𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐎𝟒 | 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐜𝐢𝐭𝐚

"Era prohibido, era imposible, pero hicimos lo que se nos dió la gana".

Jeon Jungkook

Había sido un día muy largo para mí, el trabajo me tenía muy alejado de la vida social y mi familia. Aunque por una parte, la palabra familia era una cortina de humo donde sólo se disfrazaba la felicidad. Mi esposa, solo era una oportunista que le interesaba ver dinero en su tarjeta y gastarlo en los casinos o el alcohol, mientras que yo solo buscaba un poco de su atención, recibiendo solo un "ahora no Jeon".

Amaba a Miyeon, pero poco a poco sentía aquel vacío donde ya ni había sentimientos, solo la costumbre que reinaba la casa.

Siento mi teléfono vibrar y veo un mensaje de mi mejor amiga, Choi Sohee.

"Conejo, vamos a cenar, tenemos que celebrar este día tan importante. Te espero donde siempre, no tardes."

Sonrío y le mando un mensaje confirmando mi asistencia a su invitación, era mi mejor amiga y no podía rechazarla. Era la única que me sacaba una sonrisa, aún recuerdo cuando me enamoré de ella, estábamos en la Universidad, siempre que la veía, mi corazón se agitaba, era un dolor agradable.

Apago mi teléfono y voy hacia el estacionamiento por mi Mercedez.

Al llegar, la busco por todo el lugar hasta que veo una hermosa cabellera roja, ella por inercia voltea y me da una de sus hermosas sonrisas. Voy hacia donde se encuentra y le doy un beso en la mejilla, su dulce aroma llega a mis fosas nasales y tranquiliza un poco mi mente, noto que lleva unos pantalones anchos, juntos con sus botas, ambas de color negro, junto con un top blanco.

Su estilo es similar al mío, hasta sentía que era una versión femenina mía.

—Que puntual señor Jeon, usted nunca me decepciona.

—No podía fallarle a mi peque, además, odio que me hables formal, tratame como siempre.

—Esta bien, conejo idiota.

—Esa es la Sohee de siempre.

—Como sea, hoy no he venido a molestarte, aunque un poco si. Te traje algo. —vi como sacaba una bolsa, más bien, un regalo. —Felíz cumpleaños al más feo de Corea del sur.

La miré y sonreí, era muy tierna, sentí de nuevo esa sensación...

Ella hizo un gesto para que tomara el regalo y yo susurre un "gracias".

—Gracias, la verdad no recordaba que hoy era mi cumpleaños. Enserio, te lo agradezco mucho Sohee.

—Sabes que jamás olvidaría esta fecha tan importante, cumples 26 años, me sorprende que te veas como aquel niño de 16 años.

—Wow, es un dibujo de Guerum. Esto es hermoso. Gracias enana.

—Solo me ganas con unos centímetros y me alegra que te haya gustado, soy la mejor, lo sé.

No esperé ni un minuto para levantarme de mi asiento e ir hacia ella para después jalar de su silla y abrazarla. Le di un beso en la mejilla, sorprendiendola, después volví a mi asiento.

—¿Ok? Eso fue raro. —reí y noté un leve sonrojo en sus mejillas.

¿En verdad había dejado de amarla?





Después de haber cenado e ir a beber un poco, ahora nos dirigíamos a su casa, al parecer aún no podía controlar el alcohol ya que con tres tragos estaba un poco pasada de los sentidos.

—Hip... Mejor divorciate amigo, ahí no es, hip...

—Eso lo haré después, mejor ayudame caminando más rápido que pesas mucho.

—¡Hey!, no estoy tan borracha, solo un poquito, pero no tanto, eres un exagerado. —dijo.

Detuve mis pasos y gire mi rostro haciendo que tuviera cerca su rostro, ella tomó mis mejillas y las acarició, sentí su respiración y  eché un vistazo a sus labios.

¿Cómo se sentiría besarlos?

—Algún día encontrarás a la indicada, no eres tan feo.

Rei y volví a retomar retomar el camino hacia su departamento; no tardó mucho cuando llegamos y saludé al guardia que cuidaba el edificio donde se encontraba este, tome el ascensor y teclee el piso 6.
Al llegar, saqué las llaves que me dió Sohee y abrí la puerta, prendí las luces ya que estaba oscuro, dejé a Sohee en el sofá y ella dió unas palmadas para que tomara asiento junto a ella.

—Gracias por lo de hoy, me encantó el dibujo.

—Sabes que te quiero y mucho.— me miro sería y después río.

—¿Qué sucede?

—Es que eres muy tierno. —asentí.

—Ajá, mmmm, bueno, me tengo que ir, gracias de nuevo por todo. —me acerque a ella para darle un abrazo, pero volví a verla como hace un instante. Ahora estabamos frente a frente y podía escuchar nuestros corazones latiendo con frenesí.

La vi relamerse los labios y sentí que moriría sino besaba aquellos labios. Tomé sus mejillas y estampe mis labios con los de ella, llegué a pensar que me rechazaría pero sentí sus manos agarrar mi nuca y profundizar el beso, aunque después se alejó.

—Esto... Yo, perdón.

—¿Por qué?

—Dios, Jeon, estas casado con Miyeon, y yo soy tu mejor amiga, esto no está bien.

No me limité a responder y volví a tomar su rostro para volver a besarla con ansias, al principio quiso apartarme pero después siguió el beso.

Aquel beso no fue suficiente para acabar con aquella tensión que sentíamos, ahora ella se encontraba desnuda ante mi, montándome con maestría. Sus pequeños pechos rebotaban al ritmo de sus movimientos mientras yo enterraba mis dedos en sus nalgas ayudando con las embestidas.

—¡Ah Jeon!—gimio.

—¡Si, justo así nena!—la apegue a mi y tome con mi boca uno de sus senos, lamiendolos a mi gusto, haciendo lo mismo con el otro.

Sohee no dejaba de gemir y jalaba de mi cabello, levante mi rostro y conectamos miradas, me sonrió y yo volví a besarla, ahora podría decir que soy adicto a sus labios.

La tome de la cintura y la puse debajo mio para después salir de su interior y volver a ingresar en ella, quería hacerle el amor, no solo tener sexo con ella.

—Te quiero mucho Sohee, te haré el amor una y mil veces, quiero enamorarte, quiero que ese te quiero pase a ser un te amo. Vivo enamorado de tí desde que éramos unos jóvenes sin saber nada de la vida. ¿Me permites amarte?

Ella asintió y me besó, un beso donde podía sentir el mismo sentimiento.

—También vivo enamorada de ti Jungkook y si, te permito amarme.

Estaba levitando, ahora éramos los dos, no me importaba nada, solo podía pensar en hacer sentir bien a Sohee, a la chica que en verdad quería en mi vida. Quería que disfrutara esta noche, quería seguir escuchando sus hermosos gemidos, verla sumergirse en placer, ver su rostro hacer gestos mostrándome lo mucho que disfrutaba tenerme dentro de ella.

Así fue toda la noche, hundiéndonos en la lujuria, entregandonos sin miedo alguno, sin duda este fue el mejor regalo de cumpleaños.

Hola, hoy por ser el cumpleaños de Jungkook y el mío que casi es (ya que cumplimos ambos el 1 de septiembre), les traigo este one shot, fue un poco soft porque si, espero les agrade.

Nos leemos pronto💗

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top