⁰⁰⁶, El secuestro

—Eh, Ann, ya hemos llegado—, me despertó Finn— ¿has dormido bien?

—¿Eh?—Dije medio dormida.

—Venga, despierta.

—Si, si—. Dije poniéndome en pie.

—¿Has podido dormir al menos un poco?— Me pregunté agradable.

—Bueno... Un poco.

—Tranquila, espero que la profesora entienda lo que estás pasando—. Dijo con un tono agradable otra vez.

—Eso espero—. Dije despertándome más.

Cuando estábamos casi entrando, vi un cartel que me partió el corazón, Robin... había desaparecido. Mire el cartel, no teníamos mucha confianza desde que me fui, pero antes éramos mejores amigos, y lo quería mucho.

—Finn...

—No, no, no—. Dijo, no se lo podía creer, igual que yo.

—Lo siento mucho.

—No tienes la culpa, es el... raptor.

—El maldito raptor se a llevado a dos personas importantes para mí... Si lo veo lo mato, si no me secuestra, claro.

—Vamos a clase—Dijo Finn cambiando de tema.

—Sí, mejor.

Estábamos en clase de lengua, pero yo tenía mucho sueño entonces me dormí, sé que está mal dormirse en clase, pero poneros en mi lugar, empatizar un poco.

—Anne, cariño, vete a la enfermería a dormir—. Me dijo la profesora.

—Sí, muchas gracias.

—No pasa nada.

Me tumbé en la camilla de enfermería y me eché a dormir. Pasaron como 2 horas y Finney vino a visitarme, ¿cómo lo sé? Porque sentí que alguien me tocaba el pelo y sentí a alguien hablar también. Era Finney, estaba acariciándome mientras me contaba una historia, la de la cenicienta.

Me desperté y me reí, se nota que nos queremos (como amigos), yo a él le quiero, quiero que sea algo más que mi mejor amigo. Pero él... supongo que no.

—¿Finney?

—Oh, Ann. Ya estás despierta... Y-yo no quería despertarte.

—No, tranquilo.

—Bueno, es hora de ir a casa, si quieres... Puedes quedarte en la mía. Debido a la situación qur estas pasando con tu madre...

—Sí, por mi perfecto. Pero debo ir a por mis cosas a mi casa.

—Bien, yo te puedo acompañar.

—Claro.

Estábamos yendo hacía mi casa y vi un coche en mi puerta, no sabía de quién era, porque de mi madre no, te lo aseguro. Entramos a casa y había un hombre con 2 chicas, una de unos 14 años y otra de unos 18.

—¿Quienes son?— Pregunté confusa.

—Hola, él es Óscar, mi novio. Y ellas son Leticia y Joyce—. Me dijo mi madre, no era tan desagradable como siempre, pero me dio igual. Miré a Finney impresionada y este se rió.

—Hola, encantada. Soy Joyce y tengo 18 años—. Dijo y me extendió la mano.

—Eh, sí. Hola—. Dije y le di la mano, estaba nerviosa.

—Y yo soy Leticia, tengo 14 años, ¿tú eres Anne, no?—. Dijo y me extendió la mano también.

—Asi es—. Me di la mano también.

—¿El es tu hermano Vance?—Me dijo Joyce.

—La verdad es que soy Finney, me podéis llamar Finn. Soy su mejor amigo—. Se presentó Finn.

—Yo... Voy al baño—. Dije con la voz quebrada.

—¡No, Ann!—Dijo Finn y me siguió.

—¿Tengo yo la culpa de que lo hayan secuestrado, verdad?— Pregunté llorando.

—No, tranquila. La culpa no la tiene nadie.

—¡NO MIENTAS! SI NO LE HUBIERA DICHO LO DE ESA CHICA ÉL ESTARÍA AQUÍ, CONMIGO, EN ESTE MISMO INSTANTE. Y LO SABES FINN, LO SABES—. Dije gritando y llorando. Después cogí mis cosas y me fui a casa de Finn, al menos para estar con Gwen.

—Adiós, un placer—. Dije desagradable y me fui.

Estaba corriendo cuando me tropecé con una piedra y me hice sangre.

—¡MIERDA! ¿Por qué todo a mí? Primero Robin, luego Vance... No tengo razones para vivir—. Al decir eso vi como una furgoneta negra se acercaba. Empezé a correr lo máximo que pude a mi casa, no quería que Finn viniera y le pasara algo.

ꨄ︎ꨄ︎ꨄ︎

—Disculpar, a su hermano lo secuestraron, y ella dice que fue su culpa—. Dijo Finn, siendo amable.

—Oh, lo siento mucho, diselo por favor—. Dijo Leticia.

—Si, de mi parte también—. Dijo Joyce.

—Se lo diré, ahora voy a por ella, igual la secuestran, y no va en broma.

—¿Cómo?—Dijo Óscar.

—Lo que escucháis, adiós—. Dijo Finn yéndose, muy preocupado.

Óscar salió detras de él, y vió como una furgoneta intentaba secuestrarnos a Finn y a mí, corrió super rápido, pero ya fue tarde, estábamos dentro de la furgoneta negra. Aunque el raptor no, el raptor le echó un gas de pimienta a los ojos y se cayó al suelo, le escozía mucho.

—¡Papá! ¿Que ha pasado?— Dijo Joyce corriendo super rápido hacia su padre.

—Intenté salvarlos, a los dos. Pero no pude, me echó gas pimienta—. Dijo con la voz quebrada.

—Has hecho lo que has podido—. Le dijo Leticia.

—Voy a por el coche a ver si puedo rescatarlos—. Dijo Joyce, se nota que es una buena chica.

—No, ya se los ha llevado—. Dijo mi "madre".

—Es verdad, las probabilidades de encontrarlos son nulas. Y si lo hacemos, no de la forma que queremos—. Dijo Leticia.

—Si...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top