𝐱𝐱. 𝚊𝚋𝚛𝚒𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚊𝚜 𝚙𝚊́𝚐𝚒𝚗𝚊𝚜

Aún quedan maravillas por contemplar.


。゚゚・。・゚゚。
゚。19 。゚ Con la cabeza en llamas, en
゚・。・゚ sentido figurado, Jiraiya marchaba hacia el Edificio del Kage actual, Hiruzen.

─Maldita sea─ Murmuró con los dientes apretados ─¿Por qué siempre deja que ese bastardo haga lo que le plazca?─

No podía dejar de preocuparse.

¿Qué estaban planeando? ¿Arruinar la vida de una niña filtrando la verdad sobre ella? Esto solo significa que alguien esta priorizando su interés personal sobre el bienestar de la aldea.

Traidor.

Antes de entrar al pasillo principal de la Oficina del Hokage, Shisui Uchiha, con su rostro relajado sonrió al sennin tras verlo.

Jiraiya no estaba de humor para sonrisas y cordialidad, así que se acercó corriendo al joven y le exigió con voz amenazadora. ─Tú, ven conmigo─

Shisui se quedó sin palabras, no obstante, le siguió.

Jiraiya lo condujo a una zona oculta en algún lugar del bosque; sería un riesgo si alguien los veía juntos.

Al principio nadie hablaba, sólo se oía el rítmico sonido ambiental de los grillos nocturnos.

─¿Fuiste tú?─ Preguntó Jiraiya en tono bajo.

─¿Yo qué?─ Shisui solo respondió de forma tranquila y agradable.

─No te hagas el tonto─ Gruñó el sabio. ─Alguien ha filtrado información sobre Saory... Y ella me ha dicho que tú estás dentro de los que conocen su secreto─

Shisui no sabía qué pensar o responder. Una temible frustración se cernía sobre él como oscuras nubes grises, un tipo de frustración que nunca había sentido antes.

─¿Así que ya se esparció...?─

Los ojos de Jiraiya se agrandaron y su ira se había duplicado.

─¡Así que realmente fuiste tú!─ Entonces tiró del cuello de Shisui y lo inmovilizó contra un árbol.

─Vamos, vamos, Jiraiya-sama─ Shisui sólo soltó una risita apenada. ─no fui yo...─ Agitó las manos en señal de negación.

Jiraiya enarcó una ceja, buscando alguna pizca de mentira en el rostro del joven shinobi, pero no parecía haberla.

La muchacha hablaba con confianza de Shisui diciendo que era indescriptiblemente amable y leal. En realidad, Jiraiya había hecho una investigación inicial sobre él, entrevistando a todos los jonin de la aldea sobre la capacidad y personalidad del muchacho Uchiha, y todos decían lo mismo: su gentileza y devoción no tenían límites. Aunque en otras naciones, más bien era temido.

─Muy bien-─ Jiraiya se dio la vuelta y se golpeó ligeramente la cabeza con la palma de la mano. ─Te dejaré explicarte─

Shisui sólo sonrió fríamente mientras se arreglaba su camisa de cuello alto. ─Fue cuando se le asignó a mi quipo una larga misión en Kirigakure; resumiendo, decidí disfrazarme de uno de ellos para reunir información... y no pude creer que alguien ya había filtrado la verdad sobre ella─

La mente de Jiraiya quedó en shock. O tal vez fue un poco lento al entender lo que Shisui había profesado.

─Pero Saory me dijo que tú la atacaste─ Jiraiya tenía una mirada escrutadora, deseoso de conocer las intenciones del muchacho.

El joven Uchiha miró al sennin y explicó el significado de sus acciones. ─En cuanto me enteré, terminé inmediatamente la misión, y corrí al lugar donde se encontraba y la vi entrenando la naturaleza de su chakra. Pensé que era una buena oportunidad, así que me dispuse a probar sus capacidades─

─Pero te pasaste─

Shisui dejó escapar un pequeño resoplido, un poco tímido, casi un poco culpable. ─Sólo lo hice para que ella sacara a relucir toda su fuerza─ Se rió entre frases, ─porque conociéndola, no se tomaría en serio batirse en duelo conmigo. Fue una medida necesaria, diría yo─

─Entonces...─ Su humor cambió, se volvió juguetón de repente. ─¿Quién ganó?─ Dijo Jiraiya; un autoproclamado abuelo solidario. La confianza que tenía con los padres de la niña le hacía parecer una figura de autoridad hacia ella, aunque le daba la sensación de que la niña no le trataba de ninguna de las dos formas.

Shisui sonrió: ─Ella lo hizo─

El adulto vitoreó a su manera mientras daba puñetazos al aire, pero seguía manteniendo la compostura.

─Bueno─ Continuó Jiraiya. ─por lo que sé, podrías haberte contenido con ella. Esa mocosa aún tiene muchas cosas que aprender, pero es demasiado perezosa para hacerlo─

─No podría estar más de acuerdo─

─Pero; ¿qué le hizo pensar que es cosa de los ANBU por lo que fue atacada?─

Entonces, la mirada de Shisui se volvió abatida, la consternación estaba escrita en su rostro. ─Es porque todos los puntos conducen a esa organización─

─¿Hay alguna prueba para que puedas decir tal cosa?─

Shisui se encogió de hombros. ─Verás, filtrar la verdadera identidad de Saory traerá conflictos en Konoha. Hasta podría surgir una guerra. Si eso pasa el estatus político de Sandaime-sama se debilitará y perderá definitivamente la confianza del pueblo─

Qué ironía.

Su hogar era llamado como la Tierra del Fuego, y la Voluntad del Fuego era su forma de creencia de que el amor es la clave para la paz... Pero también muy susceptible a ser devorado por él y arder en cenizas.

─Saory podría haber acotado toda la información disponible─ Continuó Shisui. ─y sólo hay una persona que se beneficiaría de eso─

Sonaba muy lógico.

Jiraiya sabía demasiado bien a quién se refería Shisui.

Danzo Shimura.

Aunque Danzo era un amigo de confianza de Hiruzen, podía apuñalarlo por la espalda fácilmente. Debe haber formado ese plan durante años sólo para obtener un poder político más alto.

─Tranquilo, deja que yo me ocupe del resto─ Proclamó Jiraiya. ─hablaré con el Sandaime en cuanto a esto─

─Bien, Jiraiya-sama─ Sonrió el joven Uchiha, y luego hizo su técnica de teletransporte.



































Había algunas noches en las que Saory sólo quería quedarse despierta toda la noche al aire libre y observar cómo parpadeaban las estrellas.

Su dormitorio era su lugar favorito, porque estaba cerca de la ventana sin ninguna obstrucción a su vista. Se tumbaba allí, en silencio, y se limitaba a mirar las estrellas. Nunca se cansaba. Curiosamente, sentía empatía por ellas. Las estrellas sólo eran visibles de noche. Parecían tan inmóviles, como si no hubiera vida en ellas... Podían ser hermosas, pero la tristeza solitaria también las definía.

Qué triste.

Era lo mismo con ella.

Después de lo ocurrido se le ordenó no salir. Y como no hacia nada se aburría demasiado, y aunque no pareciera, en realidad, las cosas estaban sucediendo muy rápido. Ahora, todo lo que podía hacer era quedarse en su habitación y reflexionar.

No tenía a nadie a quien recurrir. Itachi estaba ocupado con sus exámenes chūnin. Por fin, después de mucho tiempo, los ancianos le permitieron participar.

Y mientras Itachi aspiraba a un mayor nivel de grandeza, el Tercer Hokage la visitó a primera hora de la tarde. Le dio algo: un hitai-ate*.

ғʟᴀsʜʙᴀᴄᴋ


─Saory─ Habló el anciano, ─Escúchame─

La joven se limitó a mirar impasible y distante al Tercer Hokage.

Hiruzen ya estaba acostumbrado a su personalidad, así que no le importó en absoluto.

─Te daré esto─ Le alcanzó lo que tenía en la palma de la mano.

─¿Un protector de frente?─ Su frente se arrugó al recibir inconscientemente el símbolo de ser shinobi. ─¿Por qué?─

Estaba confundida y disgustada. Y, ni siquiera había terminado de estudiar en la Academia, por lo tanto, no era merecedora de tener uno.

El Tercero se lo explicó. ─Se lo recomendé al consejo, y ninguno estuvo en desacuerdo─

La joven no tenía que presentarse a los exámenes de genin, podía ascender directamente si la administración de la aldea lo recomendaba.

Los ojos de Saory se entrecerraron más de la cuenta; nada tenía sentido.

─¿Por qué?─ Esta vez, su voz desprendió más incredulidad.

─Querida─ Dijo él. ─sé que eres consciente de tu intelecto y talento. No necesitas preguntar por qué. Eres muy merecedora de este venerado hitai-ate─

Saory vaciló ligeramente. ─Quiero decir─ se quedó pensando en una respuesta humorística pero no se le ocurrió nada. ─¿Sabes? Cuando dije '¿Por qué'? Me refería a que '¿por qué ahora?'─

─Porque simplemente es el momento adecuado─

─Oh─ Canturreó en voz baja. ─Dijiste que los ancianos lo permitían... Pero, ¿y los jonin?─

─En cuanto a la parte de los jonin, Shisui y Kakashi también estuvieron de acuerdo. Y si te refieres a Shikaku Nara, no te preocupes; él está más que encantado de permitirlo sin condiciones─

─Huh─ Se limitó a murmurar.

ғɪɴ ᴅᴇʟ ғʟᴀsʜʙᴀᴄᴋ


─¿Por qué?─ Murmuró para sí misma, con los ojos todavía fijos en el oscuro espacio adornado por gazillones de estrellas inextinguibles.

Entonces vio una estrella fugaz.
No era la primera que veía una, cada vez que lo hacía nuevamente parecía la primera vez.

Saory sonrío, estaba agradecida con el de arriba, pues seguía siendo testigo de la magnificencia de los grandes designios de este universo.

Poco a poco, sus párpados comenzaban a pesar más y más.

Estaba preparada para dormir, sus ojos se cerraron y su mente se despejó, mientras respiraba acompasadamente. Todo parecía tranquilo, calmante y placentero.

Sin embargo, llamaron a su ventana.

Se sobresaltó un poco, al abrir los ojos su vista estaba un poco borrosa. ─¿Eh?─ Murmuró mientras se frotaba los ojos.

Mientras enfocaba en donde venían los golpes, identificó rápidamente la imagen.

─¡Shisui-san!─

Ahora estaba completamente despierta, perdió el sueño de sopetón; pues la felicidad en su interior era explicable.

Rápidamente, se puso de pie en la cama y abrió la ventana.

─Lamento molestarte tan tarde, Saory─ Saludó y luego le alborotó sus desordenados cabellos.

─En absoluto─ Ella negó con la cabeza. ─¿Pero por qué? ¿Vas a atacarme otra vez?─ Se burló juguetonamente.

Shishui sólo se rió, saltando al suelo, evitando su cama en el proceso. ─No lo haré. Sólo he venido a ver cómo estabas─

─Oh, gracias─ Saory sonrió dulcemente con un ligero tono de sarcasmo. Bostezó brevemente y se tumbó en su cama mientras se tapaba con la manta. ─Me alegro mucho de que estés aquí, Shisui-san─

El joven reflejó su sincera sonrisa. Sentándose en la silla disponible cerca de su cama, volvió a alborotarle el pelo. ─Has crecido mucho, Saory...─

Recordó lo pequeña que era hace unos años, llena de colores vivos, y con un alma preciosa. Ella tenía una chispa única, y Shisui se alegraba de tener un asiento en la primera fila de su vida. Era como un hermano mayor para ella.

Entonces, en su vista periférica, vio su nuevo protector de frente colocado sobre la cama. ─Ya lo tienes─ Dijo alegremente mientras se lo señalaba.

─Bueno, meh─ Saory sonó diferente. ─Tú y Kakashi-san me lo recomendasteis, ¿verdad?─

─Sí─

─Sigo sin entender por qué...─

─¿Sabes lo que yo entiendo?─ Preguntó, tratando de mantener la conversación con humor.

─¿Qué?─

─Que ya no tienes que ir a la escuela─

Saory soltó una risita divertida. ─Claro, eso tiene sentido─

─Bueno, pero─ Shisui hizo una pausa con un pequeño tarareo. ─¿sabes lo que significa de verdad?─

Ahora, eso hizo que los labios de Saory se torcieran hacia abajo... ─Jiraiya-sensei...─

El mayor sonrió ligeramente. ─Sí, tienes razón─

Ella suspiró. Jiraiya planeaba llevarla con él en sus viajes y travesías. Ella sabía que todo era por su seguridad y protección, pero también podía ser una oportunidad para entrenar bajo el ala de Jiraiya. Seguro que había mucho que aprender de él. Pero en el fondo de los pensamientos de Saory, había algo que le impedía ir.

─No lo sé, Shisui-san...─

─Bueno, no puedo ser condescendiente con tu decisión─ Dijo mientras le acariciaba el flequillo. ─Te apoyaré tomes la decisión que tomes─

Aquello sonó muy tranquilizador. Se sintió encantada de que siempre tenía a un hermano mayor para apoyarla.

Su corazón se llenó de afecto familiar. ─Gracias, Shisui-san─

No podía pedir más, estaba conmovida.




























Saory aún era bendecida; a pesar de haber perdido a sus padres, aún tenía gente importante que se preocupaba por ella.

Perder a sus padres realmente dolía, sí, pero también se sentía raro...

No tenía ni idea de por qué, pero se sentía como si necesitara un consejo de alguien.

─¿Qué sentiste cuando recibiste tu hitai-ate?─ Le dijo al viento.

Shisui le había dicho que la apoyaría en cualquier decisión que tomara, pero que aceptarla supondría una gran responsabilidad. Y cuanto más pesada la responsabilidad, más pesada la carga. Pero ella no podía permanecer así de estancada para siempre. Itachi y Shisui significaban mucho para ella, y si se quedaba así, rompería su promesa de ser más fuerte, más inteligente y más sabia para protegerlos.

La noche era perfecta para contener su melancolía. Ya era muy tarde, pero aún así se encontraba con el rostro esculpido de su padre en la Roca del Hokage. Estaba encima de ella, tumbada de lado con su manta, reflexionando y pensando demasiado. Volvió a sostener el protector para la frente que le había dado el Tercer Hokage. Podría ser ridículo hablarle a su padre muerto, pero probablemente le haría sentirlo presente estando en su monumento.

La joven se había pasado la vida arrastrando una ausencia, pero se sentía obligada a buscarlos de vez en cuando. Venir aquí podría revivir sus traumas, pero aun así lo hacía; necesitaba que alguien la ayudara a decidirse.

Se rió para sus adentros.

Recordó nuevamente que nunca volverían.

─Waaah...─ Suspiró con fuerza. ─¿qué estoy haciendo?─

Se dio la vuelta, mirando al cielo nocturno.

─¿Vuelvo a casa?─

Probablemente lo haría, pues ya tenía hambre.

Saory se sentó, bostezó y estiró sus perezosos miembros.

Comenzó a caminar. Actualmente se encontraban en la estación en la que los días eran más cortos y las noches más largas.

Contemplando la media luna, se tomó su tiempo, yendo sin prisas hacia su destino. Dentro de esta serenidad, aclaraba sus pensamientos acompañada de la fría brisa vespertina.

Saory observó con cautela la atmósfera negruzca y espeluznante mientras recorría el camino hacia la avenida.

Si seguía el plan de Jiraiya, definitivamente perdería estas vistas, al menos por un largo tiempo.

Caminó por los senderos vacíos, y luego llegó al cruce de caminos. El bosque estaba tranquilo, y el sonido del viento uniéndose a las hojas la hizo detenerse. Sin darse cuenta, acabó en un parque infantil cercano. Tal vez, aún le sobraba un poco de tiempo, así que pudo detenerse en el columpio antes de volver a casa.

Mientras barría con la mirada sus alrededores, se dedicó a rememorar aquellos momentos fugaces de los que podía hacer acopio.

Cuando terminó de disfrutar de la sensación del viento, volvió a ponerse en pie.

Ya debería estar en casa.

─¿Qué estás haciendo?─

Saory estaba segura de que estaba sola.

A su lado, una forma emergió, de pie bajo la luz de una farola. La aparición la sobresaltó y detuvo momentáneamente su respiración.

Se miraron a los ojos en silencio.

─¿Saory?─

Chillando, la chica corrió hacia Itachi.

El Uchiha había superado la segunda fase de los exámenes chūnin, y como ya había dado la noticia a su familia, lo siguiente que quería hacer era ver a su amada, Saory.

La vio correr hacia él, así que se encontró con ella a medio camino para atraparla en un abrazo.

Saory expresó tanta alegría al llegar a él que los dos cayeron al suelo, pero Itachi aseguró a la chica a sus brazos mientras se reía entre dientes.

─Lo sé, lo sé─ Le dijo con voz suave y tierna ─Yo también te extrañé, Saory─ Él también saboreó el momento, sintiendo el calor que su alma anhelaba desde hacía días.

La muchacha también rió, y luego se ayudó a sí misma a ponerse en pie antes de agarrar la mano de Itachi y tirar de él.

Una vez que se acomodaron, Saory no pudo contenerse y volvió a tirar de Itachi para darle un fuerte abrazo: los brazos rodeándole la cintura y la cabeza apoyada en su hombro.

Itachi devolvió amablemente el abrazo, colocando suavemente su barbilla sobre la cabeza de ella, y sonrió bajo el calor que desprendía. En aquel momento, ella le hacía sentirse más que vivo; su abrazo tenía esa capacidad de sanar su mente cansada y fatigada.

Al cabo de un rato, Saory aflojó el abrazo y se encaró a Itachi, cogiéndole ambas manos. ─Okaeri─ Dijo con una sonrisa muy brillante.

─Sí...─ Le sujetó las manos con más fuerza. ─Estoy en casa─

─¿Cómo has estado?─

Itachi ladeó ligeramente la cabeza de forma recatada. ─Es un poco difícil, pero me ha ido bien─

─Ya veo─ Sonrió ella. ─Me alegro─

─¿Y tú?─ Preguntó él. ─¿Cómo estás?─

¿Bien...? ella dijo en su mente, él probablemente no sabe lo que pasó...

Pero antes de que ella pudiera decir algo, su estómago sonó primero, gruñendo en señal de hambre.

Un ligero tono de rubor infundió su rostro mientras se reía tímidamente.

─Ahora que lo pienso─ Dijo Itachi, divertido.─Yo tampoco he cenado. ¿Comemos algo?─

─Me parece bien~─

Entonces, los dos fueron a un restaurante de oden y allí cenaron.

Esa misma noche, después de comer, acordaron mutuamente dar un paseo y pasar un rato juntos. Por ahora no se atrevían a volver a casa, pues ambos querían imbuir esos cinco días en una sola noche.

Itachi, por supuesto, pasó la segunda etapa con facilidad, esperando ahora al menos tener un mes de preparación para comenzar la tercera.

Los dos comenzaron con su paseo; eran caminantes de la noche, apreciando cada paso, cada segundo, cada latido. El tiempo podía ser a veces como un ladrón, pero no lo suficiente como para arrebatarles el momento.

Ambos recordaban la orden del Tercer Hokage: se les permitía encontrarse y verse, pero siempre a escondidas...

Era fácil evitar todas las amenazas inminentes.

Por ejemplo, cuando estaban a punto de encontrarse con un jonin o alguien conocido, se escondían rápidamente. Aunque en algún momento, se cansaron de esconderse, así que buscaron un lugar donde pudieran disfrutar de su compañía sin los ojos de los demás.

Ahora se encontraban en el lugar al que Saory le condujo.

─¿La Academia?─ Murmuró. Itachi no entendía por qué lo había traído aquí; a Saory no le gustaba la escuela. ─¿Por qué?─

En cierto modo se sentía sentimental por venir aquí, y podía decirle la razón con facilidad, pero era demasiado rápida evadiendo el verdadero asunto.

─Bueno, supongo que la escuela ya debe estar libre de humanos─ Respondió. ─Y si los hay, podríamos escapar rápidamente; mi Hiraishin ha mejorado ¿sabes?─

Itachi sólo sonrió, alegrándose de lo espontánea que era, aunque un poco preocupado por incumplir una norma menor.

Habían destellos de luz que salían desde el interior del edificio escolar, probablemente un guardia de seguridad. Los dos tenían que asegurarse de mantenerse fuera de su vista.

Inmediatamente entraron en el edificio de la escuela, dirigiéndose directamente hacia el piso más alto. Aunque la escuela tuviera las paredes, podían sentir la brisa de la noche, además, podían oír el bullicio de la multitud charlando débilmente desde la distancia.

La noche permanecía tranquila mientras Itachi la observaba desde atrás. Siempre había atesorado este tipo de vistas. Y cómo la paz y la calma yacían en su presencia, las noches se envolvían en su dulzura. Habían establecido una linda conexión entre ellos.

Sin embargo, sentía algo un poco fuera de lugar. Estando en la azotea del edificio escolar Itachi le habló.

─Saory─

La joven se estremeció ligeramente pues estaba perdida de nuevo en sus pensamientos.

─¿Sí?─ Le miró por encima del hombro, mientras su frondosa cabellera se movía por el aire.

─¿Ha pasado algo?─

Sus ojos se abrieron de par en par, sorprendida de lo aguda que era su observación e intuición.

Saory soltó una risita seca. ─De verdad que no puedo ocultarte nada─

Ahora... ¿por dónde empiezo?

Ah, claro.

Puedo empezar con esto.

Inmediatamente, Saory sacó el hitai-ate de su bolsa. ─Esto─ Dijo. ─El Sandaime me lo dió─

El asombro llenó los ojos de Itachi. ─¿Así que ahora eres genin?─

Saory asintió. ─Aunque no hubo ningún acto formal─ Luego se acomodó, apoyando la espalda en la pared y sentándose. ─Los de arriba lo mantienen en secreto, como de costumbre─

─¿Y el motivo?─

La joven hizo una leve mueca, dejando escapar un suspiro insonoro.

Se lo había contado todo a Itachi: desde el día en que Shisui la atacó, hasta el día en que fue atacada por enemigos reales.

─El Sennin dijo que se encargaría del resto─ Añadió. ─pero no esperaba que me quisiera llevar en sus viajes─

─¿Entonces?─ Preguntó Itachi amablemente.

─Entonces... No sé...─

La comisura de sus labios se curvó. ─Creo que es algo estupendo. Deberías aceptarlo─

─¿Eh?─ Eso le sonó tan simple. ─¿Qué?─

─Basándome en tu reacción, veo que estás dudando─

─¿Cómo podría no hacerlo?─ Su voz se hizo relativamente alta. ─¡Esta cosa de 'irme' es sólo una curita para todo esto! No puedo simplemente conformarme con esto...─

Itachi sudó ante la repentina elevación de su tono, pero aun así le pareció divertido. ─Está bien, está bien─ Habló para calmarla. ─Y... ¿cuándo te vas?, si es que por fin decides irte?─

─¡Mañana!─ Espetó frustrada.

Ahora, Itachi se quedó estupefacto al oírla, callado y con la mirada baja.

Era demasiado rápido.

Imaginó lo que serían sus días sin tenerla. Saory se convirtió en una brújula para Itachi, a la que podía correr, su dirección cuando se sentía perdido. Sin embargo, tenía que tomarse las cosas con objetividad, tenía que tener la mente abierta para examinar detenidamente aquella situación.

─Bueno...─ Inspiró, y luego relajó los hombros al exhalar suavemente. ─Deberías ir con Jiraiya-san─

Toda su energía se drenó. ─¿Por qué?─ Murmuró sin aliento.

Por supuesto, Itachi entendía sus pensamientos y a él también le dolería que se fuera, pero era lo mejor.

─¿Recuerdas la primera vez que nos vimos?─ Itachi se sintió nostálgico.

Saory frunció los labios mientras asentía. ─En la tumba del clan Namikaze, ¿verdad?─

─No es así─ Se rió entre dientes. ─Fue en esta misma escuela, ¿recuerdas?─

Como si nada, a Saory se le iluminó la cara. ─Cierto─

─Mm-hm─ Asintió sonriendo, con los ojos estrellados captando la luminiscencia de la luna como si reflejara los cielos. ─Recuerdo lo libre que eras entonces, cómo las hojas rondaban tu presencia, cómo las flores florecían a tu alrededor y cómo destellos de estrellas brillaban a tu alrededor cuando sonreías─

Saory estaba en trance, cautiva por lo que decía. ─¿E-eh..?─ Tartamudeó mientras un tono rojizo coloreaba sus mejillas. ─¿Q-Qué intentas decir?─

─¿Te enfadarías conmigo si te dijera que lo has perdido?─ Dijo él con una breve pausa. ─El brillo de tu alma─

Ahora la chica estaba realmente callada, con los labios curvados hacia abajo. Subió las piernas para abrazarlas, porque sentía que necesitaba ocultar su fragilidad. Mientras colocaba la cabeza sobre las rodillas, le respondió.

─¿Lo dices para presionarme?─

Itachi predijo que ella tendría esa impresión. ─No, para nada─ Acortó la distancia que lo separaba de ella y le dio unos golpecitos en la cabeza. ─Sólo que has estado enjaulada el tiempo suficiente, y creo que deberías aprovechar esta oportunidad para encontrarte de nuevo a ti misma─

─¿Es realmente necesario?─

─Lo es, por supuesto─ Soltó una ligera risita.

Itachi era consciente de que ambos habían nacido en una época de guerra, y de que en ella no podía irradiar paz ni esperanza; sin embargo, y aunque no pareciera, Saory había conservado la sustancia y la dulce pureza de su alma.

─¿No te has dado cuenta de que tu vida cotidiana se ha vuelto bastante estacionaria?─ Añadió. ─Perdida y sin aventura─

─¡Pero puedo encontrar aventuras en este lugar!─ Razonó ella en vos alta. Saory estaba ahora frente a él, con las manos apretadas. ─Tú eres mi piedra angular... Estaré aún más perdida e inestable si no estoy contigo─

Itachi la miró fijamente. Quería que ella se hiciera más fuerte, pero eso sólo parecería que la estaba alejando... Y por otro lado, parecía que era él quien la estaba frenando.

─Sabes...─ Comenzó una vez más, su mente estaba formulando palabras para convencerla sin decir nada hirientes. ─Yo también he estado vagando confuso durante años por el extraño pueblo de esta generación... Intentando encontrarme a mí mismo en ella, intentando hallar de nuevo la ingenua felicidad de la infancia─

A veces se preguntaba cómo sería tener una infancia decente. Si su padre no lo hubiese llevado al campo de batalla, ¿encontraría esa ingenua felicidad? Al igual que Saory, se vio obligado a crecer demasiado rápido y todos esos años de su niñez que dedicó en volverse fuerte, se sentían como si su propia vida le estuviera siendo robada.

Por lo tanto, él no quería que a Saory le pasara igual.

─¡Entonces ven conmigo!─ Ella no era consciente de ello, pero estaba teniendo un gran sentimiento de posesividad y profundo apego hacia Itachi que nacía de su miedo al abandono.

─Sabes que no puedo─ Objetó él con simpatía.

Ella ya lo sabía; él tenía muchos deberes y cosas que hacer.

Saory puso una expresión trágica. Sintió como si le arrancaran el corazón del pecho, resquebrajando sus huesos vulnerables.

─Te sentirás estancada aquí, Saory─ La persuadió.

─Eso... ¿Por qué...?─

Intentó reprenderla, pero se cortó de inmediato.

─No quiero ser yo quien sea la causa de tu estancamiento─ Itachi dijo de manera más firme. ─Sé que te sientes mejor a mi alrededor y el estancamiento puede ser realmente cómodo, pero al final, es la causa misma de que te sientas perdida─

Era la cruda realidad. Todo en esta aldea había dejado de ser un misterio para ella. Todavía podía quedarse aquí, sí, pero se sentiría aislada.

No sabía cómo decirlo, pero se sentía sofocada. ¿Estaba feliz o triste?... Bueno, estaba confundida. Sin embargo, debido al hecho de que estaba en el medio, le era difícil elegir el camino que ella caminaría. Era enfermizo hacer lo mismo todos los días. Se sentía perdida y no sabía cómo orientarse de nuevo; y parecía que Itachi le estaba dando la solución.

Había leído innumerables aventuras en diferentes mundos mediante los libros, pero nunca había vivido una de en carne propia.

─¿Me entiendes?─ Preguntó el joven, observando cómo su rostro resplandecía iluminado. ─Explorar nuevos lugares realmente puede levantar tu entusiasmo y crear sentido en tu vida. No te aísles, Saory; el aislamiento no te ayuda, en cambio hace que pierdas el sentido de lo que es la vida─

Era un poco vergonzoso para Saory, porque era él quien le definía la vida.

─¡Está bien!─ Finalmente se rindió exasperada. ─¡Iré con Jiraiya-sensei, pero con una condición!─

Él rió. ─¿Cuál es?─

Rápidamente, se acercó a él y desató su hitai-ate.

─Dejaré aquí mi marca de teletransporte─ Resopló. ─Así, si quiero verte, podré volver a ti en un abrir y cerrar de ojos─

Al instante, su marca se imprimió en el reverso de la placa de acero y se la devolvió.

─Eh, no es justo─ Su pequeña risita no vaciló. ─Debes hacer honor a tu exploración. Y ése es el desafío─

─Pero, pero, pero-─

Oh, a ella le gustaría mucho discutir ahora.

─¿Qué tal si tomas el mío y yo tomo el tuyo?─

La tela de la bandana de Saory era de color escarlata, mientras que la suya era de un azul intenso. Cogió el de ella a cambio del suyo.

─Toma el mío y devuélvemelo cuando estés de vuelta─

Itachi estaba siendo frío al respecto, no quería mostrar ninguna expresión de dolor para no ponérselo difícil.

Por supuesto, Itachi era la única persona a la que ella volvería, porque él es su hogar.

─¿Y tú, Itachi?─ Preguntó con voz melosa.

─Me quedaré aquí─ Sonrió con ternura. ─esperándote─

Acercándose un poco más, apreciaban este momento como si estuvieran en el centro de este mundo.

─No te preocupes─

Itachi extendió el brazo hacia ella y le golpeó ligeramente la frente con dos de sus dedos.

─No me iré─

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top