𝙏𝙃𝙄𝙍𝙏𝙀𝙀𝙉: 𝙏𝙃𝙀 𝙇𝘼𝙎𝙏 𝙀𝙉𝘿.

FINAL ALTERNATIVO DOS

— Porque tu nombre es el único que no está grabado en mi cuerpo.

Jisung soltó un sollozo y ocultando su rostro bajo la mano, llenándoselo de tierra y barro. Minho, mientras Han se deshacía en su llanto lastimero, se volvía a colocar la camiseta para ocultar nuevamente las cicatrices.

— Mátame, por favor — pidió gateando hasta él —. No quiero seguir... no puedo.

Llegó hasta Minho y con una mano se agarró en su gemelo izquierdo. Lee lo miraba con altanería y con el rostro serio e impasible. No le provocaba nada, ni siquiera pena o felicidad por verlo en ese estado deprorable. Básicamente se estaba arrastrando hasta sus pies, ¿no era eso lo que quería?

Con la otra mano temblorosa, le ofreció el trozo de cristal. Minho alzó una ceja y Jisung tragó saliva duramente.

— Yo no puedo — explicó —. Tienes que hacerlo.

— No voy a matarte.

Sus dedos se clavaron con rabia en la carne de la pierna de Minho y procuró regular su respiración.

— Por favor — pidió en un hilo de voz.

— Deberías huir — empezó a decir y Jisung a negar con la cabeza.

— No, no. No puedo.

— Has matado a alguien, Jisung — dijo mirándolo con desprecio —. Además de ser cómplice de una violación en grupo, eres un puto asesino.

— Yo no quería, n-no sé qué me ha pasado... — susurró mirando hacia todas partes. Sus ojos se movían perdidos, sin comprender del todo las palabras de Minho.

— Eres un ser despreciable — movió su pierna bruscamente quitándose a Han de encima, este lo miró aturdido —. Cuando te cojan, todo el mundo te odiará. Tus padres no te volverán a mirar igual, ¿y qué pensará tu hermano?

— Cállate — murmuró con un nudo en la garganta.

— Te van a atrapar y te pudrirás en prisión, ya tienes dieciocho. ¿Sabes lo que le hacen a los violadores?

Minho se agachó a su altura.

— Les devuelven la misma moneda.

— Y-yo no te toqué.

— Pero dejaste que otros lo hicieran — alzó la barbilla —. La justicia ha cambiado, ¿sabes? El dinero ya no cuenta.

— No quiero ir a la cárcel — dijo rápidamente, angustiado.

— Irás. Por mucho que huyas, te cogerán. Tus huellas están en el cadáver de Chan, también en el de Jeongin.

Jisung abrió los ojos en demasía. Había matado a Bangchan, sí. Pero también había tocado a Jeongin en un intento de salvarlo y podrían relacionarlo.

— Tú también irás a la cárcel — acusó con el dedo índice.

— A mí me ejecutarán por tantos asesinatos, por lo que estarás solo.

Han se vio a sí mismo pasando el resto de sus días en prisión, siendo acosado por otros hombres y maltratado por todos ellos. No podría aguantar. Ni siquiera podía aguantar en ese momento por todo lo que estaba ocurriendo. A la larga, se volvería completamente loco.

La violación y maltrato a Minho. El abuso de Chan hacia él. La muerte de todos ellos. El asesinato de Chan. Próximamente la ejecución de Minho. No podría soportarlo.

— No quiero — sollozó una última vez bajo la atenta mirada de Minho —. M-me matarán allí...

— ¿No es eso lo que quieres? — Jisung negó con la cabeza — Que pena...

Minho se levantó, empezando a caminar en sentido contrario para dejarlo ahí.

— ¡Espera! No me dejes aquí, ayúdame, por favor.

— Mi querido Jisung, ¿por qué debería ayudarte?

— Solo mátame, solo te pido eso — respiraba a grandes bocanadas, sujetándose el pecho con una mano.

— Ya te he dicho que no.

Con la idea de seguir su camino en mente, escuchó como Jisung murmuraba algo casi inaudible. Se giró con el ceño fruncido y lo vio agarrado a sus rodillas y balanceándose adelante y atrás con la mirada perdida. Al acercarse escuchó como decía yo los maté de forma reiterada.

Minho sonrió. Jisung había enloquecido y, entonces, sus planes habían cambiado. Decidió que lo mejor era alargar un poco más su venganza, que el castigo de Jisung valiera la pena. Eso se lo tenía merecido por haber dejado que le hicieran tanto daño. Las personas que no delatan a los agresores, para Minho, tienen más culpa por ser espectadores.

Se agachó nuevamente a su altura. Jisung seguía con su palabrerío y sin ser consciente de su presencia.

— Te ayudaré — le tendió una mano y Han se calmó —, pero tienes que hacer todo lo que yo te diga.

— Todo — dijo de forma monótona, mirándolo a los ojos.

Minho vio sus pupilas dilatadas y en un reflejo se visualizó a sí mismo ocho años atrás, cuando no comprendía que hacía en aquel lugar encerrado, por qué tenía una camiseta de fuerza y las paredes estaban acolchadas. Por qué esas personas mayores le inyectaban cosas en el brazo y le hacían dormir.

Él también comenzó a murmurar cosas mientras estaba solo, por eso los enfermeros se reían de él y era motivo de burla.

Quizá, el mejor castigo para Jisung era hacerle saber todo lo que le habían hecho.

Sus manos se entrelazaron y Minho tiró de él todo el camino guiándolo hasta algún lugar donde pasar la noche. Jisung dejó de ser consciente de a dónde se dirigían. Solo seguía a Minho totalmente perdido. Muy en el fondo, incluso Jisung sabía que se había perdido a sí mismo y Minho era su único guía.

Terminaron en un lugar en obras y abandonado. Dónde Minho se había estado quedando las últimas noches. Había un colchón sucio y restos de una hoguera. Algunas latas de comida vacías y una botella de agua.

Minho soltó la mano de Jisung y este se quedó parado mirando al suelo. Mientras Minho ordenaba unas cosas, se fijó en que parecía un muñeco, un ser obediente que esperaba unas órdenes para mover un solo músculo. Lo empujó levemente hasta sentarlo en el colchón y palpó sus ropas hasta encontrar su billetera y su móvil.

Se adentró en internet y compró dos billetes de avión a China con la tarjeta de Jisung. Después, desconectó el GPS del teléfono y lo apagó. Al día siguiente, con otras ropas y cubriéndose el rostro, llegaron al aeropuerto. Jisung seguía a Minho sin argumentar nada, agarrado de su mano todo el rato. Enseñaron sus identificaciones, Minho enseñó la de Jeongin, haciéndose pasar por él. Pasó desapercibido y ambos subieron al avión que los dejaría en China.

Había sacado todo el dinero que Jisung tenía en su cuenta bancaria y desechó la tarjeta. Se deshizo de sus identificaciones y encontró un motel en la carretera en el que se hospedarían unos días.

— Ya no nos atraparán — acarició su cabello al sentarse a su lado en el filo de la cama. Jisung no se inmutó, no expresaba emociones, no sentía nada.

Pero sintió los labios de Lee sobre su mandíbula y las manos tocando por debajo de la camiseta.

— Quítate la ropa y ponte boca abajo.

Jisung obedeció sin rechistar, su mente en blanco. Cuando se tumbó completamente desnudo, sintió la piel desnuda de Minho posándose encima y algo afilado rasgando la piel.

Así, Jisung sabría en sus propias carnes lo que había sufrido Minho por el resto de su vida.





F I N






En este caso, Minho no fue cogido y Yeji nunca supo su versión

aquí termina la historia, ¿les gustó? Tengo unas preguntas:3

¿Muerte que les pareció más horrible?

¿Personaje favorito?

¿A quien odiaron más?

¿Piensan que algún personaje no debió morir? ¿Quién?

¿Que final les gustó más? ¿Por qué?

¿Han visto la nueva portada y banner? Es genial y todo gracias a -binnielly  <8

Y no se vayan y vean la siguiente parte, tengo cosas importantes que decir <8

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