05
Este capítulo es editado, aunque no tiene muchos cambios.
Ya estaba decidido.
Después de varios años, tormentosos y confusos años, al fin sería el día en el cual, confiese sus sentimientos.
No mentiría, Arin sobrepensaba, algo que aprendió de Bagi y Luzu, se sentía nervioso, aterrado, pero sentía una esperanza de que tendría la gran suerte de ser correspondido.
—¿Qué te parece si hacemos una cartulina?, que diga, "¿Quieres ser mi pato enojón?"— hablaba con alegría, imaginando la cartulina que le haría a su amigo, claro, basándose en una cartulina que se ha vuelto muy famosa en internet.
—Me gusta la idea, ¿Qué piensas Arin?.— preguntó Tina con una sonrisa. La castaña no tendría ni idea alguna de la cartulina la cuál su amigo piensa.
—Claro..— respondió inseguro, la idea de declararse lo aterra, pero tenía que ser fuerte.
—No mames Roier, ¿Piensas poner esa pinche cartulina?— Quackity veía el celular de su amigo, tenía uno de sus codos en la cabeza del castaño, Roier estaba sentado y el parado, así que aprovecha para poner su codo como apoyo.
—Maldito chismoso.— frunció el ceño mirando al azabache. — Y si, yo quiero hacer esta cartulina, quieras o no. Aparte de que también lo voy a utilizar cuando te declares a Luzu. — sonrió engreído, Quackity solo rodó los ojos, con un leve sonrojo en sus mejillas.
—¿Cuál cartulina hablas?.— Tina le quitó el teléfono a Roier, viendo la famosa cartulina, el castaño buscaba eso, dándose inspiración. — Oh..— su sonrisa se esfumó, miró a Arin y le mostró eso, el castaño de ojos azules solo pudo reír incómodo.
—Aparte.— Quackity volvió a hablar.— No creo que hagan eso, conozco a mi hermano como la palma de mi mano, y a él no le gusta ese tipo de cosas, le parece una estupidez.
La emoción que todos sentían desapareció, ahora tenían ganas de gritarle a Quackity.
—Oh shit!.— dijo Tina, golpeando levemente la mesa donde desayunaban.
—Vete a la verga Quackity, la tenías que cagar, solo tenías una tarea.— alzó un dedo mirando con estrés y enojo no tan grave al de gorro.— Y esa era darle una pinche esperanza a Arin con esta madre de la cartulina.. Esa era TU PINCHE TAREA.
Sin pensarlo, Quackity se alejó de Roier, y se puso detras de Arin, por suerte, el castaño menor estaba enfrente de los otros castaños.
— P-perdon, wey, pero tenía que decirlo!, no quisieran ver a un Alexander con una cara de culo.
—¡Pero si siempre la tiene!. — estiró sus brazos, negó rápidamente con su cabeza.— Bueno, pues ni modo Arin, tendrás que decírselo a la cara, solo ten los huevos.
—¿O porqué no mejor lo escribe en una carta?.— propuso Tina, todos la miraron como si fuera una genio.
—¡Eres un puto genio Tina!.— Roier se levantó de su asiento. Puso sus manos apoyadas a la mesa. — Arin, escríbele lo que quieras, si quieres, basate en unas cartas del Google, aun-
Roier iba a seguir, pero Arin negaba con la cabeza, cosa que mejor pensó en parar.
—No creo, me gustaría, pero no. — los demás no entendían.— Se lo voy a decir, aunque tenga miedo, lo voy a decir. — habló decidido, los demás soltaron unos gritos de felicidad, alarmando a los demás alumnos que estaban en la cafetería. Tina abrazó a Arin, no podía estar más que feliz de su amigo, tenía tantas ganas de contarle rápidamente a Bagi, si esque ella terminara de hablar con la maestra junto con Cellbit.
Sentía sus piernas temblar, en cualquier momento esto acabaría, estaba seguro de eso y lo esperaba con ansias.
Miraba a todas partes, con nervios, miraba los árboles, los pajaritos volando, los niños y las familias que paseaban en el parque. La brisa golpeaba contra su cara, limpiaba las gotas de sudor, ¿En qué momento empezó a sudar?, eso se preguntaba.
El atardecer poco a poco se acercaba, ya quería que él llegara, y fue así, con la hora y lugar acordado, Alexander llegó.
El azabache se detuvo al estar al lado de la banca donde el castaño se sentaba.
—Ale..— susurró viendo al azabache.
—Hola, Arin. — se sentó en la banca.— ¿Qué querías decirme?
ElQuackity no lo diría, pero se alegró mucho al ver un mensaje de su mejor amigo. Desde que Arin salió de clase, no se han vuelto hablar, Alexander deseaba poder hablar con el castaño, pero era mejor darle su espacio, o eso decía su hermano, gracias a él, no se pudo acercar al castaño, y eso agradecía Arin.
—Yo... — pensó en como podía empezar, había practicado, pero los nervios le ganaban.— Perdón por lo que sucedió ese día, no quise dejarte solo y mucho menos salir de clase... Solo quería dejar de sentirme así. — comenzó a explicar.
—¿Así cómo?
Arin río nervioso.
—Dejar de sentirme nervioso, estresado, triste contigo. Las preguntas que hiciste, no, no es tu culpa, o bueno, sí, una gran parte lo es.— ElQuackity trataba de entender, pero se le veía confuso.— Lo que quiero decir. — imitó una de las poses que hace Cellbit cuando explica el juego de enigmas que nunca entendió. Alzó un poco un brazo hacia arriba, con una mano entre abierta. Trató de recordar el como Cellbit o Bagi se declararon. — Pues.. Me gustas y mucho. — Que gran sorpresa se llevó el azabache. — Y la verdad de que llevo muchos años enamorado de tí, pero gracias a que tú, estás enamorado de Melissa, no tuve las ganas de declararme, mi esperanza en que yo te pudiera enamorar se fueron.
—¿Y cómo explicas el hecho de que te alejabas de mí?— preguntó un tanto cansado.
—No quería, pero siempre hablas de Melissa, siempre te veo viendo fotos o publicaciones de ella, eso me da.. Celos, envidia... Y me harté, pero no solo es eso. El sentirme nervioso, enamorado, y estando a tu lado, me estresa, porque sabía el que nunca podré estar contigo, eso me estresaba...
No dijo nada más, no veía al azabache, que se sentía incómodo, embarazoso, nunca imaginó esto. Arin alzó un poco la mirada, vio poco segundos la cara de Ale, ya que Roier, tenía alzado un gran pizarrón que contenía escrito Rápidamente, "Quieres ser mi pato enojón?", negó con una leve sonrisa, ElQuackity al ver eso, miró detrás de él, vió a Roier, junto con los demás detrás de un arbusto, ellos velozmente se agacharon, ocultándose detrás de la plata, él gruñó, llamando la atención de Arin.
—Arin, yo no puedo corresponder tus sentimientos, no puedo dejar de verte como si fueras mi mejor amigo, perdón por esto, espero me entiendas... — el castaño se sintió peor de lo que ya estaba. — Podemos seguir siendo amigos, Si quieres, yo con gusto acepto eso
Su mirada cambio a se una mirada apenada a ser una de preocupación.
Arin empezó a llorar, lágrimas salían de sus lindos ojos, pasaban por sus mejillas regordetas. Alexander abrazó a su amigo, dejando que él ponga su cabeza en su pecho.
—Arin, tranquilo, no es el fin del mundo, puedes enamorarte de alguien más.— decía como si fuera fácil, tratando de que su amigo se tranquilice, pero no funcionó, un sollozo se escuchó.
—E-es f-facil decirlo... P-pero n-no hacer-lo..— habló entrecortado, abrazaba fuertemente el torso de su amigo, no se quería despegar de él.
—¡Arin!— escuchó a Bagi gritar, corriendo hacia ellos, no sabia con exactitud lo que sucedió entre los dos, pero sentía que debía ir hacia el castaño. — Hermanito..— al ver al menor llorando, llevó una mano a un hombro de él. Sentía preocupación por su hermano, sentía una ira hacia ElQuackity.
Desde aquel día, las cosas cambiaron, Arin y Alexander no estaban juntos, ya no se les encontraba pegados como un chicle, sin embargo, hablaban, pero poco e incómodos.
Terminaron la preparatoria, Arin y sus hermanos se fueron a una excelente universidad, Los gemelos tuvieron que cambiarse de ciudad, ya que sus padres consiguieron un mejor trabajo, por lo que significa que no los verá mucho, solo en las vacaciones, Luzu y Quackity desde hace un año antes de terminar la preparatoria empezaron a salir, lamentablemente el que el mexicano se tuviera que ir, tuvieron que tener un relación a distancia, pero amándose y deseando volver a verse.
Sin duda las cosas cambiaron, siempre cambian.
HOLAA Amiguitos!
Se siente raro actualizar rápido, ya me acostumbré a actualizar semanas después. :]
Bai-
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