Chapter 2:-
A la mañana siguiente
-Taehyung, ve por tu hermana.-ordenó su padre mientras desayunaban.
-¿Y por qué yo? Ella ya no es una niña para que la despierten.-reprochó jugando con su móvil.
La dueña de casa suspiró casanda y le arrebató él aparato de un solo manotazo, sorprendiendo al chico.
-¡Madre, eso es mío! .-se quejó intentando tomarlo nuevamente.
-Te lo devolveré en cuando vayáis por tu hermana menor.
-Todo yo.-gruñó por lo bajo.
Los padres le siguieron él paso hasta que se perdió en la planta alta, se observaron por escasos segundos y soltaron una leve -pero alta- carcajada contagiosa.
-Sigue comportándose como un niño de guardería.-decía él hombre entre risas. Luego cambió su expresión y colocó su mirar en la mujer.-Dime, ¿qué sucedió con Rosé ayer?
-No te entiendo, cariño.-habló nerviosa.
-Durante la noche no quiso cenar, y ahora no quiere ir a clases. ¿La están molestando?
-No, no es eso.-suspiró con tristeza.-Nuestra hija está enamorada.
-¡De quién! Él primer amor de mi princesa debe ser especial y un hombre de bien.-decía emocionado.-dímelo, de quién se trata.
-Jungkook, Jeon Jungkook.
-¿Kookie? Vaya.-se dejó caer en la silla.-nunca lo hubiera pensado, ¿están saliendo? ¿debería darles mi bendición?
-¡Viejo! Rosé tiene diecisiete años, aún es joven para eso. Además, Jungkook-ssi ya tiene novia.
-¡¿Cómo?!
-La novia de Jungkook es la mejor amiga de nuestra pequeña, Lalisa Manoban.
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-¿De verdad te sientes mal del estómago? .-le preguntaba no muy convencido.
-Vomité durante toda la noche, debió haberme caído algo mal de la cafetería.-decía bajó el adredón.
-¿No será que sólo finjes para no mirar a Kook y Lisa juntos? .-comentó burlón.
-Vete, y no entres nunca más aquí.-gruñó molesta.-¡Dije que te fueras, maldito bastardo! .-le lanzó algunos cojines y en un último movimiento tomó su reloj despertador, en ese mismo instante entró su padre y por mala suerte le cayó de frente haciéndolo caer de dolor.
-¡Padre! .-chilló corriendo hacia él adulto.-papá, perdona, no te vi. Lo siento mucho.-se disculpaba rápidamente.
-N-no te preocupes, ni siquiera me dolió.-sonrió acariciándole los largos cabellos.-estoy bien hija, yo soy un roble.
-Sí, un roble de cincuenta años.
-Dime Taehyung-ssi, ¿en qué te gustaría reencarnar en tu próxima vida?
-Púes, en... .-abrió sus ojos y estiró sus brazos suplicando perdón.-padre, era una broma.-decía entre risas nerviosas. se subió a la cama femenina y salió corriendo de la habitación bajando las escaleras.
Así quedaron padre e hija en el cuarto.
Woo Bin, padre de los chicos tomó asiento en la silla de escritorio y miró de frente a su princesa.
-¿Estás bien? .-preguntó a lo que ella asintió.-no me mientas.-señaló acusándola.-me enteré de que fuiste rechazada.
-No confesé mis sentimientos, tampoco tenía pensado hacerlo.
-Aún así, ése chico está con otra persona muy cercana a ti.
-Padre... .-trató de cortar el tema.
-Te duele, ¿no es así? .-la muchacha bajo la mirada para que no la viese llorar.-hija, estas cosas a diario. Escucha, cuando yo tenía tu edad era muy popular entre las chicas, pero aun así elegí a tu madre que no era la más femenina, pero...
-No me estás ayudando con eso.-murmuró con voz apagada.
-... Como sea.-le resto importancia.-lo que quiero decir es que, esto no es él fin del mundo. Vas a conocer a muchos chicos más, Jeon Jungkook no es él único joven del país.-le decía tomándole las manos.-y entre nos, para mí es un mocoso que aún no madura y se comporta como un infante de guardia. Yo a vuestra edad estaba trabajando, no perdiendo él tiempo en vídeo juegos, consolas y peleas inútiles por primeros lugares. ¡Qué va! .-finalizó haciendo un ademán con su mano.
-Eso no se hacía en la prehistoria.-se burlo haciendo que su padre la mirara seriamente.-ya comprendí, no debo derramar lágrimas por un chico.
-¡Claro que no! Por él único hombre que debes llorar es por mí, tu querido padre que te ama.-se señalo triunfante.
-Eres mi número uno, papá.-alzó sus pulgares sonriente.
-Y tu la dueña de mi corazón, claro, después de tu madre. Pero no se lo digas, que es algo celosa.
-Cerraré mi boca y guardaré él secreto.-hizo un gesto cerrando una cremallera en sus labios.
-Así me gusta.
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-Oye.-le nombró desde él recibidor.-¡Yah, Kim Chaeyoung! Te estoy hablando.
-Qué quieres, estorbo.-dijo sin despegar la mirada del televisor.
-Ya que no irás a clases, hazme un favor.
-No le hago favores a un chimpancés.
-Te traeré pasta.-murmuró a lo que ella le tomó atención de inmediato.-ahora que me escuchas. Necesito que vayáis a la librería y dejes este cómic, y me traigas él siguiente capítulo.-le lanzó él libro al sofá.
La menor lo tomó entre sus manos, leyó la portada y soltó una carcajada.
-¿Es en serio? Todavía lees “One Piece". Creí que ya lo habías finalizado.-decía hojeando él libro.
-Soy estudiante de último año, no tengo tanto tiempo como tú.
-Idiota, tenemos la diferencia de un año de edad. ¡No seáis infantil! Yo también me esfuerzo en sacar buenas calificaciones.-le reclamó lanzándole un paquete de patatas fritas.
-¿No que estabas mal del estómago? .-se burló tomando las frituras con una mano.
-¡Idiota! .-gruñó al escuchar como se reía a carcajadas.
-Nos vemos, niña.-se despidió a medida que se burlaba más de su menor.
-¡Aaah, como te odio!
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-Señor Park. Lo solicitan en la junta, comenzará en cinco minutos.-anuncio su secretaria.
-Enseguida iré.-comentó concentrado en el computador.
-¿Necesita que lo guíe hasta ella, o... ?
-No gracias, así estoy bien.-dijo levantando la mirada por primera vez en toda la mañana.-lo que sí quiero, es que lleve café.
-¿A todos?
-Sí, a todos.
-Como usted diga, señor.-dicho esto se retiró del despacho dejando al joven a solas.
Este se dejó caer en la silla del escritorio y gracias a sus pies, se arrastro hasta él ventanal donde pudo observar la ciudad desde él decimosexto piso.
-¿Será muy necesaria mi asistencia en esa aburrida reunión? .-preguntó al aire.-ahg, padre, ¿por qué tuviste que dejarme a cargo?
Jimin hijo mío, tú serás la cabecilla de la empresa desde hoy. Lo dejo en tus manos, querido hijo.
-Intentaré dar lo mejor de mí, padre.-suspiro mirando hacia él cielo.-haré que te sientas orgulloso de mí.
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Al medio día...
12:30 pm.
«¿Fuiste a la librería?»
Estoy por llegar, no te desesperes ¿quieres?. No seáis molesto.
«Como quieras. Lisa y Jungkook preguntaron por ti en la mañana, les dije que estabas enferma»
Lo sé, hablé con ellos más temprano.
«Bien, te dejo. Acaba de llegar mi bella novia, nos vemos más tarde»
«¿Cuándo la invitarás a casa?, estoy cansada de tanto misterio.»
«Puede que ya la conozcas, adiós ardilla»
Ése fue él último mensaje que recibió de su hermano antes de que cruzara la calle y un auto casi la atropellara.
Cayó de trasero al suelo frente a la patente del automóvil color negro. Lentamente y aún en shock fue incorporándose quedando frente al conductor.
-¡Imbécil, dónde fue que conseguiste la licencia! Pudiste hacer causado una muerte.
-¡Y tú, para qué tienes los malditos ojos! .-le reclamó furioso.-debiste de haber mirado ambls lados antes de cruzar, ¿a caso nunca fuiste al jardín de niños? Se los enseñan desde los tres años.
-¿Cómo? .-dijo indignada.-ven y dímelo de frente, no seáis cobarde y bajate del maldito auto.
-Sólo vete y ya, antes de que llame a tus padres.
-Vete a la mierda.-dicho esto pateó él parachoques del auto y corrió a la siguiente cuadra antes de que la siguiera y le hiciera algo.
-¡Me la vas a pagar mocosa!
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Librería Cho's
Abrió la puerta de la tiendilla llamando la atención gracias a la campanilla que descansaba en él umbral.
Detrás del mostrador se asomó un señor que no aparentaba más de cuarenta años, él cual le regaló una sonrisa de bienvenida.
-Rosé-ah.-saludó invitándola a pasar.-¿qué haces tan temprano por aquí? ¿no deberías estar en clases?
-Decidí faltar, no me sentía bien en la mañana.-comentó mostrando sus blancos y relucientes dientes.
Observó detenidamente a su alrededor, dándose cuenta que había más público de lo normal, y eso que era viernes.
-Señor Cho, ¿por qué la tienda está tan llena? Usted casi nunca tiene clientela.
-Yah, mocosa no me ofendas.-la regañó severamente.-desde que los estudiantes ingresaron a clases, todos los días y en distintos horarios vienen aquí a pedirme libros o simplemente a estudiar. En más, acaba de salir una nueva historieta, ¿no quieres pasar a leerla?
-No, por hoy paso, solamente vine a entregar esto.-buscó en su bolso e hizo entrega del cómic de Taehyung.
-Me sorprende que tu hermano siga leyendo esta cosa, ya debería darse por vendido pensar en que carrera estudiar para la universidad, leyendo libros así no lo llevará a ningún lado.
-Sabe señor Cho, algunas veces habla como un padre.
-¡Claro! Debo ponerme firme cuando algunas cabras se descarrilan del ganado. En fin, ¿te quedas?
-Lo haría pero...
-Te regalaré un plato de ramen y una cabina sólo para ti.-Rosé se mordió él labio y miró a su alrededor.-¿y, qué dices?
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La campanilla volvió a sonar llamando la atención del dueño. Cuando éste se asomó, fruncio levemente el ceño al ver frente a él un hombre bien vestido y formal en dicho vecindario.
-Buenas tardes, ¿qué desea? .-preguntó él señor con desconfianza.
-¿Es una librería, no? Vengo a leer un poco.-dijo obviando la situación.-puedo...
-¡Claro, adelante! .-le señaló la entrada para que siguiera.-adentro podrá encontrar una variedad de libros, si quiere lo ayudo con...
-No gracias.-lo detuvo incómodo.-lo haré yo mismo, permiso. Perdón señor.-le llamó volviéndose.-hay alguna cabina en que pueda estar tranquilo.
-Ocupe la número catorce.-dijo sin siquiera mirarlo.
-Bien.
Que tipo para más raro
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-Realmente esta interesante.-murmuró mientras leía concentradamente. Leyó una página causándole risas altaneras y hasta dolor de estómago.
Pronto sintió como golpeaban la pared a su lado, obligándola a callar.
-Qué le pasa, ¿cree que es un príncipe? Bah, seguiré en lo mío.-le dio la espalda a esta y continuó con su lectura.
Al cabo de unos minutos, él mismo dueño le llamó asomándose en la pequeña cabina.
-¡Señor Cho, me estaba muriendo del hambre! .-decía al mismo tiempo en que se asomaba la persona a su lado.
-Yo no pedí esto.-dijo con pesadez.
-Lo sé, la casa invita por ser un cliente nuevo.-le hizo entrega del plato ante la mirada atónita de la menor.
Él hombre formal se volvió con una mueca, pero esta cambio en cuanto se encontró de frente con la chica de hace un rato atrás.
-¡Eres tú! .-se señalaron con sorpresa y molestia.
Bastardo
Mocosa imprudente
🍃🌺🍃
Momo 🍑💞
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