☪Three☪


"El momento de hablar"
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Se encontró a Jackson en el caminó a una de las clases, está vez no dijeron palabras, simplemente rodeó un brazo por sus hombros atrayéndola hacia él.

—¿Estás bien?

Asintió la rubia en respuesta. Sin decir más, ella apoyo su cabeza en su hombro, mientras se dirigían a la clase del profesor Harrison, la cual ya estaría empezando.

La mirada de los presentes se dirijieron a ambos que habían entrado y se dirigían a su mesa, y procedieron a sentarse ignorandolos a todos.

El profesor Harris caminó unos pasos hacia ambos, poniendo una mano sobre el hombro de Jackson.

—Jackson, Katherine. Sí necesitan irse antes por cualquier razón, háganmelo saber —habló con consuelo alternando la mirada entre ambos.

Sin decir nada, sólo se limitaron a asentir en silencio.

—Todos comiencen a leer el capítulo 9 —dijo el profesor Harris, mientras caminaba al pizarrón.

Quedando de espaldas a sus alumnos, volvió a hablar.

—Sr. Stilinski. Intenté usar menos el marcador en los párrafos —habló serio sin verlo—. Es química... No un libro de colorear.

Ella volteó a verlo y era cierto, Stiles había subrayado mucho. Sonrió para negar y voltear al frente, pero pudo ver que también un amigo de Jackson, había reído por aquello, era Danny. Por fin lo había conocido hace unos días y se habían llevado de maravilla.

Stiles hizo su cabeza hacia atrás para soplar con fuerza y lanzar la tapa del marcador al aire, para mirar al profesor y atrapar la tapadera que cayó justo en su mano.

—¿Seguro que quieres estar aquí, Jackie? —murmuró su amiga.

Él la vió para después asentir pesadamente.

—¿Y tú? —ahora él preguntó.

—Sí —se encontró diciendo ella.

En el ojo visible podía notarse la ojera algo marcada, en el otro lo cubría el vendaje. Se encontró apoyando su mentón en su mano, hasta que escuchó la voz de Stiles en susurros, según el rapado lo más bajo posible. Pero es Stiles de quién hablamos, no es muy discreto que digamos.

—Danny —Stiles lamió un poco sus labios, inclinándose un poco al frente donde se encontraba Danny—. ¿Puedo hacerte una pregunta?

—No.

—Bueno, lo haré de todas formas —dijo Stiles, balbuceo un poco— ¿Lydia vino a clases?

Danny suspiró y respondió:

—No.

El rapado se quedó sin palabras con la boca ligeramente abierta, después apretó un poco los labios para después hablar de nuevo.

—¿Puedo hacer otra? —se inclinó un poco más.

—La respuesta aún sigue siendo no.

—¿Sabes que le pasó a Lydia, Jackson y Adelina anoche?

Prestó más atención al escuchar su nombre ella, era curioso que la llamará por ese y no por el otro.

—No me... dijo nada —habló mientras escribía.

—Pero... Es tú mejor amigo —murmuró Stiles con confusión.

Dany no supo que decir, vió de reojo hacia Jackson y volvió a su tarea. Stiles se inclinó mucho más adelante casi tocando el hombro de Danny. Ella bebía de su termo con pequeños tragos para tomar un poco de sangre mezclado con Borboun.

—Una más —sacó un poco su lengua Stiles, lamiendo su labio en el proceso.

—¡Qué! —Dany se hartó.

—¿Crees que soy atractivo?

Dany quedó estupefacto y ella se estaba ahogando con su bebida debido a que empezó a reírse, Jackson golpeó su espalda ayudándola, Stiles por su parte se cayó de la silla cuando se hizo más hacía adelante pero se levantó rápidamente como si nada hubiese pasado. Sin evitarlo su mirada fue a la de Katherine, quien se reía en voz baja. ¿Pudo escucharlo? Pero parecía demasiado embobado por verla reírse.

Aún le era imposible creer que hace poco había llegado y a puesto su mundo de cabeza con su simple presencia.

Salió de clases, se encontraba hablando con la mamá de Lydia a través del teléfono para saber como estaba su amiga.

—Está bien, cariño. ¿Por qué no pasas más tarde por la casa?

—Por supuesto, señora Martin —dijo amablemente pasando al lado de Stiles quién estaba hablando con Scott y caminaba muy lento.

Pero ella que hablaba animadamente con la mamá de su amiga, no presto atención, Stiles por su parte sí la vió, la observó hasta que perdió de vista la melena de la rubia.

Scott lo observó con ojos entrecerrados por su repentino silencio.

—¿Ella te gusta? —Scott no pudo evitar preguntar ocasionando que su amigo balbuceara.

—¿No? —se encontró diciendo, pero más bien sonaba a una pregunta que afirmación.

La rubia se despidió de la señora para decir que ya iba en camino, no esperaría hasta más tarde. Caminó entre los alumnos, saliendo de la preparatoria y dirigirse a la casa de su chica pelirroja. Se encontraba fuera de la casa ya que hizo uso de su velocidad vampírica en sí más rápida que la de una vampiro normal.

Tocó un par de veces en la puerta, la cual fue abierta por la señora Martin en cuestión de segundos.

—Hola, Katherine. Pasa... adelante —dijo ella con una sonrisa.

Recibió un abrazo por parte de la mamá de Lydia el cual correspondió con una sonrisa un poco falsa.

—Cuánto tiempo —sonrió Katherine.

—Sí, ¿cómo está tú herida? Supe que estuviste con ellos —preguntó preocupada

—Todo bien, fuí al hospital a qué me revisaran —mintió—. ¿Y Lydia? —preguntó cambiando de tema, antes que hiciera más preguntas.

—Está en su habitación, cariño. Ya sabes dónde queda. Tomó tranquilizantes.

Asintió en respuesta. Subió a la habitación y tocó para luego entrar cuando no escucho nada. Lydia se encontraba en un sexy camisón azul marino.

—¿Por qué tan sexy?

Dejó su mochila en el escritorio de su amiga después de hacer la pregunta, caminó hasta sentarse en la cama a un lado de los pies de Lydia, se quitó sus tacones. Ella no respondió simplemente hizo que su mejor amiga se acostará para después acostarse encima de ella, abrazándola, mientras veía sus uñas tontamente.

Se acomodó mejor y acarició de arriba a abajo la espalda de Lydia mientras soltaba un suspiro bajo.

—¿Por qué tienes una venda en el ojo? —la voz de Lydia la atrajó de sus pensamientos los cuales iban a un caminó que no quería.

—Salí herida, amor —dijo suavemente—. Nada de que preocuparse.

—Sí tú lo dices, lo dejaré pasar por ahora.

—Bien —dejo una suave caricia en la cabello de la pelirroja.

Lydia se acurrucó más en ella dispuesta a querer dormirse. La puerta fue abierta por la señora Martín y aún lado Stiles, un tanto sorprendido por la posición que estaban ambas y por ver a la rubia ahí, había llegado más rápido que él.

—Cariño, Stiles vino a verte.

—¿Qué hace Stiles?

La señora soltó una risita.

—Tomó algo para tranquilizarse, puedes pasar —habló la mamá de Lydia.

—Gracias —él asintió.

La señora dejo la puerta abierta después de retirarse. Stiles balbuceaba y las veía a ambas sin saber que decir al principio, después de todo ahora tenía una mezcla de sentimientos por ambas chicas.

—¿Qué haces aquí? —frunció Lydia de manera graciosa sus labios.

—Ham... Quería asegurarme que estás bien —dijo jugueteando con sus manos—. Bueno, también ella, ya que se encuentra aquí —señalo a la ojiazul.

Lydia lamió mínimo dos veces sus labios, viendo por leve segundos sus uñas.

—¿Por qué?

Stiles volvió a balbucear hasta que se sentó a un lado de Lydia. La rubia se sentó para quitarse la chaqueta y dejarla a un lado de ella. Recargo su espalda en el respaldo de la cama sin mirarlo. El hecho de ver su versión más joven la hizo querer llorar por la manera en la que lo había encontrado, habían pasado años y aún le dolía como la primera vez.

Era un pensamiento que no ha salido de su mente desde que lo encontró en ese pasillo y si era sincera, desearía no haberlo encontrado.

—Porque me preocupaste... hoy —dijo tratando de no bajar la mirada—. ¿Cómo se sienten? Tú por lo de tu ojo.

—Bien, gracias por preguntar —la rubia sonrió levemente sin mirarlo.

Lydia puso una mano en el hombro de Stiles, apretando un poco su brazo. El rapado suspiró.

—¿Cómo me siento? —Lydia se paró quedando apoyada por su brazo izquierdo quedando muy cerca de la boca del chico, dejándolo sin respiración.

—Me siento... Fantástica —la pelirroja dijo sonriente.

—Lydia —dijo en tono divertido la ojiazul aunque sintió algo que ya había pasado antes.

No, no, no. Imposible estar celosa.

Él golpeó un poco su pierna quedando unos segundos en silencio.

—Oh, uh —Stiles vió las pastillas en la mesita de Lydia, que estaban a un lado de su peluche y las tomo revisando las—. ¿Qué? Apuesto a que no puedes decir; ví a Susie sentada en una zapatería, diez veces seguidas.

La rubia alzó una ceja, la mirada de Stiles fue puesta en ella con una sonrisa para después volver haber a Lydia, quién ya lo miraba fijamente elevando una ceja.

—Ví a sushi —se quedó callada por unos segundos, ella sonrió en grande al ver a su amiga, Stiles abrió su boca alentando.

—. Ví a ...

Stiles sonrío divertido dejando las pastillas en donde estaban. Lydia se quedó con la mirada fija en la pared, acostándose de nuevo.

—Ví a...

—¿Qué, Lydia? ¿Qué viste? —preguntó Stiles de manera interrogante y preocupada.

—Algo.

—¿Algo cómo qué? —Katherine murmuró aún sabiendo exactamente la respuesta.

—¿Algo cómo... Un león de montaña? —dijo está vez Stiles.

—Un león de montaña.

—¿Estas segura qué era un león de montaña o lo dices porqué la policía lo dijo? — Stiles habló.

—Un león de montaña.

Dijo de nuevo Lydia, asintió un poco. La rubia se inclinó para tomar el peluche de su mejor amiga y mostrárselo, quedando acostada detrás de ella.

—¿Qué es esto? —susurró suave en su oído y poniendo en frente de Lydia el peluche.

Lydia observó el peluche con atención.

—Un león de montaña —dijo determinada.

—Claro —Stiles asintió y murmuró sarcástico.

Ella dejo el peluche en la mesa de noche.

—Estas drogada  —hablo Stiles, Lydia ni siquiera respondió.

Dejó caer su cabeza en la pierna del chico, haciendo que esté quedará impresionando y emocionado.

—Estás apunto de tener un ataque al corazón —murmuró en tono bajo con seriedad e incluso una mueca apenas notable.

Quitó suavemente a su amiga de la pierna del pobre chico que se puso nervioso y tragaba saliva por la acción que su amiga había hecho.

Stiles se puso de pie bastante nervioso.

—Bueno, yo mejor... Me voy —yéndose a la puerta, mientras rascaba su frente— . Dejaré tú asunto post-traumático —empezando a cerrar la puerta.

—Quédate.

Stiles abrió la puerta impresionado, volteando a fuera de la habitación, después entro completamente, cerrando la puerta.

—¿Perdón? ¿Quedarme? ¿Quieres qué me quedé?

Le preocupaba que le estuviera dando sueño, cuando ni siquiera lo necesitaba y no encontraba una razón con sentido el porque de pronto se sentía cansada. Agradecía que no tuviera alucinaciones porque hubiese sido un problema grave, más que una simple bola de pelos gigante.

Él chasqueo la lengua cuando Lydia dijo el nombre de Jackson y no el de él.

—Y... —dijo alargando la palabra—. Esto ya fue.

Lydia cayó a la cama completamente dormida, se acomodo encima de su amiga la cual no quería dormirse.

Y apenas Stiles notó, cuando volteo para mirarla. La miro detalladamente, sin mirar más de lo indebido, sus ojos se movían por cada parte de su rostro detallando cada centímetro desde su posición, Katherine podía sentir su mirada encima pero sus ojos se fueron cerrado dejándose llevar por el cansancio.

Reaccionó cuándo el teléfono de Lydia empezó a sonar.

—¿Quieres que atienda? —murmuró Stiles pero obviamente no hubo una respuesta—. Es un mensaje... No sé cómo...

Se quedó callado cuando vió el vídeo que le llegó al teléfono de la pelirroja.

Ya era de noche, se encontraba caminando por la carretera, sumergida en un silencio tranquilizador. Había salido de casa de Lydia hace una hora con sus cosas, sin despertarla salió de manera sigilosa.

A lo lejos notó el coche de su amigo. Quién parecía intentar practicar con su palo de lacrosse intentando atinar a algo que dejo en un árbol. Lo notó frustrado.

Caminó a hasta él, no anotó ninguna, al final aventó una botella de vidrio hacia el árbol con enojo.  Aventó el palo de lacrosse al piso y se dejo caer de rodillas, pasando sus manos por su pelo.

Ella se arrodilló a su lado tocando su hombro. Jackson volteó con los ojos llorosos. Katherine simplemente se limitó a no hacer preguntas y abrazarlo.

Jackson lo correspondió enseguida, abrazándola con fuerza. La rubia dejo caricias en su espalda, su pelo, dejando un beso en la cabeza de su chico. Ambos parecían necesitar ese abrazó, la manera en la ambos se rodeaban con sus brazos y cada uno... Tenían diferentes razones.

Pero ambas razones son tan válidas, pero lo único que quería en ese momento Katherine, era desaparecer.

¿Les gusta la portada? Ser sinceros.
Se que tarde en actualizar personitas,

En el tiempo que no subí, escribí en notas escenas que probablemente estén en los libros como en este pir eso mismo estor editando de nuevo todo y quitando muchos

Tiktok: jenna_ryns

Una preciosa amiga hizo un grupo aquí les dejo el código por si gustan unirse 💘

Andamos editando....

🦋 𝒥ℯ𝓃𝓃𝒾ℯ—𝒮𝓉𝒾𝓁𝒾𝓃𝓈𝓀𝒾 🦋

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