𝐱𝐯𝐢𝐢𝐢. 𝚜 𝚎 𝚗 𝚜 𝚎 𝚒

。゚゚・。・゚゚。
゚。18 。゚ Era una mañana como
    ゚・。・゚ cualquier otra, un fin de semana normal y sin problemas.


Okno. No había manera de que su mañana dejara de ser problemática, siempre había constantes contratiempos en su vida diaria.

Saory estaba de nuevo sumida en sus pensamientos. Pues, el incidente con Shisui mantenía su mente inquieta.

Suspiró, mientras vagaba de un lado a otro. Caminar después del desayuno se había convertido en parte de su rutina diaria. Esa era su forma de despertarse completamente y aclarar su mente.

Caminó de lugar en lugar hasta llegar al mercado del pueblo. Odiaba la multitud, pero necesitaba comprar algunas armas ninja más.

Ahora que lo pienso...

Saory recordó que no tenía la edad legal para comprarlas. Aunque podría hacerlo si tenía un tutor.

Se detuvo poniendo una expresión catatónica en su rostro, dió media vuelta yendo ahora en la dirección opuesta hacia donde se dirigía.

¿En qué rayos estoy pensando? ¿seré tonta? Soy huérfana...

Nunca pudo acostumbrarse a esa idea, se había dejado llevar por la impresión de que era adulta. Aunque sólo tenía un poco más de diez años.

Desanimada, empezó a caminar con pasos pesados, quejándose y refunfuñando.

Tal vez luego le pediría a Shisui o a Itachi que las compraran por ella. O quizás Kakashi podría ayudarla también. Los tres eran las únicas personas a las que podía acudir.

Mientras se alejaba oyó una voz que la hizo fruncir el ceño.

─¡Oh-ho! ¡Qué coincidencia!─

Con una expresión impasible, volteó a verlo.

─Si es una coincidencia, entonces es una muy mala coincidencia─ Dijo mirándolo, con un notorio desdén en su voz. ─Jiraiya─

─¡Oye!─ Pronunció el anciano de pelo blanco en un tono super incrédulo. ─¡Jiraiya-sensei para ti!─

─Jiraiya-─ Se mostró canónicamente imperturbable. ─-san─

─No, es S E N S E I─ Bromeó él, deletreando la palabra lentamente. ─Por Dios, cada vez que te veo tienes menos respeto hacia mi persona─ Resopló.

La chica hizo una pequeña mueca. Sin embargo, una idea se encendió, como un foco, en su mente.

─Bueno, bueno─ Habló mientras se acercaba al señor mayor con astucia. ─Entonces... si eres mi sensei ¿por qué no me prestas algo de ayuda?─

─¿Hmn?─ Jiraiya trató de procesar lo que decía un poco, pues había un tono de desafío en su voz. ─¿Ayuda? ¿con qué?─

El rostro de Saory brilló.

─Vamos, vamos.─ A continuación, agarró la parte inferior de la manga de Jiraiya y lo condujo a la tienda.

Perplejo ante el brusco cambio de expresión de la joven Namikaze, el legendario Gama Sennin le siguió.

─¿Tienda de armas?─ Dijo Jiraiya con cansancio al llegar a ella.

─Necesito comprar nuevas armas─ Le dijo Saory. ─Y como sensei, tienes que hacerte pasar por mi tutor y comprarlas por mí─

Sigue siendo una enana mandona como siempre.

─P-─

─No te preocupes, no te preocupes─ Era como si Saory pudiera leer la mente del anciano, así que le cortó. ─No soy una basura como tú; yo soy la que va a pagar─

Al viejo se le cayó la mandíbula y se quedó sin palabras. Aunque a Saory no le importaba, liberó esas palabras como si fueran bombas.

Jiraiya era conocido por estafar a la gente. Y ella ya estaba al tanto de ese tipo de travesuras que él hacía.

La pequeña niña creció con la ayuda de nadie, y rechazó la ayuda que el Tercer Hokage proponía. Todo lo que poseía ahora mismo lo había conseguido gracias a su propio duro trabajo.

─No crezcas demasiado rápido...─ Jiraiya suspiró, consciente de que la actitud de la señorita no conocordaba con su edad.

Saory sólo puso una expresión infantil y formó un puchero.

Entraron en la tienda.

─¡Bienvenidos!─ Saludó el dueño de la tienda en cuanto sonó la campanita al entrar.

Había una gran variedad de armas ninja. Y en una esquina, había una sección de papelería.

─Oh, qué oportuno, yo también necesito algunos papeles─ El sabio de cabellos blancos se dirigió a dicha zona mientras dejaba a la chica escoger lo que deseaba.

Saory se paseó entre los estantes, inspeccionando cada utensilio con meticulosa intensidad.

Se tomó su tiempo para elegir. Tardó tanto que Jiraiya se aburrió de esperar y comenzó a protestar.

─¿Puedes elegir más rápido?─ Refunfuñó. ─Todos son iguales. Dios mío─ Y puso los ojos en blanco.

─Eso no es cierto─ Intervino ella. ─Cada uno de estos shuriken y kunai son más que simples armas, es muy grosero que digas esas cosas Jiraiya-'sensei'. Son obras de arte, símbolos representativos de toda la historia ninja, Jiraiya-'sensei'. Saber qué buscar en cada arma es importante. Características como el ángulo y la longitud de la hoja, la forma en que se forjó el metal pueden dar una idea de cómo se fabricó, e incluso quién la fabricó─ Exhaló brevemente. ─Jiraiya-'sensei'─

A lo largo de la explicación de Saory, el maestro sintió como si cuchillos, barrotes y flechas impactaran contra su cuerpo. ¡Y el sarcasmo al decir 'sensei'... ¡No hay nada más molesto que sus comentarios sarcásticos!

El tendero se rió al escuchar la conversación de ambos. ─Ojou-chan seguro que sabe de lo que habla. Me alegro de que aún existan personas que aprecien de verdad este tipo de artesanías─ El hombre sonrió mientras hacía una reverencia a la chica. ─Por favor, tómese su tiempo para elegir─

Saory reflejó la sonrisa en el rostro del amable hombre mientras procedía a seguir eligiendo meticulosamente sus armas.

Jiraiya esperaba con una mirada malhumorada. Tenía los brazos cruzados y su pie derecho golpeaba el suelo como si imitara el tic-tac de un reloj.

─En primer lugar, ¿qué tienen de fascinante los kunai y shuriken?─ Cuestionó.

La chica sólo le ignoró, contemplando cuales kunai escogería.

─Oh, claro...─ Pronunció Jiraiya mientras asentía. ─Entrenas con tus amigos Uchiha, ¿no? Son muy hábiles en el lanzamiento de cuchillos─

─Umju sensei─ Respondió ella en voz baja, pero esta vez no había ningún atisbo de sarcasmo oculto en su voz.

─Ya veo...─ Eso alegró el ánimo del sabio. ─Dime, ¿y si te enseño un jutsu super fascinante; mucho mejor que un simple lanzamiento de cuchillos?─

Por un breve segundo, eso llamó la atención de Saory. Lo miró llena de curiosidad, y luego volvió a mirar las armas. ─¿Cómo cuál?─

─¿Sabes algo acerca de los pergaminos ninja?─

─Por supuesto─ Saory miró a la sección de pergaminos. ─Poseo una gran variedad de ellos─ Luego le mostró los pergaminos que guardaba en su bolsa atada a la cadera.

─Bien, bien─ Sonrió Jiraiya triunfalmente. ─¡Entonces, te enseñaré una técnica asombrosa!─

─¿Y cuál es?─

Se rió en voz alta, tan confiado como pudo. ─Se llama...─ Giró primero, ─¡Kuchiyose no jutsu!─ Luego golpeó con la palma de la mano en el suelo como si estuviera llamando a algo o a alguien.

─Jutsu-─ Inclinó la cabeza de forma incrédula. ─-¿de invocación?─

─¡Exacto!─ Se sacudió el polvo. ─Como seguro sabes, puedo invocar sapos del monte Myōboku─

─¿Sí?─ Parecía interesada. ─Como el Cuarto Hokage, ¿verdad?─

─Ajá, como el Yondaime─ Jiraiya sonreía mientras hacía un gesto con la mano ─¡Alégrate porque seré yo quien te enseñe!─

Saory inmediatamente mostró algo de desconfianza en su rostro. ─No eres digno de confianza en cuanto a lo de ser profesor─

─¡Mis habilidades de enseñanza son las mejores!─

Jiraiya lo sabía, pues había enseñado a personas con mucho talento en el pasado -incluyendo a Minato Namikaze-. Había elegido ser maestro, por la única razón de encontrar al niño de la profecía.

Tal vez, Saory lo sea... pensó.

A pesar de su corta edad ella ya había mostrado logros espectaculares.

─Bueno, ¡vamos!─ Exclamó Jiraiya mientras comenzaba a salir de la tienda.

─¿Ehh?─ Se quedó boquiabierta, sin saber si mirar al kunai que pensaba comprar o seguir a su sensei que estaba a punto de salir del establecimiento. ─¡Espérame!─

Lanzando sonidos quejumbrosos, dio dos pisotones de disgusto en el suelo y volvió a colocar el kunai en su estante mientras miraba al dueño de la tienda con expresión de disculpa y prisa. ─¡Lo siento mucho!─

El dueño sonrió amablemente. ─Está bien, ojou-chan, no te preocupes. Date prisa o no alcanzarás a tu profesor─

─¡Sí! ¡muchas gracias!─ Saory empezó a correr hacia la salida. ─¡Volveré pronto!─

Tras salir vio a Jiraiya caminando muy despreocupado por las concurridas calles de la aldea. La joven lo persiguió con ligera molestia.

Una vez que llegó a su lado, aminoró la marcha e igualó el paso de su sensei. Y vaya que compró muchos papeles. Saory sólo podía preguntarse con qué propósito los utilizaría.

─Lo usaré para mi novela─ Jiraiya dijo tras notar su mirada en la pila de papeles que sostenía.

─Oh...─ Musitó ella, bastante desinteresada. ─¿Icha Icha Paradaisu?─

─Oi-─ Jiraiya golpeó ligeramente su cabeza- ─Esa es una palabra prohibida para una niña de tu edad─

─¿Eh? ¿por qué? Es una pieza famosa, ¿sabes?─

Destellos imaginarios, brillos y centelleos bailaron alrededor de Jiraiya.

─¿De verdad?─ Su alegre y aguda declaración resonó por todo el mercado.

Saory sintió pena ajena pues los transeúntes les dirigían miradas.

─Claro que sí─ Se burló. ─un famoso fracaso─

─¡G-GAAHHH!─ Jiraiya fue bañado por una gran depresión.

Saory sólo se rió ligeramente. Su sensei era excesivamente dramático.

─Además de esa tengo otra novela... ¿No la conoces?─

Ella inclinó la cabeza, una expresión de desconcierto pintó su rostro. ─¿Otra?...─

El anciano asintió.

─Pues no, no la conozco debe ser muy desconocida, ¿cierto?─

Fue como si a Jiraiya se le escapara el alma del cuerpo al escuchar su ofensa. Un día de estos seguro lo mataba con sus palabras.

─¡Es bastante famoso entre los niños y los aspirantes a shinobis!─ Habló el sabio mientras sacaba rápidamente el libro de su bolsa. ─¿Cómo es que no lo conoces?─

Saory frunció el ceño mientras miraba fijamente la portada del libro que él mostraba.

La Historia de un Shinobi Absolutamente Audaz. Decía.

Luego se lo arrebató y empezó a hojear el libro.

─¡Pienso convertirlo en una serie!─ Proclamó, ahora feliz de que Saory hubiera mostrado atención.

La chica comenzó a leerlo. Sin despegar la vista del libro, sin importarle la multitud que había delante.

─¿Como puedes leer así?─ Jiraiya estaba bastante preocupado por la forma en que ella leía. ─¿No sientes náuseas?─

─No─ Contestó simplemente. ─es como un entrenamiento para mí─

─¿Eh?─

─Me ayuda a agudizar mis sentidos─ Dijo manteniendo su mente concentrada en lo que estaba leyendo.

Localizar sus marcas de teletransporte en una zona vasta y enorme requería una gran concentración.

─Oho, tienes cien por ciento de razón─ felicitó Jiraiya a su alumna mientras que ella esquivaba con elegancia a todos los extraños que caminaban frente a ella. ─Estoy impresionado─

Saory sólo le respondió con un encogimiento de hombros.

─¿Hmn?─ Luego tarareó con un tono aburrido y de manera despectiva. ─Así que mi hermano lleva el mismo nombre que el personaje principal de este libro─

Jiraiya se estremeció al escucharla mientras se reía tímidamente con nerviosismo. ─¡Bueno, puedo escribir una nueva historia...! Con tu nombre como protagonista, por supuesto─

Saory puso una expresión interrogativa mientras fruncía el ceño. ─Eh... No, gracias; los personajes secundarios como yo no se merecen historias tan extravagantes─

Jiraiya se mostró inexpresivo: ─¿Porqué eres así?─

La joven sólo frunció el seño y no soltó ni una palabra.

Él sólo sudó.

La joven perdió su interés por el libro. ─Hmp, no me gusta─ Y se lo devolvió.

─¿Eh? En realidad, esperaba que me ayudaras a terminar la historia...─

─¿Eh? Pensaba que querías enseñarme un nuevo jutsu─

─¡Deberías al menos devolverme el favor de haberme ofrecido a enseñarte voluntariamente!─

¡Como si lo hubiera pedido!

Saory se mordió la lengua al decir eso. Pero por otro lado, también tenía razón en ello.

─Estafador─ Puso los ojos en blanco.

─¡Oi! ¡No lo soy! ¿Cómo puedes decirle eso a tu mentor?─

Ella puso los ojos en blanco otra vez. ─Cielos, me irritas─

Jiraiya se sentía agotado por la actitud de la pequeña señorita. Todavía era una niña de diez años y ya era muy salvaje e intensa. Comprendía que había crecido sola y que no había aprendido a abrirse a los demás, exceptuando a sus dos amigos Uchiha. Jiraiya descubrió que su salvajismo sin precedentes ni restricciones la hacía muy especial, era diferente en todos los aspectos a cualquier otra persona, era una dama totalmente única.

─Mocosa descarada─ Le pellizcó la mejilla. ─¡deja de actuar como una vieja gruñona o te saldrán arrugas!─

Él le daría algo de tiempo hasta que baje sus muros defensivos. Él sabía muy bien por qué la niña se comportaba de esa manera; su trauma adquirido le había dado una visión negativa sobre el mundo, dejándola socialmente retraída.

Más tarde ese día, tras un buen rato caminando, llegaron al campo de entrenamiento. Practicar la Técnica de Invocación requería un área bastante grande, alejada de la gente y de ruidos innecesarios.

─Escucha, Saory─ Dijo Jiraiya. ─El Kuchiyose no jutsu es un ninjutsu espacio-tiempo que permite al invocador transportar animales o personas a través de largas distancias de forma instantánea por medio de la sangre─

Saory dejó escapar un largo zumbido mientras escuchaba. ─Parecido a el Hiraishin, ¿no? Aunque el Hiraishin utiliza una marca especial para viajar por el espacio y el tiempo─

─¡Exacto!─ Jiraiya asintió con aprobación. ─Bueno, ahora, te haré una demostración─

Rápidamente, el sabio se mordió un pulgar para sacarle sangre. Luego hizo los sellos de mano y pronunció el nombre del jutsu con convicción. Un sapo de tamaño relativamente mediano apareció de entre una nube de humo y Jiraiya se puso encima del animal.

Saory se asombró, observando al sapo con los ojos espernancados. Tenía un gran pergamino envuelto en su lengua, ofreciéndoselo a la joven. Ella lo recibió y lo depositó en el suelo con suavidad.

─Primero debes firmar el pergamino como una forma de contrato─ Le indicó Jiraiya. ─Debes escribir tu nombre con tu propia sangre─

En él encontró escrito el nombre de su padre, y ella iba a escribir el suyo junto a ese. Saory no sabía qué sentir al respecto. Había una fuerza de conexión, pero ella permaneció emocionalmente distante. Sólo se encogió de hombros.

La señorita obedeció a su sensei sin decir nada. Utilizó un kunai para cortar ligeramente la punta de su dedo y comenzó a escribir.

さおり 波風
Saory Namikaze

─Muy bien, ahora coloca tus huellas dactilares debajo de tu nombre─

Ella frunció un poco el ceño, pero de todas maneras lo hizo.

Una vez hecho, Jiraiya se sentó cómodamente sobre la cabeza del sapo.

─¡Ahora, voy a probar tus capacidades!─ Había un tono desafiante en sus palabras; aunque no hacía falta decirlo: ella es una Namikaze, descendiente de Uzumaki, un prodigio proclamado en su generación. Era de esperar que Jiraiya tuviera grandes expectativas sobre ella. ─Los sellos son: Jabalí → Perro → Pájaro → Mono → Carnero─

No le gustó que la subestimara, pero se mantuvo tranquila, tratando de no dejarse provocar por él.

─Un segundo─ Reflexionó. ─antes de nada, ¿qué es exactamente el monte Myōboku? ¿Dónde está? ¿En Konoha? Espera, lo primero es lo primero, ¿es parte de este mundo o está en una dimensión de diferent-─

─¡Oi! ¡Espera un momento velocista! ¡Deja de complicar tanto las cosas!─

Saory hizo una mueca. ─Lo sabía, no eres un maestro digno de confianza─ Luego resopló.

Jiraiya mantuvo el silencio pero gritaba por dentro. Cuando Minato tenía su edad, no era tan fastidioso e insoportable. Y Kushina tenía un gran temperamento, pero comparado con el de Saory, estaba en un nivel totalmente diferente.

Debo mantenerme sereno para no caer en la locura. Jiraiya esperaba que de alguna manera la pequeña damisela algún día fuera un poquito más amable con él.

Mientras el profesor tenía un monólogo interno, la estudiante pensaba en el mecanismo de tal técnica.

No debería ser tan difícil, pensó.

Todo lo que necesitaba era una reducida muestra de su sangre, luego moldear su chakra mientras hacía los sellos, y plantar su mano en el suelo como paso final para convocar a la criatura.

Aunque el monte Myōboku seguía siendo un enigma para ella.

Según lo que dedujo acerca del jutsu. Debería basarse en la cantidad de chakra a utilizar durante la invocación; para determinar lo poderosa que será la criatura invocada.

Saory recordó los sellos y los reprodució cuidadosamente. Y golpeó la palma de su mano en el suelo.

─¡Kuchiyose no justu!─ Declaró con un tono de voz alto.

Entonces, se oyó un fuerte ¡boom! Y una espesa nube de humo blanco se propagó a su alrededor.

Y sin explicación alguna, Saory desapareció frente al sabio.

─¡¿SAORY?!─ Jiraiya se asustó al saber lo que había pasado con la niña.

Ese escenario le resultaba familiar.

Saory pasaba por una especie de túnel; eso la asustó un poco, pues, no sabía que hacer al respecto.

Los sellos que hizo eran para la Técnica de Invocación, no tenía porque ocurrir esto.

Todo tuvo sentido una vez que recordó que era un jutsu espacio-tiempo.

¿Pero al revés?

Sus pensamientos divagaron bastante, pero en realidad, el tiempo de viaje se ejecutó sólo unos segundos.

Se encontró en un lugar totalmente extraño, estaba fascinada.

Contemplaba la inmensidad del lugar mientras giraba, con los ojos brillando de emoción. La tierra que tenía ante sí estaba llena de raras especies de plantas. Dondequiera que mirara había abundante vegetación. También había esculturas extravagantes de ranas y montañas altas y puntiagudas. Saory también se fijó en el color del cielo, era entre amarillo y verde, aunque la mayor parte era azul.

─¿El Monte Myōboku?─ Pronunció incrédula. ─¡HA HA!─ Saory no pudo contener su risa triunfante mientras inclinaba la cabeza hacia arriba y señalaba a lo lejos. ─¡En tu cara, Jiraiya-'sensei'! No sólo he convocado a un sapo, sino a todo su maldito mundo!─

Inmediatamente se arrepintió de no haberse guardado su bulliciosa proclamación para sí misma, pues acabó despertando a las gigantescas criaturas.

Oh-oh.

La rodearon.

─Este... hola?─ Saludó tímidamente evitando el contacto visual e inquieta. ─Perdón por la intromisión. Yo...─

─¿Una humana?─ Uno de los sapos habló.

─¿Cómo ha llegado una humana aquí?─

─¿Quién la convocó?─

─¿Quién sabe? Yo no─

─¿Shima-ba-san convocó a esta niña humana?─

─Creo que no; ella debió transportarse cerca del Portal de Teletransportación a Distancia donde está Shima-ba─

Los ojos de Saory estaban abiertos de par en par tras ver a los sapos hablar.

─¿Sabéis hablar?─

Un sapo lo tomó como vilipendio, desprecio y subestimación. ─No es lo único que puedo hacer chiquilla─

─Oh...─ Reflexionó ella. ─Entonces muéstralo─

Una vena se sobresaltó en la frente del sapo. ─Te encanta provocar ¿verdad?─

Saory estaba a punto de rebatir cuando una nueva voz se alzó.

─¿Qué está pasando aquí?─ Habló lentamente una voz ronca.

Todos miraron en la dirección donde provenía la voz.

─¡Kashira!─ Las criaturas saludaron simultáneamente.

Era el sapo jefe.

─Kore wa, kore wa─ Pronunció el jefe con asombro. ─¿Quién eres, niña humana?─

El sapo esta vez contrastaba mucho con todos los demás, era bastante pequeño en comparación con los demás, como de unos 30 centímetros. Era un sapo verde de pelo era blanco, peinado en una especie de cresta, tenía las cejas muy, muy pobladas y una pequeña perilla; además, llevaba una capa de cuello alto.

─Soy Saory─ Se presentó, pero inmediatamente se echó para atrás porque se supone que no debería dar a conocer su verdadero nombre. ─¡Quiero decir que soy Mei!─

─Si tú lo dices─ El sapo le dirigió una mirada de desconfianza. ─Como sea, soy Fukasaku, el sapo sabio del monte Myōboku. No sabemos por qué estás aquí, así que ven con nosotros a ver a Ogama Sennin en buscar respuestas─

La chica estaba desconcertada, pero de todos modos lo siguió.

Saory era una persona idealista, siempre buscaba lugares que fueran más allá de la vida normal y cotidiana.

Al llegar al enorme templo, la puerta se abrió de golpe y entraron a este.

Las molduras, en general, estaban enriquecidas por la talla convencional. Los pilares eran monumentales y cilíndricos, y los capiteles eran cubiformes.

En el ábside principal del templo estaba sentado un sapo gigantesco. Era de color marrón, con el vientre blanco, muy arrugado y con los ojos entrecerrados. También llevaba un collar con el símbolo del pueblo de los sapos (aceite).

Igual que la bandana de Jiraiya-sensei. Pensó al ver la insignia. Este viejo debe ser el Gran Sapo Sabio.

─Valla, valla─ Habló el sabio una vez que sintió la presencia de la chica. ─¿A quién tenemos aquí?─

El jefe de los sapos respondió: ─Esta señorita se presentó como Mei─

─¿Y cómo ha llegado a este lugar?─

Fukasaku sólo la miró, indicándole que explicara cómo lo hizo.

─Oh-─ Saory se recompuso, poniéndose derecha, relajando los hombros- ─un autoproclamado sabio me está enseñando el Jutsu de Invocación, pero es un charlatán; en lugar de invocar a un sapo, ocurrió algo totalmente diferente─

─La persona a la que te refieres-─ Tomó la palabra Fukasaku. ─es Jiraiya-chan, ¿verdad?─

─-¿Chan?─ Ella se encogió ligeramente. ─Sí, es Jiraiya-sensei. Ese embustero─

El ambiente cada vez más tenso se había aligerado. ─Entonces... convocaré a Jiraiya-chan aquí─

Al lado del Ogama Sennin estaba el consejero, y en su estómago había un pergamino.

Rápidamente, desplegaron el pergamino y Kashira lo invocó.

En un abrir y cerrar de ojos Jiraiya apareció frente a ellos.

─¡Saory!─ El peliblanco buscaba a su alumna a diestra y siniestra. ─¡Oh, Saory!─ Hubo un tono de alivio en su voz al encontrarla e inmediatamente fue a su lado. ─¡Jaja! Esto me recuerda cuando era joven e intentaba aprender el Kuchiyose no justu─

La damita sólo le miró con desdén.

─¿'Saory'?─ Preguntó el Gran Sapo Sabio. ─¿La primogénita del Yondaime Hokage?─

─Exacto─ Se limitó a murmurar.

─Aunque no le veo parecido a ninguno de sus padres─ Rió suavemente.

─¡Es ella, Ogamma Sennin!─ Proclamó Jiraiya con orgullo mientras le daba dos palmaditas en la parte superior de la cabeza. ─Sólo que tiene que llevar esta fachada, todavía no es seguro para ella. Su pelo era rojo intenso, ¡como el de su madre Kushina!, muy bonito por cierto─

─Ya veo, ya veo─ El antiguo sapo se alegró de conocer a la joven, pues le tenía mucho cariño a Minato. ─Estoy muy seguro de que eres igual de brillante y talentosa que tu padre─

─¡Si! ¡Es la mejor de su generación!─

─Mentira─ Aprehendió Saory. ─Itachi es el mejor de mi generación. Yo ni siquiera le llego a los talones─

Jiraiya no estaba de acuerdo con eso; pero no tenía sentido discutir. ─Lo que tú digas─

Gamamaru rió. ─¿Piensas enseñarle el Senjutsu, Jiraiya?─

─Pienso hacerlo─ Respondió. ─Aunque no por ahora; su edad aún es muy corta─

─Hoho. De tal palo tal astilla, ¿no?─

La conversación se alargó, era como una pequeña reunión entre ellos; pero Saory... ella no estaba muy contenta que digamos...

Sin cesar, duranto toda la vida, Saory siempre fue validada como la 'Hija de Minato y Kushina'.

Quería argumentar que ella era más que sólo la hija de sus padres. Estaba agradecida con ellos y ser su hija era un orgullo, pero no le gustaba que la tratasen así,

─¡Lo he decidido!─ Declaró Saory llena de autoridad. ─No voy a aprender lo que Jiraiya-san le enseñó a mi padre─

Todos se sorprendieron.

─¿Por qué?─

Saory quería que la entendieran, deseaba dejar de vivir bajo la sombra de sus padres y hacerse valer por si misma.

─Quiero tomar un camino diferente al de mis padres─ Dijo con convicción, mirándolos con demasiada intensidad, como si estuviera atravesando sus almas con la vista. ─Mis padres murieron como héroes, y en mi opinión es estúpido que la mayoría piense que eso fue un acto heroico─

─¿Acaso lo que hicieron no es suficiente como para serlo?─ Cuestionó Fukasaku, estando en discordia con ella.

─Las victorias son victorias en dependencia del punto de vista de cada persona─ Comenzó ella. ─por parte de Minato y Kushina, la victoria residía en la preservación de la integridad y en la adhesión a una visión idealizada del mundo, no les importó que lograrlo fuera a costa de sus propias vidas─

Jiraiya refunfuñó para sus adentros. Aquí viene de nuevo con su charla filosófica, ¿como rayos puede hablas así? ¡Sólo tiene 10 años!.

─No quiero luchar igual que ellos por este mundo sin valor lleno de gente cínica, malvada, desvergonzada, insolente e hipócrita, no vale la pena─

Agitó lentamente la mano a modo de despedida antes de darse la vuelta para irse.

─H-Hey...─ Jiraiya estaba demasiado aturdido, sin saber que decir.

─¿Estás segura de eso, joven Namikaze?─

Los labios de Saory se tensaron al ser llamada así. Se quedó callada unos segundos, había veces que realmente quería abandonar ese apellido.

Después rompió el silencio y respondió finalmente: ─Sí, estoy segura─

Realmente no necesitaba aprender lo mismo que su padre.

─Voy a dar una vuelta─

Los ancianos no tuvieron reparos, así que le permitieron hacerlo.

─Está bien, pero no te alejes demasiado─ Recordó Jiraiya. ─volveremos a Konoha en unos minutos─

Saory lo escuchó, pero no dijo nada. Entonces abrió la puerta y salió del templo.

─Qué niña tan...─ Jiraiya dejo su frase a medias y suspiró exasperado, hundiendo los hombros.

─¿Piensas que ella es la niña de la profecía?─ Preguntó el gran sapo.

─¿No lo es?─

Gamamaru se limitó a esbozar una sonrisa. ─No lo sé; ni siquiera preveía que un humano llegaría aquí, a diferencia de tu caso─

De nuevo, Jiraiya suspiró. ─En realidad, esperaba que fuera ella, pero perece firme con su decisión de no aprender el senjutsu─

─Bueno, yo sugiero que la apoyes─ Respondió el sapo anciano. ─Es una chica de voluntad fuerte y espíritu libre; que tomó un camino diferente para encontrar su propio destino─

Y sin que nadie lo supiera, el Gran Sapo -Gamamaru- vislumbró el futuro de ella, pero no se animó a profesarlo.

─Será mejor que la guíes bien, Jiraiya─ Los rasgos del sapo reflejaban comprensión y una pequeña sonrisa apareció en las comisuras de su boca. ─Elegir su propio camino equivale a elegir sus propias batallas... Sin embargo, no sabremos lo que hará cuando las batallas la elijan a ella..., debes guiarla por el buen camino─

Jiraiya guardó silencio, un poco sorprendido. El sapo anciano hablaba con seriedad y tranquilidad, y él era incapaz de comprender totalmente lo que dijo, quedando un poco desconcertado.

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