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Echando un vistazo al desván de su casa, Bakugo rebuscaba entre cajas y objetos polvorientos.

Desde que vio a aquella chica la mañana anterior sólo podía pensar en cuánto deseaba volver a verla. Eso no era muy tópico en él, lo que le cabreaba aún más.

Cuando su madre volvió a casa del trabajo Bakugo le preguntó de mala gana, como siempre, sobre el monopatín que tuvo en la época de la escuela media.

Sí, Bakugo fue ese tipo de niño que se compró un juguete y nunca lo usó.

Apartando más y más objetos, el monopatín apareció finalmente en una de las cajas. Lo sacó y luego de sacudirle el polvo lo examinó durante unos minutos.

Parecía bastante nuevo, en la parte inferior había una pegatina de All Might, lo que le hizo sonreír ligeramente.

La llevó a su habitación, evitando a toda costa a su madre.

Bakugo se sentó en su escritorio, situado frente a una ventana que reflejan la luz de la calle.

Por el momento jugaba en su teléfono esperando absolutamente nada. De repente oyó el rodar de un monopatín.

Levantando la cabeza, el rubio se encontró a la misma chica, pero, ahora iba en dirección contraria a la de aquella mañana.

Bakugo tuvo la corazonada de que debía seguirla, tal vez así podría hablar con ella de algún modo. Con eso se levantó rápidamente de su escritorio.

Se puso una sudadera negra por encima y salió de su habitación. Unos fuertes pasos desde las escaleras sobresaltaron a Mitsuki que estaba sentada en el sofá.

─¿Dónde diablos vas mocoso?─ Ella preguntó con una taza de té en sus manos.

Bakugo se puso unas zapatillas antes de contestar. ─A algún sitio, volveré más tarde bruja─ Mitsuki volteó a verlo, captando el monopatín bajo su brazos derecho.

Entrecerró los ojos y murmuró. ─Vale─ Por muy malhumorado que sea Bakugo, confiaba en que su hijo no hacía cosas que no debía.

Katsuki caminaba por la calle con el monopatín en mano. Recordaba la dirección que había tomado la chica, así que la siguió.

El aire parecía algo frío, la brisa nocturna fluía en los alrededores provocándole escalofríos.

El rubio continuó caminando en línea recta, empezando a preguntarse si esto era realmente una decisión inteligente. Pronto las luces empezaron a hacerse más brillantes, dándose cuenta de que donde se dirigía era un parque de patinaje.

Allí había unos quince adolescentes pasando el rato y hablando entre ellos. La zona parecía un poco más iluminada que las calles.

A poca distancia de Bakugo se oyó una risita. Se giró para ver donde provenía el ruido, encontrándose con la chica de aquella mañana.

Esta vez vestía una falta negra a juego con una camiseta de mangas largas.

Parecía estar hablando con un grupo de chicos que rondaban su edad. Realmente no sabía por qué, pero esto cabreó a Bakugo.

No queriendo demorar más Bakugo comenzó a acercarse aún más hacia la muchacha. Ella oyó unos pasos por lo que dirigió su línea de visión hacia allí.

Sus ojos se abrieron de par en par al ver a un chico enfadado caminar hacia ella. Estaba un poco asustada. Sus amigos se dieron cuenta e intentaron ayudarla, pero fueron detenidos.

─Yo me encargo─ La muchacha de cabellos azules dio vuelta a su cuerpo y sonrió hacia el muchacho. ─¿Puedo ayudarte?─

Ahora de pie directamente delante de ella Bakugou habló. ─¡Enseñame a usar el maldito skate!─ Afirmó.

─Ok, empezaré yo─ Se señaló a sí misma para presentarse. ─Soy Hashibira Lily. ¿Y tú eres...?─ Cuestionó extendiendo su mano.

El chico puso los ojos en blanco pero igual estrechó su mano con la de ella. ─Bakugo Katsuki. Ahora ¡enséñame a patinar!─ Dijo más alto que la vez anterior.

Esto llamó la atención del grupo de chicos con los que Lily estaba hablando antes. Comenzaron a abrirse camino hacia ella pero ella volvió a negar su ayuda.

─No, no lo haré Katsugo─ Dijo sin más y se alejó.

Él se quedó desconcertado. ¿Esta chica le acaba de decir que "no"? Bakugo Katsuki nunca acepta un "no" como respuesta. ─¡¿Qué demonios quieres decir con 'no'?!─

─Que no, no te voy a enseñar a patinar─ Siguió caminando. ─A menos que... me lo pidas de la manera correcta. Y me gustaría oír las palabras 'por favor'─ Dio media vuelta y siguió alejándose, ahora de espaldas.

El adolescente rubio nunca se había sentido tan avergonzado. Quería que la tierra se lo tragara y morir.

¿Así se sentía Deku cuando lo maltrataba?

Inhaló y exhaló profundamente antes de responder. ─Por favor, joder... enséñame a patinar... chica skater─

Lily levantó la cabeza al oír como la llamó. Le dedicó una pequeña sonrisa mientras colocaba su patineta en el suelo. ─Me gusta ese apodo... pero empezaremos mañana por la noche. Nos vemos entonces Zusuki─ Y se fue patinando.

Su cara estaba roja de vergüenza y rabia por el tonto apodo dado y por como lo llamó de regreso, no sabe porque no le gritó nada de vuelta como normalmente haría. Calmándose Bakugo empezó a sentir las miradas de los chicos de antes.

Se encaró con ellos y los fulminó con la vista antes de irse de vuelta a su casa. Mañana estaba seguro de que sería un largo día de entrenamiento en la UA... pero la noche siguiente era impredecible.