° • ° CAPITULO 013 ° • °

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No me percaté de que Alden venía hacia mi, hasta que...¡me beso!, de fondo se escuchaban los gritos, o más bien chillidos de Tara, Jesús y Enid. Fue un beso corto, pero era todo lo que necesitaba.

—Te amo—Dije.

—Yo también.

Luego me ayudo a levantarme, y me abrazó por la cintura, caminamos juntos hacia una de las mesas.

—Te di varias pistas, ¿cómo no lo supiste?—Pregunto el.

—Soy bastante mala con las indirectas...—En ese segundo, mis amigos llegaron a sentarse frente a nosotros.

—Entonces, Alden, ¿hace cuánto que te gusta Lexa?—Pregunto Tara, ganando un zape de parte de Enid.

—¿Por que tienes que ser tan directa? —Pregunto Enid.

—¿Que?, quiero saber—Respondió TarTar. Solte una risita y Alden también.

—Bueno—Interrumpió Alden—Hace como tres años, más o menos.

—¡¿Tres?!—No pense que le gustara hace tanto.

—¿Es mucho o poco?

—Mucho.

—¿Como que mucho?—Esta vez hablo Carl—Si el te gusta hace como cinco.

—Y los dos igual de vergonzosos, más de tres años y ninguno dijo nada— Comento Enid.

—Yo hubiera dicho algo, pero ella vivía en Alexandria—Añadió Alden— Además no sabía si yo le gustaba.

En ese momento me di cuenta de que Alden tenía heridas por las ataduras, seguro que Luke también las tenía.

—Tenemos que limpiar esas heridas— Dije señalando sus muñecas.

—Oh, no lo había notado.

Nos despedimos y fuimos a buscar a Luke. Cuando lo encontramos nos dirigimos a la enfermería.

—Esto va arder—Avise a Luke, y puse un algodón con alcohol en sus muñecas. El se quejo pero no se movió.

Cuando termine con eso, Alden fua a dejarme en la entrada del edificio.

—Buenas noches, nos vemos mañana —Dijo el, dejando un beso en mi mejilla.

—Quedate.

—¿Que?

—Quedate...solo si quieres.

—Claro que quiero—Dijo, con una chispa de emoción en su voz.