𝟬𝟯. Who Are You?


Las chicas ayudaron a Scott y a Stiles a levantarse, incluso cuando no lo necesitaban. La fuerza de ambas los sorprendió.

—Soy Annabelle, hija del alcalde.–Dijo animosamente la sirena, estando claramente emocionada ante la vista del hombre lobo. Lilith la miró con rareza, si que tenían diferentes tipos.

—Scott McCall... ¿dónde estamos?–Ambas chicas se miraron sin entender si estaba bromeando.

—Halloweentown, estamos en Halloweentown.–Lilith respondió con duda.

—¿Hallowen... que?–Cuestionó Stiles.

—Entiendo porque tú no conoces Halloweentown, ¿pero tú?–Anna miró a el humano y luego al lobo. Stiles la miró medianamente ofendido. Lilith lo miró.

—Si, digo, eres un humano, ¿no es así?

—¿Tu no?–La miró com extrañeza. Lilith hizo salir sus colmillos y ambos chicos se sobresaltaron, ella pasó su lengua sobre los afilados colmillos.

—¡¿Qué...?!

—Vampiro. Soy una vampiro.–Paso su mirada entre ambos.

—Si, y yo soy una sirena.–Scott y Stiles la miraron con aún más preguntas.

—¿Si? ¿Entonces... por qué estás fuera del agua?

—Halloween.–La miraron sin entender.–Ya saben, las sirenas no necesitan tanques en Halloween.

—¿Estaremos soñando?–Le susurró el lobo a el humano.

—No lo creo, mis sueños no son tan realistas...

—Les aseguro que no es un sueño. Halloweentown es real. Ahora, ¿quienes son?

—Scott, Stiles.–El lobo se señaló a sí mismo y luego a su amigo.

—¡Chicas aléjense!–El alcalde salió de sus oficinas y las hizo retroceder a ambas.–Uno de ellos es humano, no debería estar aquí.

—Señor, no es como que yo quisiera estar aquí.–Se quejó Stiles.

—¿Crees que eso importa? No te nos acerques, extraño.

—¡Papá!–Se quejó Anna.

—Anna, silencio. Regresen adentro.

—Pero...

—Dije adentro.–Habló con firmeza hacia su hija, pero Lilith no se dejó amenazar.

—Señor, no creo que ninguno de ellos sea una amenaza, solo creo que están desorientados.

—Lilith...

—No. Usted no es mi padre, así que escúcheme.–Incluso si ella lo consideraba ciertas veces un padre, sabía que si no decía esa frase, el no le pondría atención, ni el, ni nadie de los alrededores. Todos la miraron sorprendidos de que le hablara así al alcalde.–Yo me encargaré de ellos, no tiene de que preocuparse...

—¡Yo digo que es mejor asesinarlos!–Gritó un hombre cerdo que estaba entre el público.

—No creo que eso sea necesario.–Opinó Annabelle.

—¡Calla niña! Tú no sabes lo que esos humanos pueden llegar a hacer, tú nunca has salido de aquí.–Le reclamó una bruja. Lilith no pudo quedarse callada ante eso.

—Al menos sabemos que no debemos de matar a alguien a quien ni siquiera conocemos. Si es un humano, ¿y que? Yo también fui humana alguna vez.–Ahí todos se quedaron callados.–La mayoría de vampiros alguna vez fuimos humanos. Y eso no nos hace diferentes a ustedes. No somos mejores por el hecho de ser diferentes.

—¿Qué estás sugiriendo?–Preguntó el alcalde.

—¿Sugieres acaso que lo volverás vampiro?–Tanto como el humano, como la vampiresa se sobresaltaron ante tales palabras de un vampiro mayor.

—Por supuesto que no. Nadie debería ser convertido sin su consentimiento señor Xdoneo.

—¿Entonces que?–El alcalde volvió a preguntar.

—No creo que ellos quieran quedarse más de lo que nosotros los queremos aquí.–Por alguna razón, aquellas palabras de la vampiro no le cayeron de lo mejor a Stiles, pero sabía que no era el momento ni el lugar para quejarse.

—¡Es cierto! Solo queremos regresa a casa, señor.–Pidió Scott.

—¿Sabes cómo sacarlos de aquí?–El alcalde ignoró a los chicos nuevos y miró de vuelta a Lilith.

—Aún no, pero sabe cómo soy, lo descubriré.

—Confió en ti, pero recuerda que pasará si se quedan más allá de la media noche.–Lilith asintió.

—No dejare que eso pase.

—Bien. Está listo.–El alcalde miró al montón de monstruos que se había acercado.–No quiero que ninguno se acerque más de lo necesario. Ninguno interferirá en los problemas de los chicos ni los dañará de ninguna forma.

—¿Por qué crees que un par de adolescentes podrán sacar a un humano de aquí a tiempo?–Preguntó insolentemente un ogro.

—Porque a ellas les confiaría mi vida. Si alguno tiene un problema con esto, vengan conmigo, pero déjenlas a ellas en paz.–La audiencia volvió a guardar silencio.–Lo dejaremos así.

[...]

Ambas chicas hicieron que ellos entraran al palacio de gobierno y los hicieron sentar en la cama de la sirena. Lilith cruzó los brazos sobre su pecho y Stiles la miró hacia arriba, intentando que su aprecio hacia ella era demasiado. No solo lo había salvado, sino que ella era realmente hermosa.

—¿Quienes son ustedes?

—Stiles y...–Empezó el lobo.

—No eso. Queremos saber de donde son y cómo terminaron aquí.

—Oh, nosotros... nosotros tuvimos un accidente en el auto.–Scott miró a Stiles, no había mencionado la pequeña parte que ambos entendían ahora que podría haber sido la causante de esta situación; la bruja de la que se habían burlado hace poco, ahora ambos sabían que les había lanzado una maldición, una bastante extraña.–Y después nos encontramos con el autobús, el conductor se acercó a hablarnos, nos subimos, había una araña gigante que...

—Mildred.

—¿Disculpa?

—La araña. Ella se llama Mildred. Es muy amable. Entiendo que al inicio puede dar algo de miedo, pero es el claro ejemplo de que las apariencias engañan.

—Si bueno... Mildred nos dijo que teníamos que bajar cuando llegamos volando en el autobús. Y aquí estamos ahora.–Annabelle y Lilith se miraron, era una historia incompleta, pero no sabían el cómo. Sonaba como algo sorprendente.

—¿En serio? ¿Así de fácil?–Cuestionó Annabelle.

—Así es. Eso fue lo que pasó.–Scott le siguió el cuento a su amigo. Tanto Anna como Lilith asintieron, tratando de comprender las palabras y dejarlas reposar en sus mentes.

—Bueno, ya pasó. Hay que averiguar cómo sacarlos aquí antes de la medianoche de Halloween.–Ambas empezaron a hablar, tratando de hacer un plan. Stiles y Scott se miraron sin comprender porque era importante sacarlos antes de Halloween. Sabían que no querían quedarse, y por un segundo pensaron que era porque querían ser amables y no dejarlos aquí más de lo que deberían, después pensaron que era para que nadie les hiciera daño, pero después concluyeron que no se trataba de nada de eso.

—No entiendo.–Aseguró Scott. Ambas chicas dejaron de hablar para mirarlo.

—¿Qué no entiendes?

—¿Por qué tienen que sacarnos antes de la media noche? Digo, agradecemos que quieran tanto como nosotros que estemos fuera de aquí tan pronto posible, pero ¿por qué?

—Es cierto, no lo saben.–Entendió la sirena.

—¿Qué no sabemos?–Preguntó con curiosidad el humano.

—Si se quedan hasta la medianoche del treinta y uno de octubre, las puertas de halloweentown se cerrarán y quedarán atrapados aquí, tal vez para siempre.–Explicó Lilith. La cara de ambos chicos se puso pálida.

Ahora entendían, si no salían de este lugar rápido, nunca volverían a su hogar.

Necesitaban darse prisa para encontrar una manera de salir antes de que las puertas se cerraran, incluso si no sabían si quiera que era lo que buscaban.

✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶

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