𝟎𝟎𝟓

/005/
𝑬𝒍 𝒉𝒐𝒈𝒂𝒓 𝒆𝒔 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒆𝒍 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏

─¡Oh! ¿Y Qué pasó después?─ Dijo mostrando mostrando una gran sonrisa.

─La noche siguiente mientras estaba patrullando con Rengoku, él empezó a hacer muchas, muchas preguntas, y... tengo la sensación de que aún no me cree por completo de que si estoy casado contigo─

Shiroi soltó una ligera risita mientras abrazaba a su marido, por fin había vuelto a casa. Como cazador de demonios y uno de los pilares no tiene casi tiempo libre, pero por primera vez en mucho tiempo Giyuu no tenía asignada una misión, así que pensó que era una buena idea volver a casa y contarle a su mujer lo ocurrido en las dos últimas semanas.

Giyuu, le devolvió el abrazo con cariño. ─No sé qué hacer... no me creen cuando hablo de ti─

Shiroi mostró la típica sonrisa brillante que a él tanto le gustaba. ─Entonces, ¿por qué no los conozco?─

A Giyuu pareció no gustarle la idea. No era un hombre de muchas palabras, pero con sólo mirarle a la cara supo que no quería que los conociera.

Tal vez no era el momento adecuado todavía, o tal vez todos estaban ocupados.

O tal vez simplemente no quería que la vieran...

Y, ella respetó su decisión. Además, no es como si quisiera que él fuera a su lugar de trabajo y molestara innecesaria e incesantemente a sus compañeros. Más bien, se sentaría en un rincón a esperar hasta que fuera la hora de irse a casa, o algo así.

─Tal vez en otro momento sería mejor─

─Sí... en otra ocasión─

Aunque Giyuu admitió que se estaba cansando de que todo el mundo llamara inexistente a su mujer.

─¡Pues trato hecho! Ahora, hora de bañarse, porque tu olor varonil sobrepasa los límites─

─Pero-─

─Nada de peros, ¡Vamos apestoso! Hora del baño─

─¿Podemos al menos bañarnos juntos?─

─Si, como siempre. De prisa, estoy cansada y apuesto a que tú también, en cuanto más rápido terminemos más rápido podremos apapacharnos─

Ella tiró del dobladillo de su manga y se lo llevó arastas, y él no se lo impidió.

Honestamente, no le importaría ser arrastrado por Shiori a donde decidiera llevarlo.

Aunque, a menudo piensa que tal vez no se merece tanta paz, pero también sabe que Shiori se enojaría con él si alguna vez pudiera escuchar sus pensamientos sobre esto y probablemente diría algo como: "¡soy yo quien no te merece, tonto!", y lo golpearía o algo así.

Él ha aprendido a nunca hablar negativamente de sí mismo cuando ella estaba cerca.

─¡Ahora, muestra tu cuerpaso! ¡desvístete!─

También aprendió que cuando ella quiere mimos, se impacienta.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top