Una Pelinegra de
Apenas 19 años miraba el castillo siempre quiso estar en uno como las princesas hasta que descubrió que eran estupidas ahora quería ser un pirata navegando en los mares,muchos chicos se burlaban de ella por ser infantil

-Mama tenía razón este lugar es grande-sonrio Dayana entrando junto a la multitud-.

La Pelinegra trató de no respirar no quería lanzarse a los humanos

-solo no cantes alguna canción de billie eilish o ariana grande-penso-concentrate y no pienses en Derek Shepherd y Mark Slone y su relación imaginaria-.

La Vampira veía todo con atención parecía muy vintage

-El almuerzo viene entrando-Susurro una mujer sonriendo algo que no le gustó a Dayana-.

Vio como unas grandes puertas se abrían y vio a Vampiros y unos tronos

-la reina Isabel-penso al ver a un rubio que parecía enojado-.

-disfruten-sonrio un hombre-.

Los ojos de Dayana se abrieron al ver a todos siendo atacados por los Vampiros y tratando de no unirse

-Rose ayuda-susurro Dayana antes que una niña de 12 años apareciera en el lugar tomando la mano de la adolescente-.

-Tranquila estoy aqui-Sonrio la niña viendo a la chica -.

Hasta que todo se calmó todo estaba en silencio y vio cómo el hombre de cabellera oscura y sonrisa malvada la miraba

-¿quiénes son?-hablo sin quitar su rara sonrisa-.

-¿¡quien eres tú!?-pregunto Dayana asustada y provocando gruñidos en la sala-.

-Soy rose Collins un placer-sonrio la niña haciendo una pequeña reverencia y haciendo que su ropa se cambiara a un vestido de flores-.

-Dayana Collins-sonrio de mala gana la adolescente-.

-¿me permites?-pregunto aro y haciendo que Dayana asintiera confundida y dándole su mano-.

-Rose corre!-grito Dayana protegiendo a su hermana menor-.

Un recuerdo apareció haciendo que aro sonriera

-Mama no te quiero dejar!-exclamo dayana-.

-Vete antes que te encuentren-susurro una mujer desangrándose-.

-Ya es muy tarde linda-aparecio un hombre tomando a la Pelinegra del cabello-.

-Dejalas Porfavor-suplico la mujer viendo a sus dos hijas llorando-.

-conviertenlas-ordeno el hombre ignorando a la humana-.

Aro salió de su transe viendo a la chica

-Nos serás útil pequeña dayana-.