🏯𝓗𝓮𝓻𝓸 𝓣𝓸𝓸🦸🏻‍♂️

Un ataque.

Otro más.

Una explosión.

Nada parecía poder derrotar aquel villano. Aunque todos los héroes habían asistido al combate, solo uno conseguía seguir luchando a duras penas.

Su derrota fue observada por miles de personas y cámaras, quienes llegaron en el ultimo segundo para capturar la caída del rubio. Al tiempo que descendía el cuerpo inerte, la esperanza en la muchedumbre presente iba desapareciendo poco a poco. Dynamight, el héroe número uno, desapareció entre la oscuridad de un callejón cercano, en la cual ya no había nadie cuando los medios llegaron al lugar.

Intento levantarse, seguir luchando y vencer al enemigo; pero su cuerpo ya no respondía a sus órdenes. Fue en ese momento cuando sintió como unos brazos lo alzaban y a una velocidad asombrosa lo trasportaban a otro lugar. Cuando aquella persona lo dejo de vuelta en el suelo, con pesadez logro abrir un poco los ojos. Frente a él se alzaba la figura de quien años atrás había sido su amigo.

—Kachan, ¿te encuentras bien? —le preguntó el peliverde preocupado.

Hacia mucho tiempo que sus caminos se habían separado. No había cambiado, todavía tenia el deseo de salvar a todos. Aunque los años habían creado un muro entre ellos, le aliviaba saber que era el mismo nerd de siempre.

—¡¿Y que clase de pregunta es esa?! ¡¿Eh?! —respondió Bakugo costosamente con su mal carácter habitual—. Por supuesto que estoy bien. Ahora, ayúdame que debo regresar.

Esperaba encontrar a Deku con una sonrisa y, sin problema, lo ayudara a ponerse de pie. Mas no fue así. En cambio, sus ojos esmeraldas brillaban de furia y temor. Esa mirada le heló la sangre.

—¿Realmente piensas que te voy a dejar ir así? —le espetó tan bruscamente que, si no estuviera sentado, sus pies lo habrían hecho retroceder un poco—. ¡Ni pienses que volverás a hacer eso estando tu solo!

—No puedo renunciar, idiota. —Se levantó con dificultad y encaró al pecoso—. Yo soy un héroe, no seré como tú.

Tal revelación fue como si le hubieran echado un balde de agua fría. Tenia razón, Bakugo no era como él. Era mucho más testarudo y no se rendiría fácilmente. Aun así, quería intentarlo.

—Tal vez es momento de que dejes de serlo —dijo con una mirada sombría y melancólica.

Ahora más que nunca se podía palpar la tensión que había entre ambos. En ese momento notaron lo grande que era el muro que los separaba y lo difícil que sería romperlo.

—Tengo mucho que perder como para dejar todo. Prefiero luchar a dejar que este mundo de mierda se corrompa porque un idiota como yo decidí abandonar el campo de batalla. —Comenzó a caminar a paso lento hacia donde se encontraba el villano—. Tenemos que ganar para salvar, ¿no es así?

Ambos recordaban el día en el que la Era Oscura cubrió todo Japón. Fueron muchas las bajas y ellos en ese entonces no podían hacer mucho más que ayudar a los profesionales. Tenían 16 años en esa época.

Cuerpos, sangre y escombros cubrían las calles de la ciudad. Cuando el héroe conocido como All Might cayó, nadie imaginó que la liga había vencido. La impotencia invadió a todos los alumnos de la UA, aunque el que resulto más afectado, fue Deku. La baja del Símbolo de la Paz fue muy dura de aceptar para ambos amigos. Poco a poco el dolor del pecoso se fue transformando en culpa hacia si mismo siendo alimentada por los medios de comunicación. La gota que colmó el vaso ocurrió en el día del funeral de su mentor.

Habían asistido personas de todo el mundo a despedir al héroe, siendo los más cercanos quienes tenían el honor de decir unas palabras. Al tocar el turno del peliverde, los medios lo asaltaron con miles de preguntas en las cuales se le acusaba directamente de la muerte de All Might.

Deku no logró soportar ese peso, por lo que terminó renunciando a su sueño de ser un héroe. Ni su novia, Uraraka, había logrado convencerle de regresar. El cenizo lo había intentado más veces que cualquiera, pero con el tiempo fue perdiendo las fuerzas de seguir intentando y fue cuando se separaron para siempre. Nunca más su relacion volvió a ser la misma.

Ambos revivieron esas escenas como si de una película se tratase, antes de regresar nuevamente a la realidad.

—Oye maldito nerd —le dijo con voz decidida, una que nunca antes había escuchado—, lo de All Might no fue tu culpa. Nunca lo fue. Así que deja de pensar en lo que piense los extras de los medios y cumple tu maldita promesa: la de salvar a todos con una sonrisa. ¿Acaso ya lo olvidaste?

El contrario no respondió. Tenia una pisca de esperanza de regresarlo al camino correcto, quería que regresara el Deku de antes: el que lucha por sus sueños y es puro de espíritu. Mas sabía que no podía obligarle, por lo que, dándole la espalda, se dirigió nuevamente hacia el villano con el fin de ganar o morir en el intento.

La pregunta había tomado por sorpresa a Deku. "Salvar a todos con una sonrisa", era el juramento que había olvidado hacia mucho tiempo y ahora le recordaba porque había decidido ser un héroe. La nostalgia lo invadía y el sentimiento de culpa regresaba para atormentarle otra vez.

¿Me perdonaría All Might por no haber podido hacer más? ¿Sera que tengo oportunidad?

¿Quiero volver a salvar a todos?

Mientras veía a su amigo de la infancia alejarse por las frías calles, miles de pensamientos parecidos pasaban por su cabeza. El sueño se despertaba y reclamaba ser cumplido. A la vez, el temor le atravesó como un rayo: podía perder a todos ellos.

Uraraka había cortado su relacion, por falta de esperanza y para no hacerlo sufrir cada vez que se iba. "No se espera a alguien que ha olvidado el camino a casa", fueron las palabras que le dijo la ultima vez que se vieron.

Si, se había perdido en el camino. Había perdido la luz que lo guiaba. Vacilaba por momentos si poder decidir que hacer. Hasta que el temor hizo mover su cuerpo.

La tierra temblaba bajo sus pies y sabía que sería cuestión de tiempo hasta que la muerte viniese a su encuentro. Se preparó para el golpe que iba a recibir, cuando un rayo verde pasó rebotando por las paredes asestándole un derechazo al temible villano. No pudo evitar sonreír ante el regreso del verdadero héroe N°1.

—No voy a dejar que salves a todos por tu cuenta —le dijo sonriente el pecoso.

—¡¿Ah?! ¡Pero si podía hacerlo hasta con los ojos cerrados! —espetó el orgulloso rubio sin borrar la sonrisa de su rostro—. Aunque admito que me alegra verte aquí, idiota.

El villano se volvió a levantar con rapidez mientras se preparaba para lanzar otro ataque.

—¿Alguna idea? —preguntó Deku a su compañero.

—Lo de siempre, ¡solo sígueme!

Ambos se lanzaron a la batalla lado a lado, como en los viejos tiempos. Una vez más podían compartir de la compañía del otro sin esa tensión incomoda que había entre ellos. Porque no fueron las cámaras ni las palabras del rubio las que hicieron que Deku regresara a casa, sino el recuerdo de una promesa que no había sido cumplida y los sueños que habían sido desenterrados. Los sentimientos de sus amigos y los de las personas que amaban eran lo que lo impulsaban a ser mejor y a querer luchar.

Los colores le volvieron y su gozo no podía ser mayor cuando el villano finalmente fue detenido por sus crímenes. Ahora comprendía el valor que tenían todas esas personas en las cuales podía confiar.

En el hospital se reencontró con sus antiguos compañeros quienes le recibieron con cálidos abrazos y algunas lágrimas. A todos les alegraba que Deku por fin encontrara el camino. Al encontrar a su amada, no pudo evitar envolverla en un cálido abrazo mientras las lágrimas de ambos corrían por sus mejillas.

Bakugo los observaba desde el exterior de la habitación y, aunque no lo demostrara con gestos y palabras, estaba feliz de cómo había resultado todo.

Ese día Deku comprendió dos cosas: que la vida es efímera y por ello hay que luchar por lo que se quiere y disfrutar cada momento alegre que se vive. Y lo segundo, que en las únicas personas que te puedes apoyar son aquellas que aun en las malas estarán allí para ayudarte a salir adelante. Por ello, se prometió tratar de hacer feliz a cada una de ellas.

Porque de ahora en adelante, las luces no volverían a cegarlo. Porque, después de todo, tenia más de lo que cualquier persona podía desear y no podía estar más agradecido por eso.

"Prometo, no dejar el camino a casa nunca más", se dijo a si mismo mientras disfrutaba de la compañía de su futura esposa.

╚═════════╗♡╔═════════╝

Tiene un total de 1486 palabras.

Espero que les guste esta pequeña historia tanto como a mi me ha gustado escribirla.

Esta historia participó en el concurso "Cazadores de Escritos" de CaveCrew.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top