(Anne's pov)

Finn y yo estábamos muy bien, hablando de la vida, de lo que queríamos hacer de mayores... Hasta que sentí la necesidad de querer besarlo, no se, es algo que simplemente me vino a la cabeza.

Empecé a acercarme más de lo que ya estaba de Finney, hasta que le pedí su consentimiento para poder besarlo, este me dijo que sí, puse una mano en su mandíbula y la otra en su cintura, para que se acercara más a mí, sus labios eran suaves y cuando los besabas te olvidabas de todo lo malo, eso era lo bueno, como había mencionado antes.

Pero alguien nos interrumpió, era el raptor. Entró con la parte de abajo de su máscara puesta, la de arriba no la tenía, y venía con un hacha, como Robin había mencionado cuando llamó al teléfono.

—Sepárense, esto no es una cita—Dijo el raptor furioso.

—No, tú no nos obligas, si quieres besar a alguien consiguete una esposa y le haces todo lo que quieras, pero a nosotros nos dejas en paz, ¿Entendiste?—dije— Malparido.

Al decir eso, el raptor se abalanzó hacia mí y me intento clavar el hacha, tal y como Robin me había dicho, la esquive y pase por debajo de sus piernas. Fui a donde estaba Finn y me quedé con el.

El raptor vino y Finn tiro de la cuerda, a lo que el raptor cayó al agujero hondo y se retorció en tobillo, yo saqué la navaja, por si la necesitaba en algún momento. Finn le empezó a golpear y en un momento, no se cómo, el raptor me agarro, me quitó la navaja y me la puso en el cuello.

—Si quieres que ella viva, vas a tener que quitarte y dejar que me vaya—dijo.

—Bien... Pero antes dej- ¿G-gwen?—dijo Finn tartamudeando.

Gwen apareció por detrás, yo me estaba poniendo muy débil, no tenía casi aire, el raptor me estaba ahogando.

Cuando el raptor iba a girarse Gwen le clavó el hacha en la cabeza, haciendo que yo pudiera respirar bien, porfin.

—¡Gwen, estás bien!—Dijo Finn yendo a abrazarla.

—¿Os habéis besado, verdad?—Dijo sonriendo pícara.

—Si...—Dije yo— pero nada, solo 3 veces, y una fue interrumpida y casi muero, entonces...

—¡Te extrañé mucho, Ann!—dijo Gwennie y me abrazó, yo le seguí el abrazo y entonces bajo la policía.

Llegamos arriba y vimos a toda la gente rodeada, Joyce, Óscar y Leticia vinieron a abrazarme, pero lo más extraño, mi "madre" también...

—¿Que haces Paola?—pregunté confundida— No te atrevas a tocarme.

Los demás miraban (Joyce, Óscar y Leticia, los demás no) atentamente.

—¿Que dices cariño? Soy tu madre.

—¡NO, TU NO ERES MI MADRE, TU ME CREASTE INSEGURIDADES CON MI CUERPO E HICISTE QUE ME ODIARA A MI MISMA Y DEJASE DE COMER, TAMBIEN NOS PEGABAS! ¿¡Y AHORA VIENES CON QUE ERES MI MALDITA MADRE?! Vete a la mierda—grité y le saqué el dedo de enmedio. Los otros vinieron a por mí.

—¿Es verdad lo que has dicho, te ha hecho vivir ese infierno?—Preguntó Óscar.

—No pensé que os iba a importar—dije envolviendome en una manta.

—Si que nos importas—. Dijo Joyce.

—¿Entonces por qué me cerraste la puerta en la cara ese día? Dímelo, si tanto os importo...

—Cariño, fui a llamar a la policía. Y tu madre me amenazó con que si no te cerraba la puerta le iba a hacer daño a Leti...

—Oh... Lo siento Joy.

—¿Desde cuándo la llamas "Joy"?—Preguntó Leticia.

—Desde ahora, y a tí, Leti.

—Si quieres... Vamos a nuestro piso de antes y te vienes con nosotros, lo que has dicho de tu madre se ve que te maltrataba... A ti y a Vance—dijo Óscar.

—Me encantaría, ¿El piso está aquí?

—Sí, está en Denver, por eso no te preocupes—. Dijo Joy.

—Vamos a hacer las maletas y nos vamos al piso. ¿Quieres?

—Sí, vamos.

Estábamos yendo y vi a mi madre ir hacia la tienda... Supongo que a comprar botellas de alcohol y tal...

Ya habíamos hecho las maletas y estábamos subiendonos al coche. En el coche había música de la buena, yo y Leticia la cantábamos super fuerte, y Óscar y Joy nos pedían que pararmos, que iba a llover más de lo que ya lo hacía.

ꨄ︎ꨄ︎ꨄ︎

—Me voy a la escuela familia, ¿os puedo llamar asi, no?—Dije.

—Claro que nos puedes llamar así, pero yo te llevo a la escuela granuja, sube al coche—. Dijo Joyce.

—Esta bien... ¿Y me vais a adoptar?—dije cambiando un poco de tema.

—Le dije a papá que tú querías, y me dijo que no había problema, que después de que vinieras del colegio ya serías adoptada—dijo con una gran sonrisa, estábamos realmente felices.

—¡Adiós, Joy!

—¡Adiós granuja!

Joyce se fue y vi a Finn a lo lejos, lo saludé y vino conmigo. Cuando entramos estaban todos cuchicheando sobre el raptor y esas cosas, pero Finn y yo nos miramos y nos reímos.

—Finn, ¿sabías que Óscar me va a adoptar?—dije feliz.

—¿Qué? ¡Eso es genial, ya no vivirás con tu madre y vivirás la vida que siempre quisiste!—Dije feliz por mí.

—Realmente te quiero, Finney, me has ayudado mucho. Ahora haze falta que la psicóloga lo haga, porque no me está ayudando, siempre me intento abrir pero la psicóloga me dice que ya se ha acabado la hora, es imposible.

—Lo siento mucho, de verdad.

—No es nada.

Ya entramos en la clase y nos sentamos juntos, tocaba discepcionar una rana, era lo que había querido siempre, pero ya lo habíamos hecho más de 1 vez, aunque estaba guay.

Terminamos las clases y Joyce estaba enfrente mía, esperando con el coche.

—Sube.

—Ya voy, tranquilidad—dije riéndome, a lo cual ella también.

—Bueno hermanita, vamos a casa—dijo feliz, dándome a entender que ya era su hermana.

—Estoy super feliz, siempre había querido esto.

Llegué a casa y fue lo de siempre, subir a mi habitación a hacer tarea y tocaba la hora de ir al psicólogo, Joyce insistía en llevarme otra vez, y le dije que sí, que me llevaría. Llegamos al psicólogo y Joyce me deseó suerte, a lo cual le dije que gracias, y un adiós.

—Anne, cariño. Dime qué te pasa, de lo contrario no puedo ayudarte. Confía en mí.

—Estoy bien—. Dije, era difícil de creer porque una lágrima cayó de mi ojo izquierdo.

—Anne, por favor.

Les dejo esto por aquí y me voy a dormir mosquitillos, ¿Os puedo llamar asi? Bueno, lo voy a hacer.

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