v. Partido de quidditch

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Phoebe rápidamente se agacho al ver como el troll levantaba el garrote que tenía en su brazo para dar contra los cubículos de los baños. Ambas niñas soltaron un grito y mientras Hermione corría a esconderse debajo de los lavabos, Phoebe optó por irse del lado opuesto.

Pero al ver como el troll se dirigía hacía Hermione, Phoebe dio un brinco y comenzó a mover sus manos para llamar la atención del troll.

—¡Hey idiota! —el troll no parecía prestar atención—. ¡Aquamenti! —fue solo un pequeño chorro de agua el que mojo las patas del troll, pero eso bastó para captar su atención.

Phoebe retrocedió algo torpe ya que no tenía ni idea de que hacer.

Se agacho al ver que le iba a dar un golpe con el garrote, aunque Phoebe no podía dejar de pensar en por qué el troll tiene un bate (no lo es, pero ella cree que si). Al quedar en el piso comenzó a gatear y paso por entre las piernas del troll lo más rápido que pudo, pero esa fue una mala idea por que el troll término tomándola por la pierna para arrastrarla y levantarla como si fuese una muñeca de trapo.

—¡AYUDA! —gritaba Hermione—. ¡AYUDA POR FAVOR!

Phoebe estaba agradecida de utilizar short siempre debajo de su falda, ya que ahora la falda le venía cubriendo parte de su rostro, mientras el troll la movía de un lado a otro y comenzaba a sentirse como una piñata.

—¡Bájame! —exclamó con voz aguda.

Logro ver como dos personas entraban y reconoció a Harry y a Ron, quienes rápidamente comenzaron a lanzarle escombros al troll para que captará su atención y dejará a las niñas en paz. El troll giro de manera brusca y Phoebe sintió que pronto vomitaria la cena, cuando de repente, la dejó caer de golpe al piso. Escucho como su brazo crujía (ya que había caído sobre este) y se aguantó las lágrimas para comenzar a gatear lejos del troll. Hermione rápidamente corrió hacia Phoebe y la abrazó de forma protectora.

Fue el turno de Harry en ser cargado por el troll, solo que él fue más inteligente ya que termino sobre los grandes y anchos hombros del troll.

—¡Vamos mátalo! —exclamó Phoebe como si eso fuera lo más fácil del mundo.

Gimoteo cuando movió su brazo bruscamente.

—¿Estás bien? —preguntó preocupada Hermione.

—Creo que me rompí algo —lloriqueo haciendo un puchero y viendo como Harry metia su varita en los orificios de la nariz del troll.

—Asco —dijeron ambas amigas.

—¡Ron haz algo! —suplicó Harry.

Ron miro a Hermione y Phoebe como si ellas fuesen alguna especie de libro, entonces, Ron sacó su varita bastante decidido y dijo dos palabras con voz fuerte y clara.

—¡Wingardium Leviosa!

El garrote del troll quedó volando. Miró su puño algo confundido y entonces Ron dejó de hechizar aquel arma logrando que cayera en su cabeza. Harry resbaló por el troll y gateo rápidamente hacía Phoebe y Hermione.

Ron no tardó en unirse a ellos y miraron cómo el troll había caído al piso haciéndolo temblar.

—Eso estuvo cerca —dijo Ron soltando una risita nerviosa.

De la puerta, la profesora McGonagall, Dumbledore, Snape y Quirrell entraron bastante preocupados.

—¡Santo cielo! —exclamó McGonagall para ver a los cuatro Gryffindor—. ¿Qué rayos estaban pensando?

—No profesora, fue mi culpa —interrumpió Hermione antes de que Phoebe dijera alguna estupidez.

Harry y Ron se miraron asombrados.

—Yo... cuando supe que había un troll viene a enfrentarlo —mintió apenada.

Phoebe sintió que tenía que decir alguna estupidez, entonces lo dijo—. Yo soy Robín. Como Batman y Robin —hizo una señal de paz, pero lloriqueo del dolor.

—De no ser por Harry y Ron... hubiéramos muerto.

«Bien, creo que exageras.»

—Eso fue muy estúpido, señorita Granger y Robin —dijo mirándola con una ceja levantada, algo confundida—. 10 puntos menos para cada una —ambas hicimos una mueca—.  Y para ustedes, 10 puntos más.

«¡No perdimos puntos! Oh si, ser Robin es genial.»

—Profesora, Phoebe se ha lastimado —señaló Harry. Pomfrey salió detrás de ellos y caminó hacia la metamorfomaga que mantiene su cabello de un color azulado.

—Venga, vamos antes de que despierte —Pomfrey la ayudo a pararse y ahogó un grito de dolor.

Ron y Harry se despidieron de Phoebe mientras que Hermione había decidido acompañarla a la enfermería. Madame Pomfrey agitó su varita, el brazo de Phoebe trono ligeramente en señal de haber sido reparado; bebió una horrible poción y vendaron su brazo para asegurar su recuperación. Se cambió por su pijama y una vez que Hermione agradeció a Phoebe por haber estado con ella, salió de la enfermería para dejarla descansar.

Pero aun ni hacia su usual trenza para dormir, cuando la puerta se abrió dejando ver a Theo, quien carga una vela y una pequeña bolsa.

—Eres una tonta —fue lo primero que dijo—, por eso te admiro —confesó haciendo que Phoebe soltará una risita. Theo dejó lentamente la bolsa con dulces y estiró su brazo sano (el izquierdo) para tomarlos rápidamente.

—Gracias —musitó llevando un chocolate a su boca—, mira el lado bueno, no podré escribir ni hacer deberes por unos días.

—No puedes no hacer los deberes —hizo un puchero y gruño al ver como no podía quitarle la envoltura a una rana de chocolate. Theo la tomó con cuidado y le quitó la envoltura por ella, para después sostener la rana (antes de que brincara) y dársela delicadamente a Phoebe en la boca, quien le dio una mordida ruda.

Theo comenzó a reír por eso.

—Bueno, al menos tendré una historia que contarle a mi hermano, pelee contra un troll.

—Sí y terminaste lastimada.

—Me utilizo como piñata.

—No sé qué es una piñata.

Phoebe ahogó un grito asustada.

—Tienes mucho que aprender.

El primer partido de quidditch llego, y con eso la emoción de Phoebe por verlo, por que adora con todo su alma aquel deporte en donde ha roto su brazo en más de una ocasión (sus primos son muy rudos).

Su brazo ya está como nuevo, tenerlo vendado le había encantado por que no tenía que hacer deberes, claro que Theo y Hermione le ayudado con eso (en diferentes horas y momentos), y solo Phoebe pensaba en cómo es que esos dos no son amigos, si son realmente similares.

Antes de irse rumbo al campo de quidditch, se pintó una bandera de Gryffindor en sus mejillas y sacó sus banderines en apoyo a su casa. ¿Emocionada? Si, bastante por que ya desea ver a Harry jugar, con quien por cierto, se lleva mejor (al igual que con Ron), desde que las salvaron del troll a ella y a Hermione, lo cual le alegra por que cuando no están Hermione, Amber y Phoebe juntas, cada quien está con sus respectivos amigos (Amber se ha hecho muy buena amiga de los Hufflepuff, entre ellos Cedric Diggory).

Tomó asiento en las gradas ente Ron y Dean, detrás de ella esta Ambera dando gritos y Hermione no tardo en llegar corriendo. Phoebe saludo con una sonrisa a Hagrid en cuanto llegó por que no quería perderse el primer partido de Harry, y el espíritu deportivo comenzó a sentirse.

—¡Vamos Gryffindor! ¡Vamos Gryffindor! —gritaba dando brincos y meneando su bandera de un lado a otro.

Los jugadores salieron al campo y Lee Jordan comenzó a narrar el partido. Phoebe no dejaba de gritar y apoyar al equipo de su casa, pero cuando apenas Gryffindor lleva 20 puntos más que Slytherin, se vio a Harry volar por el campo para ir tras la snitch. El problema fue cuando su escoba comenzó a moverse de un lado a otro, de arriba para abajo.

—¡Está hechizada! —gritó Phoebe—. ¡Están hechizando a Harold! —chillo dando brincos.

Rápidamente Hermione tomó los binoculares del guardabosque para comenzar a ver entre las gradas.

—¡Es Snape! —exclamó sin poder creerlo.

—Imposible —dijo Hagrid negando con su cabeza, mientras Phoebe le quitaba los binoculares rápidamente.

—¡Santa madre si es el! —chillo—. ¡No quita la vista de Harry! ¡Y esta diciendo algo! —dijo asustada.

—¿Puedes pararlo? —preguntó Ron mirando a Harry.

—Sí, tengo una idea —Hermione dejo los binoculares y salió corriendo.

Una bludger estaba por volar en dirección a las gradas donde se encuentran Phoebe y el resto de los Gryffindor, cuando uno de los golpeadores pelirrojos llegó antes que la bludger para mandarla a volar. Phoebe reconoció a George por la forma en la que la miro, tan burlón (en realidad era coqueto), y antes de continuar volando, guiño un ojo a la metamorfomaga, que tiene su cabello escarlata con tonos dorados.

Amber se inclinó con cierta sorpresa pero Phoebe le interrumpió.

—No digas lo que vas a decir Noel —apretó sus labios y sintió mis mejillas arder.

—Apúrate Hermione —pidió Ron ignorando lo que uno de sus hermanos había hecho.

Hermione logro hacer que el hechizo desapareciera, puesto que Harry retomo el control nuevamente y voló contra Higgs por la snitch. Phoebe no podía de gritar con fuerzas por que vio como Harry hacia el surfeo en escoba (estaba segura de que Harry no sabía que eso era una maniobra).

—¡ESO ES POTTER! —gritó eufórica cuando se aventó a por la Snitch.

—¡Parece que va a vomitar!

Pero Harry solo saco la snitch de su boca.

—¡Harry tiene la snitch! ¡Gryffindor gana!

—¡GANAMOS! —grito Ron moviendo sus brazos de un lado a otro. Phoebe chillo para abrazarse de Amber y ambas gritaron dando brincos de alegría.

—¡Mira la cara de las serpientes! —señaló Amber.

Claramente todos estaban molestos y decepcionados de que su casa perdiera el partido. Phoebe bajo corriendo las gradas pero al ver como Theo se iba con Daphne ladeo una pequeña sonrisa para después irse dando brincos rumbo al castillo.

Casi choca con unos Ravenclaw (bastante guapos), por lo que sus mejillas se pusieron rojas y corrió aún más rápido.

Claro que en el camino se distrajo con algunos retratos, y hace mucho que no estaba sola por lo que le pareció satisfactorio.

—¿Por qué tan sola? —preguntó un pelirrojo con el uniforme del equipo de quidditch.

Phoebe arrugo su nariz, George se ve realmente lindo con el uniforme de Gryffindor, sin mencionar que esta apoyado en su escoba y su cabello despeinado le da un plus..

«No, no se ve lindo. Fuchi. Feo, si, feo.»

—Eso no te importa —respondió cruzando sus brazos.

—Que genio te cargas, Giles.

—Que te valga —dijo sintiéndose ligeramente molesta.

—¿Y tu novio?

—No es mi novio —gruño entre dientes.

—Oh sí, lo que digas —rodó sus ojos molesta.

—Sabes George, estoy muy feliz como para que la arruines con tu presencia.

—Mi presencia es hermosa.

—Prefiero pasar un día entero con la presencia de Peeves que con la tuya —George resoplo.

—Ni siquiera has pasado una hora conmigo. Si lo hicieras, quisieras estar todo el tiempo conmigo.

—Créeme, he pasado lo suficiente contigo. Eres odioso.

—Podemos ir a Hogsmeade –continuó George.

—Soy de primero, genio.

—Conozco un pasadizo —Phoebe miró George ligeramente sorprendida—. Te podría llevar a Hogsmeade, e ir a Honeydukes a comprar dulces.

Fue tentador, claro que sí, pero Phoebe no es estúpida y no se dejaría sobornar por dulces de Honeydukes.

«O tal vez...»

—Paso. ¿Por qué no se lo preguntas a Alicia? Se muere por salir contigo —murmuró rodando los ojos.

—Por qué te lo estoy pidiendo a ti —respondió obvio.

Se estaba irritando bastante, claro que a Phoebe le parece realmente tonto todo eso de que la inviten a salir, tiene doce años y hay cosas más importantes que salir con un chico (las galletas por ejemplo). Y justo cuando creía que no había escapatoria, un Slytherin bastante alto pero de primer año, apareció.

—Hey, Phoebs.

Suspiró aliviada al ver a Theo, quien con grandes zancadas se acercó a donde estaban. La mandíbula de George se apretó y miró con odio a Theo.

—El perrito faldero ya llegó —canturreo George con burla.

—Weasley, ¿Por qué no te vas a buscar un trabajo?

Phoebe casi soltó un grito—. ¡Theodore! —le reprimió abriendo sus ojos.

—Vaya que elijes buenas amistades, Giles —George me miro molestos.

Phoebe arrugó su nariz sin saber que pensar respecto a eso. Theo si se pasó esta vez con el insulto (¿pero cuántos insultos no ha soltado ya George?)

—Solo déjanos en paz —pidió Phoebe, la mirada de George se tensó al ver como Theo entrelazaba su mano con la de Phoebe.

Aunque claro que aún sentía culpa por lo que dijo, así que cuando comenzó a caminar, se giró para ver cómo George fruncía el ceño y sin decir palabra alguna, dijo:

«Lo siento.»

—Theo no vuelvas a insultarlo de esa forma —pidió Phoebe—. Recuerda que tu eres Theo, no tu padre, ni sus ideales.

Theo ladeo una mueca y resoplo.

—De acuerdo —musitó—. Como sea, ¿qué te dijo? —preguntó.

—Creo que me invitó a salir —los ojos de Theo se abrieron de golpe:

—¿Qué le dijiste?

—Que no, por supuesto —respondió obvia.

—Qué raro es.

—¿Verdad que si?

—Sip, ¿vamos al lago? Tengo algo para festejar que tu casa gano —del bolsillo de su pantalón saco un paquete con galletas de chispas de chocolate.

Phoebe brinco emocionada.

—Me harás engordar y te aprecio por eso —dijo con una gran sonrisa mientras daba brincos.

—Nah, de tanto que caminamos y corremos es casi imposible que eso suceda.