IX

Chapter 9:-

Ya había pasado alrededor de un mes desde que Rosé y Jimin habían empezado a salir juntos. Obviamente, las únicas que sabían de esto eran las amigas de la pequeña rubia, las cuales lo único que le pedían era que fuera lento y fuese cuidadosa respecto al ser vista por otros.

Ese día en especial no había querido ir a clases. Le mintió a su madre que se sentía con un poco de fiebre y se quedo en casa descansando, o eso creyó, hasta que la dueña de casa le pidió que fuera al trabajo de Woobin para entregarle su almuerzo.

-Creí que se lo había llevado, pero salió rápido y lo dejo sobre la encimera.-le decía la mujer terminando de alistarle el luch.

-Yo pensé que papá almorzaba con sus compañeros de trabajo, por eso ...

-Sí, lo hace, pero durante estos días ha estado muy ocupado y no tiene el tiempo para ir a comer con ellos.-le explicaba, a lo que la menor asintió entendiendo.-tú sabes como es tu padre de perfeccionista. No dejara su trabajo de lado, hasta que esté funcionando correctamente.

-Lo sé, pero ... .-se sintió intranquila al saber que podía toparse con Jimin, después de lo sucedido hace dos noches en su departamento. Tan solo pensar en ello, sus mejillas se volvieron carmín y calientes.

-Si yo pudiera ir, lo haría. Pero tengo que ir al banco, después al supermercado y como extra, ir a tu escuela.-termino de decir frustrada.

-¿Por qué? ¿sucedió algo malo? .-pregunto interesada.

-¿Malo? horrible.-bufó cansada.-tú hermano que se dedica a hacer bromas, y salen mal. Abrió la manguera de incendios, y mojó los corredores de paso a alumnos y profesores, ah, y para darle el toque especial, Jungkook le siguió el juego, con el extintor.

-Vaya, eso se viene muy pesado.-se sorprendió al escuchar la travesura de ambos jóvenes.

-Ahora entiendes el porque no puedo ir con tu padre.-la menor afirmó su justificación.

Después de arreglarse un poco, ambas tomaron un taxi, siendo ella la primera en llegar a su destino.

Su madre le indicó en piso en él cual estaba el cabecilla de familia, y la rubia sin pensarlo mucho se adentró hacia recepción, sorprendiéndose al ver a Jisoo en uno de los tantos sofás del lugar.

-¿Unnie? .-cuestionó acercándose a la pelinegra. Esta se volvió al reconocer la voz, y le dio la bienvenida con una dulce sonrisa.-pero unnie, ¿qué haces aquí?

-Vine a dejarle unos archivos a Namjoon.-dijo rodando los ojos.-me hizo salir de clases por ello.

-¿Pero, y tu madre? .-cuestionó dudosa.

-Mamá estaba en el mercadillo, no podía dejar él puesto abandonado. Por eso, me tuve que sacrificar.-se encogió de hombros sin tomarle peso.-¿y tú? ¿por qué no fuiste a clases? ¿amaneciste enferma? .-preguntaba preocupada.

-No, nada tan importante. Un pequeño resfrió y dolor de cabeza, ya tomé los medicamentos así que mañana regresaré.-prometió sonriente.

Al terminar de decir aquello, un joven alto y fino rostro, se acercó a ambas estudiantes, pidiéndoles que le entregaran las cosas.

-No, no puedo hacerlo.-se negó la mayor.

-Pero, si me pidieron que viniera por ellos.-sonrío nervioso por la mirada reprochable que le daba la joven de oscuros cabellos.

-¿Quién me cerciorará que se los entregaste a mi hermano? Estos papeles son muy importantes y confidenciales, no cualquier humano puede verlos.-le decía reteniendo los documentos con fuerza.

Rosé se estaba muriendo de la vergüenza ante tal escena, que lo único que pudo hacer fue bajar la cabeza.

-Ni siquiera te has presentado con nosotras, soldado.-comento, haciéndolo reír altaneramente.-¿qué, acaso he dicho algún chiste? .-el hombre negó moviendo su cabeza.

-Soy Jin, Kim Seokjin, capitana.-se auto presentó, haciendo un gesto de militar provocando un sonrojo a la chica frente a él.-perdón, pero has dicho, ¿hermano? .-cuestiono ante el repentino silencio grupal.

-Kim Namjoon es mi hermano mayor.-soltó, dejándolo anonadado.

-Wow, que pequeño es el mundo, él y yo trabajamos en el mismo departamento.-le comentaba a medida que avanzaba hacia los elevadores junto a las féminas.-pero, Nam nunca me comento que tenia a una hermana tan linda.-llevo su diestra a la boca al decir tal cosa, sorprendiendo tanto él mismo como las estudiantes junto a él.-me disculpo, algunas veces mi cerebro trabaja más rápido y abro la boca sin medir las palabras.

-N-no, no se preocupe.-musito moviendo su izquierda agitadamente junto a una sonrisa nerviosa.

Después de ello, se formo un silencio en donde solo se escuchaba la música del ascensor. Para el alivio del trio, las puertas se abrieron dejándolos pasar el decimo piso, donde pudieron ver como muchas personas vestidas formalmente iban de un lado a otro, con papeles u otros con sus grupos de trabajos comentando lo de la siguiente temporada, entre otras cosas.

-Rosé.-dijo la mayor trayéndola a la realidad.

-¡Unnie, me asustaste! .-le reprocho haciendo un lindo puchero.

-Lo siento, pero por un segundo te fuiste de la tierra, ¿qué tanto pensabas? .-la molestó picándole las costillas.

-En nada malo, asique quita esa cara de pervertida.-inflo sus mejillas molesta ante la ocurrencia de su amiga.-y, ¿ Seokjin oppa?

-Ah, dijo que iría por tu padre y Nam.-suspiro dejándose caer en el sofá a un costado.-están en una reunión con el vicepresidente de la empresa, asique quizás se tardaran un poco.-comento cruzada de brazos.

-Unnie, no pongas esa cara, sabes que las reuniones son largas. Talvez ...

-¡Jisoo! .-gritaron llamando la atención de la chica a su lado.

-¡Oppa! .-se incorporó rápidamente yendo hacia el moreno. Este le abrazó cálidamente, para después posar su mirada en su acompañante, sorprendiéndose al reconocerla.-¿sucede algo malo? .-pregunto al notar como observaba a la joven rubia.

-N-no, nada.-negó con cierto nerviosismo.-¿me has traído los documentos? .-la menor de ambos asintió entregándole la carpeta con sospechas.-¿quién es ella?

-¿Rosé? mi compañera de salón y amiga, ¿por qué, acaso te gusta? ¿quieres que le cuente a Hwasa unnie que te interesan menores? .-inquirió alzando una ceja.

-Jisoo-ah, no digas boberías. Pronto seré padre, ¿no crees que es algo absurdo? .-cuestiono junto a una mueca.-bien, el vicepresidente me está esperando, ya puedes irte a clases.

-Es casi mediodía, no me dejaran entrar.-dijo encogiéndose de hombros.

-Bien, entonces espérame unos minutos y te invito el almuerzo.-ideo revolviéndole los cabellos.-si quieres, invita a tu amiga.

-¿De verdad no te importa? .-el mayor asintió, para luego despedirse escasamente y volver a la oficina de donde había salido anteriormente.

La pelinegra regreso junto a Rosé, y le pregunto si quería almorzar con ella y su hermano, pero la muchacha se negó amablemente justificando que debía regresar a casa pronto. Aunque Jisoo insistió durante los próximos siete minutos, la respuesta era la misma, un no.

Para cuando notaron que un gran grupo masculino salía de aquella sala, Rosé vio a la distancia como su padre conversaba con uno de sus compañeros de área a lo que esperó que se separaran para presentarse. Pero en cuanto sucedió y quiso hacerlo, la persona que no esperaba encontrarse, le pidió la palabra a la cabecilla de la familia, obligándola a detener el paso, pero ya era tarde, ambos hombres habían notado su presencia.

-Chae, hija, ¿qué haces aquí? .-cuestiono acercándose a la susodicha.

-M-mamá, te envío el almuerzo.-dijo conectando mirandas con el Park.-dijo que se te había olvidado.-declaro posando sus marrones en el mayor.-ella no pudo venir, porque tenia que hacer otras cosas, por eso me pidió que yo lo hiciera. ¿Te incomoda que esté en tu trabajo? .-pregunto tímidamente.

-No, claro que no.-musito abrazándola paternalmente.-bien, pero ahora tienes que regresar a casa.

-Sí.-afirmo alejándose levemente del hombre.

Se despidió de su padre, y en cuento conectó mirandas nuevamente con el castaño, se inclinó despidiéndose de él también.

Tomó el elevador para bajar y cuando las compuertas se cerraron, no pasaron más de cinco segundos, en cuanto estas mismas se abrieron dejando pasar al mismo Park Jimin sorprendiéndola.

-Hola Rosie.-saludo dándole una sonrisa ladina, alarmándola.

-Jim-...

Ni siquiera terminó de pronunciar el nombre del mayor, ya que el mismo se adueño de sus rosados labios en un beso dulce y profundo poniéndola nerviosa, más de lo que ya estaba.

Cuando se separaron, ambos tenían la respiración agitada y sus mejillas ligeramente sonrosadas. Rosé quería hablar, pero el mayor se lo negó colocándole uno de sus dedos sobre la boca, para después presionar el botón del piso donde se encontraba su oficina confundiéndola.

En cuanto llegaron al decimosexto piso, la guio hasta su propia oficina no sin antes percatándose que su secretaria no estuviera. Una vez seguro, sostuvo la muñeca de la más baja y se adentraron al despacho del joven a su lado.

Mientras ella se dedicaba a observar el lugar, y entre ellas fotografías y cuadros; Jimin la abrazó por la espalda haciéndola reaccionar nerviosamente. El chico coloco sus manos sobre su cintura y fue subiéndolas lentamente casi rozando sus atributos, siendo en ese momento cuando Rosé reaccionó y lo esquivo rápidamente yendo hacia los ventanales distrayéndose con la ciudad.

-Tienes una bonita vista, deberías aprovecharla de ver. Los atardeceres deben ser hermosos desde aquí.-le decía con la voz entrecortada.

-Tengo otra vista mucho mejor conmigo, la cual puedo abrazar y besar sin miedo alguno.-la rubia cerró con fuerza sus ojos comprendiendo sus palabras.-¿por qué me estás evitando? .-pregunto colocándose a su lado.-desde la otra noche no respondes mis llamadas, ¿hice algo malo?

-No.-dijo rápido.-es solo que, ... me siento avergonzada.-pronuncio haciendo puños sus pequeñas manos.

-¿Por lo que sucedió en ... ? .-ella asintió sin mirarlo.-si no me hubieras detenido, yo ...

-Lo sé, por eso me da vergüenza, porque y-yo ... , sí quería Jimin-ah.-confesó haciéndolo sonreír sin que ella lo notara, y sintiendo sus mejillas calientes.

-Yo no me quería aprovechar de ti, Ro.-le dijo posando una de sus manos sobre los dorados cabellos. Kim lo miro, para después abrazarlo y apoyar su cabeza contra su pecho escondiéndose en él.-voy a respetar tu decisión. Cuando estés preparada, yo te aceptaré y seré tuyo como tú mía, ¿bien? .-Chaeyoung asintió con las mejillas ruborizadas, y en un movimiento rápido, le robo un casto beso separándose deprisa.

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Ya habían pasado alrededor de tres horas, y la pareja seguía besándose estando recostados en el sofá de la oficina. Todo iba bien, excepto cuando desde el bolso de la menor, el molesto sonido de su teléfono móvil rompió la atmósfera romántica y subida de tono, trayéndolos a la realidad.

-¿Es necesario que respondas? .-se quejo mientras le daba leves y dulces besos en el cuello.

-Podría ser mi madre.-pronuncio incorporándose, obligándolo a imitarla.

Jimin se alboroto el cabello para después peinarlo hacia atrás, al mismo tiempo en que rodeaba la menuda cintura de la fémina apegándola a su cuerpo.

-¿Diga? .-pronuncio temerosa.

-¡Roseanne, dónde estás niña! .-gruño la mujer desde el otro lado de la línea.

-M-mamá.-musito colocando la mirada en el mayor.-yo, pues ... llegaré pronto a casa. Pasé al centro comercial y me quedé rondando las tiendas, por eso perdí la noción del tiempo. Lo siento.-decía mientras se arreglaba las ropas y peinaba ante la vista burlona de Jimin.-sí, en unos veinte minutos estoy por ahí. Adiós.-corto la llamada agitada al mismo tiempo en que suspiraba pesado.-me tengo que ir, se escuchaba furiosa.

-¿Quieres que te lleve? .-propuso queriendo tomar el chaquetón del suelo.

-No, no es necesario.-se negó moviendo sus manos.-no te quiero molestar, además, ni siquiera fuiste a almorzar por mi culpa.

-Tu ya me has alimentado, con tus deliciosos besos.-comento, robándole uno sonoro.

-¡Jimin!, mi madre se dará cuenta.-dijo dándole un leve golpe en el brazo.

El nombrado sonrío, y tomándole la mano, la trajo consigo acariciándole la cabeza dulcemente.

-Te quiero tanto, Rosie.-le susurro al odio, provocando que ella hiciera puños su camisa. Rosé alzo la mirada, y fue ella quien lo besó al mismo tiempo en que lo abrazaba por el cuello y tomaba sus nuca profundizando el gesto, formando un apasionado y profundo beso entre ambos.

Jimin la apegó a su cuerpo sintiéndola por completo. Él fue el primero en separarse, para llevar sus labios al blanquinoso cuello femenino, donde se dedico a darle profundos besos haciéndola suspirar.

Chaeyoung lo empujo nuevamente al sofá, sentándose a horcajadas sobre sus piernas, volviéndolo a besar.

En cuanto el castaño subía sus manos por los firmes muslos de la chica en dirección a su trasero, la puerta se abrió obligándolos a separarse. Por el caos, Rosé cayó al suelo ante las miradas espantadas de ambos hombres.

-¡Lo siento mucho! .-se disculpo el recién llegado, para luego abandonar la habitación, dejando a los menores en un silencio incómodo.

-¿Quién era él? .-preguntó levantándose con la ayuda de Park.

-Jung Hoseok.-dijo, comprimiendo la mandíbula.-¿estás bien? .-ella asintió.-debió de dolerte demasiado,¿segura que puedes caminar?

-Sí.-afirmó, terminándose de arreglar la blusa a medio desabotonar.-¿cómo puedo salir sin ser vista?

-Bueno,... podría saltar por la ventana.-comentó con gracia.-es broma.-dijo rápido, en cuanto ella alzó una ceja cruzada de brazos.-vamos, yo te llevo.

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De camino a casa, ambos mantenían sus manos tomadas mientras avanzaban por el vecindario de la más baja.
Cuando quedaban cuatro manzanas por llegar, ella se soltó y colocó frente a él sorprendiéndolo.

-¿Qué pasa? .-preguntó sin entender su actitud.

-Hasta aquí está bien, puedo seguir sola.

-Pero, no hay problema en que te acerque un poco más. Tu madre me conoce, no creo que ...

-No es por ella, sino, por la gente que me conoce.-concluyó con la mirada baja.-no quiero que le llenen la cabeza a mi madre con cosas erróneas.

-¿Te da vergüenza que te vean conmigo?

-No, es eso.-negó rápido.-es solo que,... Todavía no estoy preparada para decirle a mi familia de nuestra relación, sobretodo, a Taehyung. Él actuará de muy mala manera en cuanto se enteré.

-Ya lo entiendo.-asintió acariciándole las mejillas dulcemente.-bien, no insistiré con lo mismo. Pero, cuando llegues a casa, envíame un mensaje de que estas completa.

-Lo haré.

Lo abrazó con fuerza, dejándose rodear por los brazos fuertes del muchacho.

Jimin la tomó de la nuca, acercándola a su propio rostro queriendo besarla, pero en cuanto sus labios se rozaron, desde la espalda femenina se escuchó claramente él nombre de la menor, obligándolos a separarse del susto.

-¡Kim Chaeyoung, qué significa esto! ¡y quiero una explicación, ahora mismo! .-gruñó mirando a cada uno en la situación.

Mierda


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Momo 🍑💕

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