ooi. old enemies 'nd rescue mision











— relájate, bloom. sé que han pasado cuatro días pero ella despertará pronto, estoy segura. — flora le habló a la pelirroja que llevaba caminando de un lado a otro del dormitorio.

desde la llegada de esa chica extraña, muchas cosas habían resultado confusas para las winx. especialmente, el lugar de origen de ella y por qué se encontraba en tan deplorable estado cuando encontró alfea. stella suspiró, sentándose en la cama.

— si vamos a quedarnos despiertas con ella toda la noche, hablemos de cosas importantes. — adore rodó los ojos como cada vez que stella hablaba y se recostó sobre el hombro de zoe, que estaba sentada sobre el suelo con la cabeza apoyada en el somier de la cama. — ¿tendrá novio?. —

— stella, por favor. — replicó la pelirosada.

— ¡vamos, adore!, eres el hada del amor. ponle algo de entusiasmo a eso. —

— ¿no prefieres hablar sobre la novia de brandon?. — intervino musa.

— ¿quién es la novia de brandon?. — preguntó stella con el rostro compugnido y el ceño fruncido.

— stella, eres tú, ¿recuerdas?. — todas las winx rieron ante lo despistada que podía ser la rubia la mayoría de las veces. el móvil de tecna vibró.

— el sol saldrá exactamente en doce minutos. — declaró.

— oh no, no hemos dormido nada. ¿cómo nos mantendremos despiertas mañana?. — 

— querrás decir hoy. — corrigió zoe largando un bostezo.

— no se preocupen, podemos dormir ahora. es la primera semana, las clases son opcionales. —

— si, claro, stella. — musa se estiró. — buena manera de comenzar el año. —

— bien, de acuerdo. hora de dormir, hablamos más tarde de chicos. — las chicas se dispersaron por la habitación y cada una se dirigió a la propia, despidiéndose.

al llegar al recinto que compartía con adore, zoe ni siquiera se molestó en cambiarse la ropa cuando se metió en las mullidas sábanas de su lecho y sin darle tiempo a nada, empezó a quedarse dormida pues esos días de desvelos le habían pasado factura a su cuerpo.

— zoe. — susurró adore tratando de verla en la oscuridad.

— hm. — respondió ella adormilada.

— ¿crees que la chica se recupere?. — zoe tardó algunos minutos en darle una respuesta coherente que no fueran balbuceos.

— no lo sé . . . quiero creer que sí, la energía positiva la ayuda. — el foco de la cabeza de adore se encendió.

— creo que deberías ir a verla mañana y ver si puedes hacer algo con tus poderes. — la pelinegra no le dio importancia.

— si, si, como digas. — y sin más, se quedó dormida.

adore meditó durante varios minutos que le costaron la siesta, pues cuando su mente se puso en silencio, el sol había empezado a asomarse sobre alfea y los tenues rayos de luz se colaban en la ventana.



si adore la había pasado mal en la clase introductoria del año con el profesor wizgiz al que no le había hecho mucha gracia que ella y bloom se hubieran quedado dormidas en plena explicación, a zoe no le había ido mucho mejor, pues griselda estuvo a punto de castigarla porque tras asignarle una actividad inicial que debía entregar antes de que la clase concluyera, ella se quedó dormida sobre su mesa y no se despertó sino hasta que todas las alumnas del salón hicieron ruido.

incluida musa.

cuando las clases terminaron, adore se adelantó para echarle un vistazo a la chica en la enfermería mientras que zoe se colaba al comedor para ver si podía tomar algo de comer pues el hambre la había atacado fuertemente. además, necesitaba una bebida energética o un café encantado con extra de espresso. la azabache caminó tranquilamente hacia la enfermería después de obtener lo que buscaba mientras mordisqueaba una rosquilla, sin hacer mucho ruido, entró al lugar y vio a musa observando por la ventana, a adore sentada en un sillón contiguo y a flora junto a la chica, poniéndole pañuelos húmedos en la frente.

la morena abrió los ojos poco a poco sintiéndose de repente aturdida y flora se percató de ello.

— oigan, despertó. — las tres se acercaron. la desconocida se tomó unos segundos y luego se sentó rápidamente.

— oh, cielos. — suspiró y se tocó la frente. — ¿cuatro días?, ¿han pasado cuatro días?. — replicó tras mirarse las manos. — ¿piff?, ¿dónde está piff?. — inquirió poniéndose en pie.

— uh. — las chicas se miraron. la de rizos no lo soportó más y cayó en cama de nuevo, con un notorio agotamiento.

— está loca, miró la palma de su mano para saber que día era. — hablo musa.

— si y lo dijo correctamente. — habló bloom desde la puerta de la enfermería con stella a su lado.

— es lógico, las arrugas muestran el paso del tiempo. excepto en mi caso, claro está. — stella se hizo junto a ellas. — ¿cuál será su nombre?. —

— no lo sabemos. — respondió adore. 

— está bien. —

— no se ve muy bien. — replicó musa. — ¿zoe?. — la más baja se acercó hasta ponerle una mano en la frente a la morocha. frunció el ceño, alejándose unos segundos.

— sigue agotada, eso es todo. no me deja sentir más. —

— no se preocupen, jovencitas. su amiga sólo está un poco pálida y agotada. — les tranquilizó la enfermera.

de repente, abrió los ojos. 

— miren, se está despertando. — volvió a sentarse.

— ah, ¿dónde estoy?. — preguntó frotándose la cabeza.

— estás a salvo en la escuela. —

— tuviste un sueño. — señaló flora. — buscabas a piff. —

— ¿conocen a piff?. — tomó a flora por los hombros. — ¿dónde está?, ¿está bien?, diganme por favor, díganme. —

— no te preocupes, todo estará bien. — ella volvió a ceder, acostándose sobre la camilla.

— piff es tu pixie unida, ¿no?, las hadas y las pixies se unen como hermanas. ella fue lo primero que vino a tu mente apenas despertaste. — concluyó bloom. 

— y aquí está. — indicó stella el cojín donde entre adore y zoe habían acomodado a la pequeña pixie que al igual que su hermana, dormía profundamente. la chica se arrodilló junto a ella.

— piff, gracias al cielo. — le brillaron los ojos. — soñé contigo, pero en mi sueño me dejabas sola de pronto. —

— ¡hora de almorzar!. — stella le arrebató a zoe un sándwich y se lo extendió a la morena. 

— stella, no grites. — hablaron al unísono flora y adore. el sonido pareció despertar a piff, quien se puso a llorar.

— oh, vamos. por favor, no llores. —

— stella, estás perdiendo el control de mi sándwich. — señaló zoe con molestia viendo como una rodaja de tomate caía al suelo.

— ah, ¡¿qué?!. — el ruido de la pixie llorona sacó de quicio a stella que sin querer, tiró el emparedado sobre la desconocida.

— hola, bienvenida a alfea. — las winx se rieron.

minutos después de que piff se durmiera en brazos de zoe, ella la puso sobre su cojín y le consiguieron otro sándwich a la chica. ella comía mientras el resto la rodeaba.

— ¿esta es suescuela, cierto?. —

— si. — asintió la de coletas. — soy musa. —

— y yo flora. —

— yo soy bloom. —

— me llamo zoe. — se presentó sonriendo.

— soy adore. —

— y yo stella. —

— mi nombre es layla y no pude salvar a las pixies. — habló con tristeza.

— ¿las pixies?. —

— ¿cuántas son?. —

— toda una aldea. —

—¡¿una aldea?!. — bloom se sentó junto a ella. — ¿y tú vives con ella?. —

— no exactamente, soy una amiga. —

— ¿eres una amiga y . . . ?. — interrogó musa.

— oigan, tranquilas. — adore se metió en la conversación.

— no la molesten, si ella quiere nos contará todo cuando se sienta mejor. — la ojiverde puso sobre la frente de layla un paño húmedo como lo hacía desde hace días.

— gracias, flora. —

— faragonda querrá escuchar tu historia. —

— y yo también. — stella comía un trozo de tomate. — estoy segura que será un chisme de calidad. —

— pero sería peligroso que se involucren. —

— pase lo que pase, podemos ayudar. —

— toma. — flora le extendió un cuenco humeante. — bebe, te ayudará a recuperar tu fuerza. —

— gracias. — layla bebió un largo sorbo. — todo comenzó hace un tiempo. mi familia y las pixies se llevaban bien, cada año íbamos a su aldea a visitarlas, pero esa vez, la aldea estaba vacía. se habían ido al bosque oscuro a hacer una ceremonia natural y sólo lockette y blinky regresaron con la noticia de que las otras había sido secuestradas por terroríficas criaturas de sombras. intentaron defenderse con magia pero no funcionó. siguiendo el rastro de alquitrán de las criaturas descubrimos dónde habían llevado a las pixies.

atravesamos túneles oscuros hasta que salimos a un enorme castillo subterráneo. allí, nos encontramos con algo que tenía poderes sobrehumanos, el amo de todas esas malignas criaturas y era un enorme pájaro, una especie de fénix monstruoso, malvado,  y luego se transformó en algo parecido a un hombre, como una especie de armadura con garras. —

— oh no, ¿te hizo daño?. — interrogó consternada flora.

— si, me capturó de inmediato. absorbió toda mi fuerza, luego encerró a lockette y a blinky en celdas mágicas con las otras pixies. —

— ¿las pixies aún viven?. —

— sólo quedan algunas. — layla empezó a llorar. — no pude liberarlas, intenté traerlas conmigo pero no lo logré. — sollozó. — no debí dejarlas. — 

— ven aquí. — musa la abrazó fuertemente.

— te ayudaremos layla, liberaremos a las pixies. —

— cuenta con nosotras. — le sonrió adore tomándola de la mano.

estaban juntas en eso.


al día siguiente y después de charlar con farangonda, la directora les había permitido a algunas de las winx ir junto a layla (quien ya conocía la cueva de ese ser oscuro) a buscar a las pixies y liberarlas. el problema vino cuando la mujer hizo una especie de simulación para identificar qué poderes podrían servir en el ambiente oscuro de las cuevas dado que no todas podrían ir por conveniencia de la misión.

musa, flora, tecna, adore y zoe [quien se había opuesto a ir aunque su tía faragonda le hubiera insistido que fuera pues sus poderes serían de ayuda] había decidido quedarse. tecna no tenía mucho control en esa zona, los poderes de musa podrían causar un desastre, la flora no era muy abundante en semejante cueva del horror, el amor no aplicaba en un ser sin alma como ese y la energía, a pesar de ser productiva, no estaba dispuesta a participar.

las winx tomaron asiento en el amplio jardín de alfea. bloom, stella y layla estaban vestidas adecuadamente para la misión, incluso saladino estaba allí.

— layla, lleva estas semillas de luz contigo. — faragonda le extendió unos guisantes brillantes. 

— ¿tienen poderes mágicos?. —

— sí. en una emergencia ahuyentarán cualquier tipo de criaturas de sombra pero sólo una vez. — la mujer dio un par de palmadas. — bueno niñas, ¿están listas para la misión?. —

— ¿sólo tres hadas?. — refutó tecna. — no creo que sean suficientes para la misión, insisto en que zoe debería ir. —

— un grupo pequeño puede moverse rápidamente y es mucho menos visible. —

— y además, ellas no irán solas. — saladino les sonrió. aparecieron cuatro motocicletas por la entrada de alfea.

— ¡si!, los especialistas. — celebró stella.

— no es justo, ustedes tendrán la diversión. —

— será súper divertido si van con riven y stephen, claro. — atacó adore a musa con sarcasmo. zoe la miró con ojos de reproche pero no dijo nada.

— estoy muy feliz de que hayas venido a ayudar, saladino. —

— es un placer responder a tu llamado, faragonda. les prestaré a tres de mis mejores especialistas de fontana roja: sky, brandon y stephen. —

— stella y brandon, bloom y sky, la gracia del cielo, qué coincidencia. — habló tecna. — adore, ¿no quieres ir?. — la pelirosa bufó molesta. — layla, creo que tendrás que hacer de chaperona. —

— ¿la especialidad de ellos es el amor?. —

— puede que tengas algo de razón, preciosa. ¿eres la chica nueva?. — brandon tomó la palabra. 

— oh, me oyó. —

— aunque creo que eso del amor deberías dejárselo a adore. — la anterior nombrada le sacó la lengua en un gesto infantil. — bueno chicas, ¿listas para irse?. —

— layla, irás con riven por ahora. — anunció saladino.

— ¿qué?. — exclamó musa con notorio descontento.

— vamos musa, no es tan importante. — ella suspiró.

de repente la clásica nave de fontana rojasobrevoló alfea y se detuvo suspendida. la compuerta se abrió dejando paso a timmy y eric, quienes saludaron a las chicas con la mano.

— hola chicas, ¿cómo va todo?. —

— ¡hola, timmy!. —

adore le sonrió a eric y él asintió con la misma sonrisa en forma de saludo y el chico no pudo evitar contemplar a zoe, quien abrazaba a una molesta musa por los hombros y que ni siquiera se había percatado de su presencia.

la sorpresa del día, layla le hizo frente a un temperamental riven y decidió que sería ella quien conduciría la motocicleta.

— ¡eso es layla!. —

— así se hace. — 

— nos vemos después. — se despidió brandon.

el club winx le dio un adiós a sus amigas con las manos y anhelando que todo saliera bien.

— bien, sujétense. —

las motocicletas entraron por la compuerta de la nave de fontana roja que avanzaba a su ritmo y las chicas perdieron de vista a bloom, stella y layla. el transporte rojo se movió y todas compartieron miradas preocupadas.



































tory's talk:

odio wtt

te amo nao


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