დ .•*""*• 𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓢𝓮𝓲𝓼 •*""*•.დ
— Barnes… — Yelena alcanzó al azabache, que como siempre, tenía un rostro poco amigable— Debemos hablar..
— ¿De?
— ¿Has oído de Iván Petróvich? — pregunto de forma directa
El cuerpo de Bucky se tenso en el instante en que se mencionó ese nombre. No recordaba recordarlo con claridad, pero algo le hacía sentir rabia en el pecho, el más puro odio que superaba hasta el que le tenía a Pierce
La pregunta era: ¿por qué?
— No que recuerde…
— ¿Y de su hijo Yuri?
Las cejas de James se juntaron
— No
Yelena apretó los labios, dejándole una carpeta a James. El la tomó, mostrándose mucho más interesado cuando la foto de Nastya de niña fue la primera página
Ahí estaba su certificado de adopción, con nombre y la firma de Iván estaban en la parte baja de la hoja
Deseo vomitar, tener a Iván frente a él para molerlo a golpes hasta cansarse sin saber porque
Seguramente él era quien había vendido a Nastya, quien la había prostituido.
— Nastya fue adoptada en el 2005 por Iván— murmuró con cierto pesar
— De ahí viene el Ivanovna— pensó en voz alta— ¿Y que tiene?
Tal vez sentía odio por el nombre de Iván, sin embargo, no recordaba quien era, o que le había hecho para odiarlo de esa manera
Yelena respiró hondo, dispuesta a soltar lo que a ella le había costado oír
— Iván dirige una enorme red de tráfico de humanos. Específicamente; niños— murmuró
Las facciones de Barnés se tornaron horrorizadas.
Natasha, que había estado buscando a Yelena todo el día, se escondió de la vista de ambos espías asesinos, curiosa de que estuvieran hablando de forma tan discreta en el pasillo
Su ceño se mantuvo fruncido
»— Si, lo sé, también puse esa cara
— ¿Por qué me dices esto?
— Te importa Nastya, lo sé, se te ve en los ojos— habló Yelena completamente segura
— No se de que hablas..
— No te juzgó. No eres los únicos ojos que se quedaron clavados en la pequeña novia de Pietro— comentó con cierta burla, aun cuando su rostro seguía serio
Yelena cortó la distancia entre ambos, porque debía ser discreta. Ella específicamente no estaba atada a los acuerdos, Bucky tampoco, no tanto como Natasha, así que si había quienes podían intervenir en lo que sea que le hubieran hecho a Nastya, eran ellos
Barnés la seguía viendo, tenso, disfrazando la vergüenza que le dio que lo creyera un pervertido. No le gustaba Nastya… No tanto, solamente sentía un gran instinto de protección, sin saber porque
»— Le pregunté a Valentina sobre la prisión en la que metieron a Nastya…
Bucky no pudo disimular su interés, invitando con la mirada a que Yelena terminará
»— No fue… a ninguna prisión. Según se, el Gobierno Ruso prefirió venderla… a Yuri Ivánovich
— Y él es…
— El hijo de Iván Petróvich… — susurro Yelena
Bucky apretó el puño de metal, inflando el pecho varias veces
De la nada, un pensamiento loco le vino, así que miro a Yelena directo a los ojos
— ¿Iván tenía contacto con la Habitación Roja? — pregunto sin importarle ser discreto, tanto que Natasha escuchó claramente
Los últimos murmullos no los había alcanzado a escuchar porque eran extremadamente bajos, excepto este último.
El corazón empezó a latir salvajemente en su pecho
Hacía tanto que no oía el nombre de Iván, y pensar en él solo le dio asco y un desagradable escalofrío. Odiaba que todavía tuviera ese efecto en ella
Se sentía débil por haber dejado que infundiera tanto miedo en su ser
— No me sorprendería… ¿por qué lo preguntas?
— Porque yo estuve en la Habitación Roja como instructor una temporada— confesó
Tanto Yelena como Natasha se quedaron en shock. Yelena porque no sabía aquello, mientras que Natasha estaba a nada de caerse. Las rodillas le temblaban, al punto de que se sostuvo de la pared
¿Podía recordarla? ¿Recordar su pequeña vida juntos? ¿A su hija pérdida?
»— No recuerdo casi nada, solo supe que estuve ahí cerca de tres años… Tal vez de ahí conozco a ese tal Iván— supuso, reventando las ilusiones de Natasha como un globo que acababa de ser pinchado por una aguja
Su corazón se rompió de un instante a otro, así que se fue. No le interesaba escuchar más, se sentía enojada y estúpida por haberse ilusionado ante la idea de haber sido recordada
Al parecer no había sido tan importante para James como él lo había sido para ella…
| Moscú
1998 |
James Barnés ya tenía dos semanas dando clases a las pequeñas viudas de una de las escuelas de entrenamiento de la Habitación Roja, disfrazado como un orfanato para niñas.
No hablaba con nadie, no se molestaba en tener interacción con nadie, ni nadie parecía ser lo suficientemente valiente para tratar de charlar con él. Era el conocido y temido Soldado del Invierno, y solo estaba ahí para entrenar a viudas como parte del acuerdo entre la Habitación Roja y HYDRA
Solo quería culminar con su misión, de cualquier forma, era lo único que conocía, lo único que HYDRA le daba como una vida; obedecer sus órdenes sin remordimiento y sin piedad
Fue a su salón asignado, siendo este un gran gimnasio con una lona de lucha en medio además de barras para las bailarinas de ballet y un escritorio, donde él se sentaba a analizar las técnicas de lucha de cada viuda, para así ver sus debilidades, y eliminarlas, y ayudarlas a pulir sus fortalezas
Antes de llegar a su salón, escuchó una serie de ruidos extraños dentro. Primero fueron gruñidos bajos, como los de alguien que estaba haciendo esfuerzo, como si corriera estando agotado. Al principio creyó que alguien entrenaba, pero pronto esos gruñidos se convirtieron en gemidos roncos de placer y se escuchó más al fondo el sonido de pequeños choques de piel.
Abrió con el ceño fruncido, ya que no iba a cancelar sus clases por dos personas que no tenían un mejor lugar para tener sexo, pero cuando sus ojos vieron el terrible acto que pasaba, por completo cambió su opinión
Iván ni siquiera se dio cuenta de que la puerta del salón estaba abierta, completamente cegado por su excitación, teniendo preso entre su cuerpo y el escritorio a la pequeña viuda pelirroja.
Natasha por su parte, con los ojos llenos de lágrimas y la mejilla pegada a la madera mientras su cuerpo era sacudido entre las penetraciones de Iván, si notó a su instructor en la puerta.
Lo miro con ruego, pero no dijo nada, se sentía aterrada de alzar la voz o gritar.
Iván sin ser consciente de la nueva presencia, apoyó su mano en la cabeza pelirroja de Natasha, haciendo que su cabeza sonará en un golpe duro contra la madera, sin dejar de entrar y salir de ella entre los pliegues de su falda alzada
Ante el ruido del golpe y un quejido de Natasha, James por fin reaccionó, viendo con desprecio a Iván. Él había hecho cosas horribles por HYDRA, pero jamás algo tan ruin como violar a alguien.
Eso si era imperdonable
— Iván— su voz salió golpeada y seca
El nombrado de inmediato se detuvo, viendo al Soldado en la puerta
— Largo
— Estas en mi salón y estoy por impartir clase— respondió Barnes— Si alguien se tiene que ir, eres tú
Iván soltó un gruñido de frustración, saliendo por fin de Natasha, quien soltó el aire de forma temblorosa, viéndose lentamente liberada
Estaba acomodando su ropa rápidamente y limpiándose las traicioneras lágrimas cuando Iván la tomó del brazo
— Ven, preciosa. Terminemos en algún otro lado
— Me temo que tampoco ella se va— Natasha miro con esperanza a su nuevo instructor, quien mostraba cero emociones en sus ojos— Ella se va a quedar en mi clase
— Puede venir mañana
— No. La verdad no creo que a Dreykov le guste mucho que la mejor alumna de esta generación se pierda sus clases— James sintió el pecho lleno de satisfacción al ver el rostro de Iván aún más frustrado y lleno de enojo
Aún tenía un bulto nada discreto en los pantalones que seguramente era un verdadero dolor.
»— Romanova de verdad tiene potencial
Natasha sintió como el agarre en su brazo se hizo más fuerte, pero casi enseguida se deshizo, viendo a Iván desaparecer por la puerta hecho una furia.
Suspiro con alivio cuando se vio suelta, pero avergonzada de haber sido descubierta violada, rápidamente se apresuró a la puerta. Antes de poder cruzar, la puerta fue cerrada por el brazo metálico de James
Ella retrocedió, pero no bajo la mirada. Ni siquiera con Iván la bajaba, pero sus entrañas se retorcieron de miedo. Solo faltaba que fueran dos hombres quienes la quisieran violar
— Disculpe, pero debo irme
— No. Entramos en diez minutos a clase, y no le mentía a Iván sobre que tenías potencial— habló de forma bastante neutra
Natasha contrajo los labios, teniendo el cuerpo adolorido y la sensación de que tenía el sudor y olor de Iván en el cuerpo
»— Ve a las duchas— ordenó con seriedad— No entraré
Natasha arqueo una ceja, desconfiando totalmente de él
— ¿Cómo sé que no me verá mientras estoy de espaldas a la puerta? O peor, ¿que no será su verga la que tenga dentro en vez de la de Iván?— preguntó de forma desafiante
— Bueno, creo que será una buena lección para hoy el que ver sobre tu hombro se vuelva un instinto
Natasha frunció el ceño ante la pequeña y casi imperceptible sonrisa en el mayor. Jamás había mostrado expresión en su rostro, y esa "sonrisa" (si es que había sonreído) había sido lo más cercano a humanidad que él había mostrado desde que llegó
»— Además, que hables de esa forma a tu instructor y sin respeto es algo estúpido— James se acercó un paso, pero la pelirroja no retrocedió para nada— Valiente… — añadio— pero estúpido
— De verdad debo-
— Haz lo que te dije, Románova, es una orden— contestó evitando protestas
Natasha respiró hondo tragándose sus maldiciones y su impotencia, dándose la vuelta para ir a las duchas en el fondo del salón.
De inmediato se encerró dentro, poniendo el seguro a la puerta, y también a la del cubículo de la ducha. Abrió la regadera, se desvistió quitándose el vestido que era su uniforme y también las medias. Cuando estuvo desnuda, lentamente se sentó en el suelo de la ducha y atrajo las piernas a su pecho, permitiéndose llorar en silencio bajo el agua de la regadera
Perdió la noción del tiempo cuando empezó a tallar su cuerpo, marcando su piel blanca con rasguños de sus propias uñas.
Cuando el timbre sonó en todo el internado, rápidamente cerró la ducha y se envolvió en una toalla, apresurandose a vestirse cuando supo que había demorado demasiado. Sin embargo, para su alivio, la puerta de los vestidores jamás trato de ser abierta, no hubo ningún forcejeo o ruido que la hiciera alertarse de su instructor tratando de entrar a propasarse con ella
Sintió algo de alivio, pero no podía evitar también tener desconfianza hacia él.
Ahí nadie protegía a nadie, solo actuaban para sobrevivir o buscar su propio beneficio. Él debía querer algo a cambio de ayudarla, algún tipo de favor
Cuando salió esperó ver el salón llenándose de más niñas de su edad, pero no, lo encontró vacío, con el instructor de un brazo de metal sentado tranquilamente sobre el escritorio de forma despreocupada. Notó que lo desinfecto por el olor a alcohol
— ¿Dónde están las otras?— pregunto cruzando los brazos sobre su pecho
— Seguramente volviendo a sus dormitorios— habló James sin preocuparse— Les dije que la clase de hoy se canceló
— Bien, entonces yo-
— Pero a ti te daré una lección privada— terminó de añadir el azabache, poniéndose de pie
— ¿Perdón?
Antes de que Natasha pudiera protestar, sintió la mano humana de James en el cuello y como la azotó con la pared.
De inmediato el enojo y la impotencia hizo enrojecer su rostro. Ya sabía que era como el resto de los hombres, solo le había quitado a Iván de encima para ser él quien la violara.
— Tu codo— dijo James
Natasha, que le dio una mirada de odio, de inmediato se mostró confusa, notando que el agarre en su cuello si le permitía respirar. La tenía sujeta de forma firmé, pero sin lastimar
— ¿Qué?
— Usa tus codos— explicó James— golpea mi brazo, haz que se doble, y luego usa eso a tu favor para liberarte
Natasha entonces entendió que eso era parte de la lección, aunque algo comprometedor para su gusto, ya que estaban demasiado cerca.
Hizo lo que dijo. Golpeo con sus codos el brazo humano del Super Soldado, con todas sus fuerzas, ya que aún no se confiaba, pero sabía que él estaba siendo bastante flexible, ya que si de verdad quisiera mantenerla sometida, podría sin problemas
Cuando el brazo de el varón se dobló, se acercó aún más hacia ella y usó eso para darle un certero rodillazo en la entrepierna
Eso hasta a un Súper Soldado le dolería.
James de inmediato quedó de rodillas, sosteniendo sus adoloridas partes mientras su rostro se contraía en dolor
Le dio una mirada llena de reproche a Natasha, pero esta solo le dio una sonrisa orgullosa
— Dijo que lo usará de favor para liberarme
— Pues fue un buen movimiento— admitió en un gruñido
Natasha creyó que ya sería todo, pero de la nada terminó en el suelo, respirando con pánico cuando el trepó sobre ella y la sometió, sin embargo, le recordó a una de las tantas veces que Iván la violó, sobre todo en las primeras en las que la arrastró hasta su dormitorio y trepó sobre ella en la cama
James tenía sus manos aprisionando sus muñecas, sentado en el vientre de Natasha. La pelirroja gruño, respirando erráticamente ante el pánico
»— Respira, no puedes ser dominada por el pánico— le recordó al verla verdaderamente asustada, pero ella debía enfrentarlo
Natasha de inmediato volvió en sí, buscando la forma de liberarse
»— Alzar la pelvis
— ¿Qué?
— Usa sus piernas para alzar la cadera
Natasha de inmediato lo hizo, notando como James de inmediato salió disparado hacia enfrente, ya que su misma fuerza sobre sus muñecas lo envió hacia adelante
»— Bien, ahora abraza mi cintura
Natasha apenas se dio cuenta de que por el impulso él la había soltado, así que hizo lo que dijo, algo incómoda de la posición tan comprometedora y cercana. Ya ni siquiera hizo falta que el mayor le dijera qué hacer después. Uso sus piernas y los giró, siendo ella quien quedó encima, dándole un golpe en el rostro, esta vez algo despechada por el susto
James, desde el suelo, la vio tomar distancia, sonriendo divertido, sin tener intenciones de ocultarlo
»— Creo que fue un buen inicio. Iván jamás vería venir que lo lances hacia el frente cuando te sostenga de las muñecas
Natasha de inmediato lo miró, sin saber cómo es que sabía eso, hasta que vio sus propias muñecas, dándose cuenta de las marcas ahí. No eran muy visibles, pero James las había notado
Ahora se daba cuenta de que le estaba enseñando a quitarse a Iván de encima
— ¿Por qué hace esto?
— Tienes potencial
— No, hablo de que me ayude a defenderme de mi violador. ¿Usted que gana? — deseo saber, llena de recelo— Porque de una vez aclaró que no pago con sexo
— Jamás dije que quería que me pagaras— James se levantó, haciendo una ligera mueca ante el dolor en la entrepierna— ¿Tenías que golpear ahí?
— ¿Entonces qué quiere?
James se sentó en su escritorio, suspirando ante el ligero dolor, pero no respondió a su pregunta
— ¿Quieres que él te siga violando?
— Soy perfectamente capaz de defenderme— aclaró de forma orgullosa
— ¿Entonces por qué te viola? ¿Te gusta que te tome en mi escritorio mientras ahogas tus quejas? — pregunto dejando muda a Natasha, quien desvió la mirada— Se que a ustedes las entrenan para pelear desde pequeñas, ¿entonces porque dejas que te toque?
— ¡No es porque yo quiera! — grito de inmediato, odiando que insinuara que se dejaba por gusto— Aquí los hombres tienen derecho sobre nosotras. Sería castigada si me defiendo
— ¿Y prefieres ser violada o que te castiguen? — pregunto sin reprochar, pero sinceramente era horrible el trato que se les daba
Natasha se quedó callada, viéndolo con algo semejante a rabia
»— Si Iván trata de arrastrarte a otro salón, dile que vienés tarde a una de mis clases.
— Pero…
— Estoy libre la mayoría del tiempo, así que puedes venir aquí y te podré enseñar algo, lo que sea. No será una mentira— murmuró como si no le diera importancia— No siempre tiene que ser práctica, puede ser teoría… lo que quieras.
— ¿Y si está dando clases?— pregunto con cuidado
James pareció pensarlo, pero de pronto sacó dos pequeños alambres con un gancho en la punta. Los dejó en el escritorio y se levantó
— Si estoy en clase, dile que tienes una lección conmigo, pero te irás a mi habitación. Está en el primer piso pasando la cocina. No creo que sospeche— resolvió sin verle el problema
— No creo sentirme cómoda yendo a su habitación— habló con cierta burla Natasha
— No te estoy obligando— James caminó hacia la puerta— Pero, ¿te sientes más cómoda en mi habitación o con Iván?
Natasha abrió la boca pero no atinó a decir nada
»— Descansa, Románova… lo necesitás
Ese solo fue el inicio de algo que ninguno de los dos no vio venir para nada. Ambos eran personas lastimadas que preferían la soledad a dejar que más personas los hirieran. Ninguno había escogido la vida que tenían, pero aprendían a llevarla sin bajar la mirada
Natasha al principio descartó por completo la idea de tomarle la palabra. No confiaba en ese hombre que era una gran pieza de otra gran organización que era igual a la Habitación Roja. Todos los hombres que trabajaban para Dreykov eran personas sucias, lo peor de lo peor; violadores, pederastas, asesinos, incluso pareció escuchar por los pasillos que algunos seleccionaban niñas "desechables" para enviarlas a prostíbulos o sacar dinero en cosas como pornografía infantil e incluso las vendían a hombres ricos que deseaban sentir lo que era tener una "mujer" virgen, pero el caso es que ninguna era mujer, todas eran niñas en camino a un fatídico final
Un final que no estaba dispuesta a tener
Pensaba seguir como siempre: evitar lo más posible a Iván, pasar cada nivel de su entrenamiento y graduarse como viuda. Era todo lo que debía hacer
O eso trató de decirse a sí misma, cuando en el fondo estaba aterrada de quedar nuevamente atrapada con Iván.
Ese hombre tenía una extraña fijación por ella, buscándola para arrinconarla de cualquier forma para violarla
Pasó casi una semana desde el ofrecimiento de Barnes, incluso casi lo olvidó, decidiendo pasarlo de largo y no darle importancia a sus constantes miradas que había alcanzado a notar. Hasta que un día, Iván nuevamente trató de arrastrarla a un salón, fue ahí cuando se le salió la mentira sin pensarlo
Era su cuerpo, tenía al menos que tratar de defenderlo de ser ultrajado cada que ese hombre enfermo quería
Iván al principio pareció desconcertado y molesto, pero no insistió en retenerla por mucho que deseo hacerlo, dejándola irse a su "clase"
Natasha no estaba segura de si James estaba impartiendo clase o si estaba ocupado, así que fue a la habitación del hombre, sabiendo que tal vez ese sería el último lugar en el que Iván la buscaría si se enteraba de su mentira.
Bajó al sótano de la gran mansión, donde estaba ubicada la cocina y armarios de limpieza, y una que otra habitación. Paso la entrada de la cocina y siguió por un largo corredor estrechó, encontrando la habitación del Soldado del Invierno
Sacó los dos pequeños ganchos de su ropa. No los había desechado porque podrían serle útiles de cualquier forma, así que empezó a abrir
Cuando escuchó un casi imperceptible 'click', se asomó a la habitación, encontrándola vacía y silenciosa. Cerró tras ella y paseo sus ojos alrededor, notando que él sí tenía un televisor
— Suertudo— susurro apenas, girándose de golpe cuando la puerta del baño fue abierta
Natasha al principio se alertó poniéndose en guardia, pero casi enseguida su ceño se frunció al ver al azabache al parecer recién salido de la ducha, con su cabello azabache húmedo y goteando
— ¿Natasha?
La pelirroja se relajó poco a poco, sin bajar la guardia pero dejando una leve sonrisa juguetona curvar sus labios
— Creí que no lavabas tu cabello— insinuó con burla, sentándose en un sillón subiendo los pies en la mesita frente a este
— Y yo creí que habías rechazado mi propuesta
A James no se le dificulto sumar dos más dos para entender que Ivan la había tratado de arrinconar seguramente en algún salón para ultrajarla, así que por eso estaba ahí
Natasha cruzó los brazos sobre su pecho, manteniendo su ligera sonrisa
— Bueno, si me dan a elegir entre ser violada contra un escritorio duro o pasar el rato con un aburrido anciano al que se cree un mito, creo que prefiero por mucho al anciano— comentó con aire divertido
Los labios del mayor también se curvaron poco a poco en una sonrisa que correspondió a la de Natasha
— Ponte cómoda— ofreció con amabilidad
Al principio, ambos se mostraron algo cerrados, incluso incómodos. Tantearon terreno para saber las intenciones del otro, en especial Natasha, quien aún no se fiaba del hombre
Las visitas al principio no fueron demasiado seguidas, y durante las clases se limitaban a actuar como si fueran desconocidos, sin embargo, con el pasar de las visitas, y el irse conociendo poco a poco fue haciendo que ambos bajarán la guardia
Ya ni siquiera Natasha iba a su habitación cada que Iván trataba de violarla, iba cuando le apetecía ir a charlar, encontrándose realmente cómoda con la presencia de James.
Al principio fue difícil, pero logró darse cuenta de que no era como el resto de los hombres, ya que en ningún momento se le había insinuado, ni pedido que le devolviera el favor.
Él seguía siendo su instructor, pero cuando estaban a solas era un amigo, un confidente.
La atracción y tensión entre sus miradas se volvió bastante fuerte, pero trataban de disimularlo entre cada visita o clase, incluso en las lecciones privadas que James le daba cada que podía. Si Natasha ya era la mejor de su generación antes de su llegada, ahora se estaba volviendo una viuda letal con el Soldado del Invierno siendo su mentor
Natasha gruño cuando nuevamente se quedó atrapada bajo James, con sus brazos y piernas enredados impidiéndole quitárselo de encima. Sus respiraciones se mezclaban, pero Natasha ignoró por completo eso buscando la forma de escapar
James tenía una sonrisa bastante divertida, y parecía casi relajado viendo el rostro enrojecido de Natasha a unos centímetros de él.
Le encantaban esas clases privadas
— ¡Borra esa sonrisa de tu rostro! — gruño Natasha sin encontrar salida
Al contrario de lo que pidió, esta se extendió más, causando que su frustración aumentara
— Piensa claro Natasha. Usa lo que sea para liberarte— pidió James sin prisa, solo dedicándose a verla
Podía sentir cómo las piernas de ella buscan alzarlo, pero ante la posición no tenía el suficiente impulso, y el que sus muñecas estuvieran prisioneras tampoco ayudaba.
Gruño tratando de nuevo de al menos girarlos, pero fue inútil, estaba sometida.
James creyó que se daría por vencida, pero esa idea pasó a confusión cuando Natasha lo miro directo a los ojos y formó una sonrisa
Antes de poder preguntar qué malévola idea le había pasado por la cabeza, los labios de Natasha se unieron a los suyos, tomándolo completamente desprevenido
James abrió los ojos, y enseguida su espalda chocó contra el suelo cuando Natasha se liberó, quedando encima de él con una sonrisa suficiente
— ¡¿Por qué el beso?! — pregunto aún algo en shock, pero no le disgustó para nada
— Dijiste que usará lo que sea para liberarme— Natasha se alzó de hombros, sin borrar su sonrisa llena de victoria
James frunció el ceño, teniendo bastante disgusto del corto beso.
— Juegas con fuego, Natasha— murmuró Barnés pasando un mechón rojo tras su oreja
Ella sólo inclinó la cabeza, bajando por un momento la vista a sus labios que había besado porque efímero segundo
Los dedos de la mano de metal de James lentamente fueron a su mejilla y luego a su barbilla, acercandola más a su rostro
No estaba seguro si ella lo quería, pero ella no ponía resistencia alguna. No quería que pensara que era como los otros hombres, o como Iván, solo era un hombre herido que se había enamorado de una pequeña bailarina
James dejó un beso cortó en sus labios, viendo enseguida sus ojos esperando que ella le diera permiso para continuar, recibiendo la misma sonrisa encantadora y victoriosa que hacía las mejillas de Natasha ponerse rosas.
Al ver que ella estaba confiada en él, volvió a unir sus labios con más confianza, sintiéndola corresponder de forma maravillosa, siguiéndole el paso perfectamente cuando el beso tomó bastante intensidad de golpe.
Natasha ni siquiera se molestó cuando su espalda volvió a estar contra el suelo del salón, ni la enorme figura de James sobre ella, besándola con devoción
Compartieron una mirada bastante contenta cuando tomaron aire, teniendo las frentes juntas viendo los ojos del otro brillar como ganas de vivir.
Natasha ya tenía años que no sentía esa sensación de libertad, mientras que James sentía que la tenía por primera vez, ya que no recordaba su vida antes de ser el Soldado del Invierno, pero no le importaba, solo le importaba Natasha, ahora y siempre por el resto de sus días.
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— ¿Estás bien? — Maddie sacó a Natasha de sus pensamientos
Era bastante extraño ver a Natasha tan ensimismada, con el ceño fruncido al ver un punto fijo. Suponía que era el tema de Nastya y los acuerdos recién firmados, de los cuales se arrepentía
— Eh… Si.. — murmuró aclarando la garganta— Solo pensaba..
— ¿En que si puedo saber?
Natasha apretó los labios, viendo en dirección al elevador que se abrió. James y Yelena otra vez estaban juntos, y eso le dio un arrolladora sensación de celos, aunque no imaginaba a Yelena con James
Simplemente no imaginaba a Yelena con alguien, le era extraño.
Nuevamente venían cuchicheando, aunque parecía que ambos estaban tensos y sumamente serios. Yelena estaba demasiado centrada en algo, y evitaba las preguntas
Maddie le siguió la mirada, viendo de hito a hito a Yelena y James, y hacia Natasha, que se veía de malas por algún motivo
— Nat, ¿crees que podrías citar al resto? — pidió Yelena— Es importante
— ¿Para qué?
— Por favor, solo hazlo— pidió con seriedad
Natasha tomó aire antes de afirmarlo. Minutos después, Sam llegó a la sala, siendo el único que faltaba en el comedor principal.
Todos tenían un rostro de pocos ánimos, y no era para menos. Todos y cada uno esperaban no recibir otra desalentadora noticia, que ya eran el pan de cada día desde la firma de acuerdos
— ¿Y bien? ¿Para que esta cita? — pregunto Tony, viendo a Yelena
La rubia se dispuso a hablar, pero antes de poder plantear el problema, la voz de VIERNES se adelantó
— Jefe, Pietro y Wanda Maximoff piden permiso de acceder nuevamente
Maddie suspiro con alivio, ya que tenían casi dos días fuera. Al menos ya se les había pasado el enojo
Tony sonrió
— Déjalos pasar
— ¿A todos? — preguntó la IA
Tony se extraño pero no dudó
— Claro
Enseguida las puertas del elevador se abrieron, dejando ver a los hermanos Maximoff, sin embargo, estos no venían solos.
La sala quedó en silencio cuando vieron a Pietro con un niño en brazos, de apenas dos años, pelirrojo, tierno y de grandes y redondos ojos azules. Tenía las mejillas mojadas, en señal de que había llorado
El menor se aferraba al cuello de Pietro, viendo con un puchero a su alrededor, buscando.
— ¿Pero qué… ?— salió de los labios de Maddie— ¿Y ese niño?
Pietro sonrió levemente, limpiando las mejillas del bebé
— El es Dakari— presentó con una sonrisa
El menor acentuó más su puchero, así que Wanda extendió los brazos, recibiendo al pequeño con ternura y una sonrisa
— El hijo de Nastya… — terminó de presentar Wanda
La mandíbula de más de uno cayó hasta el suelo, viendo perplejos a ese bebé.
— Ma.. Ma.. — llamó empezando a llorar, extendiendo sus manitas hacia el elevador
Fue ahí cuando notaron a la segunda persona que los acompañaba y había pasado inadvertida por la presencia del bebé
Raven salió del elevador. Vestía de su forma humana, manteniendo un rostro amenazante que apenas se suavizó un instante al recibir a Dakari en brazos
El menor se sintió tranquilo, escondiendo su carita en su cuello
— ¿Dónde mierda está Nastya? — preguntó con fiereza
Su rostro estaba sombrío, mostraba enojo y advertencia
— Eres Mystique… — susurro Maddie
— Hice una pregunta: ¿Donde… esta… Nastya? — repitió, haciendo un aterrador énfasis en cada palabra
— Arrestada—Natasha se cruzó de brazos, nada dispuesta a dejarse intimidar por la famosa mutante— Cometió un crimen
Raven dejó a Dakari nuevamente en brazos de Pietro, quien veía al niño con cariño. Aún le era bastante irreal saber que Nastya era mamá, pero el niño era de ella, y no dejaría que nadie le hiciera daño alguno
— Pues la van a sacar de esa prisión— ordenó directamente
No pregunto, no se esforzó en ser amable.
— ¿Perdón? — inquirió Sam bastante perdido
— Así no funcionan las cosas
— Me vale mierda como funcionen las cosas— escupió Raven— Nastya debe quedar libre. Ahora
— No podemos hacer eso— negó Tony— Aunque quisiéramos, estamos atados de manos
— Nastya no está en una prisión— apenas y susurro Yelena, pero el silencio era tan denso, que sus palabras fueron claras
— ¿De qué hablas? — El temor en Pietro se hizo notar
— Investigue a fondo, y… Valentina me dijo que el Gobierno ruso decidió vender a Nastya a su hermano adoptivo… — confesó
Raven y los gemelos se vieron entre sí. Los Maximoff aterrados, Raven, cada vez más tensa
— ¿Y quien es su hermano adoptivo? — preguntó Steve más que perdido
—... Yuri Ivánovich— soltó Mystique con amargura
Natasha sintió como el corazón le dio un vuelco. Ahora tomaba sentido la mención de Iván en la conversación secreta de Yelena y James
Habían estado buscando pistas de Nastya
»— Entonces la situación cambia
— ¿Cambia?
— Si… Se vuelve más sencillo para ustedes.— comentó con aire despreocupado la mutante, dibujando una expresión casi cruel el su rostro— Recuperarán a Nastya, y más vale que sea pronto porque Yuri es impredecible
— aja… si… Eh, ¿desde cuando te crees la Jefa? — inquirió Tony— Acabas de llegar y nos ordenas que violemos los acuerdos de Sokovia que recientemente acabamos de firmar
— Me valen un carajo sus putos acuerdos políticos— gruño Raven— hablamos de la vida de Nastya… la madre de ese niño
Natasha miró al pequeño pelirrojo, que se le hacía familiar, no sabía de donde.
»— Un bebé que la necesita
Wanda sostuvo la mano del pequeño niño, quien le sonrió mostrando sus dientitos tiernos de leche
— También hablamos de un acuerdo que nos ata en mil maneras las manos— defendió Maddie— Soy mutante, igual que tú, y si hacemos esto caminaremos sobre la cuerda floja por una…
— ¿Una que? — susurro Raven, casi alentandola a decirlo
Los ojos de Pietro se mantuvieron en la rubia, quien selló sus labios
— Sé que defiende los derechos de los mutantes, pero está siguiendo los mismos pasos que Magneto. Cree que nos defiende pero sólo mancha nuestra imagen— defendió con fiereza Madeline
— No hables como si fueras uno de los nuestros, niña— le advirtió Raven— no te queda… Está claro que escogiste tu lado
Sus palabras afectaron a Maddie más de lo que esperó. Mystique siempre fue una imagen a seguir, un símbolo de esperanza y valor para los mutantes, y sentirse así de despreciada por ella…
— Aquí no hay lados— negó Natasha, tomando la mano de Madeline— Aquí nadie quería firmar
— Ese tema no tiene relevancia. Lo único a lo que vine, fue para exigir la recuperación de Nastya
— No tienes una postura para exigirnos algo— negó Steve, poniéndose frente a Maddie— No representas a todos los mutantes, y Nastya tampoco
Se le notaba afectada, aunque sabía disfrazarlo bien. Pero Steve conocía lo suficientemente a la rubia para saber que le había dolido
— Cambiare mis palabras— Raven tomó aire, pero parecía disfrutar tener que cambiar sus palabras a algo mas directo— Esto no es por nosotros los mutantes, es por algo mucho más importante, que protege a los nuestros y a los que no son como nosotros, pero los recibimos sin distinción alguna…
Eso dejó aún más confundido al grupo. Raven cambió a su forma natural azul, haciendo sus ojos ambarinos verse amenazantes, sombríos. Estaba determinada a recuperar a Nastya
»— Vengo en representación de Erick Lehnsherr. Nastya Ivanovna es su protegida, al igual que la de Charles Xavier— soltó como una bomba, que estalló en la cara de todos— Con eso claro, digo esto: O Nastya vuelve a casa mañana, o tendrán guerra
— Esto…
— Erick Lehnsherr aún no tiene idea de que Nastya no está con nosotros, porque se que si le digo, saldrá de su Isla y no dudará en hacer el núcleo metálico fundido de la tierra salir por cada grieta que haya— advirtió, con un tono de voz duro— Lo digo en serio. O Nastya vuelve a casa, o declaramos oficialmente la guerra
— No hablas en serio… — susurro Maddie
— ¿Tengo cara de bromear? — preguntó la mutante de piel azul— Se que no impongo mucho con mis poderes, pero las personas más cercanas a Nastya si…. ¿Les suena el nombre de Jean Grey… ?
— Ay no… — susurro Tony, viendo que eso de verdad estaba poniéndose feo
Ya estaban en la mirá de los tres mutantes más poderosos de la tierra
— Ustedes eligen. Nastya vuelve a casa, o será por fin el inicio de la guerra. No contra humanos o el Gobierno, sino nosotros, Mutantes contra los Vengadores, y aquí entre nosotros… los superamos en número— susurro antes de sonreír de forma amarga
Steve y Tony se miraron, pero antes de que cualquiera pudiera siquiera meditar, Bucky se adelantó a hablar
— Lo haremos… — Declaró James sin dudarlo
— Pero necesitaremos apoyo, al menos para dar con Nastya. Por lo que sé, Yuri es bueno moviéndose… Si quieren recuperarla, ayúdennos con el trabajo— propuso Yelena, de forma sería y segura
Eso le agradó a Mystique, más al ver que no dudaba como sus compañeros
— Es un trato… Pero si algo le pasa.. Sepan que lo pagarán caro— advirtió
Como si jamás les hubiera amenazado, Raven sonrió cuando Dakari paso a sus brazos, aferrándose a su cuello
— Mama… tia, mama… — pidió el menor
— Si, pequeño, ya traerán a tu madre— le prometió volviendo a su forma humana que usaba de disfraz
Los gemelos fueron con Raven, nada dispuestos a separarse de Dakari. Era una parte de Nastya
Lo último que Madeline vio antes de que las puertas del elevador volvieran a cerrarse, fue como Pietro miró con ternura al niño, y eso le dolió
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¡AMO ESTE CAP EN SERIO!
Es que mi Winter Widow es tan
❤👄❤
Que mal que hasta ahorita, Bucky no recuerde nada, esperemos que pronto lo haga *guiño, guiño*
Y por otro lado... RAVEN APARECIÓ POR FIIIIN, en compañia de el hijo de Nastya~
Ah que nadie se esperaba esa JAJAJAJA
Ahora si, lo mejor de la trama llegaaa~
Habrá Flashbacks, revelaciones, y escenitas calientes 🔥😏
Apenas aprendo a escribirlas así que tal vez no sea tan explicitas y largas, eh, así que no me juzguen tan duramente
Este acto no es tan dramático en si, de hecho les sorprenderá que las cosas se darán bastante bien a diferencia de mis otras historias JAJAJA
Este es el acto "tranquilo" por así decirlo
No creo que este fic tenga demasiados actos, máximo serán tres.
Gracias por leer, votar y comentar. No sean fantasmitas ;)
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