CAPITULO 55

A la mañana siguiente, Alana se encontraba subida en la cabeza del dragón, mirando al horizonte fijamente. Aunque su mirada andará perdida, su mente era un hervidero de cosas. Estaba segura que aquel hechizo, no detendría por mucho tiempo a todas las estrellas que querían descender, pero en aquel momento, tampoco podía ir al reino de las estrellas y evitarlo. Lo primero, era encontrar a Arturo, él les ayudaría, incluso con el problema de las estrellas.

Alana bajo la mirada a su colgante, y con ayuda de sus poderes, observó a Narnia, todo parecía estar bien. El invierno, creado por Jadis, no había proseguido, los Narnianos estaban bien y su abuelo también. Eso era una buena señal.

-Un reino bonito.- Dijo el cambiante.
-¿Como sabias que me ahogaba?- Preguntó ella mirándole.
-No lo se.- Respondió él.
-De todas formas, gracias. Dominic- Respondió ella.
-Siempre te ayudare. Nos devolviste mucho. Pero todavía seguimos queriendo saber como rompiste el hechizo.- Alego él.
-No lo recuerdo. Ha habido muchas misiones en las que he olvidado lo que sucedió. En otras, lo he vuelto a recordar.- Explicó Alana mirándole.
-¿Recordaste al final aquél chico?- Pregunto Dominic.
-Por desgracia o por suerte si. Pero con ello, lo que paso en aquel mundo. Y ahora he debido de dar muchas explicaciones. Por suerte, nadie sabe lo que ha sucedido en otras. Porque sino, ahora no me dejarían ni estar aquí arriba.- Rió ella.
-Me sorprende que no te tengan miedo.- Alegó él.
-Le tienen. La oscuridad que por años he luchado se esta apoderando de mi. Y el hecho de que no tenga un alma completa influye en ello. Por ello, mi hermana me intenta proteger.- Explicó Alana mirando al agua.
-¿No existe alguna forma de evitarlo?- Pregunto él preocupado.
-Desconozco si lo hay. De todas formas, cuando Jadis se vaya definitivamente, yo también podre huir. Narnia estará mas segura sin mi. Pero no digas nada, mi hermana me mataría si lo descubre antes de que lo haga.- Alego Alana mirando su colgante.
-¿Huir? ¿A donde?- Preguntó él.
-Al lugar mas alejado que encuentre.- Respondió ella.
-¿Y tus poderes? Podrían influir.- Alego él.
-No solo buscó a Arturo para que nos ayude a deshacernos de ella. Sino, para saber si puedo renunciar a todo poder.- Explicó Alana seriamente.
-Bueno, además de preguntarle sobre eso. Preguntale si puedes ser salvada.- Alegó él.
-¿Para que? Se supone que morí, regrese a la vida. ¿Para que? Para traer a Alisa, he hecho el hechizo prohibido, y ahora solamente tengo que esperar a que haga acto de presencia.- Alego Alana.
-¿Alguien sabe lo que sucedió?- Pregunto Dominic.
-Solo hubo un ser a quien se lo dije, pero le hice olvidar.- Rió ella.
-¿El chico de ese mundo?- Preguntó él riéndose.
-Sí, fue a él. Pero dudo mucho que se acuerde.- Alego ella.
-¿Le has vuelto a ver? ¿Regresaste a su mundo? A ese, ¿donde te hicieron aquello?- Preguntó él con curiosidad.
-Él a venido a Narnia.- Respondió la Narniana comenzando a sonrojarse.
-¡Enserio! ¿Y quien era?- Dijo él emocionado.
-Le conociste a anoche.- Rió ella.
-¿Él? ¿Porque? Por su culpa mi especie acabo así.- Alegó su amigo molesto.
-Nadie decide de quien enamorarse.- Respondió ella.
-No, pero sabias quien era.- Alego él.
-Claro, ¿crees que iba por allí preguntando si conocían de la existencia de Narnia?- Alego ella irónicamente. -Me habrían tomado por una loca.- Añadió molesta.
-¿Pero nunca te diste cuenta?- Pregunto él.
-Te recuerdo que me vi obligada a olvidar, y mi abuelo les borro mi recuerdo.- Explicó con paciencia.
-Cierto. Entonces, es muy improbable que él se acuerde. ¿Porque él, no ha recordado?- Alego Dominic pensativo.
-Yo recordé mediante sueños. No por un hechizo.- Aclaro ella.
-¿Y porque ahora no le haces recordar?- Pregunto él confundido.
-Todo seria mas difícil de lo que ya es. Es mejor tal y como esta todo.- Respondió ella con tristeza.
-Siempre nos hemos ayudado. Hemos sido amigos, y hemos luchado al lado del otro. Pero suena egoísta, privarle de todo. No solo de un recuerdo, sino, de su amor verdadero.- Alego Dominic.
-Son tonterías Dominic, no hay nada verdadero ni tampoco eterno.- Respondió Alana dando por finalizada la conversación.

La Narniana se levanto, y se marcho, dejando al cambiante con la palabra en la boca. Alana entro a su camarote, y se sentó en su cama mientras cogía uno de los diarios y comenzaba a leerle. Pero, por mas que interés que concentrarse en él, no conseguía leerlo. La Narniana, se tumbo, intentando de esa forma relajarse y concentrarse en el libro, pero sin darse cuenta se quedo dormida con el libro encima.

Alana despertó en un lugar, el cual estaba invadido al completo por la oscuridad. Apenas, se veían en el cielo algunas estrellas, y la luna mostraba su cara oculta. La Narniana comenzó a caminar, intentando mirar a su alrededor, pero no podía, no veía, ni olía, ni escuchaba, ni mucho menos sentía lo que había a su alrededor.

A lo lejos, Alana, divisó una luz, rápidamente camino hacia ella, atraída como un imán, y cuando quiso darse cuenta estaba en la playa, a su alrededor la oscuridad, pero una hermosa luz que la incitaba a avanzar, a ir hacia el mar y sumergirse en sus aguas. La Narniana bajo la cabeza, y observo que llevaba un vestido de coló blanco, sobre su cuello faltaba su collar y sobre su mano su anillo.

Metete en el agua!- Ordeno una lejana voz.
-No, por favor.- Dijo ella llorando.
-Hazlo, o todos morirán.- Amenazó la voz.
-No, no les hagas daño. Haré lo que quieras, lo que desees, pero por favor, no les hagas nada.- Suplicó ella.
-Ingenua, crees que no les he hecho nada.- Rió la misteriosa voz.
-¿Que les has hecho?- Preguntó ella asustada.
-Bueno, la mejor pregunta seria, ¿que no les he hecho? Tu hermana gritaba mientras la torturaba, a esos Narnianos les obligaba a ver otra serie de atrocidades, y a tus antiguos reyes, les he ido matando.- Rió la voz.
-¡No!- Grito ella comenzando a llorar.

En el barco, todos observaban como el mar se embravecia y de aquel silencio se escucho un grito, un único grito que hizo que aquella tormenta aumentara.

Alisa reconoció la voz de aquel grito, y rápidamente se dirigió a su camarote, donde encontró a su hermana, esta hablaba, se movía y sudaba. La mayor de las hermanas, se arrodillo a su lado, y comenzó a zarandearla, pero Alana no reaccionaba.

-¡Alana, despierta!- Pedía la mayor insistentemente.
-No va a despertar.- Dijo Dominic a su espalda.
-¿Que? ¿Porque?- Pregunto alarmada su hermana.
-Las estrellas que quieren descender la están haciendo ver su peor pesadilla.- Explicó la estrella.
-¿Hay alguna forma de remediarlo?- Preguntó Alisa asustada.
-No. Despertara, pero nadie sabe cuando.- Explicó Dominic.
-¿Como sabes tu eso?- Preguntó la estrella.
-Cuando salvo a mi pueblo, la sucedió lo mismo, pero en este caso solo estuvo así una semana. Los mas ancianos de mi pueblo, nos explicaron que se debía a su descendencia de estrella. Pero creo que lo que hizo no le agrado a tus compañeras.- Respondió él mirando a la estrella.
-¿Os dijo con que soñó?- Preguntó Alisa mirándole.
-No. Pero tu hermana siempre ha tenido pesadillas, todos lo sabemos.- Alego él.
-Lo se, por ello se pasa las noches despierta. Siempre callada o en alerta. Nunca he llegado a saber en lo que piensa en realidad. ¿Como voy a saber cual es su mayor miedo?- Alego Alisa sentándose en una silla.
-Ella misma.- Respondió Peter desde la puerta.
-¿A que te refieres?- Preguntó Alisa.
-Antes de que aparecieras, Alana únicamente temía hacer daño a todos.- Explico el rubio.
-¿En tu mundo hacia lo mismo?- Preguntó Dominic.
-¿Como sabes que estuvo en su mundo?- Preguntó Alisa.
-¿Como sabes que lo recuerdo?- Pregunto Peter.
-Cuando Alana llegó me contó que en aquel mundo la habían maltratado. Luego olvido todo.- Explico Dominic.
-¿Como has recordado tu?- Preguntó Alisa mirándole.
-No lo se.- Mintió Peter.
-¿Protegía, allí, a todos?- Preguntó la estrella.
-Sí, por ello se metía en problemas. Pero nunca explicó el origen de los maltratos. Salvo cuando la insistió Aslan.- Aclaro Peter.
-Alana no se dejaría maltratar tan fácilmente, hay algo que no os ha dicho. He visto de lo que es, realmente, capaz de hacer. Y podría haberle matado con sus propias manos.- Alego Dominic.
-¿Insinuas, que mi hermana permitió aquello por salvar a alguien?- Preguntó Alisa mirándole.
-Insinuarlo no. Lo afirmo. Es nieta de Aslan, descendiente de Acheron, y una cazadora de brujas. Podría matar con cualquier arma. Si de verdad queréis salvarla de aquello a lo que teme, conseguir que confíe en vosotros. Si lo hiciera, a ti te habría hecho recordar, y a ti Alisa, te habría contado todo lo que la sucedió.- Alego Dominic mirándoles.
-¿Porque no confía en nosotros? Somos sus amigos y su familia.- Alego Alisa mirándole.
-Hace mucho tiempo que la conozco, y siempre ha sido fría. Pero siempre ha mostrado de una forma o de otra lo que la han hecho. Se que fue esclava de unas brujas, las cuales la usaron de experimento. También se que mato a tantas brujas como estrellas hay en el cielo. Y que lo único que la hacia no volverse loca cuando la sucedió aquello, fue la venganza, el recuerdo de su familia y su amor hacia Narnia.- Explicó Dominic.

Todos guardaron silencio, al ver como un libro comenzaba a levitar solo. Y Alana intentaba arrancarse el collar, Alisa la agarro, impidiéndola intentarlo. Era peligrosa dormida y con él, seria peor sin él.

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