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𝑹𝒆𝒏𝒈𝒐𝒌𝒖

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─¿Cuándo os conocisteis?─

A pesar de mostrarse un poco incrédulo ante el hecho de que el Pilar del agua esté casado, Rengoku decide hacer algunas preguntas sobre la supuesta mujer.

Si era real, Giyuu no tendría ningún problema en responder a sus preguntas.

─Hace siete años, cuando ambos teníamos catorce─

─¡Ya veo! ¿Es una cazadora de demonios?─

─No─

─Entonces, ¿cómo os conocisteis?─

─La salvé de un demonio─

─¡Ah! ¿Entonces fue amor a primera vista?─

─...no, no sentíamos nada el uno por el otro cuando nos conocimos─

─Entonces, ¿cuándo os casasteis?─

─Hace dos años─

Rengoku mantuvo su típica sonrisa mientras seguía interrogando a Giyuu. ─¿A qué se dedica?─

─Hace ropa─

─¿Dónde vive?─

─¿Conmigo?─ Giyuu dijo agregando un irónico tono de duda. ¿Dónde si no se suponía que iba a vivir su mujer? ¿En una caja? ¿Bajo un puente? ¿En su bolsillo? ¿O quizá en una casa al otro lado del mundo?.

─Perdón, perdón. Supongo que ha sido una pregunta estúpida. Mmm... ¿Cómo es ella?─

Rengoku tuvo que dejar de caminar, ya que Giyuu se había detenido en mitad del camino. Los dos estaban patrullando en plena noche. Y aunque Rengoku estaba manteniendo una conversación informal, él y Giyuu estaban en alerta máxima... por si aparecía algún demonio.

─Su cabello es dorado como el sol y sus ojos son verde esmeralda, es casi de mi tamaño, y... abstractamente no sabría describirla, tiene demasiadas cualidades, no sabría por cual empezar─

A pesar de sus palabras Rengoku seguía sin creerse que estuviera casado, aunque jugó un poco con la idea.

Hmm, sin embargo, quizá haya un ligera posibilidad de que esa mujer exista.