𓄸 01. 𝐟𝐢𝐫𝐬𝐭 𝐬𝐧𝐨𝐰

『o n e』
『𝐏 𝐑 𝐈 𝐌 𝐄 𝐑 𝐀  𝐍 𝐄 𝐕 𝐀 𝐃 𝐀』

❝La primera nevada de invierno siempre es la más hermosa, pero a la mañana siguiente ya no está❞

𝐅

𝐈

𝐑

𝐒

𝐓

𝐒

𝐍

𝐎

𝐖

   Los copos de nieve caían, revoloteando suavemente antes de impactar contra aquel duro hormigón; mientras tanto, la chica de ojos marrones grababa esa hermosa imagen en su mente.

   No esperaba que eso le sucediera.

   ¿Por qué a ella si hay tantas personas en el mundo?

   Sólo habían entablado conversación un par de veces y fue sólo por simpatía. Ella sabía que no tenía ninguna oportunidad. Lo sabía.

   Entonces... ¿por qué demonios acabó sintiéndose así?

   La chica no supo cómo reaccionar cuando sus miradas se cruzaron, así que corrió. Dejando atrás los copos de nieve mientras intentaba alejarse de él.

   No quería verle ahora, no en el estado en el que se encontraba.

   Cerró la puerta del lavabo tras de sí y corrió hacia el lavamanos, sintiendo de nuevo el impulso de escupir aquellos pétalos blancos y azules. Se decía a sí misma que no se enamoraría de él, sin embargo cada día que pasaba parecía aún mas que había sucumbido a sus incontrolables sentimientos.

   Se miró al espejo. Ella no quería enamorarse. Para ella, el amor era falso. Irreal. Una pérdida de tiempo. De pequeña fué testigo de lo que le pasó a su madre y no quería el mismo futuro.

   Pero ya era demasiado tarde.

   Su madre era una mujer amable y muy guapa. Siempre peinaba a su hija -Azumi- por las mañanas mientras cantaba su canción favorita. Pero todo se vino abajo cuando su padre perdió el trabajo.

   Todo habría ido bien si él hubiera encontrado trabajo en otro sitio, pero en lugar de eso se aficionó al juego. No paraba de perder dinero y al final empezó a beber más y más y más. La madre de Azumi acabó haciendo turnos extra para compensar el dinero perdido, y cuando llegaba a casa tarde por la noche los dos discutían durante horas.

   Peleas.

   Gritos.

   Golpes.

   No podía soportar lo que ocurría cada noche, así que a menudo se acurrucaba entre las sábanas y dejaba escapar sollozos ahogados. Cuando todo terminaba, la madre de Azumi siempre entraba en su habitación para acariciarle el pelo mientras volvía a cantarle aquella canción. Con esto Azumi conseguía dormirse plácidamente con una pequeña sonrisa en la cara.

   Todos estos momentos terminaron el invierno en que Azumi tenía 12 años.

   Un día volvió a casa del colegio y vio a su madre cubierta de sangre, sin moverse. No importaba cuántas veces Azumi gritara su nombre, no se despertaba.

  Un fuerte impacto en su estómago hizo que sus gritos se cortaran. Mirando hacia arriba, Azumi vio a su padre mirándola fijamente. Claramente borracho y furioso, la cogió por el cuello y le siseó al oído.

─Cuando llegamos a casa, vimos a un extraño escapar después de apuñalarla. ¿Entendido?─

   Azumi supo en ese momento que no había habido sido ningún extraño. Ella era lo suficientemente inteligente como para saber que su padre era el causante de todo esto. Pero petrificada, mantuvo la boca cerrada cuando llegó la policía. Simplemente asintió cuando le preguntaron por el "Extraño".

   Sus días después de esto fueron sombríos, grises como el cielo de invierno.

   No tenía a nadie.

   Nadie que le sonriera. Nadie que la elogiara. Nadie que jugara con su pelo cada mañana. Nadie que le cantara cuando estaba deprimida. Estaba sola. Sola con el hombre que la maltrataba.

   Él la controlaba constantemente para asegurarse de que no dijera ni una palabra de lo que había pasado aquel día.

   Su clara piel era manchada con un nuevo moretón cada día.

   No sabía qué hacer. Tenía demasiado miedo de denunciar a la policía. Demasiado miedo para defenderse. Demasiado miedo para huir. Y... así se quedó, teniendo que sobrevivir en ese lugar llamado 'hogar' mientras pasaban los días, los meses y los años.

   Un día, cuando Azumi volvía a casa del colegio, había tomado su desvío diario por el parque para prolongar el tiempo que no estaba atrapada en aquel lugar.

   Mientras estaba sentada en el banco del parque, tarareando tristemente para sí misma la canción de su madre, un chico se le acercó.

   Fue una acción bastante aleatoria.

   El levantó su mano hacia la mejilla magullada de la chica dejándola confundida hasta que hizo contacto.

   Una vez que la palma de la mano tocó su piel, sintió que el dolor se adormecía e instantáneamente se sintió un poco mejor.

   Miró al chico y sus ojos heterocromáticos se fundieron con los suyos. Su pelo también estaba dividido en dos colores diferentes, dejando a la de ojos marrones hipnotizada ante su belleza. Nunca en su vida había visto a alguien tan hermoso. Este fue también el primer acto de bondad que le habían dado desde que su madre había fallecido.

   Ninguno de los dos dijo una sola palabra y al cabo de un momento se dio la vuelta para marcharse.

   Como por impulso, Azumi se levantó de un salto y le habló: ─¿Cómo te llamas?─

   Su voz pareció resonar en el aire varias veces antes de que él respondiera.

─Todoroki Shoto─

   Una sonrisa brillante apareció en su rostro cuando lo escuchó hablar, pero con eso, él se fue y ella tuvo que volver a casa.

   Ese fue el dia que Azumi conoció a Todoroki Shoto.

❝Conocerte fue mi mayor bendición y a la vez mi peor maldición❞

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top