𓄸 02. 𝐛𝐥𝐨𝐨𝐦𝐢𝐧𝐠 𝐞𝐦𝐨𝐭𝐢𝐨𝐧𝐬
『t w o』
『𝐄𝐌𝐎𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐅𝐋𝐎𝐑𝐄𝐂𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄𝐒』
❝Las flores de la primavera simbolizan nuevos comienzos. Pero todo siempre llega a su fin❞
𝐁
𝐋
𝐎
𝐎
𝐌
𝐈
𝐍
𝐆
𝐄
𝐌
𝐎
𝐓
𝐈
𝐎
𝐍
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Una triste sonrisa floreció en los labios de Azumi; al surgir en su mente la idea de no volver a ver a Todoroki. Quizás podría volver a verle si seguía yendo a ese mismo parque.
Y así lo hizo.
Cada día hasta que el sol comenzaba a ponerse, se sentaba en el banco tarareando.
Muchísimos días después fué cuando volvió a verle.
Todoroki estaba caminando por el sendero al otro lado de la calle con algunos amigos que llevaban el mismo uniforme que él.
Reconoció esa ropa. ¿Quién no lo haría? Pertenecía al prestigioso instituto U.A.
La chica se asustó un poco cuando él se fijó en ella. Lo último que esperaba era que él empezara a acercarse a ella. Se movió incómoda en su asiento mientras esperaba.
─Tienes otro─ Mencionó mientras ponía su mano sobre un nuevo moretón en su mejilla opuesta a la última vez.
─U-um─ Azumi tartamudeó, poniéndose nerviosa por sus acciones.
─¿Quién es ella Todoroki?─ Otra voz se les unió y Azumi posó sus ojos en el chico de pelo verde.
─No lo sé─ Todoroki contestó sin rodeos haciendo que una mirada extraña apareciera en el rostro de la chica.
─Ya veo...─ Habló mientras estudiaba a Azumi.
─¿Vas a una escuela de héroes? ¿Estuviste entrenando? ¿Es por eso que estás tan herida?─ El chico brócoli la bombardeó con preguntas mientras otra chica se unía.
─Yo... yo no... Mi quirk no sirve para eso...─ Azumi contestó con tristeza, mirándose los pies.
─Entonces, ¿cómo es que siempre estás tan herida?─ Cuestionó Todoroki mientras apartaba la mano.
─Um...─ Azumi comenzó, girando sus ojos constantemente, mirando a cualquier parte menos al pequeño grupo. ─¡Tengo que irme!─
Con eso, ella saltó y se apresuró a salir dejando a los tres detrás confundido.
─No parecía estar bien...─ Midoriya habló preocupado. Los ojos asustados de Azumi le recordaron a la mirada que tenía Eri cuando se topó con ella por primera vez.
Todoroki lanzó una última mirada a la figura de Azumi, que desaparecía, antes de volver a mirar a Midoriya.
─¡Vamos a seguirla!─ Declaró Midoriya; Todoroki y Ochako le miraron preocupados.
─¿De verdad está bien hacer esto Deku?─ Ochako entró en pánico, mientras empezaban a correr en la dirección que Azumi tomó.
Midoriya apretó los dientes, aún lamentando haber dejado a la pequeña con Chisaki aquel día.
El paisaje se había transformado en una vieja y silenciosa calle cuando los tres estudiantes posaron sus ojos en la maltrecha niña.
Ya era de noche pero solo unas pocas farolas iluminaban aquella calle en penumbra.
La casa hacia la que caminaba Azumi tampoco estaba bien cuidada. La pintura estaba desconchada y el césped delantero parecía una jungla de malas hierbas.
Todos se escondieron detrás de una esquina cuando vieron a Azumi detenerse frente a aquella casa hecha jirones. Tardó unos minutos en poner una mano en el picaporte de la puerta. Se había quedado allí de pie, con los puños cerrados mientras miraba al suelo. Y a ninguno de ellos se le escapó el miedo que había en los ojos de la chica cuando abrió la puerta con un chirrido. Ochako estaba a punto de hablar cuando oyeron gritos y fuertes ruidos procedentes de aquella casa.
Sin decir palabra, todos se miraron con los ojos muy abiertos. Todoroki empezó a acercarse cuando Ochako le agarró del brazo.
─Llamemos primero a Aizawa─ Le dijo, intentando convencerle de que aquel no era un trabajo para ellos. Por supuesto, estaba preocupado, sin embargo, sentía que no era asunto suyo irrumpir allí sin más.
Después de 20 minutos, los gritos habían cesado y poco después Aizawa junto con algunos policías llegaron. La expresión de Azumi fue de horror cuando abrió la puerta para verlos, pero rápidamente lo ocultó con una sonrisa. Su padre salió detrás de ella y rápidamente se rió de sus acusaciones, Azumi también riendo ligeramente y diciendo que era sólo una entrenamiento.
Tan falsa como parecia la situacion, la policia la creyó y los dejó solos. Regañando a los tres estudiantes por llamarlos sin la debida confirmación. Todoroki se sintió enfurecido por eso, pero como no había pruebas, el caso fue simplemente cerrado.
Esa noche, Azumi se enfrentó de nuevo al mismo infierno. Esta vez fue peor de lo normal, ya que fue acusada de llamar a la policía. No importaba cuántas veces lo rechazara, era inútil. No le creyó.
Se maldijo a sí misma por mostrarse débil delante de Todoroki y sus amigos. Ellos eran los unicos que podian haber llamado a la policia y por eso, ella estaba sufriendo aún mas. Sin embargo, ella no los culpaba.
Sólo se culpaba a sí misma.
Cuando Todoroki vió a Azumi al día siguiente, supo que habían tomado la decisión equivocada.
Su pelo enmarañado, enmarcaba su rostro demacrado. La sangre se filtraba a través de su ropa y ella no se molestaba en ocultarla. Su frágil cuerpo permanecía inmóvil, como si fuera a romperse en pedazos si intentaba moverse siquiera un centímetro.
─No pierdas el tiempo preocupándote─ Espetó Azumi cuando se le acercó. ─Déjame sola─
Estaba angustiado. Parecía tan destrozada a pesar de intentar hacerse la fuerte. Antes de irse le hizo una flor de hielo y se la dejó en las manos. Y tras esa simple acción, se marchó.
Mirando la intrincada escultura, Azumi sintió cálidas lágrimas brotar. Era como si algo dentro de ella se hubiera desbloqueado por las acciones de Todoroki.
Ella no quería esto. Ella no quería esos sentimientos falsos. El amor no era posible para alguien como ella. El revoloteo dentro de ella la hizo querer vomitarlo todo. Y así lo hizo.
Cayendo al suelo como copos de nieve, los pétalos azul pálido hicieron su aparición.
Aquella hermosa visión la quebró.
En el momento en que se enamoró, se dio cuenta de que no tenía sentido. Así que no era más que otra carga.
La enfermedad de Hanahaki.
❝¿Por qué siempre tengo que sufrir?❞
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