos… — murmuro con torpeza, cada veamos hundido en la culpa al ver la ropa por todas partes— Carajo…

— Ay por favor, Pietro, solo es sexo— Nastya rodo los ojos, volviendo a recostarse— Por cierto… me dejaste adolorida

El mayor seguía envuelto en su dilema moral, sintiéndose la peor persona de la existencia.

— ¿Segura que estas bien?

— Mmhhm… — afirmó en un sonido de garganta— ¿Por que estas tan preocupado?

— Eres una niñ*..

— Deje de ser una niñ* hace mucho— murmuro con la cara hundida en las almohadas— Si te hace sentir mejor… Eres mejor en la cama de lo que me imaginé

Pietro sonrió apenas, aun atrapado por la culpa. Se sentía ruin

— ¿Estas segura de que todo está bien?

— ¡Ya te dije que-...! — Nastya freno sus propias palabras, mostrándose asustada de repente.

Se miro debajo de las sabanas y luego el suelo, buscando desesperadamente algo

»— Mierda… ¡Mierda, mierda, mierda! ¡MIERDA! — grito saliendo torpemente de la cama, envuelta en las sabanas— ¡Estupida idiota! — gruño

— ¡¿Que?! ¡¿Que pasó?!

Nastya se volvió hacia Pietro, reflejando miedo en sus facciones

—... No usamos condón…










«No usamos condón… » resonaban esas palabras una y otra vez

Después de ese encuentro, Nastya se había hecho varias pruebas de embarazo, y todas salieron negativas.

Aun así, después de aquella vez, siguieron teniendo sexo de vez en cuando, y muchas de esas veces, no usaron condón. Nastya había afirmado que no podía tener hijos después de varias falsas alarmas. Según sus propias palabras, solo usaba condones para no contagiarse algo, y ahora ahí estaba, viendo al hijo de Nastya jugando en el regazo de Jean Grey; su mejor amiga

Ese niño parecía más hijo de la telépata que de Nastya, pero era su hijo, la pregunta era… ¿Y si era suyo? Cualquiera diría que estaría loco por pensar eso, pero sinceramente, la idea de que Dakari fuera hijo suyo no le desagradaba.

Si, no tenía pizca de parecido a él, tampoco de Nastya pero, ¿se valía soñar, no?

— ¿Hay noticias de Nastya? — pregunto Wanda apenas vio llegar a Steve con Charles

Ambos habían estado la última hora buscaba con cerebro, pero sin ningún resultado

— No… Nastya esta bloqueandome— murmuro Charles frustrado

Pietro dejó de mirar a Dakari para ver al castaño en su silla de ruedas

— ¿Como que te esta bloqueando?

— La habilidad de sombras de Nastya le permite ocultarse de cualquier sistema de rastreo, incluyéndome— explicó con pesar— Si lo esta haciendo… Es que algo planea

— No puede ser… — suspiro Raven— ¿Y ahora que?

— Esperamos a que quiera que yo la encuentre…






















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¡Actualizacion rápida porque tengo tarea acumulada!
No se si me vaya a tener que desaparecer, ya que voy a entrar a exámenes pronto

Ahora si, hablando del capítulo, nos adentramos más a la relación de Pietro y Nastya 😏

¡PIETRO MAXIMOFF EL ETERNO DUEÑO DE MI ÚTERO! Yo me le arrodilló... y no para rezarle

Ejem... Me hackearon

Volviendo al tema, nuestro Pietrito anda con una idea muy loquita en la cabeza. Esta empezando a hacerse ilusiones sobre si el hijo de Nastya es suyo

¿Como le decimos? Sus probabilidades de ser padre son MUY, PERO MUUUY escasas teniendo en cuenta de que los rasgos del niño no son para nada los de su mamá

Dakari no tiene una sola pizca de su madre
Pero eso no le quita lo bello a mi niño de mami

Por otro lado, ¿que se trae Nastya como para que no se deje encontrar?

¡Lo averiguaremos!







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