➹ Cap. 8
Hayley y Klaus aún seguían sorprendidos después de escuchar a Hardin quien en esos momentos estaba en los brazos del híbrido.
─ ¡Él dijo Papá! ─ susurró una anonadada Hayley.
A ella le sorprendió bastante eso porque su hijo era muy bebé aún para hablar.
Klaus por otra parte estaba en shock, tenía una mezcla de sentimientos que jamás creyó que sentiría.
Rebekah asintió.
─ Así es. Desde hoy a la mañana ha estado diciendo sus primeras palabras ─ aclaró la rubia ─ su primer palabra fue mi nombre ─ chilló emocionada a recordar ─ y luego dijo el nombre de Elijah ─ agregó haciendo sonreír al mencionado.
Hayley hizo un puchero antes eso, no pudo evitar sentirse celosa, ella también quería que su hijo le dijera ‘mamá’.
Rebekah al ver la expresión de Hayley quiso que la híbrida también disfrutará de que Hardin le hablará.
La original se acercó a Klaus y tomó a Hardin en sus brazos nuevamente.
─ Hardin mira ella es tu mamá ─ le dijo Rebekah cargándolo ─ vamos cielo, se que puedes decirle mamá... dile ma...má ─ pidió poniendo a Hardin frente a Hayley.
Hardin miró a su madre en silencio, ella tenía una mirada emocionada. Sabía que su madre esperaba que le dijera - mamá - por lo cual no la hizo esperar mucho y habló.
─ Ma-má ─ él tartamudeó un poco para no levantar sospechas.
Hayley saltó emocionada en su lugar al escucharlo. Sin poder evitarlo las lágrimas salieron de sus ojos.
Nunca pensó vivir esos sentimientos ya que nunca estuvo en sus planes tener hijos, ella no tuvo una figura materna que velará por ella y que la amará, por eso mismo Hayley creyó por un tiempo que no sería una buena madre al saber que estaba embarazada de Klaus. Pero todo cambió al sentir la necesidad de cuidarlos cuando varias veces la intentaron matar.
Al verlos por primera vez se prometió a sí misma que sería la mejor madre para ellos.
Hayley sonrió feliz mirando a su hijo Hardin.
Sin dudas ese día fue uno de los mejores en la vida de la híbrida, tantos meses alejada de sus hijos le habían afectado mucho y no solo a ella. Hayley sabía perfectamente que ha Klaus también le había afectado sólo que él era demasiado orgulloso para admitirlo en voz alta.
Hayley había estado muy mal luego de que se tuvo que separar de sus hijos para seguridad de ellos, se la pasó llorando casi todos días durante los meses alejados de ellos ya que sus pensamientos habían estado en los mellizos en casi todo el tiempo, lo único que la consoló fue saber que Rebekah los iba a cuidar bien.
Por otro lado, Klaus tampoco dejó de pensar en los mellizos en esos meses lejos de ellos después de sus nacimientos, cuando le dolía recordarlos, buscaba consuelo en la idea de lo que iba a hacer con aquellos que les querían hacerles daño.
Los meses lejos de los mellizos no fueron fáciles para los dos híbridos que habían sufrido mucho la separación pero que sabían que fue la mejor decisión para que todos en Nueva Orleans creyeran que ellos habían muerto el día de sus nacimientos sacrificados por las brujas.
Por eso mismo ellos se habían encargado de correr el rumor de que ambos bebés habían muerto, incluso hicieron una pequeña ceremonia de despedida para sus bebés “muertos” en el barrio francés para que las brujas vieran todo.
En esos meses lejos de sus hijos, Klaus y Hayley se habían encargado de recuperar Nueva Orleans para tener un mejor hogar para sus hijos en el futuro.
Hayley al salir de su momento de felicidad después de escuchar a su hijo, besó la cabeza de Hardin con emoción.
Klaus veía todo con una sonrisa al igual que los demás Mikaelson. Hope por otra parte descansaba en los brazos de Klaus.
Sin dudas la pequeña Mikaelson se había ganado rápido el cariño de su padre.
Klaus se rehusó a soltarla cuando Elijah la quiso cargar, el híbrido incluso le gruñó a Elijah de forma amenazadora mientras sostenía de forma posesiva a su pequeña lobita.
─ Serás un dolor de cabeza cuando ella crezca y tenga novio ─ mencionó Hayley hacia Klaus quién la miró serio al escucharla.
Klaus soltó un gruñido ─ sobre mi cadáver dejaré que un mocoso se le acerque ─ aseguró.
Hayley, Elijah y Rebekah soltaron unas risas, incluso Hardin sonrió aún aferrado a los brazos de Hayley.
─ Nik, algún día ella tendrá un novio ─ dijo la rubia original.
Klaus negó rápidamente con su cabeza.
─ No. Nadie será suficiente para ella ─ aseguró el híbrido dejando un beso en la frente de Hope.
Rebekah rodó sus ojos ante sus palabras, eran las mismas palabras que Klaus utilizaba para justificar todas las muertes de sus ex-novios.
«¡Pobre Hope!». Fue el pensamiento de Rebekah soltando un suspiro en el proceso.
«Estoy muy de acuerdo contigo papá» Pensó está vez Hardin mirando a su hermana en los brazos de su padre.
[...]
Hardin no supo cuánto tiempo pasó desde que se durmió después de un rato junto a sus padres, cuando se despertó estaba en los brazos de su madre. Él miró a su lado dándose con su padre quien tenía a Hope en sus brazos.
El niño Mikaelson escuchó la conversación de sus padres, Klaus le decía a Hayley que le dijera a Elijah que se iba a casar en poco tiempo con el alfa Jackson Kenner.
En ese mismo momento Hardin supo que Hope y él volverían pronto a Nueva Orleans y eso lo ponía feliz de una alguna forma porque ya quería volver.
Luego observó a su tía Rebekah quien se acercó a ellos, la original miró a sus sobrinos con una sonrisa. Hardin suspiró sabiendo que les tocaba tomar sus mamaderas con leche en ese momento.
─ Es ahora de tomar la leche ─ avisó Rebekah trayendo consigo dos mamaderas con leche.
Hayley tomó una de las mamaderas para alimentar a Hardin. Por otra parte, Rebekah sostuvo a Hope para alimentarla ella ya que Klaus se encargó de prender el fuego.
Hardin tomó su mamadera con leche mientras miraba la fogata, le gustaba pasar ese tiempo en tranquilidad con sus padres, su hermana y sus tíos.
Después de que ambos niños tomarán sus mamaderas con leche, Hope volvió a los brazos de su padre y Hardin siguió con Hayley.
Rebekah se fue pero volvió a los pocos segundos nuevamente mientras sonreía.
─ Miren lo que encontré ─ dijo la original moviendo una cámara polaroid en sus manos ─ me pregunto si aún funcionará ─ murmuró mirándola.
─ ¡Oh, no, maldita sea! ─ exclamó Klaus al ver la cámara en las manos de Rebekah.
─¡Vamos!, Debemos intentarlo. Oye, Nik, ¿crees que puedas meternos a todos en una selfie? ─ le preguntó Rebekah a su hermano.
─ Es demasiado peligroso, si esa foto llegará a terminar en manos de alguien más... ─ dijo Klaus.
─ ¡Oh, vamos!, No pasará nada. Toma de una vez la foto ─ exigió la rubia original.
Hardin miró con diversión la escena de su padre y su tía discutiendo si debían o no tomar la foto. Vió como finalmente Rebekah ganó la discusión por lo cual su padre debía tomar la foto.
Todos se colocaron mejor para caber en la foto juntos.
Hardin miró feliz hacía la cámara al estar en la primera foto con parte de su familia.
Todos sonrieron luego de que Klaus tomará la foto con la cámara.
Rebekah tomó muy feliz la foto en sus manos.
─ Ojalá pudiéramos estar así por siempre ─ dijo la rubia.
─ Si los deseos fueran caballos... ─ mencionó Elijah.
─ Los mendigos montarían ─ terminó Klaus.
Klaus miró en dirección de su hermana Rebekah.
─ Te das cuenta que debemos quemar la foto ¿cierto? ─ preguntó Klaus ─ ¿quieres que pida un deseo para la familia, Rebekah?, desearía que no tuviera que ser así pero lo es ─ dijo soltando un suspiro.
Hayley sostuvo la foto en su mano por un momento, Hardin se removió incómodo en sus brazos, él no quería que quemarán la primera foto que se tomaban juntos.
─ Pero... ─ Rebekah fue interrumpida por Klaus.
─ No podemos correr el riesgo de que Esther la vea, Rebekah ─ dijo Klaus seriamente tomando la foto de la mano de Hayley para luego tirarla al fuego.
Hardin con un poco de culpabilidad empezó a llorar al ver la foto siendo consumida rápidamente por el fuego.
─ No llores cariño ─ susurró Hayley mirándolo pero Hardin siguió llorando por no poder evitar todo eso.
Le dolía saber que no podían estar tranquilamente sin que alguien los intentará matar.
Hayley intentó tranquilizar nuevamente a Hardin logrando que esté por fin dejará de llorar después de unos segundos.
─ Maldita sea, no merecemos esto ─ mencionó dolida Rebekah ─ no dejaré que escapé, se que hacer para detener a Esther ─ dijo decidida.
Elijah la miró con preocupación al escucharla.
─ Rebekah no...─ pidió seriamente el original al saber que no era una buena idea.
La rubia lo miró.
─ Aceptaré su trato. Y cuando lo haga los llevaré conmigo ─ prometió Rebekah.
Hardin supo en ese momentos que todo se iría al carajo.
¡CAPÍTULO 8!
Hola, aquí les dejo un nuevo capítulo de esta historia.
¿Qué les pareció?.
❤️
EDITADO
22/03/24
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