Chapter 3:-

-¿Acaso ustedes se conocen? .-cuestionó él mayor de todos confundido.

-¡No! .-chilló Rosé abriendo sus marrones ojos.

-¡Claro que sí, no te hagas la tonta! .-exclamó él hombre.-ven, tú y yo tenemos algo que arreglar.-la tomó del brazo y se la llevó a rastras hasta la entrada de la tienda.

-¡Yah, sueltame! .-se quejó soltándose de mala manera.

Este bufo y arrugo la nariz con molestia.

-Pateaste mi parachoques.-señaló con obviedad.

-Y tú casi me atropellas.-contradijo de brazos cruzados.-debí de haber llamado a la policía, de hecho, es lo que voy hacer en estos momentos.-indicó sacando su móvil celular del bolsillo de su abrigo ante la mirada del mayor.

-Vamos, llamalos y yo les informaré que incumpliste con la ley.

-De qué ley me estás hablando.-comentó sin entender.

-Cruzaste segundos antes de que cambiara la luz de cruce.

-¡¿Qué?! ¿perdiste la cabeza? Estás mintiendo, sé que cruce bien.-señaló frustrada.-sabés que, mejor me voy.-suspiró cansada.-Lo único que estoy haciendo es perder él tiempo contigo, adiós.

Pasó por su lado no sin antes darle un leve empujón, provocando que este se golpeara con su propio auto.

-¡Me las pagarás, mocosa insolente!

La chica se volvió y ante sus palabras le mostró el dedo del corazón dejándolo atónito.

-P-pero que demonios.-negó sin creerlo.-prometo que me vengaré de ti, niñita.

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Cuando llego a su casa, se dejo caer exhausta en el recibidor ante la corrida anterior.

-Debo estar loca, ese tipo que va a matar.-musitó anonadada.-no, tu eres fuerte Kim Chaeyoung, estaremos alertas ante cualquier cosa.

-Roseanne, ¿con quién hablas? .-cuestionó su madre mientras se limpiaba las manos con un trapo.-hija, ¿estás bien, quieres que vayamos a un hospital?

-M-mamá... .-musitó.-hoy... .-cubrió su boca con la mano evitando que algo saliera de ella.

-¡Por dios Rosé! ¡ve al baño, qué haces allí sentada! Parate de una vez.-la regañaba guiándola hasta él baño principal.

Una vez allí, dejó salir con arcadas lo consumido durante la noche y horas antes. En cuanto sintió su estómago vacío salió con su pálido rostro, para así encontrarse con su madre y una taza de infusión caliente en mano.

-Gracias mamá.-agradeció con cansancio. Luego avanzó al sofá y se recostó allí sin ganas de hacer algo, lo único que quería era descansar.

-Al parecer tienes algo de temperatura. Deberías de haberte quedado en cama, ¿dónde fuiste tan temprano? .-cuestiono de brazos cruzados.

-Fui a la tienda del señor Cho, Taehyung quería que le hiciera una entrega.-respondió con la vista ida.

-Por dios, cuando tu hermano llegué lo castigaré.-refunfuñó arrugando la nariz.-ahora ve a tu habitación, necesitas descansar.

-Mamá, sobre la reunión con papá.-comenzó a decir.-¿qué sucederá con eso?

-No te preocupes, luego lo solucionáremos. Ahora ve y duerme un poco, después te llevaré comida liviana.-le indicaba restándole importancia al asunto.-lo primordial es tu salud.

-Gracias mami.-pronuncio con voz cansadora.

La mujer le regaló una dulce sonrisa hasta que la perdió de vista, luego regresó a la cocina y le preparó lo prometido.

-Esa hija mía ... tragona tuvo que haber salido, igualita a su padre.-negaba sonriente mientras picaba una que otra verdura.

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Más tarde ...

-Familia, ya estoy en casa.-anunció él cabecilla de la casa desde el recibidor.

-Cariño, ¿cómo estuvo tu día? .-cuestionó colgando el abrigo del hombre sobre un perchero cercano.

-Un poco duro, agitado y muy ruidoso.-le decía haciendo gestos de dolor.-es como si un tifón se hubiera apropiado de la oficina, era un desastre.

-Por dios, cariño. Debiste se haber sufrido demasiado.-comento dulcemente.-pero no te preocupes, te haré un delicioso té y así podrás calmar esos nervios.

-Sí, por favor.-pidió tomando asiento sobre el mueble de la sala.-mi esposa, ¿dónde están nuestros hijos?

-Pues, Chaeyoung se está recuperando del dolor de estómago y tu único varón, está castigado.-señalo con una sonrisa triunfadora.

-¿Qué ha hecho ese hijo mío ahora? .-cuestiono con tono cansador.

-A tu querido hijo, no se le ocurrió otra cosa que molestar a su hermanita y ordenarle hacer recados por él.-le decía cruzada de brazos.

-Por dios, ¿cuándo será el día en que deje de ser un vago? .-negó dejando caer su cabeza hacia atrás.-necesito hablar con él seriamente.-le decía a su mujer.-no le queda mucho tiempo para ingresar a la universidad, me pregunto siquiera ha pensado en estudiar o no.

-Mira, sé que es importante para nosotros que asista a la universidad. Pero, ¿qué haremos sí se niega o no tiene ningún futuro?, yo quiero que nuestros hijos sean alguien en la vida.

-Cariño, voy a hablar con él, no te preocupes.-suspiró revolviendo sus oscuros cabellos.-mejor aún, no dejaré que vaya con nosotros. Se quedará aquí encerrado.

-Pero, eso es peor.-contradijo la mujer.-yo sugiero que vaya con nosotros, así podremos mantener nuestro ojo encima y no podrá distraerse con sus tontos comics.

-Bien, iremos todos.-acepto resignado.-eso sí, más les vale comportarse. Yo no llevaré a niños de guardería, entendido.

-Eso deberías decírselo a tus hijos.-termino de decir dándole una mirada de atención.

-Nuestros hijos, querrás decir.-arreglo entre risas.

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Durante la noche ...

-¡Ya basta ustedes dos! .-grito su padre mirándolos por el espejo retrovisor.-Qué les pasa, ¿no pueden estar cinco minutos tranquilos?

-Taehyung comenzó, papá.-señaló la menor de la familia.

-Tú no aguantas ninguna broma, enana.-de quejó el chico bufando.

-Taehyung, baja los pies del asiento.-habló su madre sin siquiera mirarlo.-no lo volveré a repetir.-esra vez si se volteó.-vuelves a molestar a Rosé, y quemaré tus mangas.

-Ja, ¿qué mangas? Si lo que leo, son de la tienda del señor Cho.-sonreía con superioridad.

-Los originales que tienes bajo el colchón, y no solo eso ... También tus preciadas chicas.-al escuchar lo ultimo le cubrió la boca, pero ya era demasiado tarde. Rosé comenzó a reír a carcajadas mientras sus mejillas se iban convirtiendo en manzanas maduras.

-Mi campeón ya ha crecido.-lo felicitó su padre.

-Tae, no sabia que veías esas cosas. ¡Eres un pervertido! .-lo empujo Rosé molestándolo.

-¡Yah basta! .-se quejo dándole una mirada de advertencia a su menor.-tu no digas mucho, que tienes sueños sucios con Jungkook.

-¡¡Eso no es verdad!! .-gruñó tirándose encima del castaño.

-¡Roseanne, deja a tu hermano! ¡Basta los dos! .-le regañaba su madre intentado separarlos.

-Ojala nos estrellemos y muramos todos.-dijo entre dientes.

-¡Yah, Kim Chaeyoung! .-exclamaron ambos padres furiosos.

-¡Mamá, ayudame! Me quiere dejar sin descendencia.-pedía aún teniendo a la rubia sobre él.-Rosie, ¿no quieres tener sobrinos?

-¿Tuyos? De ninguna manera.-se negó rotundamente.

-¡Serán tu familia, niña!

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-Se tienen que comportar, aún no puedo creer que hallas mordido a tu hermano Chaeyoung.-le reprendía su padre mientras negaba.

-Papá, siempre lo defiendes, eso no es justo.-bufo desviando la mirada.

-Sabes con certeza que no es así, tu eres mi hija y la princesa de la casa.-ella río ante lo ultimo.

-Ya no soy una niña de cinco años, papá.-él sonrío en cuanto le abrió la puerta del salón y entró con ella tomados del brazo.

-Siempre lo serás para mí.-aceptó sonriente.

Luego de decir aquellas palabras, se acercaron a un grupo de trabajadores y le dieron la bienvenida sonrientes.

-Kim, ¿y, su esposa? .-cuestionó uno de sus compañeros de trabajo.

-Ah, eso. Tuvo un inconveniente, así que llegará un poco tarde.-explicó fingiendo una sonrisa.

-Papá, ¿puedo ir a beber algo?

-Claro, ve.-la dejo ir, sabiendo que el tema de conversación no era de su interés.-¡Sin alcohol, Roseanne! .-le dijo con voz alta, llamando la atención de sus compañeros.

-¡Papá! .-chillo avergonzada.

Luego se acercó al mesón de bocadillos, y al querer tomar uno de los canapés otra mano se lo impidió tomándolo primero.

-Yo iba a tomar ese bocadillo.-le reclamó en cuanto el hombre ni siquiera la miraba.-le estoy hablando.

-Respeta a tus mayores, mocosa.-chaqueo la lengua y se volvió, a lo que ambos se miraron con sorpresa.

Tú

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Momo 🍑💕