𝙀 𝙄 𝙂 𝙃 𝙏
Jisung y Bangchan corren desesperados hasta el parque cuando el mayor estaciona el coche con brusquedad al llegar. Jisung grita horrorizado al ver la figura de su amigo colgando ahorcado de los columpios.
- ¡Jeongin! - gritó Chan corriendo y pasando por su lado velozmente.
Agarró las piernas del menor intentando quitarle la soga del cuello, pero no podía solo.
- ¡Jisung, mierda, ayúdame!
El nombrado reaccionó de nuevo, corriendo hasta el par y agarrando las piernas para que Chan pudiera quitarle la cuerda que aprisionaba su cuello. El muchacho ya se encontraba con una tonalidad gris azulada cuando lo encontraron y su cara estaba manchada de sangre.
Lo tumbaron en el suelo y Christopher comenzó a hacer la reanimación cardiopulmonar. Jisung cayó de rodillas al otro costado del cuerpo, mirando el rostro sin vida de su amigo. Lágrimas cayendo al ver el nombre de Minho grabado en su frente y de pensar que en todo este tiempo había tenido razón y podía haber prevenido la muerte de sus amigos. Porque aunque no estuviera confirmado que sus amigos hubieran muerto, Jisung sabía que Minho sería capaz de eso.
- Chan... - susurró viendo cómo este volvía a empezar de nuevo con la reanimación, ya exhausto -. Se ha ido.
- No, no, todavía puedo salvarlo.
- Déjalo ya - exigió agarrando sus manos, para ese momento el mayor ya se había derrumbado -. Tenemos que llamar a la policía.
Pero Han no se esperaba que Bangchan se levantara con rapidez y caminara hacia el bosque a unos cien metros de ellos.
- ¡Chan! ¿Qué haces? - corría tras él.
- Voy a buscar a ese hijo de puta, ¡Lee Minho! - gritó - ¡Sé que estás ahí, sal y asume lo que has hecho!
Jisung agarró el brazo de su pareja con miedo.
- Por favor, Chan, vámonos. Llamemos a la policía, ellos se encargarán, ¿si? Por favor.
- Suéltame, Jisung.
- Es peligroso entrar ahí.
Él es peligroso.
- No me importa, voy a buscarlo y vengar la muerte de nuestros amigos. Si no quieres, no vengas.
- Chan, no hagas esto - suplicó rendido, viendo cómo se alejaba.
Sin embargo, el mayor se giró antes de adentrarse al bosque.
- Parece que incluso te enorgulleces de haber tenido razón - escupió irónico, dejando a Jisung estupefacto y solo en el lugar.
¿En realidad estaba contento de haberles advertido desde un principio y que no le hubieran hecho caso?
Él no quería que el precio de su te lo dije sea la muerte de sus amigos, si es que en algún momento lo fueron. A estas alturas piensa que ninguno de ellos fue un amigo real, que estaban unidos por el pasado oscuro y las acciones malévolas que hicieron. Incluso cree que lo que siente por Bangchan no es amor, ni siquiera Chris lo ama; pero quieren creer que lo hacen para aparentar que, aún después de sus actos atroces, siguen siendo personas normales con sentimientos normales.
No quería perder tampoco a Chan. Aunque quiere despojarse de la culpabilidad de su pasado y borrar todo lo que le relacione con el suceso, no puede cargar a su espalda una muerte más. Así que se adentró en el bosque, llamando a gritos a Chan, indirectamente llamando a Minho. Tal vez tuviera miedo de encontrarlo, pero quería hacerlo.
Quizá si Minho acababa con él, su sufrimiento terminaría.
Jisung está perdido, lleva al menos una media hora vagando por el bosque. Todo está a oscuras y no puede ver bien. No encuentra a Chan y tampoco a Minho. Está cansado y tropieza con una piedra hasta que su boca saborea la tierra húmeda. Golpea el suelo resentido y llora. Siente que todo lo que ha hecho en su vida está mal.
- Jisung - una voz a su espalda le llama con tranquilidad. El nombrado se levantó tambaleándose, enfrentándose a su llamado.
Era Minho.
- ¿Por qué lo has hecho?
- Ya lo sabes.
- ¿Es solo venganza? ¿En serio? - cuestionó con enfado el de mejillas regordetas.
- Me destrozasteis la vida - Jisung se quedó callado -. Tú no hiciste nada, pero tampoco se lo dijiste a nadie - reprochó con un nudo en la garganta.
Desde su lugar, Han podía ver los ojos brillosos del contrario.
- Solo tenías que decir lo que viste y que lo que yo decía era verdad. Todo se habría solucionado.
- ¿Eso crees? ¿Piensas que si digo que me quedé mirando en una violación y maltrato en grupo sería lo mejor para mí? ¿Cómo me iban a mirar mis padres? ¿Y mi hermano?
- ¿Y cómo se siente? - las primeras lágrimas de Minho habían comenzado a descender por sus mejillas - ¿Cómo se siente que te miren cuando sufres y no hagan nada?
Jisung jadeó y miró al suelo. Minho había visto como Chan abusaba de él y no hizo nada.
- No puedes reprocharme que no hiciera nada. He hecho lo mismo que tú.
- ¿Ya estamos en paz? - elevó la voz, harto de su palabrerío.
- Depende. ¿Has podido darte cuenta de lo manipulado que has estado todos estos años?
- No te entiendo.
- ¡Jisung! - detrás de Minho, a lo lejos, puede ver a Chan. Este se ha parado viéndolos a ambos - ¡Déjalo, desgraciado, no le hagas nada! - gritó desde su lugar, con temor a acercarse.
- Chan ha conseguido engatusarte para que no dijeras nada - dijo ignorandolo, acercándose poco a poco a Jisung -. Siempre detrás de ti y apaciguando tu corazón. Se lo ganó muy rápido, ¿no crees? Todo para cerrarte la boca.
- Él no es así.
- ¿Ah, no? ¿Él no es capaz de manipularte para callarte, pero sí lo es para abusar y maltratar a alguien?
- Eso pasó hace mucho tiempo.
- Deja de defenderlo - gruñó - ¿También defenderás a tus amigos? Hicieron lo mismo que tu novio y todo el mundo hizo como si nada.
- Cállate - Jisung tapó sus oídos mientras lloraba, pero seguía escuchando a Minho.
- Ellos no eran tus amigos. Cuando tú hablabas ellos volteaban los ojos, estaban hartos de ti. No confiaban en ti, por eso mandaron a Chan a vigilarte - de fondo Chan gritaba que no le hiciera daño.
Minho se paró justo delante de Jisung. Ahora él era más alto y con más complexión que el otro. Con una mano quitó las manos de sus orejas y Han lo miró temeroso entre la borrosidad de las lágrimas.
- Lo peor de todo es que tú te sientes más culpable que los demás y esa ansiedad de culpa te carcome por dentro, lo sé, a mí también me pasa - de su bolsillo trasero del pantalón sacó un trozo de espejo puntiagudo, roto y lleno de sangre seca y suciedad -. Yo puedo ayudarte a calmar esa ansiedad para siempre - le tendió el trozo de cristal, el cual Jisung miró y, acto seguido, agarró con ambas manos ocultándolo -. Ya sabes que tienes que hacer.
Jisung pasa por el lado de Minho mientras mira el suelo. No está pensando en nada realmente y camina en línea recta hasta que Chan avanza hacia él y lo abraza.
- Oh, Dios, creí que te iba a hacer daño. No lo soportaría. Menos mal que has podido convencerlo. ¿Qué le has...? - gimió de dolor y su rostro fruncido en confusión conectó con el del menor. Llevándose las manos a su pecho, donde un trozo de cristal estaba incrustado hasta el fondo.
Una mancha grande de sangre se hizo ver en la camiseta color claro de Bangchan antes de caer a la tierra.
Cuando Jisung lo vio inerte, la mancha de sangre haciéndose más grande y su pecho que ya no subía y bajaba, un hilo de sangre escapando de su boca, sollozó cayendo de rodillas. Con una mano zarandeó el cuerpo, rezando porque despertara.
En medio de su llanto escuchó una risa.
- ¿Te sientes mejor?
Jisung había pensado por unos segundos que ese sentimiento de culpa se iría si acababa con lo que le relacionaba con Minho y su pasado. Pero no era así, no era como Minho. Todavía tenía algo de cordura en la sangre.
En un ápice de racionalidad, intentó cubrir desesperadamente el cuerpo de su pareja, pero era inútil.
- Lo van a encontrar de todas formas.
- ¿Por qué haces esto? - rendido paró sus movimientos.
- Venganza, Jisung.
El más bajo sorbió su nariz y limpió sus lágrimas, llenándose de tierra el rostro.
- Acaba de una vez conmigo, por favor.
- No, te dejaré vivir.
Jisung gira el cuello a la derecha, viéndolo de pie, buscando algún signo de burla que le dijera que estaba mintiendo.
- ¿Por qué?
Minho, bajo la atenta mirada del contrario, se quita la camiseta para dejar el torso al descubierto. Miles de cicatrices rojas que no se irían jamás adornaban su abdomen, pecho, espalda y brazos. Grandes, profundas, otras superficiales. Algunas habían desaparecido con el tiempo, a pesar de que siempre estarían ahí. Inentendibles a primera vista, pero Jisung sabía exactamente qué decía cada una de las cicatrices.
- Porque tu nombre es el único que no está grabado en mi cuerpo.
Muchos vieron sospechoso que Chan le quitara el móvil a Jisung durante el audio de Jeongin, pero esa no era mi intención. Chan y Minho nunca estuvieron compinchados (y aquí la prueba)
En el anterior capítulo se me olvidó comentar que subí una nueva historia: CANNIBAL (SKZ)
Espero no decepcionaros, vayan a leerla <8
Quedan 3 capítulos y comprenderán todo lo que pasó, que tengan un buen findeee
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