𝐱𝐢𝐱. 𝚝𝚑𝚛𝚘𝚞𝚐𝚑 𝚝𝚑𝚎 𝚍𝚊𝚛𝚔𝚗𝚎𝚜𝚜
。゚゚・。・゚゚。
゚。19 。゚ Saory -de alguna manera-
゚・。・゚ siguió asistiendo a la academia. No personalmente, sino a través de Clones de Sombra, no es que le diera pereza, es que ya conocía la mayoría de sus enseñanzas.
Un día después del viaje al Monte Myōboku, el mentor y la estudiante se cruzaron casualmente en el Bosque que quedaba cerca del Santuario.
Saory usó la expresión de disgusto más profunda que tenía. ─¿Me estás siguiendo?─
─¡Claro que no!─ Jiraiya estaba igualmente molesto. ─¡¿Por qué diablos querría verte?!─
No había ninguna razón para que se reunieran después de que Saory se negara rotundamente a aprender lo que su padre había aprendido de él.
─Tch─ Se limitó a sisear la chica mientras se dejaba caer en el suelo bajo la fresca sombra de un árbol. Había traído libros sobre las regiones de los sabios. Esos libros sólo se estaban a disposición del Hokage, y de Shikaku Nara; pero, fue lo suficientemente benevolente como para conseguirlos.
Mientras, Jiraiya hizo lo mismo, aunque un poco lejos de la joven. Él no estaba allí para leer, sino para empezar a perfilar su nueva novela. Sin embargo, la inspiración no lo acompañaba.
Ambos se centraron en lo que tenían que hacer, ignorándose mutuamente.
En medio de su lectura, los párpados de Saory comenzaron a cerrarse sin su consentimiento. Se sacudió la somnolencia, pero cada vez que miraba la página, las palabras se entrelazaban y se desvanecían como humo.
Pronto, el sueño la venció. El pasatiempo favorito de Saory era dormir, por lo que quedarse dormida rápidamente era un talento más en ella. Lamentablemente no tenía un soporte para la cabeza; por lo que la gravedad eventualmente tiró su peso hacia abajo, cayendo sobre sus costados.
Jiraiya escuchó un suave golpe, dirigiendo su línea de visión hacia donde provenía el sonido. Resultó que sólo era la chica dormitando.
Estaba algo sorprendido por no haberse despertado al caer.
─¿Cómo puede dormir a esta hora? Todavía ni estamos a media mañana─ Murmuró para sí mismo.
Los días de otoño se volvieron inevitablemente más fríos a medida que pasabam los día. El bosque estaba inundado de hojas multicolores, cubriendo casi por completo el suelo.
Debe ser un instinto paternal, pero la chica podría enfermar en ese estado. Menos mal que empezó a llevar ropa más gruesa.
Escribir es difícil; tengo un agujero en el cerebro.
Esa era la mentalidad de Jiraiya mientras pasaba el tiempo pensando.
Necesitaba un personaje principal inolvidable.
Involuntariamente, miró a la chica dormida...
¡ELLA NO ES MATERIAL PARA UN PERSONAJE PRINCIPAL!
Le gustaba quejarse y despotricar mucho. Era una exageración, pero esta joven era una pesimista profesional, siempre de mal humor. Aunque él lo entendía perfectamente: no era más que un alma vieja en un cuerpo de niña que sabía maravillosamente cómo funcionaba el mundo.
¡Ella es más adecuada para ser una deuteragonista!
Y eso sólo demostraba la afirmación de Saory de que los personajes secundarios como ella no merecen historias extravagantes.
Ahora, lo único que podía hacer era mirar fijamente la hoja de papel en blanco frente a sí, esperando que las palabras aparecieran por arte de magia.
Mientras tanto, la siesta de Saory normalmente no duraba mucho; entre veinte y treinta minutos.
Tiempo después se despertó, un poco desorientada como siempre, trató de analizar dónde estaba en el momento en que sus ojos se abrieron.
Ah, claro... Estoy en el Bosque de Nara.
Al oír rugir su estómago no dudó en tomar su bento. Llevaba dos: uno para merendar y otro para comer. Al abrir la caja reveló el onigiri que había hecho antes de salir.
Dio un gran bocado e inmediatamente se derritió, cómo los deliciosos sabores que explotaban en su boca.
Debería hacerles esto alguna vez a Itachi y a Shisui, de seguro le gustarán.
Entonces, sus pensamientos se cortaron cuando recordó que tenía compañía.
─Sensei─ Llamó.
Jiraiya, que estaba sumido en sus pensamientos, apenas se sorprendió ante la voz repentina. ─¿Qué?─
Saory extendió el recipiente de comida. ─Toma un poco─
El sensei se alegró de su amable gesto y se apresuró a coger uno. Comenzó a masticar, y sus papilas gustativas se regocijaron al probarlo. ─¡Delicioso!─
─¿Verdad que sí?─ Sonrió ligeramente.
─¿Has hecho tú estos onigiri?─
─Hai, los granjeros cosecharon sus cultivos ayer y me dieron algunos por ayudarles a plantar─
Jiraiya le escuchó decir al Sandaime que ella trabajaba a tiempo parcial en las tierras de cultivo y en una tienda local de hierbas.
─¿Estás segura de que está bien que no asistas a clase?─ Preguntó.
─Sí─ Se limitó a responder la joven, despreocupada. ─Mi clon se encuentra allí─
─Qué despreocupada , ¿eh?─ No pudo evitar soltar una sonrisa.
─¿Por qué lo dices?─ Replicó ella. ─Siempre autoestudio, ¿ok? Además, prácticamente ya me se todo lo que imparten los profesores allí. Y Shisui e Itachi siempre están aquí para enseñarme lo que no se─
─Vale, vale, lo entiendo─ Se rindió. ─Por cierto... ¿Qué estás leyendo?─ La joven sólo levantó el libro y se lo mostró. ─¿Así que sí te interesa el jutsu de los sabios?─
─Si─ No había ninguna duda en su voz. ─Pero no lo que tú y mi padre aprendieron─
─Está bien─ Respondió él.
─¿Hay otras regiones de sabios fuera de Konoha?─
─Oh, ¿por qué lo preguntas?─
─Porque las criaturas de estas regiones sólo pueden permanecer en el suelo─ Refunfuñó mientras masticaba. ─¡Yo quiero una invocación que me haga tocar los cielos!─
Por supuesto, Jiraiya tenía información al respecto, pero era un riesgo decírselo. Nadie podía saber lo que podría pasarle, sabiendo que la chica podía ser muy impulsiva sólo para satisfacer su curiosidad.
─No tengo ni idea; no he ido lo suficientemente lejos─
─Eh...─ Reflexionó ella. ─¿pero hay una gran posibilidad de que los haya, no?─
Jiraiya resopló molesto. No le gustaba lo que estaban conversando.
─Tómatelo con calma, ¿quieres?─ Espetó. ─¿Qué tal si primero lees mi libro?─
─Jaaah...─ Ella hizo una mueca. ─¿Qué tiene esto de especial?─
─Sólo tienes que leerlo─ Puso énfasis en cada palabra.
Jiraiya solo quería que ella desviara su atención a algo. Él sólo tenía un sentimiento de ansiedad. Cualquier cosa podía ser posible en este vasto mundo en el que vivían, y de alguna manera temía por ella.
¡Y estos libros son clasificados! No son adecuados para su edad. ¿Quién le dio estos libros? Esta enana debería leer más cuentos de hadas y libros de aventuras.
─Uwah... Este libro es tan pesado─ Dijo con un enorme bostezo.
─¿En serio?─
─No quiero hacer comentarios negativos, pero trataré de ser lo más objetiva posible─
─Si─ Mentalmente, Jiraiya ya estaba pensando en formas de afrontarlo.
─En la historia hay algunos tecnicismos, pero estoy seguro de que ya los conoce, sensei─ Comenzó mientras escaneaba cada página con sus agudos ojos. ─También noto que tienes un apego emocional a tu personaje principal, Naruto, y ese debe ser el defecto principal de tu novela─
─¿E-Eh?─ Jiraiya se quedó sorprendido. ─¿Por qué?─
─Uh, es sólo una sensación visceral, sin embargo─ Se encogió de hombros. ─Es tu primera novela, ¿verdad? Yo haría lo mismo si escribiera una─
Él exhaló. ─Tomaré nota de ello─
También añadió: ─Y para ser totalmente sincera contigo, sensei, tu personaje principal es muy aburrido. Insípido. Nadie recordará a este personaje, ¿sabes?─
Sus palabras fueron liberadas en forma de bomba y lanzadas sin previo aviso.
─De todas las novelas ficticias de 'héroes y villanos' que se han escrito en los últimos cinco años, ¿hay alguna historia que sea relevante hasta el día de hoy?─
Las palabras de Saory hicieron contemplar al sabio.
─Hhmm... No se me ocurre ninguna─
─Exactamente─ Respondió Saory sin ton ni son. ─al igual que tu historia. He leído un montón de libros, y este Cuento del Shinobi Aguerrido es demasiado predecible─
─¡Oye! ¡Eso duele!─
Todos los años y noches de insomnio que Jiraiya pasó elaborando esa novela se habían hechado a perder. Era como si Mei hubiera convocado un agujero negro frente a él y hubiera convertido su confianza y motivación en partículas subatómicas.
─Realmente no te contuviste, ¿no?─
─Por eso-─ Esta vez, Saory sonó extrañamente motivada. ─en tu secuela, ¡debes convertir a tu personaje principal en un antihéroe! ¡Haz que se corrompa poco a poco, sensei, pero dale defectos muy profundos y cualidades redentoras al igual que al protagonista! Y créeme, ¡los lectores seguirán simpatizando con ellos! E incluso si tu antihéroe principal causara un asesinato en masa, ¡verás cómo los lectores escriben un ensayo de cien páginas sobre por qué este personaje no ha hecho nada malo!─
─S-Saory...─ Jiraiya trató de refrenar su discurso, pero la chica estaba muy fijada en el concepto de un personaje moralmente gris. A él, antes, le gustaba escuchar sus balbuceos, pero esta vez, era algo molesto.
─Debe ser un gran concepto, ¿no cree, sensei?─ Era bastante frívola. ─¡La progresión del deterioro del protagonista debería ser el punto central de tu próxima novela!─
Ya es suficiente.
Algo se había desgarrado dentro de la mente de Jiraiya.
─¿Qué tal si dejamos de hablar de mi novela?─ Dijo con una sonrisa recelosa. ─¿Qué tal si...─ luego hizo una pausa de un segundo para cambiar el tema. ─¡Te enseño un nuevo jutsu!?─
Como si fuera una señal, la vivacidad de Saory se desvaneció, convirtiéndose en una cara de aburrimiento y desinterés.
─¿A qué viene esa mirada?─ Se quejó el sabio sapo. ─¡Muestra más entusiasmo!─ Entonces se levantó, haciendo un gesto con una mano. ─Déjame enseñarte─
En la palma de Jiraiya se formó un remolino de chakra que se acumuló poco a poco en ella.
Este jutsu me resulta familiar...
─¿Rasengan?─ Sonaba disgustada. ─¿Pensé que era un jutsu nuevo? ¿No lo inventó ya mi padre?─
─Sí─ Respondió Jiraiya mientras desmaterializaba la bola giratoria de chakra. ─Pero esta técnica está incompleta─
─¿Por qué está incompleta? El Rasengan ya es muy poderoso─ La joven había visto a Minato ejecutarlo muchas veces en el pasado, cuando aún estaba vivo.
─Porque su plan era llevar la transformación de la forma del chakra al "punto más alto posible", y luego combinarlo con la afinidad de la naturaleza de su chakra─
─Ohhhhhh...─ Ahora el asombro volvió a sus ojos. ─¿Qué quieres decir con 'combinar con la afinidad de naturaleza del chakra'?─
Jiraiya sonrió ─Te lo diré una vez que hayas aprendido a usar el rasengan─
Saory dejó escapar un suspiro exasperado. Pero se levantó, recordando el movimiento con el que se formaba la bola de chakra.
Ni siquiera se necesita un sello de mano... Entonces, ¿cuál es el truco?
─¿Puede mostrarme el rasengan una vez más, sensei?─ A pesar de sonar tan indiferente, ella tenía curiosidad. Y su mente no dejaría de molestar a menos que descubriera el mecanismo detrás de él.
El sabio de pelo blanco estuvo encantado de complacerla.
Saory observó atentamente cómo su mentor le demostraba lo que era un rasengan. No quería perderse nada, por lo que su concentración y su enfoque absoluto eran admirables.
Y así, una energía esférica de color azul apareció en la palma de Jiraiya. Saory vio un tirón de vacío en el centro de su mano.
¡Whoah!
Lo entendió.
En un sentido simple, el rasengan era una energía física conjunta de la naturaleza que tendía a unirse en un punto de convergencia.
La chica hizo un gesto con la mano, motivada para ejecutar el pretencioso jutsu.
Primero, crear un vacío en el centro de su palma para recoger la energía de la naturaleza.
¿¡PERO CÓMO!? Bramó mentalmente.
Si veía las cosas bien, la mitad inferior del sistema del rasengan convergía hasta el centro, chocando, y por lo tanto se veía obligada a elevarse, para luego divergir. Sin embargo, mantener la forma esférica debía requerir un inmenso control de chakra, porque si el agarre no era lo suficientemente potente, todo se dispersaría.
Cuando se dio cuenta de que no pasaba nada en su mano, expresó ─¡Aaaahhhh...! ¡Esto es tan molesto! Ya estoy cansada─
Entonces ella cayó en el suelo frondoso con un pequeño gruñido.
─Jajaja─ Se rió Jiraiya, ─¿así que hay algo que un prodigio como tú no puede hacer?─ Y sin que la joven se diera cuenta, Jiraiya había sacado una pelota de goma de su bolsa. ─Toma, ¿por qué no intentas usar esto primero?─
Él sabía que ella debía practicar con un globo de agua primero, pero él no tenía uno por ahora.
Saory la cogió. ─¿Para qué?─
─Bueno, debes practicar para hacer girar tu chakra en múltiples direcciones a la vez─
─¿En el sentido de las agujas del reloj o en sentido contrario?─
─De cualquier manera; depende de cómo vas a atacar─
─Oh, tiene sentido─
─El primer proceso de este paso se completa una vez que eres capaz de reventar la bola con tu chakra─
─De acuerdo, lo tengo─ Rrspondió Saory, y luego lo intentó.
Pero, ¿cómo hacer girar mi chakra?
Se sentó mientras sostenía la bola en su mano derecha. Luego cerró los ojos, sintiendo de nuevo el chakra fluyendo en su interior.
No debería pensar tanto y volver a lo básico.
Saory se concentró en formar su chakra en un solo punto de su mano y lo imaginó como un vacío que succionaba la energía que fluía alrededor.
Jiraiya sólo la observaba mientras sentía un cambio de atmósfera en su entorno.
Ohh, ¿ha descifrado el secreto del rasengan?
Saory estaba sintiendo la rotación de su chakra dentro de la bola de goma. La energía que giraba hizo que la bola explotara.
Y entonces, al principio, sólo era una pequeña espiral de chakra que se unía en el centro de su mano. Luego empezó a brillar, y una fracción muy apreciable de chakra se liberó de forma esférica.
Al sabio se le abrieron los ojos, asombrado.
¿Acaba de crear un rasengan tan rápido...?
Ahora recordaba la vez que habló con Minato: [...] Saory podía aprender cualquier habilidad en un solo análisis rápido [...] Al parecer no mentía al respecto.
Jiraiya tenía mucho que decir, pero Saory no había terminado.
Su concentración era inmensa, pero inconscientemente liberó más poder del debido. Por desgracia, un enorme poder se liberó de su mano. Podría parecer que era sólo un vórtice de aire, sin embargo, tenía una tendencia a ser imparable.
─¡S-Saory!─ El profesor trató de sacar a la chica de su inmersión total.
─¡Whaaaa!─ Ella tampoco podía creer lo que estaba viendo, así que empezó a entrar en pánico.
Aquel calor y luz abrasaban ligeramente su piel.
Bruscamente, golpeó el chakra giratorio contra el suelo. Lo bueno es que, como se distrajo, la fuerza disminuyó, pero aún así fue suficiente para causar destrucción hasta cierto punto, destruyendo el suelo frente a ella. Ella fue inevitablemente atrapada en el impacto y su pequeño cuerpo voló.
Sintió que su espalda se estrellaba contra un robusto tronco de árbol, se golpeó fuertemente la cabeza y al final perdió el conocimiento. Normalmente, no se desmayaría porque podía usar su chakra como escudo, pero ahora, estaba casi fuera de sí.
Y antes de que su cuerpo pudiera caer al suelo, Jiraiya la atrapó.
─Uy...─ murmuró mientras la acunaba en su espalda. ─Te has pasado, ¿verdad, jovencita?─ Ella superó sus expectativas. ─Muy bien, el entrenamiento ha terminado por hoy─
Realmente una prodigio, ¿eh? Superando a su padre a tan corta edad...
Ahora Jiraiya sintió un miedo abrumador... De hecho, no podía pensar en una razón por la que se sentía así.
¿Asustado?
¿Asustado de qué?
¿Del futuro de esta niña?
Puede ser...
Estaba ansioso, sabiendo que esta chica iba a hacer algo grande en el futuro.
Sin embargo... ¿será para bien?
No lo sabía.
Suspiró.
Todo por Minato y Kushina, supongo...
Saory no se dedicó a otra cosa que a entrenar el control de su chakra para mantener el rasengan en su mano.
Completar el último paso era, con mucho, el más difícil.
Jiraiya también le dijo que esta era la oportunidad de dominar completamente su chakra.
Ella estaba en el mismo lugar, en algún lugar del vasto Bosque de Nara, lejos de la gente. Sola, agotada, hambrienta y casi sin esperanza. A Saory le quedaba solo un poco de chakra, dándose cuenta de que aprender este jutsu podía suponer mucho esfuerzo y energía.
La chica finalmente decidió tomarse un descanso y se tumbó perezosamente en el suelo. Estaba esperando a que Jiraiya volviera. Dijo que le compraría la comida, porque Saory ya se había comido todo el almuerzo y los bocadillos que había empacado.
¡Ese zoquete...! ¿Por qué tarda tanto?
Probablemente estaba holgazaneando inútilmente.
Si Shisui estuviera aquí, podría haberme dado una pista para lograr un rasengan decente... ¡PERO NO ESTÁ!
Apretó los dientes con fastidio y refunfuñó mientras daba patadas al aire.
Estaba frustrada.
Tal vez algunos bocadillos podrían calmarla, pero su frustración aumentó cuando no pudo sentir la presencia de Jiraiya alrededor en un largo rato.
─¡Me iré a casa!─ Murmuró. Se levantó del suelo; y se dispuso a recoger sus cosas. Mientras se ponía de pie para irse, sus instintos captaron algo con intenciones malignas.
Se giró para comprobar si sus presentimientos eran correctos. Miró atentamente donde se suponía que estaba la presencia que sintió.
Al no haber nada que alterara su radar, se encogió de hombros. Pero aún así no bajó la guardia, y mientras caminaba por el cendero, entrecerraba los ojos, mirando en cada lugar en busca de alguien.
Y entonces, alcanzó a ver una figura difusa moverse, además varias hojas caían y se ondulaban como si alguien estuviera escondido tras ellas.
No lo hizo evidente, pero un escalofrío recorrió su columna vertebral. Eso hizo que se detuviera momentáneamente en su camino.
El aire se aquietó, y su corazón dio un salto, para luego acelerarse, golpeando inercialmente en sus oídos.
Inhaló profundamente y exhaló en silencio.
Definitivamente había alguien allí.
La joven señorita había mantenido la calma. Si mostraba miedo, sólo les daría la libertad de atacar. No podía arriesgarse a entablar una pelea, ahora que su nivel de chakra era bajo.
¿Eran en realidad enemigos? ¿O sólo era Jiraiya gastándole una broma? ¿Tal vez un transeúnte? ¿O un animal inocente?
Nada podía salir bien si dejaba que su ansiedad se apodere de sus pensamientos.
Suspiró.
Siguiendo el camino que dirige al mercado del pueblo, oyó un susurro. Una sombra se movió de nuevo, ahora a su izquierda.
El cansancio se apoderaba de toda su expresión. Su estómago estaba a punto de revolverse, porque su mente no le estaba jugando una mala pasada una vez que las sombras acechantes tomaron forma, rodeándola como una patética presa, todo era real.
A pesar de todo se puso en postura de combate, preparada para defenderse.
El frente de Saory nunca flaqueó a pesar de que la intensidad del ambiente.
La próxima vez, haré caso a mis primeros pensamientos.
Siempre había casos en los que Saory se empecinaba en sobreanalizar las cosas y no sabía qué elegir: su sexto sentido o la probabilidad de equivocarse por lo que pensaba en exceso.
La joven se mantuvo en silencio, aunque le picaba saber el propósito de esta locura.
El bosque de Nara estaba fuera de la aldea, por lo que no estaba cubierto por la barrera de detección.
─¿Es realmente ella?─ Uno de los siete individuos habló cuando nadie parecía hacerlo. ─¿La descendencia del difunto Yondaime?─
Ella se quedó allí, sintiéndose al borde de un acantilado mientras su sangre empezaba a hervir. Y bajo la sombra del árbol, los ojos fulminantes de la muchacha brillaron en la oscuridad.
─Todo nos señala aquí. Debe ser ella─
Su miedo se calmó, y sólo sintió un fuerte odio hacia los intrusos. No tenía ni idea de qué tierra procedían; todos ellos iban disfrazados de viajeros o civiles, y el escudo de su lugar de nacimiento también estaba oculto.
─¿Y si ella no es? El clan Namikaze es conocido por su pelo rubio y ojos claros─
─¡No importa! Igual podemos usarla para sellar una Bestia de Cola─
Ser la hija de los Yondaime es tan problemático... Y tener los nombres Namikaze y Uzumaki es una carga muy pesada.
Podría escapar de aquí en un instante si usara el Raijin Jutsu Volador, pero haciéndolo así, sólo confirmaría que sus especulaciones eran correctas.
¿Cómo saben que soy la hija del Cuarto Hokage?
¿Qué querrían de una huérfana como yo?
Suspiró. Como si no supiera las posibles cosas horrendas que iban a ocurrir si caía en manos de los enemigos.
¿De dónde sacaron esa información?
La identidad de la señorita era muy clasificada... Sólo los altos mandos que sabían de la verdadera ella...
A menos que...
Una tristeza total se apoderó de ella, y se vio envuelta en la miseria y la traición.
Su corazón comenzó a hundirse, sin poder responder ni siquiera con una palabra.
Se enfadó mucho, demasiado.
Todas las cuerdas se conectaron...
Se mordió los labios con fuerza, porque le gustaría hacer un berrinche ahora mismo, pero no es el momento.
Los intrusos no prestaron atención a la niña que fruncía el ceño, sólo se acercaron para estrechar su ruta de escape.
Saory no hizo ni un movimiento; ya se había rendido sin oponer resistencia.
Los hostiles extraños de la tierra desconocida sonreían para sí mismos, pues ella les estaba facilitando la captura. Sus frías sombras envolvían a la niña, y una a una se acercaban.
Sin embargo, a ella no le importaba. Si total, el pueblo la había abandonado-
─Dios, ¿por qué no te defiendes?─
Esa voz sobresaltó a Saory.
Inmediatamente, giró la cabeza hacia la dirección donde provenía el sonido. Incluso los intrusos se quedaron estupefactos al verlo.
─¿Dónde está la pequeña mocosa insoportable que conozco, eh?─
La niña sólo emitió un relincho entre dientes y se tranquilizó un poco.
─Llegas tarde─ Se limitó a resoplar mientras se cruzaba de brazos.
Ya que su mentor estaba aquí, no necesitaba hacer nada.
Jiraiya se rascó la nuca. El niño estaba de mal humor. Sin embargo, ¿quién no lo estaría? Esta situación es desesperante, sin duda.
Una vez que llegó al análisis, los rasgos de Jiraiya se volvieron realmente serios.
Los intrusos se quedaron boquiabiertos, perdiendo todo su valor para hablar.
No había forma de que pudieran vencer al shinobi de pelo blanco. Uno de los Sannin Legendarios. El Sabio del Sapo. Un veterano de la Segunda Guerra Mundial Shinobi.
─Ahora, decidme─ Habló el galán shinobi de forma espantosa. ─¿qué queréis de la niña?─
Todos vacilaban al verle, ninguno de los invasores podía enfrentarse a él. Sin embargo, fortalecieron sus espaldas, y en un movimiento relámpago, los invasores desenfundaron sus armas, viniendo a la carga como movimientos desesperados.
Los intrusos eran siete, y cuatro de ellos ya se habían adelantado para atacar a Saory, pero él se interpuso en su camino.
Y perdiendo la razón para perseguir su objetivo en Konohagakure, finalmente, un grito salió de la boca del líder, ordenándole a sus hombres retirarse. Un poco antes de hacerlo, sacó una bomba de humo y la lanzó con fuerza al suelo, cubriendo los alrededores con un humo sofocante.
Jiraiya agudizó sus sentidos, alerta, en espera de algún ataque sorpresa.
Pero el alivio fue total al ver que los merodeadores se retiraban sin dejar rastro.
─Uff─ Suspiró el sennin. ─cobardes─
─¿No vas a atraparlos?─
Jiraiya sintió la extraña melancolía en su voz. ─Yo no... ¿Por qué?─
─Van a volver─
─¿Qué?─ Respondió el maestro, confundido.
─¡Saben quién soy!─
─ . . . ¿Qué?─
─Saben que soy la hija del Cuarto Hokage... E incluso si no lo fuera, me hubiesen utilizado para sellar una bestia con cola o para sabrá Dios que otras cosas─
Las lágrimas habían empezado a salir de sus ojos mientras fruncía el ceño.
Jiraiya miró al suelo mientras no encontraba palabras para decir. Si lo hubiera sabido, no habría dejado ir a esos intrusos, y ahora... ya están demasiado lejos.
─¿Cómo demonios ha podido ocurrir esto?─ Se limitó a murmurar.
Todas las peores posibilidades se le habían ocurrido...
Saory ya no está a salvo aquí.
─Los ANBU...─ Saory dijo sin pensar.
─¿Los ANBU?─ Repitió el sabio, interrogando.
Esta vez, las emociones de Saory se tornaron frías.
─Son ellos los que lo han filtrado─ Había confianza en su voz, sabiendo que su capacidad de deducción nunca se equivocaba.
─¿Eh...?─ Jiraiya sólo pudo preguntarse por qué.
─Shisui-san─ Dijo ella.
─¿Sunshin no Shisui?─ Dijo en voz alta, sorprendido. ─¿ÉL ES EL QUE HA REVELADO LO TUYO?─
─¡NO!─ Saory también subió su tono. ─Por supuesto que no. Él no haría tal cosa─
Sí, él nunca lo haría.
Ni una sola vez Saory dudó de él.
─Él podría tener respuestas─
Jiraiya se indignó, frustrado aún más; se pasó los dedos por el pelo mientras gruñía lleno de irritación.
─¡Ahora vamos a buscar a ese tipo!─ Entonces comenzó a recoger sus cosas, preparándose para partir.
Era un problema meramente externo para la aldea, pero por lo que se veía, el sistema interno de Konahagakure debía estar desmoronándose.
Sin pensar más, emprendieron el regreso a la aldea. Saory iba justo detrás de su sensei, con un ritmo ligeramente más lento que él de él.
Estaba pensando demasiado en todo...
Ahora se sentía aún más sola de lo que ya estaba.
¿Qué sentido tenía que le dijeran que mantuviera su identidad en secreto?
¿Por qué tenía que cortar y cambiar el color de su pelo?
¿Por qué tenía que llevar otro nombre?
¿Por qué tenía que matar y esconder a su verdadero yo?
¿Por qué tenía que fingir que estaba muerta?
Al final todo fue en vano, ahora que su verdadera identidad había sido revelada.
¿Por qué...?
¿Por qué?
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