₊˚ˑ༄ؘ ┊ CHAPTER THREE °•*⁀➷
❝sexting❞

CORI SONRIÓ A SU TELÉFONO MIENTRAS ESTABA SENTADA EN UNA DE LAS SILLAS DE MIMBRE EN LA HABITACIÓN QUE ALICE HABÍA PREPARADO PARA QUE LAS CHICAS SE ARREGLARAN. Una bata violeta sedosa cubría su conjunto lila y sus converse lilas se apoyaban cómodamente sobre sus pies. Su cabello negro estaba rizado en bucles perfectos con la mitad recogido con una cinta que combinaba con sus zapatos, atada en un moño alrededor, y la otra mitad se derramaba por su espalda más allá de sus omóplatos. Necesitaba un corte, al menos eso fue lo que Alice le dijo.

—¿Qué dije sobre dormir para estar bella?— Alice casi regañó a la futura novia mientras le daba toquecitos en la cara con corrector.

—Lo siento, fue una pesadilla.— La castaña le dio a la vampira una pequeña sonrisa. —Fue el nerviosismo de la boda.

De repente, Cori soltó una carcajada, sus ojos se cerraron con fuerza mientras se encorvaba hacia adelante, casi doblándose por la mitad.

»—Maleducada.— Bella murmuró, aunque sabía que la risa de su hermana no tenía nada que ver con ella.

—Lo siento, Bell.— Cori se sentó, con una amplia sonrisa. —No me estoy riendo de ti, lo prometo.

—¿Qué te envió?

La sonrisa de Cori se volvió traviesa y rápidamente se metió el teléfono debajo del muslo. —Nada.— Sacudió la cabeza, pero tanto Alice como Bella sabían que estaba mintiendo. Pero a ella no le importaba, eso era para ella y solo para ella. Y no era nada malo, no es como si le hubiera enviado una foto de su pene... esta vez.

Era simplemente una serie de fotos mientras se vestía con su esmoquin. En la primera, simplemente llevaba sus bóxers, de un rosa brillante con pequeños corazones, un regalo de Cori. En la siguiente, se había puesto los pantalones, pero dejó el botón y la cremallera desabrochados. Y así sucesivamente hasta que estuvo completamente vestido y la última foto era solo de su rostro y tenía el ceño muy fruncido y el texto debajo decía...

❝Pensé que ibas a venir a
ayudarme a vestirme.❞

❝Evidentemente estaba
teniendo dificultades.❞

—Eres una mala mentirosa.— Dijo Bella y Cori solo sonrió, esperando que sonara inocente, pero cuando su teléfono volvió a sonar, sacó el dispositivo.

ÁRBOL
Te perdonaré con una condición

SHORTCAKE
¿Cuál es?

ÁRBOL
Tienes que desvestirme más tarde ;)

Si pudiera sonrojarse, estaría más roja que un camión de bomberos. Respiró hondo y apagó el teléfono antes de ponérselo debajo del muslo mientras miraba hacia arriba justo cuando Rosalie entraba en la habitación, su teléfono sonando repetidamente, pero lo ignoró.

—¿Necesitas ayuda? Puedo peinarla.

—¿En serio?— preguntó Bella, completamente sorprendida de que se haya ofrecido.

Rosalie se rió un poco, un sonido apenas perceptible mientras entraba en la habitación. —Por favor.— Una sonrisa tiró de sus labios mientras se paraba detrás de Bella, pasándose los dedos por el cabello. —No me ofende tu elección de novio.

—A mí sí.— Murmuró Cori, principalmente para sí misma y parecía que Bella no la había escuchado.

—Solo mi flagrante falta de respeto por la mortalidad.

La rubia intenta ocultar su sonrisa. —Básicamente.

—Bodas.— Dijo Alice entusiasmada, envolviendo sus brazos alrededor de su hermana y la futura novia. —Unen a todos.

—Wow.— Exhaló Lola mientras irrumpía en la habitación como nada menos que un tornado de rizos rubios perfectos y un minivestido lavanda corto. Era una tela simple y brillante que se amontonaba en sus caderas antes de caer hasta sus muslos; la mayor parte de sus largas piernas estaban a la vista. —Esta casa se ve muy diferente cuando estás sobria.

Las cuatro en la habitación se rieron entre dientes mientras ella se dejaba caer en la silla de mimbre frente a Cori.

—¿Te perdiste?— preguntó Alice, mirando a la chica antes de concentrarse en el maquillaje de Bella.

—Sí.— La humana rubia resopló, encorvándose en su silla. —Terminé en la habitación donde los chicos se están preparando.— Sacudió la cabeza, dejando escapar un pequeño suspiro. —Están locos.

—Necesito detalles.— Cori le dijo, frunciendo ligeramente el ceño.

—Travis estaba bailando sobre la mesa, si así es como quieres llamarlo. Jasper le estaba tirando billetes de cien dólares, creo que era para que se detuviera más que cualquier otra cosa. Emmett estaba pegado a su teléfono, y con la forma en que tu teléfono está explotando, me divierte que ustedes dos estén enviando mensajes de texto sexuales. Y pobre Eddie.— Murmuró la última parte. —Parecía confundido, ligeramente asustado, y como si estuviera listo para repudiarlos a todos.

Cori se incorporó un poco, mirando a Rosalie y Alice, con un pequeño puchero en los labios. —No me gusta que se estén divirtiendo más que nosotras.

—Puedes bailar sobre la mesa si quieres. Incluso te tiraré dinero.— Le dijo Rose y se sentó más derecha, con una amplia sonrisa en su rostro.

—¡No!— Alice intervino. —Trabajé duro en tu maquillaje y si te mueves demasiado tu cabello perderá su rizo. Puedes bailar más tarde, en la pista de baile.

—La Alice organizadora de bodas no es divertida.— Cori resopló mientras se reclinaba en su silla, ignorando el zumbido casi constante debajo de su muslo.

—¡Por el amor de Dios, responde tu teléfono!— Bella casi espetó y Cori se estremeció un poco mientras sacaba su teléfono de debajo de su pierna. Lo desbloqueó y sus ojos se abrieron de par en par. Lola tenía razón, Emmett había estado enviando mensajes sexuales.

Cori se sintió como un tomate a pesar de que sus mejillas permanecieron del mismo color pálido incluso debajo del rubor que Alice había colocado perfectamente en sus pómulos. Los miró, cada uno más sucio que el anterior y sintió que necesitaba una ducha o que la regaran con una manguera.

—Voy a ponerme el vestido.— Se puso de pie y rápidamente se dirigió a la puerta, sin mirar a nadie a los ojos.

—Si te despeinas, acabaré con los dos.— Alice dijo, su voz tan tranquila como siempre y Cori solo tarareó en reconocimiento mientras salía corriendo de la habitación, solo para chocar con alguien.

—¡Mamá!—Sus ojos se iluminaron, incluso debajo de sus lentes de contacto azules; pensó que era mejor usarlos para que la gente no hiciera preguntas. Rápidamente apagó su teléfono y envolvió sus brazos alrededor de la mujer, quien se rió entre dientes mientras le daba palmaditas en la espalda a su hija. —Es tan bueno verte.

—A ti también, cariño.— Besó la frente de la chica antes de que se separaran. —Te ves increíble.

—Ni siquiera estoy vestida todavía.

—Aún así.—!Se encogió de hombros, con los ojos llorosos. —Te ves tan adulta. ¿Te hiciste más alta?

—Postura, mamá. Hace la diferencia.

Renée simplemente se rió entre dientes, tirándola de nuevo hacia sus brazos y Cori dejó escapar un pequeño suspiro mientras sostenía a la mujer. —Está bien. Te dejaré que te vistas.— Ella se apartó y colocó una mano sobre la mejilla de la chica. —Mi hermosa niña.

—Deja de emocionarte antes de que te pongas a llorar.— Cori se rió entre dientes. —Guárdalo para Bella.

Se rió de nuevo, secándose los ojos para evitar mancharse el maquillaje. —Tienes razón.— Respiró hondo. —Te alcanzaré más tarde.

—Sí.— Cori asintió mientras rodeaba a la mujer, saludando con la mano al pasar junto a Charlie mientras bajaba las escaleras.

—¿No te parece raro?— él la detuvo, señalando los birretes de graduación que colgaban en un marco en la pared.

—Es arte, papá. Ponte al día.

—Está bien.— Suspiró. —Sigo pensando que es raro.— Murmuró y ella se rió mientras ponía los ojos en blanco juguetonamente antes de dirigirse a la habitación de Emmett para poder ponerse el vestido.

[...]

Emmett se rió, dándole una palmada en la espalda a Edward. Había hecho una broma sobre la inminente luna de miel, que Edward simplemente ignoró, con una mirada fulminante dirigida al costado del rostro de su hermano. Pero en el momento en que Cori salió de la casa, los ojos de Emmett se centraron en ella. Su sonrisa se desvaneció un poco, transformándose en una mirada de pura adoración.

Su brazo estaba enredado con el de Lola, su sonrisa amplia mientras saludaba a algunas personas. Su vestido era de un violeta claro, a juego con sus zapatos y la cinta en su cabello. Strapless y con un escote tipo corsé que terminaba donde comenzaba el comienzo de la falda circular. Podía ver cada detalle del encaje mientras revoloteaba alrededor de sus pálidos muslos con cada movimiento que hacía.

Y sus ojos se quedaron fijos en ella mientras se separaba de Lola y saludaba a su madre, con una amplia sonrisa tirando de sus labios.

—Mamá, en serio.— Se rió. —Es el día de Bella, no el mío. Hay que bajar un poco el tono.

—Tienes razón. Lo sé.— Renée se apartó, manteniendo las manos en las mejillas de su hija. —Pero estas tan grande.

—Déjala respirar.— Phil se rió entre dientes, apoyando la mano en la espalda de su esposa y la mujer dio un pequeño paso hacia atrás, apoyándose en él mientras dejaba caer las manos del rostro de Cori. —¿Cómo has estado, Slugger?

—Bien, en general.— Ella asintió. —Estoy contenta de haber terminado con la escuela y estoy emocionada por viajar.

—¿Emocionada por el viaje o por la compañía?— Renée movió las cejas sugestivamente, haciendo que Cori pusiera los ojos en blanco.

—Entonces, Slugger, ¿dónde está tu novio?— preguntó Phil, con una mirada de padre protector en sus ojos, lo que la hizo reír. Pero antes de que tuviera la oportunidad de buscar a su novio, él se detuvo junto a ella, rodeándole la cintura con el brazo y presionándola contra su costado.

—Hola, soy Emmett.— Extendió su mano derecha. —El novio.

—Oh, somos familia.— Renée le quitó la mano con un gesto y se acercó para abrazarlo, sus brazos apenas cabían alrededor de sus hombros. Emmett se sorprendió un poco, pero le dio una palmadita en la espalda. Ella agarró su espalda un poco sutilmente y giró la cabeza para darle a Cori una mirada impresionada mientras murmuraba en silencio "wow".

—Está bien, mamá. Déjalo ir.— Cori se rió entre dientes, pero estaba un poco avergonzada. Renée se apartó, simplemente despidiendo a la chica.

Pero Emmett solo se rió entre dientes levemente. —Es agradable finalmente conocerte.— Le dijo a la mujer antes de que sus ojos se dirigieran a Phil, quien estaba bastante desconfiado del chico frente a él. Eso le recordó a Cori la primera vez que Charlie lo conoció, cuando vino a ayudarla a estudiar. —A los dos.— Extendió la mano y Phil la estrechó, nada más que un apretón firme y un simple saludo.

—Sí.— Asintió Phil. —A ti también. Slugger aquí se emociona cada vez que Renée pregunta por ti.

—Phillip.— Cori gimió, con los ojos cerrados mientras sacudía un poco la cabeza.

—Quería conocer al chico del que estaba tan cautivada.

—Cautivada.— Cori se burló. —¿Quién dice eso hoy en día? Dios, Phillip. Eres más vergonzoso que mi padre.

—Entonces estoy haciendo mi trabajo.— Él le dio una amplia sonrisa semi burlona y ella puso los ojos en blanco juguetonamente. —Ahora, Emmett...

—Oh, muchacho.— Cori murmuró, sus dedos entrelazados con los de Emmett mientras se apoyaba contra su bíceps. —¿Por favor, sigue amándome sin importar lo que pregunte?— ella inclinó la cabeza hacia atrás para mirarlo, con el labio inferior sobresaliendo.

—Siempre.— Se inclinó y la besó en la frente, borrando la hendidura entre sus cejas mientras ella cerraba los ojos ante la acción. Su puchero se transformó en una pequeña sonrisa y un ligero sonido abandonó sus labios. —¿Decías?— volvió a mirar a Phil, quien luego le hizo un millón de preguntas hasta que de alguna manera terminaron hablando de béisbol. Renée puso los ojos en blanco juguetonamente antes de mirar a Cori, era como si ninguno de los dos estuviera presente mientras hablaban de equipos, jugadores y las ligas mayores.

Emmett, sin embargo, deslizó su brazo alrededor de la cintura de Cori, su mano en la cadera de ella y su pulgar moviéndose delicadamente por el encaje de su vestido. Su pequeña manera de mantenerla cerca y hacerle saber que a pesar del hecho de que estaba cautivado por la conversación, ella tenía una gran parte de su atención... si no toda.

ya me estoy estresando porque no encuentro gifs de grace para poner al inicio y queda todo el libro por delante
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