𝐃𝐀𝐈𝐂𝐇𝐈 𝐒𝐔𝐖𝐀𝐌𝐔𝐑𝐀

Termino la pequeña saga de "besos"

Levantaste la cabeza lentamente mientras cerrabas los ojos tratando de que el dolor desaparezca. La sangre brotaba de tu boca y salía sin tu consentimiento dejando un rastro de sangre desde tu boca a tu clavícula desapareciendo por el escote de la camisa, sentiste como algo subía por tu garganta haciendo que el aire no pasara, cerraste la boca tratando de no vomitar de nuevo pero era imposible.

Dejaste caer tu cabeza por sobre el servicio sanitario, pronto hiciste fuerza haciendo que rápidamente el líquido saliera por tu boca con algunos grumos mezclados, toda tu garganta era raspada y cortada por el propio líquido. Finalmente en cuanto dejaste de vomitar respiraste hondo haciendo que tus pulmones se llenen de aire nuevamente, abriste los ojos mirando tu vómito, sangre manchaba las paredes circulares del sanitario y ni hablar de los pequeños pétalos que antes amabas con toda en alma, estaban a montonados unos sobre otros, algunos simplemente estaban pegados en la paredes del sanitario por la sangre.

- Ya no quiero sufrir... Por favor - dijiste en susurros, las lágrimas emergieron en tus ojos...

Antes en el pasado había un enfermedad mortal y difícil de curar, esa enfermedad es llamada Hanahaki es una flor que nace del sentimiento al no ser correspondido por un amor, está planta emerge desde lo más profundo de los pulmones obstruyendo lentamente el paso del aire, los pétalos inundan las vías respiratorias haciendo unas ganas inmenzas de toser mezclándose con las ganas de vomitar y a medida de que los pétalo son expulsados estos cortan parte de la garganta haciendo que vomiten grandes cantidades de sangre. Existen dos medidas para terminar con la enfermedad una de ellas es que el amor te corresponda o que simplemente otra persona te haga sentir lo mismo dejando que la planta deje de crecer; y la última era someterse a cirugía en la cual se extrae la flor pero con ella también se extrae los sentimientos de la persona. Esa enfermedad la dieron por muerta a no verse casos desde hace años, pero volvió a surgir y más amenazante que nunca...

Dejaste que tus manos llenas de agua empape tu rostro desapareciendo cualquier rastro de sangre, sudor y lágrimas. Apoyaste tus manos en el soporte de la pila mientras mirabas como el agua fluía y desaparecía por el hoyo, levantaste la mirada hacia al frente visualizando tu reflejo. Tus ojos estaban rojos de tanto llorar, las ojeras decoraban tus ojos de una manera negativa, lo demacrada que estabas se notaba a kilómetros.

Dejaste de apoyar una mano en el soporte para agarrar una toalla y secar tu rostro. Dejaste el paño en el soporte y saliste de la habitación, obviamente ya limpia y sin rastro de la enfermedad. Te quitaste la ropa ensangrientada para colocarte el uniforme como es debido; agarraste la ropa sucia y fuiste al piso de abajo, entrando en la habitación de lavado en donde dejaste la ropa en la lavadora y la iniciaste para que lavara tu ropa y así eliminar evidencia alguna. Saliste de la habitación para llegar a la cocina y comer un poco de pan con mermelada y leche, tus padres no estaban, tu mamá trabaja en un banco mientras que tu padre era ingeniero eléctrico por lo tanto salían temprano de la casa. Introduciste la tostada a tu boca tratando de disfrutar la comida, pero esta desde que tenías la enfermedad no sabía nada.

Dejaste la tostada en el plato sin poder introducir algo más, deslizaste hacia atrás tus cabellos que caían por sobre tu frente soltaste un suspiro que terminó siendo un sollozo. Respiraste nuevamente tratando de calmar el llanto, hechaste la cabeza hacia atrás y con tus manos agarrabas tus cabellos jalando los levemente.

- Que patético-- susurraste y con la manga de tu uniforme secaste tus lágrimas que amenazaban a caer. Miraste nuevamente la mesa y te levantaste del asiento agarrando tu bolso del otro asiento, dejando la tostada se llenase de moscas.

A paso cansado te dirigiste hacia la entrada de tu casa y te colocaste los zapatos, abriste la puerta y saliste de la casa, dirigiendote hacia Karasuno.

- (TN) - Chan!! - escuchaste el llamado de tu amiga, volteaste hacia atrás mirando una chica de cabello corto y desordenado de color rosado y ojos amarillos.

- Ashido... - dijiste en casi un susurro, tu amiga paro de inmediato al verte frunció el entrecejo y camino hasta llegar a la par tuya.

- Aún sigues tociendo esos petalos? - cuestionó mientras agarraba tus hombros encarandote, la miraste a los ojos y luego desviaste la mirada hacia el suelo - es por Daichi, verdad?... - Con solo el silencio de tu inexistente respuesta fue todo para que la chica entendiera - Nunca me dijiste quien es la persona, pero supongo que es el ya que... Te gusta- comento mirándote a los ojos, negaste levemente con la cabeza sin decir nada--Esta bien no te obligare, pero si algo malo pasa no dudes en decirme... Estas peor que los últimos meses--dicho esto comenzaron a caminar las dos juntas mientras que Ashido contaba anécdotas interesante pero que no prestabas atención por tener ese solo pensamiento en mente.

Ashido te miró de reojo, frunció el entrecejo al verte demacrada, hoy sin dudas tendrá que poner manos en el asunto.

¶-¶

El sonido de la tiza golpeada por la pizarra, el sonido de las puntas de los lápices rayando cuadernos y algunos sonidos de borradores siendo utilizados era lo único que se escuchaba en el salón.

Dejaste tu pluma en la mesa, cerraste los ojos y dejaste escapar un suspiro. Volteaste levemente la cabeza visualizando a la persona a la par tuya... Yui Michimiya, la capitana del equipo de vóleibol femenino de Karasuno; la chica que tenía una relación con Daichi Suwamura o eso pensabas (? Dejaste de mirarla y seguiste con tus trabajos.

La campana sonó dando a entender que el receso se dio inicio, guardaste tus cosas y te acomodaste en tu asiento.

- (TN) - chan te buscan! - dijo una de tus compañeras y miraste la entrada del salón curiosa, con pereza te levantaste de tu asiento llendo hacia la puerta. La abriste dejando a Daichi a la vista, abriste los ojos con sorpresa saliste de tu salón y cerraste la puerta.

- Daichi que haces aquí? - cuestionas te y el pelicastaño sonrió nervioso.

- Bueno quería hablar contigo sobre algo muy importante que tal si vam- el sonido de la puerta abrise lo interrumpió dejando ver a Yui con una sonrisa.

- Daichi!! - dijo y se abalanzó encima del chico uniéndose en un abrazo--Felicidades por ganar!!!

-Gracias Yui! - comentó sonriente en hombre agarrando la cintura de la chica. Miraste la escena con tristeza, desviaste la mirada tratando de entrar al salón nuevamente al ver que los chicos estaban tan metidos en su platica que no te hacían caso.

Derrepente sentiste qué las ramas de la flor en tu interior crecía hasta tu garganta, tapaste tu boca inmediatamente tratando de contener tus ganas de toser. Saliste corriendo hacia el baño sin que Yui y Daichi se dieran cuenta. Ashido quién contempló todo en vivo y en directo, dejó sus cosas y corrió detrás tuyo empujando a los estudiantes que se entrometian en su camino tratando de no perderte de vista. Corrias con las fuerzas que podías, la sangre brotaba haciendo un camino de sangre en tus manos; trataste lo mejor posible que nada cayera al suelo.

¶°¶

Cerraste la puerta del cubículo, abriste la tapa del sanitario y dejaste libre el vómito lleno de sangre y pétalos. Las ramas se amontonaban en el inicio de tu garganta quitandote el acceso a respirar, tosiste más fuerte tratando de que los pétalos no obstruyenran tu vía respiratoria.

- (TN)!! - el golpe en la puerta de tu cubículo te sobresalto y la voz de tu amiga te espanto, pero no parabas de toser, lágrimas caían de tus ojos por el ardor de las espinas rozando y cortando la humeda y sencible piel de tu garganta.

- Vete!! - gritaste como podiste, Ashido quién estaba desesperaba porque escuchaba tus sollozos y lamentos además de que veía sangre en el piso, golpeo más fuerte la puerta.

- Abre la maldita puerta (TN)!!! - dijo Ashido golpeando más fuerte la puerta.

- Vete!! - gritaste con la voz desgarrada, Ashido camino hacia atrás tomando impulso y se lanzó contra la puerta abriendola de golpe.

La imagen desgarradora hizo que Ashido se tapara la boca, raíces con pétalos salian de tu boca, los pétalos caían al suelo y sanitario; la sangre manchaba parte del sanitario y suelo junto con tu uniforme mezclándose con las lágrimas de dolor. Ashido corrió hacia ti y sin importarle mucho mancharse con la sangre se agachó agarro tu cabello y arrancó con su otra mano desocupada rama por rama. Moviste las manos y trataste de gritar que no podías respirar, el aire te faltaba y la sangre mancho toda tu camisa y la de Ashido. Tu amiga como ultimo recurso agarro la rama entera y con su otra mano golpeo tu espalda, jalando la rama lentamente mientras que tu hacias el intento de expulsar la rama; poco a poco el aire llegaba a tus pulmones, la rama ya había salido pero otra surgía.

- Voy a morir... - dijiste en un susurro tosiendo más pétalos.

- No si yo estoy aquí para evitarlo--comentó tu amiga y está se paro - Ya vengo - dijo y salió corriendo del baño, sin importarle que su ropa estaba llena de sangre corrió hacia los pasillo de los terceros.

La gente miraba a Ashido sorprendida y shockeada seguían con la mirada a la chica de cabello rosa, algunas personas hasta salieron corriendo hacia la dirección y enfermería. Ashido empujó a las personas y visualizo a Daichi, Yui, Koushi y Asashi hablando.

- Daichi!!! - grito Ashido llamando la atención del chico y de los demás que estaban en el pasillo y salones. La ropa de Ashido manchada de sangre y pétalos, que fueron reconocido por los presentes, que estaban en su ropa y las lágrimas que salían de sus ojos era alarmante. Daichi en cuanto la vio quedó shockeado- (TN)... Es (TN)!!! - grito Ashido agarrando su camisa en la zona del corazón y apuntaba la dirección donde estaba el baño mientras las lágrimas salían sin control. Los chicos del equipo de vóleibol se alarmaron y corrieron hacia donde Ashido, preocupados por su manayer. Ashido al verlos dirigirse hacia donde ella también corrió a dirección del baño guiandolos hacia ti.

Los demás del equipo masculinos en cuanto le dijeron que Ashido tu amiga estaba gritando tu nombre con la ropa manchada de sangre y corría junto con los demás terceros, no dudaron a ir corriendo también preocupados y alarmados. Daichi el mayor preocupado de todos, temía lo peor, no imaginaba que algo te pasaría...

En cuando se toparon todos los del equipo en medio camino se juntaron siguiendo a Ashido...

La sangre y pétalos manchaba todo, tu visión se distorcionaba y el aire difícilmente llegaba a tus pulmones. Te arrastraste por el suelo llegando a la pila, pero en cuanto ibas a levantarte tus piernas no reaccionaron.

Todo solo por un amor no correspondido...?

Ashido abrió de golpe la puerta mostrando detrás de ella los del equipo masculino, Daichi entró de primero empujando levemente a Ashido. Estabas tirada en el suelo mientras tosias y la sangre caía a chorros de tu boca. Los demás de tercero y segundo iban a entrar pero se detuvieron por el cuerpo de Ashido obstruyendo el paso.

- Déjenlos solos, el problema es de ellos--dijo y los chicos entendieron y se alejaron, pero no dejaron la puerta cerrada por cualquier cosa.

- (TN)! No te vayas, por favor--comentó lo primero que Daichi decía, se agachó y te agarro de la cabeza pasando una pierna por tu espalda y dejando que tu cabeza se recargara en su hombro. Abriste los ojos viendo nublado.

- Daichi... - dijiste en susurros y levantaste tu debilitada mano empapada de sangre y la posaste en la mejilla de Daichi.

- No hables, te puedes hacer más daño--dijo el castaño y con una mano agarro la tuya apretandola, las lágrimas salieron de los ojos de él cayendo algunas en tus mejillas. - cuanto tiempo has tenido la enfermedad?

- 9 meses... - dijiste y casi te ahogas con la sangre que salio repentinamente de tu boca con pétalos en ella.

- cuidado... Quien es? - cuestionó Daichi limpiando te la mejilla. Cerraste unos segundos los ojos mientras respirabas pesada.

- fuiste tu... - las lágrimas que aún salían de tus ojos disminuían al no tener más agua que botar.

- yo? Tu estas... Sufriendo por mi culpa - Daichi se sintió la peor persona del mundo.

- No te preocupes, no fue tu culpa, es la mía por tener estos sentimientos hacia ti- dijiste cerrando poco a poco los ojos.

- No! No es tu culpa! - se quejo Daichi frunciendo el entrecejo, sintiendo la necesidad de llorar más fuerte.

- Daichi... Te amo- dijiste cerrando ya completamente los ojos relajando tu cuerpo.

-Yo... (TN)... (TN)?-llamo moviendo con su mano tu cabeza, pero no al ver que no abrias los ojos se alarmó totalmente - (TN)!!! - empezó a moverte más fuerte--No no no no!! (TN)!! No me dejes, no me dejes por favor--un sollozo escapó de sus labios pegando la frente de él sobre la tuya - no me dejes (TN) - lloro haciendo que sus lágrimas cayeran en tus mejillas.

Ashido junto a los de más chicos escuchaban todo y las lágrimas salían, Ashido sollozaba muy fuerte agarrándose de su falsa cerrando fuertemente sus ojos los cuales caían más lágrimas que antes.

- Yo también te amo... - susurro Daichi
-Te he amado desde que te vi, pero al no ver que tenías reacción ante mi cercanía pensé que no te gustaba y me guarde mis sentimientos, quiero que aunque no me escuches... Yo te amo y te amaré por siempre, mis sentimientos son genuinos... No quería que te sintieras así, de verdad lo siento- Daichi beso tu frente y luego tus labios llenos de sangre.

Ashido sin importarle más entró al baño sintiéndose mal por no darse cuenta antes sobre la enfermedad de hanahaki que habítaba en ti, se agachó y agarro una de tus manos colocándola en su frente. El grupo ingresó igual al baño y abrazaron a Daichi quien aún te sostenía en brazos.

Todo por una enfermedad que se alimentaba por el sentimiento de no ser correspondido...






















Pero existen los milagros..

Las raíces desaperecieron de tu interior y los pétalos se desintegraron, el aire por fin se hizo paso llenando tus pulmones y como si fuera un tapón todo tu cuerpo se lleno de energía al sentir el aire fluir.

Abriste la boca respirando hondo y tosiendo un poco separandote de los brazos de daichi y soltando tu mano de las de tu amiga para dejar ambas en el suelo mientras tenías los ojos como platos y respirabas hondo repetidamente.

En cuanto despertaste ruidosamente sorprendiste a todos y hasta algunos llegaron a asustarse por la impresión.

Tocaste tu garganta, la cual estaba sin pétalos ni ramas. Por primera vez después de 9 meses podías respirar bien.

- (TN)? - dijeron todos y ladeaste la cabeza mirando a los chicos.

- Chicos... - dijiste en un suspiro sonriendo abiertamente, los chicos tambien sonrieron y algunos lloraron de felicidad--

- Que paso aquí!!? - se escucho la voz de los enfermeros y algunos paramedicos en la entrada del baño. Los pétalos en el suelo respondieron por si solas sus preguntas.

--Tenemos que revisarte si la enfermedad de Hanahaki aún está en ti- dijo un paramedico y dicho esto los médicos entraron al lugar y te cargaron. Detrás de ellos iba el equipo y algunos alumnos chismosos.

¶°¶

- así que... Después de todo mis sentimientos si eran correspondidos--dijiste viendo a los ojos a Daichi quien agarraba fuertemente tu mano.

- Todo el tiempo--dijo como un enamorado, soltaste un suspiro pesado.

- Todo lo que pase fue por algo que ni siquiera era real, ¡Casi muero! - dijiste con ironía.

- Ya eso pasó y voy hacer todo lo posible para que no te pase eso nuevamente--dijo mientras agarraba tu rostro con sus manos y te daba un besito rápido en los labios.

-que forma mas fea en la que me confesé - dijiste en un puchero después del beso.

- Lo que importa es que ahora aclaramos las cosa mi reina- comento acariciando tu mejilla.

- awww capitán Daichi pero que galán--Rodeaste el cuello de tu novio con tus brazos acercandolo a ti uniéndose en un calido y amoroso beso.

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